Inventan un dispositivo controlado desde un smartphone que permite manipular las emociones de un ser vivo a distancia
Un equipo investigador compuesto por científicos de las universidades de Colorado y Washington junto con el KAIST (instituto de ciencia y tecnología avanzada de Corea), acaban de cruzar la última y más terrible frontera.
Han
 creado un dispositivo que permite controlar las funciones cerebrales
 de un ser vivo, usando un pequeño implante cerebral controlado
 mediante un simple teléfono inteligente, mediante un smartphone.
La
 noticia nos la trae la prestigiosa publicación científica Nature Biomedical Engineering. En los siguientes enlaces toda la
 información.
  
 
Con
 este nuevo dispositivo los neurocientíficos pueden activar
 cualquier tratamiento neuronal en el ser vivo implantado y sin
 necesidad de estar dentro del laboratorio, simplemente usando un
 smartphone común.
Con
 estos dispositivos neuronales inalámbricos pueden crearse seres
 vivos totalmente automatizados, donde el comportamiento de éstos
 podría afectar positiva o negativamente a los otros animales de su
 entorno, en base a la estimulación química o electromagnética que
 se aplique.
“Estamos
 interesados en seguir desarrollando esta tecnología para hacer un
 implante cerebral con aplicaciones clínicas”. dijo Jae Woong
 Geong, profesor de ingeniería eléctrica y miembro del equipo de
 investigación que ha creado este dispositivo “apocalíptico”.
“Estamos
 ansiosos por utilizar este dispositivo en estudios farmacológicos
 complejos, vamos a poder realizar nuevas terapias para el dolor, la
 adicción o los trastornos emocionales”, dijo Michael Bruchas,
 profesor de anestesiología de la universidad de Washington.
Desde
 el instituto tecnológico coreano KAIST, desarrollan la electrónica
 de los dispositivos implantables y portátiles.
Mientras
 que los científicos estadounidenses del laboratorio de la
 universidad de Washington estudian los circuitos cerebrales que
 controlan las emociones: el estrés, la depresión, el dolor, la
 felicidad, el placer o el odio.
Es
 una colaboración global entre ingenieros y neurocientíficos
 financiada entre otras instituciones globalistas por el instituto
 nacional de salud de los Estados Unidos, que a su vez es financiado
 por los Rockefeller.
Ya
 cuentan con el dispositivo que permite modificar la conducta de un
 ser vivo desde un teléfono.
Las
 aplicaciones militares de un invento de estas características son
 evidentes.
¿Cuantos
 locos furiosos, cuantos lobos solitarios pueden crearse con este
 dispositivo en manos de aquellos que financian actos de terror ?.
Con
 la creación de esto que hoy ya es una realidad se ha cruzado la
 última frontera.
Buena suerte a todos.
Buena suerte a todos.

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