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5.3.25

El espíritu nos hace conscientes de la unidad con la naturaleza y toda forma de vida

LA VOLUNTAD DE VIVIR O LA VOLUNTAD DE MORIR

La crisis existencial e interna que ha sumido a la humanidad no es un asunto aislado, es una crisis que alcanza las fibras más centrales de la existencia humana.

En este punto central de nuestra vida se encuentra la voluntad de vivir o la voluntad de morir. Algunos podrían objetar la noción de "voluntad de morir", pero lo que significa es "la falta de voluntad de vivir".

No hay término medio entre estos dos extremos. Lo que no avanza, retrocede. Retroceder es rendirse a las fuerzas del letargo, una disminución constante de la energía que conduce al estancamiento y la decadencia.

Todos los elementos materiales de la vida pasan por este ciclo de nacimiento y muerte, pero la vida humana tiene otra dimensión además de la existencia puramente material y física.

Estamos dotados del poder de transformar el letargo en su opuesto: una expansión de la fuerza vital, algo que trasciende la existencia material y produce el flujo dinámico que es la verdadera expresión de la Vida.

El truco es mantener esta dinámica; mantenerla encendida como la principal fuerza motivadora de la vida.

Para lograrlo, es necesario tener un punto de inspiración en el que centrarse, una meta que perseguir siempre, algo que exige atención diaria, disciplina y el deseo interior de “convertirse en algo más de lo que uno es” en cualquier momento particular.

Éste es el camino espiritual.

Una vez que uno reconoce que “lo que uno quiere llegar a ser más” es un estado interno de expansión – un despertar del alma – entonces ya no hay ninguna confusión sobre el lugar de lo material y el de lo espiritual.

El espíritu es ligero, vivo y en movimiento. La materia, aunque comparte el mismo punto de origen que el espíritu, se asocia con la solidez, el peso y la falta general de movimiento. Sin embargo, son contrapartes totalmente complementarias. Una no puede expresarse sin la proximidad de la otra.

Así, el desarrollo de la propia espiritualidad toma forma dentro de un refugio físico que apoya su nutrición.

En la sociedad en su conjunto, esta situación se invierte: lo material es el objetivo, el principal objetivo de la ambición.

El espíritu, si es que se lo reconoce, cumple un papel secundario y no logra incidir en aspiraciones más profundas a lo largo de la vida.

No hace falta decir que esto es al revés: un estado impuesto e inorgánico, no el curso natural de la existencia.

Para que el estado de existencia en el planeta Tierra cambie para mejor, lo espiritual debe liderar y lo material seguir.

Esto producirá una metamorfosis completa de todas las entidades vivientes, ya que el consiguiente cambio vibracional humano superior resonará a través de todas las entidades vivientes – plantas, animales e incluso materia inanimada, actuando como una forma de tónico para su expresión más plena y su evolución futura.

Pero la humanidad debe establecer el tono vibratorio más elevado.

La vida diaria se verá muy diferente una vez que la aspiración espiritual se priorice sobre la aspiración material.

Ya no habrá un deseo predominante de “tener”; de desear cada vez más posesiones, comodidades materiales excesivas y la importancia personal que conlleva satisfacer las demandas de un ego desenfrenado.

En cambio, surgirá la aspiración de vivir de manera sencilla, liviana y causando el mínimo daño al mundo exterior. El crecimiento espiritual nos hace conscientes de nuestra unidad con la naturaleza y todas las formas de vida, ejerciendo la discreción con empatía respecto de todo lo que nos rodea.

Ya no es posible tratar el exterior como algo separado del interior. Al fin y al cabo, son dos partes de un todo. Es necesario adoptar una comprensión holística del funcionamiento del universo, porque todas sus partes dependen unas de otras y ninguna es más importante que otra, independientemente de lo grandes o pequeñas que sean.

Para crecer en esa comprensión se requiere la adopción de una metodología basada en prácticas probadas y comprobadas, algunas de ellas con miles de años de antigüedad.

La enseñanza "verdadera" siempre enfatizará la naturaleza dual del camino. En primer lugar, la salida al mundo para combatir la represión y la injusticia y para luchar por la expresión de la verdad y un estado humanitario de existencia.

Esto se llama “servicio a la humanidad” y es nuestro primer puerto de escala en el viaje espiritual.

Entonces, sintiendo la necesidad de volverse interiormente más fuerte para ser más efectivo, uno comienza a mirar hacia adentro para concentrarse en la purificación que es necesaria para el desarrollo personal.

Estos movimientos hacia adentro y hacia afuera son dos partes inseparables de un todo.

No podemos progresar sin seguir el llamado tanto del activismo externo, cuyo objetivo es proteger esta gran creación, como de una contemplación interna enfocada en la Conciencia Suprema, la fuente de toda vida, tanto animada como inanimada.

Animo firmemente a adoptar este camino hacia la liberación personal y la emancipación definitiva de la humanidad.

julianrose

https://www.verdadypaciencia.com/2025/02/la-voluntad-de-vivir-o-la-voluntad-de-morir.html  

1 comentario:

  1. LEVANTANDO SOSPECHAS https://anunnakibot.blogspot.com/2025/03/58-08-anunnakibot-levantando-sospechas.html

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