EL NO FUTURO
Recuerdo
que cuando era un chavalín de unos 10 años, solía ver dibujos animados sobre el
espacio, sobre las fantásticas naves que iban a surcar el universo para llevar
a la humanidad a otros mundos en los que construir otras civilizaciones.
Recuerdo
una serie de los años 80 que se llamaba: “Érase una vez el Espacio” en la que
una Confederación de mundos y galaxias se unían para crear una sociedad de
varias especies de “humanoides” en las que los mundos estarían unidos en un
bien común, pues bien, recuerdo que el logotipo de aquella confederación,
llamada de Omega, era la letra griega del mismo nombre rodeada por 12 estrellas
de color azul, ¿os suena de algo este logotipo?
Si, exacto, era muy parecido
al de la Comunidad Económica Europea, la E con las estrellas, pues bien, ahora
me doy cuenta de la manipulación subliminal que ya desde pequeños nos estaban
inculcando para que aceptáramos el estar “unidos” en una Europa plural, libre y
democrática, recuerdo varios episodios de rebeliones, de guerras y de
conquistas en el espacio donde siempre ganaba esta Confederación.
Pues
bien, aparte de esta manipulación a la que nos someten desde pequeños para que
aceptemos todo el sistema de gobierno que nos han impuesto, nos hicieron creer
que el futuro de la humanidad, o por lo menos de Occidente iba a ir
siempre en progresivo avance, siempre a más, hacia una sociedad que ellos
calificaban y querían que fuera la “sociedad del ocio”, o lo que es lo mismo,
trabajar menos horas, ganar más dinero y tener tiempo para gastarlo, toda una
verdadera utopía que nos vendieron como verdadera, de hecho, para muchos
trabajadores que se han podido retirar en estos 30 años, ha sido así, sobre
todo para los alemanes e ingleses.
Pero
aquella utopía y aquel futuro que nos pintaban tan brillante, tan tecnológico,
tan increíble y tan apetecible no era más que una cortina de humo para tapar
los verdaderos planes de los dirigentes del mundo, para ellos todo estaba ya
atado y bien atado antes de que se produjera esta crisis, de hecho, ellos la
provocaron para acabar con el auge de la clase media y de los derechos de los
trabajadores.
El
Futuro que esperábamos era esperanzador, veríamos curar casi todas las
enfermedades, veríamos a la gente cada vez más ociosa y culta, nuestra vida
sería más fácil y ordenada, acabaríamos con la contaminación y con las guerras,
y tendríamos máquinas que realizarían todo nuestro trabajo pesado y nosotros
nos limitaríamos a estudiar y a jugar.
Qué ilusos fuimos al creernos que el futuro iba a ser mejor, pues ya hemos visto lo que nos deparaba, y lo que nos tiene que venir, quizás todo lo contrario a lo que pensábamos iba a ser.
Qué ilusos fuimos al creernos que el futuro iba a ser mejor, pues ya hemos visto lo que nos deparaba, y lo que nos tiene que venir, quizás todo lo contrario a lo que pensábamos iba a ser.
Nuestro
futuro ha sido robado por las grandes corporaciones bancarias e industriales
del mundo, ellos nos lo roban con sus trampas económicas, con sus préstamos a
los países y a los gobiernos, impagables, que cargan toda su furia contra los
bolsillos de los pobres trabajadores, en nombre de la banca se aprueban leyes
que quitan los pocos derechos que conseguimos la clase trabajadora en 50 años
de lucha obrera, y todo borrado de un plumazo en solo 8 años. Nos anestesian
con ”juguetes” y con una falsa sensación de “conexión” entre las personas,
gracias a internet y otros medios pero en realidad estamos cada vez más
separados y solos.
La
industria sigue contaminando, quizás más que nunca, el medio ambiente está más
degradado que nunca y el planeta más resentido y con un cambio climático
amenazador que nos hace padecer inundaciones, sequías, terremotos y muchos
fenómenos meteorológicos y geológicos a los que nos tendremos que adaptar para
sobrevivir en un mundo cada vez más hostil.
