LA
FAMILIA DECONSTRUIDA
La
familia es el cimiento sobre el que se sustenta el ser humano, todo el
aprendizaje, la socialización, la comunicación y la educación, nace
directamente del corazón de este grupo de personas que unen sus vidas y crean
un proyecto común. El lazo sanguíneo es la base, dos seres de ambos sexos se
unen a través de sus sentimientos, y de ellos parte, lo que sera su
descendencia y el programa de perpetuación de la especie. Una familia en la que
se juntan varias generaciones, unen experiencias, emociones y comparten ideas,
sera un bloque inalterable e indestructible, por el contrario, una
familia en el que priman los individualismos, las envidias y los egoísmos,
están destinados al fracaso.
La utopía familiar no se construye con buenos propósitos,
y a golpe de apariencias, es un trabajo arduo en el que todos los miembros
deben trabajar constantemente en su mantenimiento. Una empresa como esta, no se
funda y se mantiene únicamente con los lazos de sangre, por lo tanto
si se le añaden elementos materiales, chantajes o toxicidad, estaremos
invirtiendo el proceso familiar, estaremos deconstruyendo la familia, formada
entonces por elementos individuales, con intereses individuales e iguales
objetivos.
En
apariencia serán una familia, tendrán los mismos rasgos, la misma genética,
vivirán bajo el mismo techo, pero serán extraños compartiendo un apellido. Esto
es lo que esta sociedad de consumo, competitiva y desnaturalizada ha logrado,
el ataque a la familia ha tenido un éxito rotundo, y ha logrado tocar esos
cimientos, para comenzar a desmoronar todo lo que hemos logrado construir durante
milenios. Mentes confundidas familias desestructuradas, generaciones
de jóvenes perdidos social y sexualmente, sin referentes,
sin estructuras morales, sin ideas, sin motivos. Abrazados a tendencias
pasajeras y ciclos de modas, niños adultos con mentalidad confusa y adultos
infantes con escasa capacidad de madurez.