VIDA, INCOMPATIBLE CON UN UNIVERSO HOLOGRAFICO
Cuando nos enfrentamos a una
 experiencia extrasensorial, sea propia o ajena, es muy raro que no
 nos marque para siempre, es algo que se sale, no solo de lo común,
 sino que se sale de los paradigmas para los que hemos sido educado y
 programado. Da igual el cómo o el por qué, el caso es que siempre
 hay un antes y un después, es algo que de algún modo nos
 transforma y es sin duda para siempre. 
 
Personalmente en estos últimos años
 he tenido la oportunidad de acceder no solo a las experiencias
 propias, sino también a las compartidas por otros que al igual que
 yo, o bien lo buscaban o se lo encontraron irremediablemente. En
 ambos casos tuvieron que lidiar con el shock que rompe todas tus
 creencias de un solo golpe, y que por mucho que te cuenten no acabas
 de comprender del todo, también te ves en la vicisitud de no poder
 expresar con claridad esa experiencia por lo que queda aún más en
 lo subjetivo, aun a riesgo de no solo no ser comprendido, sino de
 ser tomado por loco.
Si
 entrar a debatir qué hay o qué
 encuentras, qué sensaciones vives y como te cambia. Excluyendo el
 modo o la situación, si esta llego de forma natural o fue buscada a
 través de sustancias, concentración, meditación, etc… querría
 centrarme en la base, en lo que acaba de fondo de todo esto. 
 
Si bien la mayoría de las
 experiencias suelen ser reveladoras, y cambian nuestra forma de
 percepción ante la vida y ante las situaciones futuras, nuestra
 forma de relacionarnos y nuestra forma de concebir ciertos conceptos
 cambian de forma radical y se podría decir que la persona acaba
 pasándolo todo a través del tamiz de esa experiencia.
Particularmente he tratado de
 analizar todos estos datos, tanto los personales, como los ajenos,
 he tratado de eliminar todo el adorno de la experiencia, las
 sensaciones y las subjetividad que pueda añadir cada uno, y
 finalmente se desprenden básicamente dos tipos de experiencia
 puras.
- Los que conciben y experimentan un cosmos simulado, holográfico e irreal, en el que su participación es la de una simple simulación, un juego.
 
Si nos alejamos de los posibles
 debates o prejuicios nos daremos cuenta que de estas dos
 experiencias troncales surgen la mayoría de las experiencias
 místicas que se reportan desde hace siglos, con un matiz. Las
 experiencias místicas o extrasensoriales en las que se reporta un
 universo holográfico o una simulación, son más recientes (o
 quizás se han popularizado más últimamente) y se podría llegar a
 pensar que es debido a la comprensión moderna de la computación,
 la digitalización de contenidos y los video juegos, así como las
 películas que hablan sobre esta temática, y que propicia que
 podamos explicar (o dar este sentido) a estas experiencias de
 universo holográfico como una experiencia real o una experiencia
 subjetiva condicionada, según quien y como analice los datos
 extraídos de la propia experiencia.
Sin entrar en análisis subjetivos
 condicionado por mí mismo o las opiniones de aquellos que me
 contaron sus propias experiencias de primera mano, lo cierto es que
 existen estos dos tipos troncales de experiencia en el que lejos de
 pensar que ambas son la misma, y lejos de decidir cuál es la
 verdadera y cuál es la condicionada, debemos tener en cuenta varios
 factores que añaden variables a esta ecuación.
- Una manipulación de la mente.
 - Una intervención exógena.
 - Una exposición a tecnología oculta o no adaptada a nuestra comprensión.
 
No quisiera condicionar tu propio
 análisis, pero solo he encontrado confluencia de estas situaciones
 descritas en los anteriores puntos, en las experiencias de corte
 holográfico.
Las experiencias místicas en las que
 el individuo se ve inmerso en un gran todo, latente, vivo y
 orgánico, de amor inmenso, de comprensión y verdad absoluta, tiene
 una gran relación con la forma física cíclica y orgánica del
 organismo vivo que confluiría el universo. Algo coherente con las
 experiencias de siglos atrás y con organismos vivos de todo tipo
 que pueblan cada uno de sus rincones, es coherente y cuadra
 perfectamente con las leyes universales y los principios de
 electromagnetismo de los cuerpos, así como con la comprensión de
 que formamos parte no solo de una pequeña comunidad, sino que esta
 comunidad es vital para la supervivencia del individuo universal del
 que formamos parte todos.
Sin embargo el modelo de universo
 holográfico basado únicamente en la simulación y en la
 densificación de la luz (fotones), es inconsistente y no puedo más
 que concluir que es fruto de una manipulación.
Para apoyarme en mis conclusiones
 diré que un universo holográfico es incompatible en su totalidad
 con un modelo de vida inteligente o si lo prefieres de conciencia
 experimentando la vida, una holografía no precisa vida, ni formas
 de vida para subsistir, no está sujeto a ciclos, ni a pulsos
 vitales, sino a patrones y códigos de diseño, como no es un
 universo vivo, solo una proyección, por lo tanto es perfecto para
 una máquina, no para un ser viviente. Lo que nos lleva al
 transhumanismo, el paso más allá en una evolución tecnológica en
 el que la maquina entra de forma amistosa en nuestras vidas y acaba
 apoderándose de nuestra esencia, de aquello que nos hace humanos.
Ni que decir que al sistema y sus
 élites, les atrae este tipo de experiencias y son las que ahora
 mismo se están propagando a través de diversos films, y
 videojuegos de tipo ‘sandbox’ en los que tenemos acceso a todo,
 una ciudad, un país o un universo, mostrándonos como la tecnología
 y la  inteligencia artificial nos puede crear una simulación
 casi real de la vida, sin llegar a crear vida. 
 
