EL GRAN ENCUBRIMIENTO OVNI
LOS AUTÉNTICOS “MEN IN BLACK” Y EL PAPEL DE
HOLLYWOOD
En un nuevo
documental recientemente realizado, varios agentes del gobierno de Estados
Unidos afirman que pasaron décadas ofreciendo falsas pruebas sobre
extraterrestres a los ufólogos más crédulos.
Pero ¿por qué lo
hicieron? ¿Y cómo podemos confiar en que ahora dicen la verdad?
Escondidos entre la
avalancha de documentos filtrados por Edward Snowden había imágenes de una
presentación en Powerpoint del Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno
del Reino Unido titulada “El arte del engaño: Formación para una nueva
generación de Operaciones Encubiertas Online”
Las imágenes
incluían polillas camufladas, tanques inflables, mujeres con burkas y diagramas
complejos acompañados con jerga, palabras de moda y lemas del tipo: “Libro
Práctico de Desorganización Operacional”, “Cambiar realidad por mentira y
viceversa” o “Creación de Magos cibernéticos”.
Curiosamente,
intercaladas en el centro del documento, había tres fotografías de OVNIs. No
imágenes reales, sino las típicas falsificaciones: una era un tapacubos de
coche, otra un manojo de globos flotando y otra resultaba ser una gaviota mal
enfocada.
Los ufólogos más
devotos podrían aprovechar esto como una prueba más de que nuestros gobiernos
“saben algo” acerca de los extraterrestres y sus medios de transporte, pero en
realidad sugiere todo lo contrario: la comunidad OVNI es un caso típico de
grupo de personas crédulas altamente manipulables.
Personas que después
de haber pasado demasiado tiempo mirando los cielos y viendo capítulos de “The
X-Files”, se tragarán fácilmente cualquier supuesta “prueba” que se adapte a
sus creencias y teorías.
Si realmente hay una
conspiración OVNI, sin duda es el secreto peor guardado de la historia.
Roswell, Área 51,
luces misteriosas, pequeños hombrecillos verdes, abducciones, todo ha sido
alimentado a través de la incansable maquinaria de la cultura, hasta la
saturación.
Incluso los
supuestos guardianes de esos secretos, los “hombres de negro”, tienen su propia
película.
Sin embargo, un
nuevo documental titulado “Mirage Men”, nos descubre evidencias convincentes de
que el folklore OVNI fue realmente fabricado por el gobierno de Estados Unidos.
En lugar de encubrir la existencia de extraterrestres, ¿podría ser que la
verdadera conspiración haya sido persuadirnos de que creamos en ellos?
El jefe de estos
Mirage Men, vendría a ser un auténtico “hombre de negro”: un ex oficial de
Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea llamado Richard Doty, quien
admite haberse infiltrado en los círculos ufológicos.
Un investigador OVNI
compañero suyo dice que: “Doty tenía una maravillosa manera de ganarse tu
confianza. Te decía: ‘Trabajo con el gobierno. Si cooperas con nosotros, voy a
decirte todo lo que el gobierno sabe realmente acerca de los OVNIs, y te
revelaré lo que oculta en el fondo de sus bóvedas”
Doty y sus colegas
alimentaron a los ufólogos más crédulos con mentiras y medias verdades,
sabiendo que su fértil imaginación haría el resto del trabajo.
A cambio, ellos
tenían información de primera mano de lo que conocían estas comunidades de
ufólogos, alertando así a los militares cuando alguien estaba cerca de conocer
algo referente a sus tecnologías de alto secreto. Y si además los soviéticos
acababan creyendo que los EE.UU. realmente se comunicaban con extraterrestres,
pues mejor que mejor.
Un caso clásico,
bien conocido por los aficionados a las conspiraciones, es Paul Bennewitz, un
exitoso empresario del campo de la electrónica de Nuevo México. En 1979,
Bennewitz comenzó a ver luces extrañas en el cielo, recogiendo transmisiones
extrañas con su equipo amateur. El hecho de que viviera cerca de la base aérea
de Kirtland hizo saltar las alarmas, pero Bennewitz estaba convencido de que
estos fenómenos eran de origen extraterrestre.
Como buen patriota,
contactó a la Fuerza Aérea y les reveló sus “descubrimientos” y fue entonces
cuando los oficiales de la Fuerza Aérea se dieron cuenta de que, en lugar de
espiar a los extraterrestres, Bennewitz estaba escuchando sin saberlo sus
transmisiones secretas.
Sin embargo, en
lugar de detenerle o acabar con sus actividades, Doty y otros funcionarios le
dijeron a Bennewitz que estaban interesados en sus hallazgos. Eso alentó a
Bennewitz a cavar aún más profundamente en el tema.
