A nivel espiritual, la paz, el bienestar, es el premio por las actuaciones bondadosas

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Comodidad vs libertad. Ha de reconocerse que el estatus quo más generalizado está basado en el pragmatismo donde los derechos humanos van a remolque de las ventajas “prácticas” del día a día.

Es lo de “vaya yo caliente” si no puedo decir en voz alta todo lo que pienso, pero tengo un plato en la mesa, pues “ir tirando”. Claro que el tema democrático está muy bien, pero primero es lo primero.

O sea que "el orden" va por delante de los derechos individuales. El “bien general” tiene prioridad sobre los derechos personales y esto se manifiesta en todas partes por los intereses económicos.

El sistema capitalista omnipresente (y omnipotente) preside nuestra vida. En algunos lugares más disfrazado que en otros, pero en todos nos guía y nos manda “Don Dinero”

Además, hay que constatar que la ciudadanía lo acepta y está acomodada en ello, aunque, con la boca pequeña, pueda reclamar un sistema más justo.

Que está mal montado, que no debería ser así, que si quisiéramos podría ser de otra manera, quizás sí, pero no hay suficiente convencimiento para hacerlo, porque todos tenemos algo que perder.

¿Cómo hemos llegado a esta situación? Mitad por manipulación mitad por necesidad. La naturaleza física, de la que estamos constituidos, es muy "convincente".

La pirámide de Maslow ya establece muy bien cuáles son los niveles, las prioridades: La supervivencia es la básica (comida, cobijo, seguridad)

En realidad la vida es una aventura y por eso todos miramos de atenuar sus riesgos y tratamos de instalarnos en la seguridad de las cosas conocidas y agradables.

Quizás nuestra trayectoria vital no es muy audaz, pero cuando tanta gente se ha conformado no debe ser una actitud tan despreciable aunque siempre podríamos optar por otras más valientes.

Fustigarnos por “no dar una determinada talla vital” y rendirnos demasiado fácilmente a los condicionantes vitales, tampoco nos ayudará mucho a intentar otros planteamientos.

Aquí cabe preguntarse dónde está escrita la norma de conducta que debemos observar en nuestro tránsito vital: ¿Es que hay que rebelarse contra las imposiciones? ¿Es indispensable reclamar unos derechos determinados para estar a la altura de lo que "se espera" de nosotros?

Quizás cada uno debe hacer el camino que crea más oportuno (o el que se vea más capaz de seguir). Y si alguien tiene el ánimo de lanzarse a “hitos más altos” pues adelante, es bien libre de hacerlo, tanto como los demás de no hacerlo, sin que sea desmerecimiento alguno.

Históricamente se han inculcado "mandamientos" para encauzar la vida de la gente. La mayoría de ellos de cariz restrictivo y punitivo. Por el contrario no se ha visto en ninguna parte ningún “listado de buenas acciones” que supusieran ventajas para quienes las realizaran.

Y no hace falta decir que el comportamiento respetuoso con nuestro entorno tampoco figura en ninguna relación de premios o promociones públicas, sólo supone "vivir tranquilo"

Algunas recompensas -siempre en el más allá- venían dadas por la observancia de conductas no delictivas y el acatamiento de rituales y normas impuestas por alguna de las religiones de turno.

A nivel espiritual, que es lo que importa, la paz, el bienestar, es el premio por las actuaciones bondadosas y altruistas, siendo la conciencia el termómetro de nuestra conducta y la que nos provoca un diferente estado anímico según sea nuestra actuación.

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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com – 7 diciembre 2023

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