UCRANIA: COMO NEGAR UNA REVOLUCIÓN
Hay que ver como somos los
humanos, nos pasamos el día enviando twits reclamando una rebelión y cuando en un país hay una, la negamos y nos creemos
ciegamente a los que siempre han manipulado para ocultar el verdadero poder de las
personas.
Es un hecho sabido que los medios de comunicación manipulan la información siguiendo intereses de gobernantes y grandes empresas, aunque somos muchos los que intentamos desvelar sus engaños y buscar la Verdad. Por eso duele mucho ver lo fácil que resulta que estos buscadores caigan en la manipulación. Estamos ante una nueva vuelta de tuerca, una manipulación que ya lleva incorporado un anzuelo conspiranoico que demasiadas mentes despiertas tragan. Es un lujo que no podemos permitirnos. No podemos luchar por la Verdad y al mismo tiempo creernos a pies juntillas lo que dicen los periódicos pagados por el Kremlin sobre lo que ocurre en Ucrania, por mucho que lo que dicen vaya en contra de EEUU y los supuestos illuminnatis (que recuerdo no existen, a no ser que sea como concepto).
Para unos, lo ocurrido en Ucrania es un golpe de estado de la extrema derecha, para otros, todo ha sido organizado por Obama, o por los Illumanittis. Ni lo uno ni lo otro. Ya sé que sonará "extraño" a estas alturas de aborregamiento social, pero lo de Ucrania ha sido una revolución de un pueblo cansado, que ha dicho BASTA. Es cierto que en la plaza del Maidán había miembros de la ultra derecha y exmilitares, que sabían organizar una defensa mejor que otros, pero ante todo, había miles y miles de ciudadanos. Todos tenían algo en común: no aguantar más y estar dispuestos a todo. Y no tener miedo. De ahí a una revolución el camino puede ser corto, aunque desgraciadamente surcado de cadáveres.
Claro está que Ucrania no es diferente a los demás países democráticos y también había allí políticos profesionales dispuestos a llevarse el gato al agua y extremistas, como en todas partes. Además, es legendaria la capacidad de Rusia para manipular procesos revolucionarios, por lo que al final esa revolución ha acabado siendo fagocitada por grupos de poder de signo derechista y nacionalista. Pero negarla es hacer precisamente el juego a los que querian evitarla a toda costa, los mismos que la habían provocado o permitido. No se puede confundir un hecho con su manipulación posterior y han querido comprar nuestra colaboración a cambio de una pieza más en nuestra colección de conspiranoias, como si acabaramos de cazar a un "lluminatti" y su cabeza colgase ya del salón de casa.
Después de haber visto imágenes de
los manifestantes en Kiev resistiendo con
valentía durante meses un frío que hubiera "estropeado" nuestro cutis
mediterráneo, después de verlos aguantar cargas policiales y disparos de
francotiradores, algunos dicen que todo ha sido un montaje de la CIA
financiando a grupos nazis. Menos mal que la señora de la foto que dormía en
las barricadas de la plaza Maidán no leía la prensa extranjera.
El mundo se está transformando desde la Luz -también- aunque sea díficil verlo. Ucrania es consecuencia de ello, pero es posible que a fuerza de oscuridad nuestras pupilas ya no respondan a la Luz. Ahora que está desapareciendo parte de la magia negra en que se ha sostenido el poder de los "capataces", es normal que éstos caigan como fruta madura. Y lo de madura no va por el presidente venezolano Maduro, a quién le pasa algo parecido.
El mundo se está transformando desde la Luz -también- aunque sea díficil verlo. Ucrania es consecuencia de ello, pero es posible que a fuerza de oscuridad nuestras pupilas ya no respondan a la Luz. Ahora que está desapareciendo parte de la magia negra en que se ha sostenido el poder de los "capataces", es normal que éstos caigan como fruta madura. Y lo de madura no va por el presidente venezolano Maduro, a quién le pasa algo parecido.
En comparacion con Moscú o San Peterburgo, donde la era soviética ha sido rebasada a toda velocidad, en Kiev se respira una gran decadencia. La Rusia moderna tiene un lugar al que dirigirse, Kiev no. Kiev sufre como un barco viejo que navega a la deriva y al que nadie ha dado una mano de pintura desde hace mucho.
"Nazis" aparte, Ucrania
nos deja una reflexión importante que deberían hacerse muchos gobernantes,
incluidos los de España, si es que merecen ser llamados de esta manera. En la
visión moderna de una sociedad, las gentes se dividen
en izquierdas y derechas, pero ante todo son personas y bajo algunas
circunstancias pueden sentirse unidas. Es importante saber
que esta división es una de sus inventos más demoledores, junto con el de los
partidos políticos al uso. Pero es la hora de "las cartas boca arriba" y todo lo que se basa
en la mentira empieza a desmoronarse. En ese sentido hay que agradecer la
incansable labor -e involuntaria- que el Partido
Popular está haciendo en España en pos de que se sepa la verdad más profunda.
A diferencia de muchos
opinadores de sofá y google, tanto "conspiranoicos" como
oficialistas, el pasado mes de enero estuve en Kiev. Fué muy poco tiempo,
cierto, pero suficiente por sentir tal amargura en la gente y para respirar tal
desencanto que me fui pitando con el convencimiento de que era irreversible que
la sociedad ucrainana explotara. Me dolío la profunda antipatía de las personas
con las que hablé, hasta que empaticé con la sensación de "tener mucho
pasado pero muy poco presente y nada de futuro".
nota: mi
"estudio de campo" es infinitamente pequeño para sacar conclusiones.
Lo escrito sobre mi estancia en Ucrania es nada más que mi experincia.
