Es
 realmente difícil explicar cómo las octavas trabajan en el
 procesamiento de las energías de la realidad subjetiva y en la
 unidad de carbono. Sería necesario la lectura y estudio de varios
 libros para entender un poco su funcionamiento, aunque algunas cosas
 de las aquí expuestas no creo que estén en ninguno, pues provienen
 de la Fuente misma. Trataré en lo posible de exponer el tema de la
 forma más clara y sencilla que pueda.
No
 es importante en verdad conocer el detalle del proceso, sino
 entender el concepto general de como sucede y para qué es necesario
 que se produzca tal transformación. Vuelvo a pedir que se abstengan
 de corregir estos conceptos, si no están de acuerdo solo ignoren
 este artículo, pues su aclaración o corrección complicaría y
 cambiaría la idea y el significado final. Recuerden que estoy
 hablando de energías a nivel cuántico, todo lo demás son solo
 analogías con un lenguaje de expresión específico ya usado
 anteriormente y que tiene como finalidad la mejor comprensión del
 material. 
 
 
Digamos
 que las octavas son lo que la ciencia conoce actualmente como
 fractales, algoritmos que se repiten a sí mismos formando figuras y
 formas compuestas. Un fractal se contiene a sí mismo, es decir que
 está compuesto por infinitos fractales que son réplicas de sí.
 Podemos decir entonces que una nota cualquiera de una octava
 contiene en sí toda la octava, en otras palabras la unidad contiene
 al todo y el todo contiene a la unidad. Siguiendo este razonamiento
 el uno (1) contiene en sí mismo las siete (7) notas o partes de la
 octava, (do, re, mi, fa, sol, la, si), si dividimos a la unidad por
 las partes que la componen, tenemos uno dividido entre siete
 (1:7)=1,42857142857142857142857... Como puede notarse hay una serie
 numérica (142857) que se repite indefinidamente. El número o serie
 en cuestión es la secuencia de progresión de las octavas en el
 espacio y el tiempo. Como verán, en esta secuencia no se encuentran
 ni el tres ni el seis (3,6) estos son los lugares correspondientes
 al choque entre (mi-fa), y el de la tercera energía,
 respectivamente. No sé si me siguen hasta ahora, para comprender
 mejor lo que quiero decir tenemos que numerar o asignar un número a
 cada nota para poder luego ubicarla en la secuencia correcta.
 Teniendo como base al (do), que le corresponde el (9), la serie
 continuaría con re=1, mi=2, choque=3, fa=4, sol=5, la=6, si=7,
 choque=8 y do=9 (ver figura a continuación). Recuerden que el
 choque llena el espacio de la nota faltante (semitono) con energía
 para enderezar la octava. 
Si
 reemplazamos las notas por los días de la semana (LU=1, MA=2,
 choque=3, MI=4, JU=5, VI=6, SA=7, choque=8, DO=9) y posteriormente
 seguimos la secuencia de progresión (142857…) nos daría la
 secuencia de influencia en la realidad general de los
 acontecimientos producidos en la realidad subjetiva , la cual sería:
 lunes(1) → miércoles(4) → martes(2) → choque(8) → jueves(5)
 → sábado(7) → lunes(1). Como pueden ver, tanto el viernes(6)
 como el domingo(9) quedan fuera de la influencia de la octava, pero
 por ahora no veremos en detalle esto último.
Esta
 es la verdadera causa que ciertos acontecimientos programados y
 ejecutados por los amos, tales como el 11-S y el 11-M, tengan que
 ser en determinadas fechas específicas, no es solo como se dice
 “por ritual”, sino por algoritmo matemático, para modificar la
 octava en la realidad general y manipularla en la subjetiva. Tomemos
 por ejemplo el martes 11 de septiembre de 2001; aquel día se
 necesitaba un choque para modificar la octava en la realidad general
 y manipular su influencia del día jueves de la realidad subjetiva
 (...martes(2) → choque(8) → jueves(5)…) el atentado a las
 torres gemelas fue perpetrado con ese fin. 
 
