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25.8.14

Quizás no estemos cerca de saber si realmente “la verdad está ahí fuera”…pero lo que sí podemos afirmar es que “la mentira sí está ahí fuera”

EL GRAN ENCUBRIMIENTO OVNI
LOS AUTÉNTICOS “MEN IN BLACK” Y EL PAPEL DE HOLLYWOOD

En un nuevo documental recientemente realizado, varios agentes del gobierno de Estados Unidos afirman que pasaron décadas ofreciendo falsas pruebas sobre extraterrestres a los ufólogos más crédulos.

Pero ¿por qué lo hicieron? ¿Y cómo podemos confiar en que ahora dicen la verdad?

Escondidos entre la avalancha de documentos filtrados por Edward Snowden había imágenes de una presentación en Powerpoint del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno del Reino Unido titulada “El arte del engaño: Formación para una nueva generación de Operaciones Encubiertas Online”

Las imágenes incluían polillas camufladas, tanques inflables, mujeres con burkas y diagramas complejos acompañados con jerga, palabras de moda y lemas del tipo: “Libro Práctico de Desorganización Operacional”, “Cambiar realidad por mentira y viceversa” o “Creación de Magos cibernéticos”.

Curiosamente, intercaladas en el centro del documento, había tres fotografías de OVNIs. No imágenes reales, sino las típicas falsificaciones: una era un tapacubos de coche, otra un manojo de globos flotando y otra resultaba ser una gaviota mal enfocada.

Los ufólogos más devotos podrían aprovechar esto como una prueba más de que nuestros gobiernos “saben algo” acerca de los extraterrestres y sus medios de transporte, pero en realidad sugiere todo lo contrario: la comunidad OVNI es un caso típico de grupo de personas crédulas altamente manipulables.

Personas que después de haber pasado demasiado tiempo mirando los cielos y viendo capítulos de “The X-Files”, se tragarán fácilmente cualquier supuesta “prueba” que se adapte a sus creencias y teorías.


Si realmente hay una conspiración OVNI, sin duda es el secreto peor guardado de la historia.

Roswell, Área 51, luces misteriosas, pequeños hombrecillos verdes, abducciones, todo ha sido alimentado a través de la incansable maquinaria de la cultura, hasta la saturación.

Incluso los supuestos guardianes de esos secretos, los “hombres de negro”, tienen su propia película.

Sin embargo, un nuevo documental titulado “Mirage Men”, nos descubre evidencias convincentes de que el folklore OVNI fue realmente fabricado por el gobierno de Estados Unidos. En lugar de encubrir la existencia de extraterrestres, ¿podría ser que la verdadera conspiración haya sido persuadirnos de que creamos en ellos?

El jefe de estos Mirage Men, vendría a ser un auténtico “hombre de negro”: un ex oficial de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea llamado Richard Doty, quien admite haberse infiltrado en los círculos ufológicos.

Un investigador OVNI compañero suyo dice que: “Doty tenía una maravillosa manera de ganarse tu confianza. Te decía: ‘Trabajo con el gobierno. Si cooperas con nosotros, voy a decirte todo lo que el gobierno sabe realmente acerca de los OVNIs, y te revelaré lo que oculta en el fondo de sus bóvedas”

Doty y sus colegas alimentaron a los ufólogos más crédulos con mentiras y medias verdades, sabiendo que su fértil imaginación haría el resto del trabajo.

A cambio, ellos tenían información de primera mano de lo que conocían estas comunidades de ufólogos, alertando así a los militares cuando alguien estaba cerca de conocer algo referente a sus tecnologías de alto secreto. Y si además los soviéticos acababan creyendo que los EE.UU. realmente se comunicaban con extraterrestres, pues mejor que mejor.

Un caso clásico, bien conocido por los aficionados a las conspiraciones, es Paul Bennewitz, un exitoso empresario del campo de la electrónica de Nuevo México. En 1979, Bennewitz comenzó a ver luces extrañas en el cielo, recogiendo transmisiones extrañas con su equipo amateur. El hecho de que viviera cerca de la base aérea de Kirtland hizo saltar las alarmas, pero Bennewitz estaba convencido de que estos fenómenos eran de origen extraterrestre.

Como buen patriota, contactó a la Fuerza Aérea y les reveló sus “descubrimientos” y fue entonces cuando los oficiales de la Fuerza Aérea se dieron cuenta de que, en lugar de espiar a los extraterrestres, Bennewitz estaba escuchando sin saberlo sus transmisiones secretas.

