INVESTIGANDO AL CLUB BILDERBERG
Durante todo el siglo XX, personas que han estado vinculadas a las esferas del poder, así como prestigiosos historiadores y analistas, nos han ido avisando de la existencia de un poder secreto, férreamente organizado para alcanzar un claro objetivo: tener el mundo en sus manos.
Hemos
comprobado que las advertencias de los historiadores serios no eran producto de
teorías conspirativas, sino hechos que se han convertido en reales con el paso
de los años.
El
destino de la humanidad está en juego, se está decidiendo en despachos con
suelos de mármol, largas mesas de caoba, en la cúspide de rascacielos que, como
torres de Babel, pretenden llegar al Olimpo de los dioses.
La humanidad no os quiere. No quiere vuestro nuevo orden mundial. Y no va a
someterse. No está en venta. No somos objetos de vuestro mercado único.
Queremos un planeta humano, donde la vida prime frente a vuestra muerte.
Cita
extraída del libro “Perdidos” de la periodista de investigación Cristina
Martín Jiménez
El próximo día 28 de mayo de 2014, de la
misma forma sigiliosa y ultrasecreta de siempre, tendrá lugar en el Hotel Marriott de
Copenhague en Dinamarca, el comienzo de la 62ª reunión anual
del Club Bilderberg.
Aunque, a día de hoy, todavía la mayoría
de personas ignoren la importancia capital en las vidas de todos nosotros – los
ciudadanos de este planeta – de esta siniestra organización, lo cierto es que
en tales reuniones anuales se reúnen los verdaderos Amos
del Mundo, aquellos que deciden sobre todos y cada uno de
los aspectos que tienen que ver con nuestras vidas. Ellos dirigen la política,
las instituciones, los recortes, los despidos, las crisis y las guerras.
Esto es lo que nos cuentan los
periodistas que, de manera independiente, investigan las actividades de este
club. Es gracias a ellos que tenemos acceso al conocimiento de algo que se
quiere ocultar del público.
Cristina Martín Jiménez, escritora y periodista de investigación, es la autora del que fue (en
2005) el primer libro, a nivel mundial, en abordar este tema: El Club Bilderberg. La realidad sobre los amos del mundo. Posteriormente, llegaron otros tres, que han hecho de ella una
verdadera especialista en el tema. Libros que han sido secuestrados, y
obstaculizada, de todas las formas posibles su distribución.
Otros posts
dedicados al trabajo de Cristina Martin:
“Perdidos. Los
planes secretos del Club Bilderberg”. Y Cómo salir de Matrix.
Club Bilderberg. La realidad sobre los amos del mundo.
“Mientras los amos del mundo manejan los hilos de
la guerra, el pueblo humano debe centrarse en manejar los hilos de la paz”
ENTREVISTA A CRISTINA MARTÍN JIMÉNEZ
Empiezo dándote las
gracias, Cristina, por esta entrevista y por el compromiso con tu trabajo como
periodista al servicio de la verdad “caiga quien caiga”. Y también
felicitándote por tu libro “Perdidos”, no solo por el trabajo de
investigación que hay detrás, sino por la infinidad de obstáculos que has
tenido que enfrentar hasta conseguir que se pueda adquirir en las
librerías.
Creo que en el momento actual hay cada
vez más personas interesadas en saber la verdad, incluso intuyendo que no va a
ser agradable. La gente empieza a darse cuenta de que es más conveniente
saber que permanecer ignorantes, puesto que cada vez es más difícil eludir, en
el día a día, las consecuencias de una realidad tan “conspiranoica” que, hasta
ahora, muchos se han negado a creer.