En pocos años,
Bennewitz se vio interpretando lenguas extraterrestres, buscando naves
alienígenas estrelladas con su avioneta (era piloto aficionado) y alertando a
todo el mundo sobre una invasión extraterrestre a gran escala.
Todo el tiempo, los
investigadores lo estuvieron vigilando, mientras él, sin saberlo, los vigilaba
a ellos. Incluso le ofrecieron software a Bennewitz con el que “interpretar”
las señales extraterrestres e incluso le aportaban pistas falsas para que las
siguiera.
Con el tiempo,
Bennewitz fue perdiendo de vista la realidad, hasta que en 1988, su familia lo
ingresó en un centro psiquiátrico.
Hay muchos más casos
como éste.
Como descubre el
documental “Mirage Men”, los principios fundamentales del sistema de creencias
OVNI resulta tener orígenes muy “terrícolas”.
Por ejemplo, las
misteriosas y célebres mutilaciones de ganado de la década de 1970 en Nuevo
México resultaron haber sido realizadas por funcionarios del ejército, que
investigaron en secreto los efectos de la radiación en el ganado, después de
haber realizado un experimento de “fracking nuclear” subterráneo.
Los pilotos de
prueba para los primeros helicópteros silenciosos experimentales militares,
admiten que adjuntaron luces intermitentes para engañar a la población civil.
El propio Doty
aparece como un personaje de lo más escurridizo, del que es difícil encontrar
información: “Doty sigue siendo un enigma absoluto”, afirma Mark Pilkington,
autor del libro “Mirage Men”, en el que se basa el documental.
El autor encontró a
Doty jubilado, trabajando como policía de tráfico en un pequeño pueblo de Nuevo
México.
“Parte de lo que me
dijo era cierto, pero estoy seguro de que, a la vez, mucho de lo que me dijo
era mentira, o una versión distorsionada de la verdad. De lo que no tengo dudas
es de que Doty era un eslabón más en una larga cadena que se extiende hasta
Washington. Pero es difícil saber hasta qué punto obedecía órdenes y hasta qué
punto tomaba decisiones por iniciativa propia”
Doty casi admite
haber tenido algo que ver con una serie de “documentos clasificados”
supuestamente filtrados, conocidos como dossier “Majestic 12″, en los que se
desvelaba una presunta cooperación secreta con alienígenas establecida bajo el
presidente Truman.
Sin embargo niega
categóricamente estar involucrado en la creación de los documentos conocidos
como “Proyecto SERPO”, que afirmaban que 12 militares estadounidenses pagaron
para visitar secretamente un planeta alienígena en el sistema Zeta Reticuli, sólo
para ser atrapados como fuente del supuesto engaño. El caso Serpo, no es
diferente a la trama de la película Encuentros en la Tercera Fase de Steven
Spielberg.
¿Eso sugiere que los
falsificadores copiaron la película, o bien significa que la película está
basada en hechos reales y que Spielberg formaba parte de la “conspiración”?
Y es que la función
que desempeñan las películas en el asunto de la gran conspiración OVNI es un
campo digno de estudio, realmente enrevesado y contradictorio.
Dependiendo de la
teoría que siga cada uno, el flujo constante de historias de ciencia ficción en
Hollywood tiene una función u otra.
Para unos puede ser
una exageración deliberada, diseñada con el fin de desacreditar a los
seguidores del fenómeno OVNI y hacer creer a la gente que la “verdad” es algo
increíble. Su objetivo sería que las masas hicieran el típico comentario del
tipo “este tipo ve demasiadas películas” cuando un ufólogo les hablara del
tema.
Sin embargo, para
otros, la función de estas películas sería preparar psicológicamente a la
población para los secretos alienígenas asombrosos que tarde o temprano serán
revelados.
Hay, por lo menos,
una cierta base lógica para sospechar de ésta segunda opción.
Pilkington apunta a
la Comisión de Estrategia Psicológica de la CIA, fundada después de la Segunda
Guerra Mundial para promover la propaganda estadounidense.
Asociado con la
junta, encontrábamos al veterano productor cinematográfico Darryl Zanuck. En
1951, Zanuck fue productor ejecutivo de la película “The Day the Earth Stood
Still”, titulada en España “Ultimátum a la Tierra”, un clásico de la ciencia
ficción considerado por alguna gente como una prueba sociológica del gobierno
norteamericano para averiguar la reacción de la población ante un posible
contacto extraterrestre.