Sin embargo, en lugar de detenerle o acabar con sus actividades, Doty y otros funcionarios le dijeron a Bennewitz que estaban interesados en sus hallazgos. Eso alentó a Bennewitz a cavar aún más profundamente en el tema.

En pocos años, Bennewitz se vio interpretando lenguas extraterrestres, buscando naves alienígenas estrelladas con su avioneta (era piloto aficionado) y alertando a todo el mundo sobre una invasión extraterrestre a gran escala.

Todo el tiempo, los investigadores lo estuvieron vigilando, mientras él, sin saberlo, los vigilaba a ellos. Incluso le ofrecieron software a Bennewitz con el que “interpretar” las señales extraterrestres e incluso le aportaban pistas falsas para que las siguiera.
Con el tiempo, Bennewitz fue perdiendo de vista la realidad, hasta que en 1988, su familia lo ingresó en un centro psiquiátrico.

Hay muchos más casos como éste.

Como descubre el documental “Mirage Men”, los principios fundamentales del sistema de creencias OVNI resulta tener orígenes muy “terrícolas”.

Por ejemplo, las misteriosas y célebres mutilaciones de ganado de la década de 1970 en Nuevo México resultaron haber sido realizadas por funcionarios del ejército, que investigaron en secreto los efectos de la radiación en el ganado, después de haber realizado un experimento de “fracking nuclear” subterráneo.

Los pilotos de prueba para los primeros helicópteros silenciosos experimentales militares, admiten que adjuntaron luces intermitentes para engañar a la población civil.

El propio Doty aparece como un personaje de lo más escurridizo, del que es difícil encontrar información: “Doty sigue siendo un enigma absoluto”, afirma Mark Pilkington, autor del libro “Mirage Men”, en el que se basa el documental.

El autor encontró a Doty jubilado, trabajando como policía de tráfico en un pequeño pueblo de Nuevo México.
“Parte de lo que me dijo era cierto, pero estoy seguro de que, a la vez, mucho de lo que me dijo era mentira, o una versión distorsionada de la verdad. De lo que no tengo dudas es de que Doty era un eslabón más en una larga cadena que se extiende hasta Washington. Pero es difícil saber hasta qué punto obedecía órdenes y hasta qué punto tomaba decisiones por iniciativa propia”

Doty casi admite haber tenido algo que ver con una serie de “documentos clasificados” supuestamente filtrados, conocidos como dossier “Majestic 12″, en los que se desvelaba una presunta cooperación secreta con alienígenas establecida bajo el presidente Truman.

Sin embargo niega categóricamente estar involucrado en la creación de los documentos conocidos como “Proyecto SERPO”, que afirmaban que 12 militares estadounidenses pagaron para visitar secretamente un planeta alienígena en el sistema Zeta Reticuli, sólo para ser atrapados como fuente del supuesto engaño. El caso Serpo, no es diferente a la trama de la película Encuentros en la Tercera Fase de Steven Spielberg.

¿Eso sugiere que los falsificadores copiaron la película, o bien significa que la película está basada en hechos reales y que Spielberg formaba parte de la “conspiración”?

Y es que la función que desempeñan las películas en el asunto de la gran conspiración OVNI es un campo digno de estudio, realmente enrevesado y contradictorio.

Dependiendo de la teoría que siga cada uno, el flujo constante de historias de ciencia ficción en Hollywood tiene una función u otra.
Para unos puede ser una exageración deliberada, diseñada con el fin de desacreditar a los seguidores del fenómeno OVNI y hacer creer a la gente que la “verdad” es algo increíble. Su objetivo sería que las masas hicieran el típico comentario del tipo “este tipo ve demasiadas películas” cuando un ufólogo les hablara del tema.

Sin embargo, para otros, la función de estas películas sería preparar psicológicamente a la población para los secretos alienígenas asombrosos que tarde o temprano serán revelados.

Hay, por lo menos, una cierta base lógica para sospechar de ésta segunda opción.

Pilkington apunta a la Comisión de Estrategia Psicológica de la CIA, fundada después de la Segunda Guerra Mundial para promover la propaganda estadounidense.

Asociado con la junta, encontrábamos al veterano productor cinematográfico Darryl Zanuck. En 1951, Zanuck fue productor ejecutivo de la película “The Day the Earth Stood Still”, titulada en España “Ultimátum a la Tierra”, un clásico de la ciencia ficción considerado por alguna gente como una prueba sociológica del gobierno norteamericano para averiguar la reacción de la población ante un posible contacto extraterrestre.

