© EL ESPECTÁCULO DE LA VIDA
Es en tiempos oscuros cuando más necesitamos buscar la belleza, la bondad y todo lo maravilloso.
Por encima de las maldades que acontecen y que con
frecuencia nos infunden lógicos malestares, el panorama general de la Vida, sin
embargo, es algo increíble.
Al elevar la mirada por encima del día a día y de los mil
inconvenientes que se producen, podemos contemplar el espectáculo de la vida en
toda su magnificencia.
Es extraordinario lo que se ofrece ante nuestros ojos: Una vitalidad sin límites que se expande en todas direcciones y lo llena todo de movimiento, sonidos, luz y color.
Sean árboles pletóricos, alegres criaturas, animales
juguetones, flores aromáticas, humanos ajetreados, sol rutilante, mares
incansables… todo se mueve a nuestro alrededor produciendo un espectáculo
inigualable.
Ante ese gran misterio que es la vida no queda menos que
admirarse y expresar gratitud por el hecho de formar parte de la inmensidad de
un fenómeno indescriptible.
Mucho se ha escrito sobre la Vida sin poder dar suficiente
razón. Lo que sí es cierto es que estamos en ella, somos ella... y no hay nada
que pueda compararse con ella.
Las cosas nos pueden ir bien, regular o mal, pero el hecho
de estar vivos no tiene explicación y sin embargo, todos disfrutamos de esta
magnífica experiencia.
Por mucho que le demos vueltas no le encontramos el sentido.
Algunos dicen que el sentido debemos dárselo nosotros con nuestros actos y
vivencias…
Sea como fuere, la cuestión indiscutible es que la Vida está
en todo y por encima de todo: Lo es todo. Así que no nos queda otra que
"vivirla" y sin duda, valorarla y agradecerla.
Un don que nos ha caído del cielo, que no comprendemos pero
que nos ofrece infinidad de posibilidades pero con un sistema de ensayo-error
ya que no disponemos de manual de instrucciones.
Un 'juego' grandioso y excitante justamente por su
incertidumbre e imprevisibilidad que nos puede abocar a cimas exultantes o a
abismos terribles.
Todos podemos plantearnos acciones a nuestra medida y lograr
satisfacciones que nos gratifiquen. Cada uno es diferente y tiene sus
cualidades y limitaciones, sólo debemos reconocerlas, aceptarlas y utilizarlas
adecuadamente.
Hay de todo y para todos y de nada sirve dejarse caer en la
envidia ni en el resentimiento. Si utilizamos nuestras facultades y las
potenciamos conseguiremos metas muy útiles para nosotros.
Si todos fuéramos iguales e hiciéramos las mismas cosas es
evidente que sería muy aburrido, por eso la diversidad es una gran idea: ¡Vive
y deja vivir!
O así me lo parece
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Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com - 11
noviembre 2024
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