En Ucrania -y en cada vez más
sitios-, las personas están muy hartas de tanto ser estrujadas,
robadas y ninguneadas. Ya no les queda mucho
que perder, incuso la ilusión les ha sido sustraída. Cuando esto ocurre, es
probable que alguno de esos gobernantes
acabe perdiendo el zoo y la colección de avionetas, coches y barquitos
de su garaje. Como los que atesoraba Viktor Yanukovich, quien desde hace unos
días ha tenido que volver a jugar con animalitos y coches miniatura, como
hicimos nosotros en una infancia que, gracias a dios, sí pudimos vivir
sanamente.
De todas maneras, confieso que prefiero un dictadorcillo como Viktor Yanukovich, que al menos gastó lo robado en cumplir sus sueños, lo invirtió en el niño que todos llevamos dentro y se compró muchos juguetitos de tamaño adulto. Lo que más asco me da es lo que hacen otros "demócratas", sea un rey, un presidente, un tesorero o un diputado raso: sólo saben gastar lo que nos han quitado en áticos de lujo, en putas o simplemente lo atesoran en cuentas suizas, como hacía Gollum con el anillo del señor oscuro.
De todas maneras, confieso que prefiero un dictadorcillo como Viktor Yanukovich, que al menos gastó lo robado en cumplir sus sueños, lo invirtió en el niño que todos llevamos dentro y se compró muchos juguetitos de tamaño adulto. Lo que más asco me da es lo que hacen otros "demócratas", sea un rey, un presidente, un tesorero o un diputado raso: sólo saben gastar lo que nos han quitado en áticos de lujo, en putas o simplemente lo atesoran en cuentas suizas, como hacía Gollum con el anillo del señor oscuro.
Lo de Ucrania no es ninguna novedad. El pueblo ruso ya pasó antes por lo de la plaza Maidán. Fue con Nicolás II, el último zar y los bolcheviques se adueñaron de la situación y al final fue peor el remedio que la enfermedad. Ahora han sido los partidos de la ultra derecha nacionalista, nada nuevo. Pero no hay que olvidar que fué el pueblo quién se levantó, arriesgó -y perdió- su vida con una valentía que no es fácil de ver por otros barrios
A nivel internacional, Ucrania
representa una bomba a punto de estallar, no sólo por el conflicto armado sino
por los riesgos de un colapso económico mundial. Rusia ya ha amenazado de que
en caso de recibir sanciones "tendremos
que declarar la imposibilidad de devolver los préstamos que los bancos de EEEUU
otorgaron a las instituciones rusas y deshacernos de deuda de EEUU y alentar a
otros países a hacer lo mismo". Si China se suma a la amenaza,
cosa probable, el colapso del imperio americano está servido. El de Europa
cinco minutos después.
Ya vimos en Una
partida final a tres bandas, que los Jesuitas (laicos y no
laicos), a través de la banca asiática (los cinco primeros bancos del
mundo), provocaron la crisis de la deuda
como preparatorio del colapso final. La cuenta atrás para hacerse
con el cargo en exclusiva de "capataces oficiales" ya ha empezado y
asi ha sido oficializado, a su manera por uno de sus líderes visibles,
Francisco Bergoglio. Curiosamente Ucrania no estaba en sus planes, pero no les
será difícil capitalizar lo ocurrido, ya lo están haciendo.
Ucrania es el tercer exportador de maíz del mundo y el sexto en trigo. Por su
territorio circula la mayor parte del gas que
Rusia suministra a Europa, una cuarta parte de las
necesidades de los europeos y es también una primerísima potencia en
yacimientos de magnesio, hierro y uranio.
Las repercusiones económicas de un conflicto en la región son evidentes. No hablemos de las geopolíticos, con una vecina Rusia aspirante al puesto vacante de líder mundial, bajo el liderazgo de alguien que gusta de fotografiarse con el torso desnudo empuñando armas.
Las repercusiones económicas de un conflicto en la región son evidentes. No hablemos de las geopolíticos, con una vecina Rusia aspirante al puesto vacante de líder mundial, bajo el liderazgo de alguien que gusta de fotografiarse con el torso desnudo empuñando armas.
Rusia puede hacer mucho daño a
Europa y EEUU, todos lo saben. Además, Putin ha sacado pecho con el lanzamiento
de un misil intercontinental y ha movilizado sus
defensas aéreas para un macro simulacro de un mes de duración en Kapustin Yar, a unos 450 km de
la frontera con Ucrania, donde existe una de las mayores bases de misiles rusas. Mientras, siguen
acercándose tropas y barcos de guerra a la zona.
La
Ucrania "oculta"
Ucrania
hace tiempo que está bajo la sospecha de juego sucio. Recordemos el
envenenamiento por dioxina del presidente del país Víktor Yúshchenko o el encarcelamiento por abuso de poder (y/o
venganza política) de la ex-primera
ministra ucraniana, Yulia Timoshenko. Pero desgraciadamente el juego sucio es
más profundo y más antiguo. Sólo hace falta ver cualquiera de las numerosas
fotografías que las agencias o las redes escupen desde Ucrania mostrando el
extraño escudo del país...
No
voy a hablar con profundidad de este símbolo ahora, por su importancia no se
puede resumir en un párrafo y tenemos en fase de corrección un artículo entero
dedicado a él. Y es que hablar de este escudo es hablar del número más popular
de toda la historia de la humanidad, con permiso del 69. Estoy hablando del
666, del que el escudo de Ucrania es una versión disimulada. Al igual que el logotipo de la Compañía de Jesús. Adelanto una imagen del articulo "IHS,
el-número666 y los códigos" para ver la relación entre ambos signos y el
número de la Bestia:
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