Al igual que Zanuck, el guionista de la película, Edmund North, era ex-militar, mientras que el director, Robert Wise, al parecer se convirtió en creyente de los OVNI, gracias a los debates que mantuvo con figuras de Washington durante el rodaje de la película.

Las sospechas al respecto también recaen en Steven Spielberg, al que alguna gente consideraría como un títere del gobierno. Algo menos probable, a pesar de que ha mostrado una clara obsesión por los alienígenas en gran parte de su carrera, como atestiguan películas como Encuentros en la Tercera Fase, ET, La Guerra de los Mundos y la última película de Indiana Jones, sin olvidar su papel como productor en Falling Skies, Transformers y Men in Black.

De hecho, si fuera cierto que se preparara la mente de la población para aceptar un contacto alienígena, Spielberg sería uno de los principales sospechosos, aunque tras 30 años preparando las mentes, todavía estamos esperando el “contacto”.

Pero el documental Mirage Men aún encuentra un ejemplo aún más extremo en el veterano de la industria cinematográfica Robert Emenegger, quien afirma que en 1971 fue abordado por el Pentágono para hacer una película que revelara “lo que el gobierno sabe realmente”. Supuestamente, el Pentágono le ofreció material de archivo de alto secreto donde se podían ver aterrizajes de naves extraterrestres en la Base Aérea de Holloman, durante la década de 1960. Como era de esperar, el material de archivo nunca se materializó, aunque Emenegger asegura haberlo visto.

Lo cierto es que con el fin de la guerra fría, la temática OVNI ha decaído considerablemente. El número de asistentes a convenciones disminuye constantemente.

El Ministerio de Defensa del Reino Unido, al igual que muchos otros países, ha desclasificado sus documentos OVNI, en esta época dorada de las filtraciones y las revelaciones y por lo visto no ha aparecido ninguna prueba irrefutable de visitas extraterrestres a nuestro planeta.

En un webchat con Julian Assange realizado por The Guardian en 2010 en referencia a Wikileaks, Assange aseguró que “mucha gente rara nos envían correos electrónicos preguntándonos acerca de los OVNIS”, pero que Wikileaks no habia encontrado nada referente al asunto. Según él, interceptó referencias a los OVNIS en algunas comunicaciones, pero tenía que ver con los diferentes grupos relacionados con el tema, más que con los OVNIs en sí mismos.

El documento filtrado por el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno del Reino Unido al que aludíamos al principio, nos dice que los Mirage Men todavía permanecen activos, sembrando el engaño y la desinformación en las redes. Aunque actualmente es más probable que centren sus esfuerzos de desinformación y confusión en extremistas religiosos, hackers y estafadores.

Mientras tanto, las recientes afirmaciones de haber “descifrado” mensajes ocultos sobre OVNIs en la entrevista de Edward Snowden, sólo muestran lo desesperada que está la causa de la conspiración alienígena por encontrar algún asidero al que agarrarse.

Hay un término que podría interesarles: disonancia cognitiva, o la angustia derivada de tratar de sostener simultáneamente dos visiones contrapuestas de la realidad. El término fue acuñado en 1950 por el psicólogo Leon Festinger, y lo ilustró con el ejemplo de un culto OVNI destrozado por la profecía no cumplida de una visita extraterrestre.

Algunos devotos tenaces del tema OVNI todavía se niegan a aceptar lo que nos dice el documental Mirage Men, dice Pilkington:
“Si las creencias están fuertemente arraigadas, nada puede influir en ellas y cualquier cosa que pueda ponerlas en peligro, acaba siendo absorbida y reutilizada para defender las propias creencias”

De hecho, el mismo Pilkington ha sido acusado de trabajar para el MI5 o de ser un títere controlado por el gobierno, o por los mismísimos alienígenas.

Como siempre en la sala de espejos de las teorías de la conspiración, es posible darle la vuelta a cualquier hipótesis y reafirmar así las creencias iniciales:

¿Qué pasaría si las mentiras y engaños que ofrece el documental Mirage Men no son más que una cortina de humo creada por las autoridades para ocultar que realmente conocen secretos sobre los extraterrestres?

¿Y si todo este artículo es una maniobra para ocultar la verdad y sembrar la confusión?

Es tan fácil crear confusión…

Quizás no estemos cerca de saber si realmente “la verdad está ahí fuera”…pero al menos, lo que sí podemos afirmar con toda seguridad es que “la mentira sí está ahí fuera”…

Escrito por Steve Rose
The Guardian



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