LA VOLUNTAD DE VIVIR O LA VOLUNTAD DE MORIR
La crisis existencial e interna que ha sumido a la humanidad no es un asunto aislado, es una crisis que alcanza las fibras más centrales de la existencia humana.En este punto central de nuestra vida se encuentra la
voluntad de vivir o la voluntad de morir. Algunos podrían objetar la noción de
"voluntad de morir", pero lo que significa es "la falta de
voluntad de vivir".
No hay término medio entre estos dos extremos. Lo que no avanza, retrocede. Retroceder es rendirse a las fuerzas del letargo, una disminución constante de la energía que conduce al estancamiento y la decadencia.
Todos los elementos materiales de la vida pasan por este
ciclo de nacimiento y muerte, pero la vida humana tiene otra dimensión además
de la existencia puramente material y física.
Estamos dotados del poder de transformar el letargo en su
opuesto: una expansión de la fuerza vital, algo que trasciende la existencia
material y produce el flujo dinámico que es la verdadera expresión de la Vida.
El truco es mantener esta dinámica; mantenerla encendida
como la principal fuerza motivadora de la vida.
Para lograrlo, es necesario tener un punto de inspiración en
el que centrarse, una meta que perseguir siempre, algo que exige atención
diaria, disciplina y el deseo interior de “convertirse en algo más de lo que
uno es” en cualquier momento particular.
Éste es el camino espiritual.
Una vez que uno reconoce que “lo que uno quiere llegar a ser
más” es un estado interno de expansión – un despertar del alma – entonces ya no
hay ninguna confusión sobre el lugar de lo material y el de lo espiritual.
El espíritu es ligero, vivo y en movimiento. La materia,
aunque comparte el mismo punto de origen que el espíritu, se asocia con la
solidez, el peso y la falta general de movimiento. Sin embargo, son
contrapartes totalmente complementarias. Una no puede expresarse sin la
proximidad de la otra.
Así, el desarrollo de la propia espiritualidad toma forma
dentro de un refugio físico que apoya su nutrición.
En la sociedad en su conjunto, esta situación se invierte:
lo material es el objetivo, el principal objetivo de la ambición.
El espíritu, si es que se lo reconoce, cumple un papel
secundario y no logra incidir en aspiraciones más profundas a lo largo de la
vida.
No hace falta decir que esto es al revés: un estado impuesto
e inorgánico, no el curso natural de la existencia.
Para que el estado de existencia en el planeta Tierra cambie
para mejor, lo espiritual debe liderar y lo material seguir.
Esto producirá una metamorfosis completa de todas las
entidades vivientes, ya que el consiguiente cambio vibracional humano superior
resonará a través de todas las entidades vivientes – plantas, animales e
incluso materia inanimada, actuando como una forma de tónico para su expresión
más plena y su evolución futura.
Pero la humanidad debe establecer el tono vibratorio más
elevado.
La vida diaria se verá muy diferente una vez que la aspiración
espiritual se priorice sobre la aspiración material.
Ya no habrá un deseo predominante de “tener”; de desear cada
vez más posesiones, comodidades materiales excesivas y la importancia personal
que conlleva satisfacer las demandas de un ego desenfrenado.
En cambio, surgirá la aspiración de vivir de manera
sencilla, liviana y causando el mínimo daño al mundo exterior. El crecimiento
espiritual nos hace conscientes de nuestra unidad con la naturaleza y todas las
formas de vida, ejerciendo la discreción con empatía respecto de todo lo que
nos rodea.
Ya no es posible tratar el exterior como algo separado del
interior. Al fin y al cabo, son dos partes de un todo. Es necesario adoptar una
comprensión holística del funcionamiento del universo, porque todas sus partes
dependen unas de otras y ninguna es más importante que otra, independientemente
de lo grandes o pequeñas que sean.
Para crecer en esa comprensión se requiere la adopción de
una metodología basada en prácticas probadas y comprobadas, algunas de ellas
con miles de años de antigüedad.
La enseñanza "verdadera" siempre enfatizará la
naturaleza dual del camino. En primer lugar, la salida al mundo para combatir
la represión y la injusticia y para luchar por la expresión de la verdad y un
estado humanitario de existencia.
Esto se llama “servicio a la humanidad” y es nuestro primer
puerto de escala en el viaje espiritual.
Entonces, sintiendo la necesidad de volverse interiormente
más fuerte para ser más efectivo, uno comienza a mirar hacia adentro para
concentrarse en la purificación que es necesaria para el desarrollo personal.
Estos movimientos hacia adentro y hacia afuera son dos
partes inseparables de un todo.
No podemos progresar sin seguir el llamado tanto del
activismo externo, cuyo objetivo es proteger esta gran creación, como de una contemplación
interna enfocada en la Conciencia Suprema, la fuente de toda vida, tanto
animada como inanimada.
Animo firmemente a adoptar este camino hacia la liberación
personal y la emancipación definitiva de la humanidad.
https://www.verdadypaciencia.com/2025/02/la-voluntad-de-vivir-o-la-voluntad-de-morir.html
LEVANTANDO SOSPECHAS https://anunnakibot.blogspot.com/2025/03/58-08-anunnakibot-levantando-sospechas.html
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