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EL ARTE DE LA CURACIÓN ESPIRITUAL
Si la medicina curara todas las enfermedades, siempre habría confusión interior, porque nadie encuentra la armonía en el fútbol, en el televisor o en el baile. La armonía sólo existe cuando encontramos a Dios, la verdadera curación.
El Espíritu del Señor hace tomar conciencia de que Jesús comentó con “mi Reino no es de este mundo”. La curación espiritual es tan diferente a la forma habitual de pensar que es difícil de transmitir. Nadie puede aceptar sus principios si no siente que el mundo espiritual existe.
Experimentar a Dios (Espíritu, Cristo), pone un sello: “ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” o también: “Por mí mismo nada puedo hacer… el Padre que permanece en mí, es El que hace las obras”. No sabes en qué momento tu vida va a cambiar. Cada uno de nosotros es un eslabón de la cadena, un rayo de una misma luz. Nadie puede ser más que eso.