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29.10.13

Lo que estamos viviendo en estos momentos solo es el inicio del proceso.

LA CAÍDA DEL IMPERIO AMERICANO (2ª parte)

¿Alguien recuerda que hace tan solo 2 meses estábamos al borde de una guerra en Siria de impredecibles consecuencias a nivel regional e incluso mundial?

¿Alguien recuerda que el ejército Norteamericano y sus aliados del Reino Unido y Francia acumulaban barcos y aviones en la región del Mediterráneo oriental y que en contraposición, la Armada Rusa se movilizaba para contrarrestar ese posible ataque?
¿Alguien recuerda la incertidumbre y la inquietud que despertaba esa situación?

Ahora parece algo lejano, perdido en el tiempo, como si hubiera sucedido hace muchos meses…pero realmente solo han pasado unas pocas semanas desde entonces. Tan solo 60 días, transcurridos a un ritmo vertiginoso, sesenta días que han servido para escenificar de forma pública ante el mundo entero la caída del Imperio Americano. El derrumbe tanto de su preponderancia política, como de su preponderancia económica y militar.
Algo inconcebible hace tan solo unos meses para la mayoría de la población, informada solo a través de los manipulados medios de comunicación oficiales.

Evidentemente, los Estados Unidos siguen siendo aún la primera gran superpotencia del planeta. Sobretodo en el ámbito militar. Nadie va a negar eso. Pero lo que estamos viviendo en estos momentos solo es el inicio del proceso. Las primeras vueltas de la bola de nieve que se precipita pendiente abajo y que acabará convirtiéndose en una auténtica avalancha.

Los datos sobre la decadencia de la economía y el poder norteamericanos se suceden a nuestro alrededor para confirmar que no se trata tan solo de una “exageración conspiranoica” sostenida por el odio irracional de los enconados enemigos del país de la democracia y la libertad.
Esos datos inquietantes han traspasado la membrana de los medios alternativos que venían advirtiendo de ello durante años para instalarse en los medios de comunicación de masas, aunque solo sea a modo de susurro…de momento. Pero el mensaje ya está ahí, esperando el impulso necesario, el instante adecuado para convertirse en grito, en innegable “verdad oficial” al servicio de los amos del cotarro.

Y es que los indicios tangibles sobre lo que está por llegar a los Estados Unidos son de lo más inquietante. Pongamos algunos ejemplos: Al día siguiente de alcanzar el acuerdo en el congreso norteamericano para elevar el techo de deuda y evitar el impago, EEUU alcanzó un crecimiento récord de su deuda de 328.000 millones de dólares en un solo día.

Y es que el congreso norteamericano en realidad no acordó establecer un nuevo techo para la deuda, sino tan solo una fecha en la cual ésta debería ser revisada y renegociada de nuevo, el 7 de febrero de 2014. Eso significa que el gobierno de EEUU puede endeudarse hasta tal fecha tanto como crea conveniente y necesario, sin límite alguno.
Y si tenemos en cuenta el ritmo vertiginoso al que aumenta su deuda, ésta puede alcanzar cotas realmente inasumibles.


Para hacernos una idea de la velocidad a la que el gobierno norteamericano se endeuda, tengamos en cuenta el siguiente dato: El 30 de septiembre de 2012 la deuda nacional de los Estados Unidos llegaba a poco más de 16 billones de dólares (16,066,241,407,385.89).
Actualmente, ya supera los 17 billones, un nuevo récord histórico. Es decir, en tan solo 12 meses, la deuda norteamericana se ha elevado en 1 billón de dólares. ¿Es sostenible un nivel de endeudamiento como este?

Pero es que los datos de los últimos 5 años resultan aún más escalofriantes:
Así, el 30 de septiembre de 2008, la deuda nacional de EEUU era de 10 billones de dólares. Tan solo 5 años después, la deuda se ha elevado en unos inconcebibles 7 billones de dólares.

¡Yes we can!
¡Sí, nosotros podemos! ¡Podemos endeudarnos aún más!
¡El último que pague la fiesta!

Y según algunos analistas, los EEUU no serán capaces de devolver el dinero que deben, simple y llanamente, porque el país sufre un déficit fiscal y comercial estructurales, es decir, importa más de lo que exporta.

Podemos encontrar opiniones de expertos en la materia en los siguientes enlaces:



En definitiva y resumiendo, los graves problemas económicos de los Estados Unidos no parecen tener solución y solo pueden empeorar.

Un indicio claro de ello lo encontramos en las restricciones realizadas por algunos bancos Norteamericanos a las transferencias de capital hacia el extranjero, en lo que podría ser una maniobra para evitar la fuga masiva de capitales del país:
El banco United Heritage Credit Union prohíbe las transferencias internacionales en Estados Unidos …el proveedor de servicios financieros United Heritage Credit Union (UHCU) anuncia en su página web el fin de su servicio de transferencias internacionales desde Estados Unidos. …UHCU prohíbe a sus clientes realizar transferencias internacionales de cualquier cuantía…

A partir del día 17 de noviembre, el banco JP Morgan limitará las disposiciones en efectivo, así como las transferencias internacionales a otros bancos, por un importe de 50.000 dólares al mes.

El Chase Bank comenzará a limitar el movimiento de dinero en efectivo, a la vez que a sus clientes de cuentas de negocios les prohibirá el envío de giros internacionales a partir del 17 de noviembre, según las cartas del propio banco enviadas a sus clientes, lo que ha provocado especulaciones de que el banco se está preparando para una inminente crisis financiera en los Estados Unidos, mediante la imposición de controles de capital.

Si estas noticias son ciertas no representan indicios demasiado halagüeños para la economía Norteamericana, ¿no?