Pero pasemos a las preguntas:
LO QUE
PODEMOS HACER: Quizá sin
haberlo pretendido, te has convertido en una periodista de referencia cuando se
quiere saber algo sobre el Club Bilderberg, una entidad que, según muestras en
tus diferentes libros, parece estar directamente relacionada con las
convulsiones y cambios a nivel social que estamos viviendo tanto en España como
en otros muchos países de Europa y del mundo. Sin embargo, en tu libro afirmas
que, en 2013, la mayoría de los ciudadanos desconoce totalmente la existencia,
actividades y objetivos del Club Bilderberg. ¿Por qué es importante que
la sociedad conozca la existencia de este grupo de personas?
CRISTINA
MARTÍN: Como dices, no estaba entre mis planes convertirme en una experta del
Club Bilderberg. No me lo había planteado. Pensé que solo iba a escribir un
libro y resulta que este es mi cuarto. Como periodista tenía que informar de
una realidad que hoy se ve más clara pero que hace diez años, cuando publiqué
mi primer libro, muy pocos parecían intuir. La labor del periodista es informar
de los abusos y mentiras que comete el poder. Es muy importante porque el mundo
disparatado, injusto, irracional, malvado en el que vivimos no es
fruto de la casualidad sino de un plan genialmente diseñado por personas
desalmadas, sin alma. Hay muchas personas que quieren ayudar, cambiar las
cosas, participar. Pero para atacar de frente el problema, necesitan información,
es decir, necesitan saber qué pasa realmente y dónde está la causa de lo que
ocurre. Mi trabajo como periodista es informar y eso hago en mis libros, ya que
es muy dificil hacerlo a través de los medios de comunicación tradicionales. El
periodismo debe señalar las corrupciones del poder y hoy el poder está en el
que he bautizado como el imperio Bilderberg. Además de informar, otra función
clásica del periodismo es la formación, es decir, orientar a las personas. En
este caso, no solo las que están perdidas y desean recuperar el rumbo sino
todos los miembros de esta comunidad terrestre que tiene derecho a la
información. En España, este derecho lo recoge y protege la Constitución. La
finalidad de la información es ampliar el conocimiento de las personas,
transmitir una verdad. Sin conocimiento, sin verdad estamos perdidos.
Porque ellos han diseñado la sociedad en la que vivimos interfiriendo
en muchos actos de nuestras vidas en los que aparentemente creemos que estamos
haciéndolo de forma libre: lo que hoy los niños aprenden en las escuelas, lo
que conocen a través de los medios de comunicación tiene un mismo origen. Su
objetivo es apropiarse no solo de las estructuras económicas, sino de los
medios que difunden el conocimiento y la cultura y esto es más grave y
relevante aún que lo primero.
LQPH: Hay un
término que no recuerdo si sale en tu libro, pero que realmente circula por
todas partes, que es el de “despertar”, en referencia a la sensación que
tenemos las personas cuando empezamos a descubrir algo de lo que tú hablas en
él, y a lo que te refieres como la existencia de dos mundos: el oficial y el
real. ¿Es posible explicar, en unos trazos, cuáles son las características de
ambos mundos?
C.M.: El
mundo oficial es el que muestran los medios de comunicación. A diario ocurren
miles de sucesos en el mundo, pero se silencian los que no les interesan al
poder. Información científica, psicológica, antropología. Ellos nos conocen
mejor que nosotros mismos. Ridiculizan y silencian los conocimientos que propiciarían
un auténtico despertar del ser humano. Han declarado la guerra a nuestras
emociones y sentimientos y han propagado la cultura del odio por todo el mundo.
Se ha extendido como un virus.
LQPH: ¿Se podría decir que
el mundo oficial lo “construyen” para nosotros los grandes medios de
comunicación, que están al servicio de los poderosos?
C.M. En
efecto. El mundo oficial es una construcción interesada, es una ficción, un
artificio, como una película que repitieran cada día en televisión, en las
radios, etc. Muchas personas intuyen que hay algo más, pero como ese algo más
no es un asunto que se lleve a la plaza pública o a los debates de televisión,
que es el medio de masas pro excelencia, muchos prefieren silenciar sus
intuiciones antes que ser tomados por locos. Si no estás en el mundo oficial,
si te sales de los temas y las lindes marcadas serás considerado un
conspiranoico, un outsider, un inadaptado, un salvaje. Con Perdidos le digo a
la gente: no eres un outsider, aquí tienes las pruebas, aquí están las palabras
de los manipuladores, aquí están sus documentos secretos y sus planes. Lo que
has intuido es cierto. Hay una realidad silenciada pero es lo real.
