LO QUE QUIERO QUE HAGAS ES QUE SALGAS AL MUNDO A DISFRUTAR DE TU VIDA
Olvídate de cualquier tipo de mandamientos,
de cualquier tipo de leyes; esas son artimañas para manipularte, para
controlarte, que sólo crean culpa en ti. Respeta a tus semejantes y no hagas lo
que no quieras para ti.
¡Deja
ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es
que salgas al mundo a
disfrutar de tu vida.
Quiero
que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho
para ti. Los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi
amor por ti.
Deja
ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti
o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un
regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu
alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer. Deja
ya de estar leyendo supuestas escrituras sagradas que nada tienen que ver
conmigo.
Si
no puedes leerme en un amanecer, en un paisaje, en la mirada de tus amigos, en
los ojos de tu hijito…¡No me encontrarás en ningún libro! Confía en mí y deja
de pedirme. ¿Me vas a decir a mí como hacer mi trabajo? Deja de tenerme tanto
miedo. Yo no te juzgo, ni te critico, ni me enojo, ni me molesto, ni castigo.
Yo soy puro amor. Deja de pedirme perdón, no hay nada que perdonar. Si yo te
hice… yo te llené de pasiones, de limitaciones, de placeres, de sentimientos,
de necesidades, de incoherencias… de libre albedrío