Y es que durante el periodo de cierre parcial del gobierno de EEUU, los fondos registraron su mayor caída en una semana desde agosto del 2011, los inversores retiraron 43.000 millones de dólares, informa la agencia Reuters citando la investigación de su servicio Lipper.

Y eso a pesar de que las bolsas reaccionaron con una extraña y “sospechosa” tranquilidad durante todo el proceso de negociación del techo de deuda…

Bomba social

Y la situación solo puede empeorar si abandonamos el campo de la economía y echamos un vistazo al estado de la sociedad Norteamericana, repleta de elementos potencialmente explosivos a punto de estallar.

- La presencia de elementos ultraderechistas y con tendencias ultrareligiosas e incluso racistas dentro del Tea Party, con un alto poder desestabilizador para la política del país, como hemos visto en la negociación del techo de deuda y que sin duda volverán a la carga el próximo 7 de febrero, cuando éste deba renegociarse de nuevo.

- La creciente inestabilidad e inseguridad en grandes ciudades a causa de su elevado endeudamiento y en algunos casos colapso, como es el caso paradigmático de Detroit, que puede extenderse en un futuro a otras ciudades altamente endeudadas como Washington DC, Camden, Cincinatti, San Diego, San Jose, San Francisco, Los Angeles o Baltimore…

- Uno de los elementos con un mayor potencial destructivo lo encontramos en el creciente número de ciudadanos dependientes de las ayudas federales para su subsistencia a través de los conocidos programas de cupones para alimentos (food stamp program), que alcanza ya el número de 47 millones de personas, que se incrementan hasta los 100 millones si incluimos alguno de los múltiples programas de ayuda del gobierno federal en diferentes ámbitos.

¿Qué sucedería si el gobierno entrara en suspensión de pagos y se viera obligado a cancelar o reducir esas ayudas de pura subsistencia a 47 millones de norteamericanos?
Sin lugar a dudas, la crisis social y humanitaria sería de las que hacen época, al menos en un país del “primer mundo”.
Y los disturbios podrían llegar a ser incontrolables en muchas partes de los EEUU teniendo en cuenta la enorme cantidad de armas en manos de sus habitantes…
Si a eso añadimos que la mayoría de tales ayudas recae en población de origen Hispano y Afroamericano, los enfrentamientos derivarían inevitablemente en choques de carácter racial, hecho que agravaría aun más su potencial desestabilizador y la violencia resultante.

Pero “afortunadamente” eso sucedería en el país de la brutalidad y la omnipresencia policiales, la vigilancia masiva, los drones, los ejércitos de mercenarios y las órdenes ejecutivas presidenciales de carácter tiránico, por lo que no tardaría en reestablecerse un “adecuado orden y control” por parte del gobierno.
Sería entonces cuando probablemente entraran en juego las milicias patriotas antigubernamentales, fuertemente armadas y dispuestas a luchar como auténticos ejércitos contra el gobierno federal, con lo que los Estados Unidos experimentarían las condiciones necesarias para una auténtica guerra civil y el “necesario” establecimiento de un gobierno autoritario.

Todo esto quizás pueda parecer exagerado y lo cierto es que aún estamos lejos de llegar a tal nivel de inestabilidad, pero realmente todos los componentes necesarios para activar esta bomba están sobre la mesa…solo falta que alguien o algo encienda la mecha…
Y no olvidemos que aunque Demócratas y Republicanos se pongan de acuerdo en elevar el techo de deuda indefinidamente, tarde o temprano deberán afrontar profundos y dolorosos recortes presupuestarios en el gobierno federal, dado el nivel de incontrolable crecimiento de su deuda pública, hecho que repercutirá inevitablemente en los programas de ayuda a los más necesitados.

Pero quizás lo más divertido de toda esta situación es que el presidente Obama se empeña en venderle a su pueblo que la economía norteamericana se encuentra en vías de recuperación. ¿No les suena de algo? Es exactamente lo que sucede con los gobernantes Europeos, a pesar de que los datos de deuda pública en la Eurozona tampoco parecen mejorar:

La deuda pública de la zona euro alcanzó el 93% del producto interno bruto el segundo trimestre de este año, frente al 92% del trimestre anterior y el 90% del mismo periodo hace un año, marcando un nuevo récord, según el Eurostat, la oficina de estadísticas de la Unión Europea. Pese a las medidas de austeridad de los últimos años, la dinámica de la deuda en la zona euro, que comprende 17 países, sigue creciendo y ya ha alcanzado los 8,65 billones de euros.

Así pues, ¿Qué sucederá cuando tarde o temprano EEUU se declare definitivamente en suspensión de pagos, como parece inevitable?
¿Qué sucederá con ese 47% de deuda pública norteamericana en manos de países e inversores extranjeros?
No hace falta ser muy perspicaz para deducir que el caos puede ser generalizado.

Pero lo cierto es que el diablo no se oculta en la posible debacle o colapso que podamos sufrir, sino en las “soluciones” que se implementarán a escala global para minimizar o incluso evitar ese colapso, porque sin duda todos sufriremos cruelmente en nuestras carnes las terribles consecuencias que acarrearan esas “soluciones”.

Bueno, todos no.

Habrá un 1% de la población que se reirá a carcajadas hasta el límite del ahogo…porque la partida habrá acabado y ellos se quedarán con todo: con el dinero, con las fichas y con el tablero.

Y ciertamente, ninguno de nosotros tendremos derecho a quejarnos, porque es el precio justo que debe pagarse por ser tan cobarde y tener tan poca dignidad.

GAZZETTA DEL APOCALIPSIS






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