LQPH: ¿Cuáles
consideras que son los aspectos del mundo real que es más urgente que las
personas conozcan?
C.M.: Creo que lo más urgente
es trabajar en el conocimiento. Que conozcamos quién es realmente el ser
humano. Poseemos un poder y un potencial enorme. Conocer en qué consiste la
vida, qué es el amor, de dónde viene la guerra, cómo se crea, se fomenta y cómo
se puede evitar. Conocer que no estamos solos, que somos una tribu formada por
seres diferentes con necesidades diferentes. Y una de esas necesidades es la
necesidad de justicia. ¿Por qué la mentira no está penada?
Me da rabia el miedo. Es el arma más
eficaz del poder porque realmente consiguen paralizar a las personas y
llevarlas por sus veredas. Muchos están perdiendo la vida por culpa del miedo.
Si no hubieran utilizado el miedo, la que yo llamo la I Crisis Global de la
historia no se habría desarrollado así.
Otra cuestión importante es la
comunicación. Es el ámbito del ser humano más atacado. Porque si nos
comunicamos a lo mejor llegamos a entendernos, pero sin comunicarnos, no nos
podemos entender.
LQPH: Afirmas
también en el libro que los ciudadanos estamos viviendo una guerra “de baja
intensidad”, orquestada por las élites, y dirigida contra el conjunto de la
población. En esa guerra, ellos utilizan contra nosotros unas armas poco
convencionales pero muy eficaces; una de estas armas es el exceso de
información, que produce en las personas lo que llamas infoxicación (intoxicación por
exceso de información). ¿Cómo podemos las personas guiarnos en este laberinto
de informaciones contrapuestas, para poder tener una cierta seguridad sobre la calidad
de la información que manejamos?
C.M.: Ese
tema es muy interesante. Date cuenta de que nos han dejado sin líderes y que
los pocos que hay pululan de aquí para allá, de vez en cuando, lanzando
mensajes contradictorios. Yo misma sufrí las consecuencias de la infoxicación
durante el proceso de investigación de Perdidos. Pasaba horas y horas buscando
noticias en Internet, leyendo periódicos digitales de todo el mundo y acababa
rendida y mareada sin lograr atrapar lo que buscaba. Y entonces me pregunté:
¿Pero qué era lo que estabas buscando? Si sigues así no vas a encontrar nada.
Así que me di cuenta del efecto pernicioso de pasarte horas buscando una
información que en realidad no vas a encontrar.
LQPH: Hay una
pregunta clave que guía tu investigación en este libro y que tiene que ver con
la crisis económica que hizo su aparición, de la noche a la mañana, el 14 de
septiembre de 2008. La pregunta que tú te formulas a ti misma tiene que ver con
el destino del dinero que desapareció… ¿Qué es lo que has descubierto sobre esa
cuestión? ¿Adónde se han ido los miles de millones que han desaparecido?
C.M.: Esta pregunta es la más fácil. ¿A quién ha beneficiado esta crisis?
¿Quién está ganando dinero con esta crisis? ¿Quiénes son más ricos que antes y
tienen más poder que antes? Ahí tienes a los responsables.
LQPH: Según se
deriva de tu investigación, el caos que estamos viviendo tiene poco que ver con
algo imprevisto, y que sucede por casualidad. Por el contrario, se parece mucho
más a una “conspiración”, es decir, a una unión de los poderosos para manejar
al mundo a su antojo. Tampoco es algo reciente precisamente. Los datos que
aportas en “Perdidos” muestran una trama que viene de lejos y que está muy bien
diseñada, en todos sus aspectos, para que las cosas sucedan de una determinada
manera, muy a conveniencia de las élites, pero nefasta para la inmensa mayoría.