Como
 podrán ver todo tiene un propósito aunque no lo comprendamos. La
 energía producida por las emociones del choque es percibida por la
 unidad de carbono como impresiones, estas son procesadas por el
 centro emocional y se combinan con el oxígeno (Ox) y el carbono
 (Cx) que tienen una energía inicial de hidrogeno (Hx), produciendo
 un nitrógeno (Nx) cuyo octanaje es modificado por la impresión
 recibida que a su vez se combina con la octava en curso y logrando
 en este caso bajar la calidad de la energía (octanaje) del
 hidrógeno (Hx) final. Como resultado la unidad de carbono digamos
 que “vibra” a una frecuencia (hercios) más baja de la que
 debiera a causa del hidrógeno (Hx) de baja energía producido,
 funcionando ineficazmente y quedando lista para ser manipulada.
Las
 octavas también explican por qué el domingo es tomado por la
 religión católica como día de descanso, porqué el martes 13 es
 considerado de mala suerte, porqué el viernes es tomado por las
 distintas órdenes secretas como día de reunión, porqué el refrán
 “los jueves ni te cases ni te embarques”, porqué el Sabbat,
 etc. Pero eso será explicado en otro momento, por ahora traten de
 comprender el concepto, si no lo logran no importa, cuando suba el
 octanaje del hidrógeno (Hx), su capacidad de análisis se
 incrementará y lo comprenderán sin ningún problema. Y recuerden
 que el miedo y sus subproductos, baja dicho octanaje, mientras que
 el amor con sus subproductos lo sube. Todo es cuestión de amar más
 y temer menos. 
42.
 LA MÁQUINA DEL TIEMPO
Este
 artículo está pensado para explicar el concepto del tiempo, con la
 finalidad de poder entender posteriores publicaciones sobre la
 manipulación de la realidad subjetiva, y a la unidad de carbono
 dentro de la Matrix virtual. Nada de lo aquí expuesto forma parte
 de los conocimientos de la ciencia tradicional, aunque algunos
 conceptos son ahora estudiados por la física cuántica utilizando
 los aceleradores de hadrones.
En
 el artículo “Comprendiendo las dimensiones” dije que el tiempo
 es como se percibe el movimiento en el espacio de un cuerpo en la
 dimensión directamente superior, o sea que el tiempo percibido por
 el hombre, es espacio en movimiento no manifestado en la realidad
 subjetiva. El pasado, presente y futuro para un ser tridimensional
 es solo el movimiento de un cuerpo a través del espacio, pero para
 un ser adimensional es el cuerpo en su totalidad; pasado, presente y
 futuro se funden en un solo cuerpo llamado eternidad. E
n
 la realidad subjetiva el tiempo corre y lo percibimos de forma
 lineal (ayer → hoy → mañana), pero en la realidad general el
 tiempo corre de forma paralela (ayer = hoy = mañana), es decir que
 hay, digamos, tres líneas de tiempo simultáneas. 
 
La
 octava se va moviendo a través de estas líneas de tiempo como si
 fuera una onda influyendo en ellas según toca su respectiva línea
 de pasado, presente o futuro. Según donde nos encontremos ubicados
 en el espacio, un acontecimiento del futuro puede influir en el
 presente o no. La línea secuencial lunes(1) → miércoles(4) →
 martes(2) → choque(8) → jueves(5) → sábado(7) → lunes(1)…
 les dará una idea de las influencias, pero sepan que es solo una
 forma de graficarlo, todo depende más del lugar en el espacio que
 del día en particular. Por ejemplo si usted se encuentra en martes
 su influencia directa es el miércoles, e influye indirectamente al
 jueves si se produce un choque consciente en el medio, de lo
 contrario influirá en el miércoles cuya influencia directa es el
 lunes, por consiguiente lo que haga el lunes influirá
 indirectamente a través del miércoles en el martes (no explicaré
 el resto de la semana para no complicar su comprensión) y de esta
 manera usted percibe el tiempo en forma lineal (lunes → martes →
 miércoles…) la octava se acomoda a la percepción tridimensional
 de la realidad subjetiva y usted percibe el tiempo como una sucesión
 continua de sucesos correlativos, cuando en realidad son realidades
 simultáneas actuando de forma entrelazada por acción de la octava
 en curso. 
 
Como
 la octava actúa como un fractal esto se repite “hacia abajo”, y
 “hacia arriba”, (segundos, minutos, horas, días, semanas,
 meses, años, siglos, etc.). El principio cuántico de
 correspondencia “como es arriba es abajo” refleja de forma
 incompleta esta idea, es por esto que cuando se habla de influencias
 en la realidad subjetiva, más que de tiempo hablamos de ubicación
 espacial, porque el tiempo es espacio no manifestado, o mejor dicho
 espacio manifestado en una dimensión no percibida. 
Una
 vez alguien desde la Fuente me dijo: “el futuro existe y ya paso”.
 No pude entender esta frase hasta mucho tiempo después, cuando
 comprendí el funcionamiento de la máquina del tiempo en la
 realidad general y subjetiva. Los amos conocen el secreto de la
 máquina del tiempo, conocen el algoritmo de la octava del tiempo,
 saben cómo, donde y cuando modificarla para que el ahora sea lo que
 es. Por eso no es solo una cuestión de “despertar” y de
 “acción” hacia el “Nuevo Orden Mundial” para cambiar las
 cosas. Hay que conocer la máquina y comprender su funcionamiento
 para poder contrarrestar su influencia, y solo entonces actuar en
 consecuencia. La unidad de carbono tiene los medios a su alcance
 para lograrlo, pero antes tiene que pasar a ser consciente de ella
 misma y convertirse en “Ser Humano” para manejar la máquina, de
 lo contrario solo la máquina maneja a otra máquina llamada unidad
 de carbono humano.
43.
 EL MONSTRUO DE CUATRO CABEZAS
Este
 artículo pretende mostrar uno de los engaños más grandes y mejor
 orquestados de la historia de la humanidad: la democracia. En su
 defensa se enarbolan las banderas de la libertad y la justicia,
 flanqueadas por la política y la religión, sus lugartenientes de
 barro. En su nombre se cometieron y se cometen los más atroces
 pecados: guerras, asesinatos, violaciones, traiciones y mentiras.
 Todo por la defensa del monstruo y su verdadero rostro, el ego, un
 programa macabro implantado por los amos hace eones para ocultar a
 la unidad de carbono la existencia de la consciencia del Ser.
Comencemos
 analizando el concepto de libertad. Libertad es una palabra cuyo
 concepto primogénito encierra una energía especial, porque su
 procesamiento es tarea natural y exclusiva del centro emocional,
 pero muy astutamente los amos modificaron la octava de tal manera
 que tomó el control de procesamiento el centro intelectual,
 asociándola directamente con la democracia: usted es libre si vive
 en democracia, de lo contrario no lo es. La libertad implica todo un
 conjunto de sentimientos que no reflejan en absoluto a quien está
 asociada, usted no es libre de nada, toda decisión está
 normalizada por leyes hechas en realidad para dominarlo y con las
 que ni siquiera estuvo usted de acuerdo ni formo parte de su
 creación. 
 
