Diez recetas fáciles de aplicar si no eres psicópata
Si los gobiernos occidentales desean acabar
realmente con el terrorismo - plantea en este artículo Purificación González de
la Blanca - podrían aplicar para ello diez sencillas recetas. "En primer
lugar comiencen por respetar el derecho de los pueblos a decidir el sistema
político y organizativo que estimen oportuno."
1º.- RESPETEN LA LEGALIDAD INTERNACIONAL y el derecho de los
pueblos a decidir el sistema político y organizativo que estimen oportuno. La
Carta de las Naciones Unidas es clara y contundente. La NO INJERENCIA y la
SOLUCIÓN DE LOS CONFLICTOS POR MODOS PACÍFICOS son los cimientos del edificio
de la paz y de la convivencia entre los pueblos. El estado que no respete estos
principios deberá ser expulsado de la ONU. Los mandatarios que intervinieron en los desastres
de Afganistán, de Iraq, de Libia, de Ucrania, de Yemen, de Somalia... y de
tantos países repartidos por el mundo, deben responder de sus crímenes. Al igual
que los de Israel deben responder por los crímenes cometidos permanentemente
contra el pueblo palestino. ¿No creen que ya ha llegado la hora de sanear la
ONU?
2º.- SUPRIMAN LA OTAN. Fue creada contra la URSS. Desaparecida ésta, la OTAN debió disolverse. Pero las estructuras tienden a perpetuarse, y esta superestructura plagada de altos cargos que gozan de todo tipo de prebendas no podía ser menos. Su coste es cada vez más gravoso para los países que la sustentan, pero es que además está al servicio de los Estados Unidos. Urge su disolución cuanto antes, ya que está siendo utilizada para provocar y orquestar guerras que justifiquen su injustificable existencia y se ha convertido en una organización terrorista. Siempre lo fue, pero ahora se ha superado a sí misma. El reciente "suicidio" del auditor de la OTAN, Yves Chandelon, tras descubrir un agujero negro de 250.000 millones de euros, en el presupuesto muy reservado de la OTAN, que habían sido desviados hacia el Estado Islámico, la sitúa en el nivel más alto del crimen organizado.
2º.- SUPRIMAN LA OTAN. Fue creada contra la URSS. Desaparecida ésta, la OTAN debió disolverse. Pero las estructuras tienden a perpetuarse, y esta superestructura plagada de altos cargos que gozan de todo tipo de prebendas no podía ser menos. Su coste es cada vez más gravoso para los países que la sustentan, pero es que además está al servicio de los Estados Unidos. Urge su disolución cuanto antes, ya que está siendo utilizada para provocar y orquestar guerras que justifiquen su injustificable existencia y se ha convertido en una organización terrorista. Siempre lo fue, pero ahora se ha superado a sí misma. El reciente "suicidio" del auditor de la OTAN, Yves Chandelon, tras descubrir un agujero negro de 250.000 millones de euros, en el presupuesto muy reservado de la OTAN, que habían sido desviados hacia el Estado Islámico, la sitúa en el nivel más alto del crimen organizado.