La pregunta que me gustaría hacerte, en este
sentido, es la siguiente: ¿el hecho de que ahora muchas personas en el mundo
estemos hablando de ello, y trabajando para darlo a conocer, significa que, por
primera vez, la humanidad está siendo consciente de algo que siempre ha
sucedido? En tu opinión, ¿es legítimo hablar de un despertar de conciencia de
la humanidad?
C.M.: Lo malo de los despertares es que también despiertan otros sectores
oportunistas de la sociedad. Sectas y nuevos partidos políticos se han lanzado
a la pesca de esos “despiertos”. Necesitamos líderes reales y no líderes
fabricados como Obama. Sospecho de los líderes políticos que aparecen como
salvadores en tiempos de crisis. Así apareció Obama. La democracia no se
construye con sofistas que saben enarbolar un discurso oportuno en momentos de
crisis. Un líder es el que está dispuesto a defender su idea con la vida y ya
no pediré tanto. Hoy día un líder es quien decide dedicar su tiempo de
forma altruista a la educación, al conocimiento de los demás. Aquí no se da un
paso si no se recibe un beneficio económico a cambio. Muchos “despiertos”
quieren construir una nueva sociedad siguiendo el modelo antiguo. Es bastante
incongruente.
Si aún no se ha entendido que una
injusticia permitida contra cualquier ser humano es una injusticia que podrá
ser cometida contra cualquiera de nosotros, es que no se ha producido ese
despertar que se necesita. Se habla de justicia social y se olvida la
individual. La justicia social es la suma de todas esas justicias
individuales.
LQPH: En el epílogo
de “Perdidos” dices que tu intención al escribir el libro ha sido mostrar “una
parte de la realidad de nuestro mundo que muchos niegan fervorosamente a pesar
de las apariencias”. ¿Cuál crees que es el motivo o motivos por los que tantas
personas se obstinan en negar esta realidad?
C.M.: El ser humano es un ser de costumbres y no le gusta la incertidumbre.
Cuando éramos niños nos contaron un cuento. Funcionó durante unos años, pero
una vez adultos, hay que revisar el cuento. El grado de infoxicación es tal que
tiene miedo a todo, incluso al vecino porque vota a un partido diferente. Nos
han politizado y antes que votantes somos personas. Cuando nacemos no traemos
una papeleta bajo el brazo sino un pan y hasta el pan nos han robado.
Otro motivo es que el ser humano
tiene muchos miedos. Somos animales sociales, tribales y si miras a tu
alrededor y ves que el resto de la tribu solo habla de fútbol y del cambio
climático producido por el hombre “porque lo ha dicho la televisión” ¿cómo vas
a hablar de otros temas para que te tomen por loco?
Y otro motivo es la bondad humana.
Necesitamos creer en nuestros políticos, en la honestidad de nuestro rey. Es
muy duro que una persona te decepcione, el sufrimiento es muy grande. Muchos no
quieren descubrir la cara oculta de las personas en las que confian, pero eso
es alargar la agonía.
LQPH: Cristina, tú
que das conferencias en distintos países, y que llevas diez años desde que
comenzaste a investigar en esta dirección, ¿cómo ves el ritmo del “despertar”
de la sociedad? Cuando las personas empiezan a descubrir esta realidad
paralela, ¿crees que realmente produce algún cambio en sus vidas o, por el
contrario, hay una tendencia a la pasividad? ¿Podemos ser optimistas en ese
sentido? ¿Qué más podemos seguir haciendo para contribuir al despertar masivo
que tiene que producirse?