Ahora ya no estamos en el futuro, hemos vuelto quizás a principios del siglo pasado, a nivel social y político, si no más atrás, vuelven los caciques, vuelven los “señoritos”, vuelven las clases sociales, y por ende la lucha de clases, todo esto solo lleva a una vuelta hacia atrás que traerá miseria y desesperación a los millones de personas que creíamos que el futuro iba hacia adelante, cuando la realidad es que NO HAY FUTURO, solo podemos hacer una cosa, luchar por el presente y quizás, con el tiempo y con mucha sangre y sudor logremos avanzar hacia un horizonte nuevo de prosperidad, hoy por hoy nos han robado esa posibilidad.
Ahora ya no estamos en el futuro, hemos vuelto quizás a principios del siglo pasado, a nivel social y político, si no más atrás, vuelven los caciques, vuelven los “señoritos”, vuelven las clases sociales, y por ende la lucha de clases, todo esto solo lleva a una vuelta hacia atrás que traerá miseria y desesperación a los millones de personas que creíamos que el futuro iba hacia adelante, cuando la realidad es que NO HAY FUTURO, solo podemos hacer una cosa, luchar por el presente y quizás, con el tiempo y con mucha sangre y sudor logremos avanzar hacia un horizonte nuevo de prosperidad, hoy por hoy nos han robado esa posibilidad.
Solo
tenemos que ver las noticias manipuladas de los informativos, nos hacen aceptar
guerras preventivas, masacres de inocentes como si fuera en defensa de la
libertad, nos hacen creer que la ciencia tiene soluciones para todo, cuando en
realidad solo provoca más problemas por el afán de “emular a Dios” con los
transgénicos y la manipulación del genoma, se realizan verdaderas aberraciones
en nombre del “progreso”,
y¿qué es el progreso?, ¿creéis que el progreso es
crecer siempre como un tumor?, sin control, sin límites, siempre crecer, nunca
mantenerse, siempre hacia adelante, y eso no es posible, no se puede crecer
indefinidamente, siempre existen las limitaciones de espacio y de recursos y
eso no cabe en la mente de estos tecnócratas cancerígenos que creen que la
economía no puede parar de crecer, ahí radica el verdadero mal de esta
humanidad, la codicia, el querer abarcar más de lo que se puede, el querer
dominar a todos los seres de este planeta, estas ideas nos llevarán a la
destrucción.
Por eso
digo que hoy por hoy ya no hay futuro, solo existe el “no futuro”, si seguimos
por este camino acabaremos por devorarnos los unos a los otros en nombre de un
progreso que es una aberración, consumiremos todos los recursos y cuando
escaseen de verdad, nos pelearemos por los mismos y la guerra será nuestro
futuro, un “no futuro” que debemos evitar a toda costa.
Solo
nos queda resistir, y ¿cómo?, quizás aprendiendo lo máximo posible, estableciendo
contacto con todas las personas que piensen como nosotros y quieran un mundo
mejor, crear lazos de unión entre los trabajadores mediante los pocos medios de
comunicación no contaminados por los tecnócratas, saber que nos están
manipulando, saber que la realidad no es lo que nos dicen, intentar ayudarnos
los unos a los otros con pequeños gestos de bondad y de empatía, pues sumados,
los millones de personas que estamos afectados por esta esclavitud económica
podemos aliviar nuestros males si compartimos ideas y recursos, y poco a poco
generar una masa crítica que explote y que nos dé el impulso para luchar y
cambiar esta sinrazón en la que nos han metido nuestros “dirigentes”, solo con
pequeños cambios y gestos, siendo como somos millones, podremos realizar el
cambio, y entrar en el verdadero futuro, en una nueva era de comprensión y
prosperidad humana, no monetaria.
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