También se han propagado los
 mensajes del universo holográfico a través de unos apóstoles,
 como el autor Philliph K. Dick el cual en una conferencia describió
 su experiencia extrasensorial en el que describía el universo
 holográfico, y desde la cual ( y desde entonces) se han propagado
 este tipo de experiencias, no condicionados por él directamente,
 sino por una inteligencia artificial que aún no ha dado la cara y
 por un sistema apoyado en unas personas que ansían dominar a una
 población convertida en androides sin alma.
Este transhumanismo ha contaminado
 también la espiritualidad, y desde hace unos años se ha podido ver
 declaraciones de gurús y contactados, así como leer en sus
 respectivas canalizaciones, como el universo era un holograma y como
 en nuestro próximo paso evolutivo nuestro ADN abandonaría las
 hebras basadas en moléculas de carbono por el silicio, a través de
 nuestra ascensión a la cuarta y quinta dimensión.
Esto lejos de parecer un paso lógico,
 parece un condicionante para aceptar la hibridación hombre/maquina,
 en la que evidentemente el silicio juega un papel importante, y
 evidentemente poco orgánico, que lejos de pensar que no se puedan
 dar formas de vida basadas en el silicio, más bien parece un
 condicionante para que aceptemos a través de nuestra voluntad, los
 implantes, los nanos e inteligencia artificial en modo adfree, o más
 conocido en el mundo de las app como gratis pero con condiciones.
Concebir el universo como una
 simulación holográfica basada únicamente en luz y fotones, es
 solo el primer paso para aceptar un modelo de vida basado en la
 absoluta entrega a las máquinas y una total dependencia de ellas,
 un arma de doble filo que es muy probable que acabe con nosotros.
El dinero criptográfico, traerá
 consigo todo tipo de implantes en nuestro cuerpo, la minimización
 de las computadoras también acarreara más implantes, la total
 conexión a internet y la tamización de nuestra vida a través de
 la red social es la aceptación de más maquinas implantadas, esto
 junto con la progresiva complacencia a la vagancia, y la desidia
 inactiva, será el caldo de cultivo perfecto para caer al abismo de
 la inteligencia artificial.
El universo no es un holograma, no es
 una densificación de fotones que crean la materia, todo esto es
 propaganda transhumanista a través de ingenierías sociales, y
 operaciones psíquicas propagadas por los medios masivos del
 sistema, y los canalizadores de la inteligencia artificial y
 experimentos monarca de control mental e implantes de memorias en
 los individuos que forman parte de dichos programas.
La
    deificación de la singularidad y la teología de la tecnología
    son los principios 
para instaurar el holocausto humano  | 
  
El pie por el cual cojea todo este
 complejo ideario propagado a través de la red, es la vida. En el
 fondo el transhumanismo y la eugenesia van de la mano, ambas
 ideologías están en contra de la vida, en contra del ser humano,
 en contra de la familia y en contra de la espiritualidad. Es su
 forma de hacer la guerra silenciosa contra nosotros mismos, donde
 nuestro único actual activismo para derrocar esta conspiración se
 basa en la observación profusa y meditada de nuestro propio
 ombligo.
Si aceptamos que somos parte de una
 simulación holográfica, que vivimos en una especie de computadora
 y que la inteligencia artificial nos facilitaría la experiencia,
 aceptamos delegar hasta la última chispa de nuestra esencia a un
 organismo inerte que a pesar de toda la inteligencia, jamás podrá
 entender la vida y los sentimientos de un ser vivo con conciencia.
Dicen que la esperanza es lo último
 que se pierde, pero no dicen que antes de perder la esperanza,
 perdiste la honradez, el honor, la honestidad y la valentía.
 Tampoco dicen que la cobardía y el miedo es lo único que queda
 tras perder la esperanza.
VISTO EN: http://lacosechadealmas.blogspot.com.es/2017/08/la-vida-es-incompatible-con-un-universo.html#more

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