C.M.: Quienes
han acudido a mis conferencias o han leído mis libros me escriben al blog y me
dicen que no permanecen indiferentes. Yo analizo la realidad del poder usando
las herramientas del periodismo de investigación, con lo que aporto muchos
datos. Eso significa que las personas que intuían pero que no sabían explicarles
a otras personas lo que ocurría, ahora tienen argumentos sólidos para poder
hacerlo. El propósito al escribirlo era que quien lo leyera se sintiera más
libre que antes y que al mismo tiempo ayudara a otras personas a sentirse más
libres. Yo lo imaginaba en mi cabeza como una cadena de favores pero esta sería
una cadena de libertad. Y algo estamos consiguiendo entre los que sentimos que
hay que hacer algo porque un lector me escribió esto: “Cualquiera que lo haya
leído deseará que los demás también lo lean, pero por puro altruismo. Solo por
desear a los demás un bien tan grande como el propio obtenido”.
LQPH: A mí me llama
la atención que, dentro del ámbito académico y de lo que se llama “los
intelectuales” (aunque parece un término en desuso) etc., personas
comprometidas y que están haciendo análisis bastante lúcidos de la situación,
sin embargo no hablen abiertamente de la existencia de un gobierno en la sombra
o del nuevo orden mundial, tal y como se conoce esta realidad. ¿Compartes esta
percepción mía? De ser así, ¿a qué crees que se debe?
C.M.: Sí, la comparto,
Sagrario. Tú ves a esas personas allí y crees que son valientes, que se atreven
a hablar de todo, a ejercer plenamente su derecho a la libre expresión. Pero
ellos creen saber que hay temas que es mejor no tocar, que hay personas de las
que es mejor no hablar. De nuevo el miedo decide por ellos.
LQPH: En algún punto
del libro, dices que vivimos en un mundo de mentiras, y que el hecho de irlo
descubriendo lleva a enfrentarse con dilemas morales de tener que tomar
decisiones. Tu trayectoria como periodista es un ejemplo de honestidad, al
seguir adelante en la investigación y divulgación de una cuestión que los
poderosos quieren ocultar a toda costa, y en lo cual ponen todo su empeño ¿Quieres
contar algo a los lectores sobre cómo has vivido y vives tu propio proceso de
“empoderamiento”?
C.M: En
el camino hacia una meta hay mucho sacrificio y sufrimiento. Cuando mi tercer
libro desapareció del mercado lo pasé mal. Pero no podía quedarme parada en
mitad de una montaña. O la subía o la bajaba y pensé que después de tantos años
de escalada no podía volverme atrás. Me interesa la verdad. Creo que sin
conocimiento no hay libertad y sin libertad no hay ser humano. Y la libertad no
podemos comprarla en los mercados, tenemos que trabajarla día a día. Cada uno
tiene que construirse a sí mismo y elegir qué quiere ser y que no.
LQPH: Muchísimas gracias,
Cristina, por esta entrevista, y por tu valiente y riguroso trabajo. Creo que
eres un gran referente como profesional y como persona, y considero que tu
mensaje debería ser del máximo interés para cualquier persona interesada en
comprender mejor lo que está pasando actualmente en el mundo.
Sagrario Arana
para Lo Que Podemos Hacer.wordpress.com
¿Y cómo nos inyectan el miedo? En el sustrato de su maquiavélico plan de
ingeniería social, en el fondo de todas las cuestiones, de toda su
manipulación, por encima del miedo, hay un factor más potente sin el cual todos
sus planteamientos, sus intentos por mantenernos confundidos y perdidos, se
quedarían inertes. Me refiero a la mentira. La base de la comunicación que
ellos controlan es la mentira. Políticos que mienten, periodistas que mienten,
científicos que mienten.
La mentira institucionalizada, es decir, la mentira como
una entidad en sí misma, como un poder, es una forma de violencia, de
intimidación. Mediante las mentiras nos asustan, siembran el miedo, somos
atacados de una forma tan sutil que nos incapacitan para percibirla.
Cita extraída del libro “Perdidos” de
Cristina Martín Jiménez.
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