Libre
 es ser dueño de sus actos en su totalidad, sin nada ni nadie que le
 diga cuándo, donde, qué y cómo hacerlo, solo usted y su
 consciencia son dueños de su libertad, sin representantes ante
 nadie, pero en su defecto la democracia se hizo cargo como
 representante de su libertad, defendiéndola con la supuesta
 “justicia”, y aquí entramos en la segunda y aberrante mentira:
 la justicia. ¿Qué es ser justo? ¿Acaso es justicia dejar que
 mueran niños por inanición? o tal vez justicia es estar encerrados
 en nuestras casas mientras los delincuentes hacen y deshacen a su
 antojo, o quizás justicia es tener que pagar por todo lo que uno
 tiene como si fuera alquilado, o quizás justo es tener que comprar
 un pedazo de tierra para vivir, ¿Quién es dueño de la tierra?
 ¿Los poderosos, los que disponen de dinero? ¿Acaso no nos
 pertenece a todos por haber nacido en ella? ¿Es acaso justicia que
 la salud, la educación y la vivienda sean un derecho solo para los
 que tienen dinero? ¿Es acaso justicia que se permita lo que se
 permite y no se permita lo que se tiene que permitir? 
La
 justicia es una gran mentira, una perversa ilusión que usan para
 dominarnos, la única justicia verdadera es la del amor, claro que
 no está permitido ejercerla, no sea cosa que seamos realmente
 justos con nosotros y con los demás. Pero por suerte tenemos a la
 religión, que cura nuestras heridas y alivia nuestro sufrimiento,
 la religión del Demiurgo  de la tierra, la religión que nos
 cobijó en la Inquisición, que nos protegió en las guerras, que
 nos alimentó en la desgracia, que nos aclaró todas las dudas del
 alma, que nos dio amor y nunca nos amenazó con el castigo divino,
 que nos protegió del miedo a la muerte mostrándonos el infierno. 
 
La
 religión que enarbola la bandera del sufrimiento en la pasión de
 su representante, y lo muestra muerto y crucificado, en lugar de
 mostrarlo radiante y lleno del amor y vida, tal como nos muestran
 sus enseñanzas. La religión que con su fortuna y sus bancos
 (Santander y otros) se ocupa de los necesitados. Sí, por suerte,
 tenemos esa religión que respetan los políticos porque es su socia
 en justicia y libertad. Políticos que ejercen la política para
 someter, engañar, robar, dominar, defraudar, manipular, en
 representación de la “demo-nio-cracia” y en nombre de la
 ciudadanía, sus esclavos, perdón, quise decir empleadores, porque
 son nuestros empleados ¿no?, nosotros los elegimos, les pagamos sus
 descomunales sueldos, les damos sus ilimitados poderes, les
 engordamos su ego y su bolsillo, todo para que nos representen,
 defiendan, protejan, etc. 
 
¡Qué
 ironía! el patrón le dio el poder al empleado y ahora ni siquiera
 se da cuenta de ello, porque el programa está implantado, el
 monstruo de cuatro cabezas está en cada uno de nosotros,
 defendiendo su existencia con uñas y dientes, devorándonos poco a
 poco y disfrutando su exquisito banquete de unidades de carbono.
 Corderos de dios, corderos de los amos, corderos de sus
 representantes, corderos de nosotros, corderos de corderos.
Esta
 es la cruda realidad, sin vueltas ni análisis, sin justificaciones
 vacías, sin programas protectores, sin filtros que suavicen, solo
 la realidad subjetiva, la realidad general es otra cosa, porque con
 un solo movimiento la realidad subjetiva sería diferente y todos
 nosotros seríamos los amos y ellos los esclavos, pero eso tampoco
 sería justo, porque el cambio de roles no es la solución, justo
 sería mostrar todas las cartas para poder elegir la mejor para
 todos, y eso solo se logra con amor, esa extraña palabra que cuesta
 tanto entender y procesar correctamente, la que nos conecta con la
 Fuente y nos hace realmente libres y justos.

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