Cuando
 la unidad de carbono fue creada no existía el “ego”, su
 conexión con el servidor por medio del WiFi era suficiente para
 mantener a las unidades de carbono alejadas de la consciencia del
 ser y de la Fuente. Cuando el libre albedrío le fue dado, y su
 conexión WiFi desactivada, fue necesario implantar un programa de
 seguridad que protegiera el acceso de la unidad de carbono a la
 consciencia del ser, para evitar su conexión con la Fuente. Fue
 entonces cuando el programa ego fue creado.
Para
 entender qué es y cómo funciona dicho programa, primero tenemos
 que comprender qué es y cómo funciona la consciencia. Para ello
 imagine una esfera tridimensional hueca, cuya superficie está
 formada por infinitos puntos; en el centro de la esfera —flotando
 en el espacio— hay un punto adimensional que representa la
 consciencia del Ser, los infinitos puntos de la superficie forman la
 esfera de consciencia propiamente. 
A efectos de facilitar la
 explicación que sigue podríamos decir que la superficie de la
 esfera está formada por dos caras: una que mira hacia el exterior y
 otra que mira hacia el interior; en la cara que mira al exterior
 situaremos la “materia”. Adicionalmente, a cada uno de los
 infinitos puntos que forman la superficie asignaremos una flecha
 cuyo sentido indicará hacia donde está dirigida la atención
 consciente de ese punto en particular, con dos opciones posibles:
 hacia afuera (la materia) o hacia adentro (el Ser). 
 En
 un principio todos los puntos miraban hacia el interior de la esfera
 y solo uno miraba hacia el exterior, ese punto de conexión con la
 materia era el encargado del enlace con el servidor y de la
 interacción con la realidad, como toda la programación se hacía
 vía WiFi, no existía manipulación de la realidad subjetiva porque
 no hacía falta. La unidad de carbono era consciente de su Ser pues
 todos los puntos miraban hacia el interior menos uno que miraba
 hacia el exterior. 
Cuando la conexión fue desactivada, se corría
 el riesgo de que la consciencia del ser activara nuevamente la
 conexión WiFi para crear una interfaz directa con la Fuente a
 través del punto que miraba hacia afuera y que antes era usado para
 la conexión con el servidor. Había entonces que aislar a la
 consciencia del Ser de alguna manera para que la unidad de carbono
 no supiera quien era y no tomara el control, con la finalidad de
 poder seguir dominándola.
Se
 creó entonces un programa que actuaría de forma muy parecida a un
 virus informático y se conectó al punto que miraba al exterior,
 este virus fue el “deseo”. Éste se ocupó de “revertir” la
 esfera logrando que la superficie interior pasara por el punto del
 deseo y se convirtiera en la superficie exterior, ahora con todos
 los infinitos puntos de consciencia mirando hacia la materia y
 ninguno hacia el interior. Con esto se logró que la totalidad de la
 consciencia estuviera dirigida hacia la materia como su único punto
 de atención, y obteniendo de esta manera una “extensa gama de
 observación” (ego) exterior que lograba varios objetivos a la
 vez: por un lado la búsqueda del Ser se dirigió hacia afuera,
 evitando así que pudiera ser encontrado, por otro lado logró que
 la unidad de carbono creyera que es lo que vive y tiene (la
 personalidad del “yo”) y que su atención estuviera puesta
 exclusivamente en la realidad subjetiva, para poder así programarla
 con su manipulación.
El
 programa “ego” estaba implantado y funcionando al cien por
 ciento, con el espíritu (cuerpo de enlace) atrapado en la materia e
 incapaz de enterarse de cómo y por qué sucedió todo esto. Como
 podrán observar el programa ego es el responsable de mantener a la
 unidad de carbono en el estado de insatisfacción continua que
 retroalimenta su funcionamiento. El deseo es directamente
 proporcional al ego (más deseo más ego y más ego más deseo), e
 inversamente proporcional a la consciencia del Ser, (más
 consciencia del Ser, menos ego). 
El secreto está en volver a
 revertir la esfera de consciencia a su estado original, pero eso no
 es tarea fácil, pues el ego forma parte de las zonas peligrosas, y
 éstas están fuertemente protegidas porque son fundamentales para
 la manipulación. Ego, religión y ciencia… los pilares del
 engaño. Por suerte están apoyados en un suelo pantanoso que puede
 hundirse: la ilusión de la realidad subjetiva. Comencemos entonces
 el trabajo y socavemos el velo de la ilusión.
