© EN ESTE MOMENTO, ¿DÓNDE ESTAMOS?
En el escrito de finales del año pasado Es
hora de decidir qué queremos, entre otras cosas, decía:
“Preparémonos para
hacer realidad la sociedad que queremos, donde resplandezcan unos valores que
nunca deberían haber desaparecido. Se trata de situar cada cosa en su sitio y
guiarnos por una escala de valores que ponga la vida en lo alto, sostenida en
la dignidad y la libertad humanas.
Hay que distinguir el
grano de la paja, ordenar nuestras costumbres, llenarnos de paz, optar por la
sencillez. Busquemos en nuestro interior todas las potencialidades de que
disponemos y entreguémonos a ellas.
Una vez tomada la decisión y manteniéndonos en ella, el universo -la Vida- hará su trabajo del que nosotros seremos los beneficiarios. No es tan difícil, basta con dejarse llevar con plena confianza”.
A estas alturas estamos en una tensa calma que, después de
tantas presunciones apocalípticas, nos tiene descolocados, aunque bien alerta.
(Tenemos bien a la vista la salvajada de Gaza).
Quizás esta insistencia en restregarnos continuamente la
violencia por los morros no es más que una manera de hacernos ir acostumbrando
a lo que nos espera.
También recordemos que la “plandemia-2020” la pusieron en
marcha terminadas las fiestas, lo que nos puede hacer sospechar que cualquier
nueva “emergencia” puede producirse a la vuelta de la esquina.
Dos son las pretensiones más codiciadas que quieren
imponernos: el carné digital (moneda y datos personales) y el control mundial
unificado de nuestra salud.
Como detonante pueden utilizar una crisis financiera, el cambio
climático, una pandemia o cualquier cosa que quieran inventarse. La cuestión es
doblegarnos del todo... y de paso eliminarnos a tantos como puedan.
Podemos ser catastrofistas o contemporizadores, pensando en
posibles desavenencias en lo alto de la jerarquía que supongan el aplazamiento
o la anulación de las medidas coercitivas.
En cualquier caso, la situación a la que hemos llegado no
deja de ser muy preocupante por la pérdida de valores y motivaciones
existenciales.
O sea que replantearnos el vivir seguiría siendo prioritario
para nosotros aunque desaparecieran todas las amenazas globales.
Y es que si no enderezamos nuestra forma de estar en el
mundo, nosotros mismos seremos los que ocasionaremos la debacle humana (física
y espiritual).
Con demasiada frecuencia nos amparamos en amenazas (ciertas
o supuestas) para rehuir responsabilidades propias que sólo hacen que retrasar
la solución de los problemas.
Preferimos más que nos lo den todo mascado, que nos lleven
de la mano... aunque sea al matadero o al precipicio.
La vida nos pone obstáculos para que nos demos cuenta de que
toca cambiar algo y, cuanto más tardemos en hacerlo, más duros serán los trompazos
que recibiremos.
La vida no hace más que avisarnos porque no quiere que nos despeñemos.
Lo que quiere por encima de todo es que salgamos adelante y mejoremos cada vez
más,...
¡La vida somos
nosotros y nosotros somos la vida!
Por tanto, pongamos manos a la obra, que la cosa lo vale.
O así me lo parece
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Joan Martí – elcamidelavida@gmail.com – 18
diciembre 2023
OTROS ESCRITOS DEL MISMO AUTOR
https://masacriticaconsciente.blogspot.com/p/escritos-propios.html
BON DIA JOAN, AMIC y FAMILIA Consciente. Y que más podríamos añadir a este año Joan, resulta que a mi también me sale en la pantalla del radar el mensaje final del año pasado y tu eres fiel ejemplo de ese FORMIDABLE discurso de Sam que compartía en mi penúltimo Post. Saber queridas y queridos AMIGOS audaces, aquellas y aquellos que aún seguís escuchando a vuestro Corazón ,que me HONRAIS. No deberíamos ni haber llegado hasta aquí, pero henos aquí, igual que en las grandes historias señor Frodo, las que realmente importan, llenas de oscuridad y de constantes peligros. Esas de las que no quieres saber el final, por que ¿como van a acabar bien? ¿Como volverá el mundo a ser lo que era después de tanta maldad como ha sufrido? Pero al final, todo es pasajero, como esta sombra, incluso la oscuridad se acaba, para dar paso a un nuevo día. Y cuando el sol brilla, brilla más radiante aún. Esas son las historias que llenan el corazón, por que tienen mucho sentido, aún cuando eres demasiado pequeño para entenderlas. Pero creo, señor Frodo, que ya lo entiendo, ahora lo entiendo. Los protagonistas de esas historias se rendirian si quisieran, pero no lo hacen: siguen adelante, por que todos luchan por algo. Sam THE LORD OF THE RINGS (Las dos Torres)
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