Al igual que Zanuck,
el guionista de la película, Edmund North, era ex-militar, mientras que el
director, Robert Wise, al parecer se convirtió en creyente de los OVNI, gracias
a los debates que mantuvo con figuras de Washington durante el rodaje de la
película.
Las sospechas al
respecto también recaen en Steven Spielberg, al que alguna gente consideraría
como un títere del gobierno. Algo menos probable, a pesar de que ha mostrado
una clara obsesión por los alienígenas en gran parte de su carrera, como
atestiguan películas como Encuentros en la Tercera Fase, ET, La Guerra de los
Mundos y la última película de Indiana Jones, sin olvidar su papel como
productor en Falling Skies, Transformers y Men in Black.
De hecho, si fuera
cierto que se preparara la mente de la población para aceptar un contacto
alienígena, Spielberg sería uno de los principales sospechosos, aunque tras 30
años preparando las mentes, todavía estamos esperando el “contacto”.
Pero el documental
Mirage Men aún encuentra un ejemplo aún más extremo en el veterano de la
industria cinematográfica Robert Emenegger, quien afirma que en 1971 fue
abordado por el Pentágono para hacer una película que revelara “lo que el
gobierno sabe realmente”. Supuestamente, el Pentágono le ofreció material de
archivo de alto secreto donde se podían ver aterrizajes de naves
extraterrestres en la Base Aérea de Holloman, durante la década de 1960. Como
era de esperar, el material de archivo nunca se materializó, aunque Emenegger
asegura haberlo visto.
Lo cierto es que con
el fin de la guerra fría, la temática OVNI ha decaído considerablemente. El
número de asistentes a convenciones disminuye constantemente.
El Ministerio de
Defensa del Reino Unido, al igual que muchos otros países, ha desclasificado sus
documentos OVNI, en esta época dorada de las filtraciones y las revelaciones y
por lo visto no ha aparecido ninguna prueba irrefutable de visitas
extraterrestres a nuestro planeta.
En un webchat con
Julian Assange realizado por The Guardian en 2010 en referencia a Wikileaks,
Assange aseguró que “mucha gente rara nos envían correos electrónicos
preguntándonos acerca de los OVNIS”, pero que Wikileaks no habia encontrado
nada referente al asunto. Según él, interceptó referencias a los OVNIS en
algunas comunicaciones, pero tenía que ver con los diferentes grupos
relacionados con el tema, más que con los OVNIs en sí mismos.
El documento
filtrado por el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno del Reino Unido
al que aludíamos al principio, nos dice que los Mirage Men todavía permanecen
activos, sembrando el engaño y la desinformación en las redes. Aunque
actualmente es más probable que centren sus esfuerzos de desinformación y
confusión en extremistas religiosos, hackers y estafadores.
Mientras tanto, las
recientes afirmaciones de haber “descifrado” mensajes ocultos sobre OVNIs en la
entrevista de Edward Snowden, sólo muestran lo desesperada que está la causa de
la conspiración alienígena por encontrar algún asidero al que agarrarse.
Hay un término que podría
interesarles: disonancia cognitiva, o la angustia derivada de tratar de
sostener simultáneamente dos visiones contrapuestas de la realidad. El término
fue acuñado en 1950 por el psicólogo Leon Festinger, y lo ilustró con el
ejemplo de un culto OVNI destrozado por la profecía no cumplida de una visita
extraterrestre.
Algunos devotos
tenaces del tema OVNI todavía se niegan a aceptar lo que nos dice el documental
Mirage Men, dice Pilkington:
“Si las creencias
están fuertemente arraigadas, nada puede influir en ellas y cualquier cosa que
pueda ponerlas en peligro, acaba siendo absorbida y reutilizada para defender
las propias creencias”
De hecho, el mismo
Pilkington ha sido acusado de trabajar para el MI5 o de ser un títere
controlado por el gobierno, o por los mismísimos alienígenas.
Como siempre en la
sala de espejos de las teorías de la conspiración, es posible darle la vuelta a
cualquier hipótesis y reafirmar así las creencias iniciales:
¿Qué pasaría si las
mentiras y engaños que ofrece el documental Mirage Men no son más que una
cortina de humo creada por las autoridades para ocultar que realmente conocen
secretos sobre los extraterrestres?
¿Y si todo este
artículo es una maniobra para ocultar la verdad y sembrar la confusión?
Es tan fácil crear confusión…
Quizás no estemos
cerca de saber si realmente “la verdad está ahí fuera”…pero al menos, lo que sí
podemos afirmar con toda seguridad es que “la mentira sí está ahí fuera”…
Escrito por
Steve Rose
The
Guardian
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