45.
 MANIPULANDO LA OCTAVA
Para
 poder comprender correctamente este concepto primero tienen que
 comprender algunas partes esenciales del programa ego. La
 manipulación de la octava a nivel de la realidad subjetiva se basa
 en la modificación de una serie de parámetros exclusivamente
 diseñados para tal fin en el propio programa ego. En la realidad
 general la manipulación de la octava se realiza mediante las líneas
 de tiempo paralelas, por lo general a través de las influencias
 indirectas de la octava, pero en el caso que nos compete no es
 necesario, pues pequeñas modificaciones de los parámetros antes
 nombrados logran grandes cambios. 
Una
 de las características del programa ego es la creación de la
 personalidad del “yo”, éste se caracteriza por creer que es lo
 que vive y tiene y su principal objetivo es ser reconocido por los
 demás y la sociedad como individuo, claro está que es solo un
 programa, ya que la unidad de carbono no tiene por el momento
 individualidad. Esta necesidad de ser reconocido tiene como base
 primordial el miedo al rechazo, este miedo es procesado por el
 centro intelectual —aunque le correspondería al emocional— y da
 como producto la fragmentación del “yo” inicial, de esta manera
 la unidad de carbono tiene digamos varios “yoes” actuando en
 simultáneo, los cuales van tomando el mando según la situación y
 las influencias externas lo ameriten, todo se reduce a la necesidad
 de agradar y ser reconocido y aceptado por las demás unidades de
 carbono. En este sentido, usted tiene una personalidad para cada
 situación: tiene un “yo” para el trabajo, otro para sus amigos,
 otro diferente para su familia, otro para cuando tiene un problema,
 otro para cuando está feliz, etc., etc.
Esta
 fragmentación del “yo” es la clave o puerta de acceso usada
 para manipular su octava particular y también la general de todas
 las unidades de carbono. Pongamos un ejemplo particular: usted se
 propone algo como no permitir más determinada situación, toma las
 medidas correspondientes para llevarlo a cabo, la octava
 correspondiente comienza a ejecutarse, pero como esta decisión es
 tomada por uno de los “yoes” en curso, basta con ponerlo a usted
 en un contexto diferente o generarle una influencia externa, para
 que otro “yo” tome el mando e interrumpa o cambie los planes del
 “yo” original, cambiando así la dirección de la octava y
 terminando todo el asunto en algo completamente diferente a lo que
 había decidido en un principio o volviendo a la situación inicial
 y comenzando el ciclo de recurrencia.
Esta
 manipulación en lo particular se logra perfectamente también en lo
 general; situaciones sociales que afectan a gran cantidad de
 unidades de carbono son manipuladas y revertidas solo con un cambio
 de atención o estímulo externo, por ejemplo con la introducción
 de una noticia inesperada. La manipulación de las octavas es muy
 fácil hasta que usted no deje de ser “muchos usted”. La
 consciencia del Ser logra que la atención se dirija a un solo
 punto, un solo “yo”, el verdadero, el inmortal, el eterno, el
 Ser, de esta manera usted siempre será el mismo y saldrá de la
 influencia de la octava manipulada. Las octavas son parte del código
 fuente de la realidad, por ellas corre todo el entramado de la vida,
 no podemos salirnos de su influencia, pero sí podemos salirnos de
 su manipulación en la realidad subjetiva. La manipulación en la
 realidad general es otra historia que por ahora no debe
 preocuparnos, primero lo primero, luego veremos.
La
 comprensión del programa ego es fundamental para el avance de la
 unidad de carbono hacia su libertad, porque si cree que es lo que no
 es, nunca llegará a ser lo que realmente es porque lo desconoce, es
 como buscar algo que perdió y no sabe que es. Las octavas son un
 medio natural de evolución, pero también de involución, todo está
 en cuál de las octavas se suba usted. Poco a poco iremos viendo
 como reconocer cuál es cual, y como ser nosotros los encargados de
 manipular nuestras propias octavas para lograr ser “Humanos”
 conscientes y conseguir la libertad: primero individual y después
 general. Dicen los profetas que la verdad nos hará libres, lo que
 no dicen es libres de qué, y descubrirlo es tarea particular y
 exclusiva de ustedes mismos.

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