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2.10.15

Los dueños de nuestro poder somos nosotros, las personas, y podemos decidir, elegir, estar sanos, acorde a la naturaleza, ser felices, y no carecer de nada de lo necesario.

EL REVOLTIJO MUNDIAL

El revoltijo mundial nos deja estupefactos cada día que abrimos Internet y constatamos el avance de la descomposición de esta fase planetaria. Una descomposición semejante -en la que la basura surge no ya de las guerras y las hambrunas, si no de los propios gobiernos y entidades supranacionales que supuestamente se fundaron para el bien común – tiene que ser signo obligatoriamente de que un gran cambio social está a punto de desatarse o mejor, que está sucediendo ya.
Igual que un absceso crece hasta estallar o por fuerza hay que extirparlo, así está ocurriendo en el planeta Tierra, y cada vez nos enteramos aterrados de que aquel mundo que creíamos sólido y mantenido por gentes de bien, de justicia y de honor, no es tal porque estas gentes llevaban engañándonos siglos con diferentes disfraces y su felonía está llegando a tal lugar que definitivamente han apostado por liquidar el negocio al mejor postor y …..¿largarse del planeta?
Los medios enmudecen ante la realidad y sólo nos muestran una pequeña grieta por la que vemos cómo van cayendo algunos, no sabemos si será otra estrategia del poder, o es que por fin están tomando las riendas los buenos.
Pero ¿quiénes son los buenos? ¿Hay buenos en alguna parte? ¿Existen siquiera el bien y el mal? ¿Cuáles de entre todas las informaciones aberrantes que nos llegan son ciertas? ¿Cómo separar el trigo de la paja? ¡Ay, cuán obvio se nos hace que estamos viviendo el Apocalipsis !!. Palabra que no significa otra cosa que Revelación.

Apuesto por la certidumbre experiencial  y personal ante este desafío: abra los ojos y vea, por favor.
¿Vemos las estelas cada día tapando el sol y transformando en neblina nuestros cielos? Sí.
¿Vemos el avance incomprensible de enfermedades nuevas y no tan nuevas, como el cáncer para las que la ciencia (¡oh, sacrosanta!) no tiene remedio ninguno tras gastarse millones y millones de nuestros bolsillos? Sí.
¿Vemos el deterioro de los alimentos ya sea a causa de los químicos agrícolas, la producción a gran escala, los aditivos tóxicos y ya nada sabe como debiera? Sí.
¿Vemos que prohíben el uso de plantas medicinales que son patrimonio universal  y nos venden medicamentos a cambio, caros y poco efectivos? Sí.
Por algo se empieza cuando uno mira y constata cosas que no pueden ser y menos siendo aceptadas y sostenidas por nosotros mismos, porque se supone que los pueblos son soberanos y a través de los electos gobernantes seleccionamos el estado de cosas. ¿O es que ya no tenemos opinión? ¿O es que la opinión de los ciudadanos ya no cuenta? ¿O es que están haciendo lo que quieren con nosotros?
Es necesario empezar a pensar a pesar del alzheimer generalizado (¿tal vez inducido por el aluminio que hay en el ambiente gracias a los chemtrails, por ejemplo?.  Es necesario leer, investigar, experimentar, opinar, intercambiar, respetar otras opciones, aprender, arriesgarse, buscar, ser solidario, permanecer en equilibrio, hablar unos con otros, buscar la verdad. Es necesario ponerse en marcha porque es ahora o nunca. Pero hacerlo con criterio y con cuidado.
Los mismos que hicieron las profecías están dispuestos a cumplirlas. Ya se dijo que aparecerían muchos mesías y que fuéramos astutos porque vendrían lobos con piel de cordero. El engaño es constante. Es permanente. La gente ya no sabe a quién creer. Si un líder despunta, enseguida se sospecha de su honestidad y de sus intenciones. Nos creemos  noticias espeluznantes que fluctúan por doquier, igual que antes creíamos en Dios; así sin pedir explicaciones, porque ya nos lo creemos todo: todo el horror que nos quieran vender.
Los llamados conspiranoicos ya se mezclan con los ciudadanos que empiezan a descubrir el Gran Engaño.
La conspiración está empezando a ser vox populi: los escándalos de pederastia están a la orden del día (¿cuándo empezaremos a ver el asunto de las sectas satánicas tan solapadas en el poder de las élites, surgir de la nada?), la Iglesia implicada en todas estas perversiones; la economía da tumbos mientras las personas tienen cada vez menos recursos, incluso en los países desarrollados; suenan ecos de guerras posibles entre los bloques, ¿a cuento de qué? ¿Quién les autoriza a ello? ¿La gente quiere la guerra? ¿No será que a estas alturas de civilización lo que la gente quiere es que la dejen hacer su vida en paz?
Ya estamos hartos de guerras, de hambrunas, de terrorismo, de violencia, de basura televisiva, de venenos alimentarios, de polución, de pagar desorbitadas facturas por la energía, de que nos saboteen el acceso al sol, al agua, a las plantas, a la salud… Ya está bien de venderles a las personas la culpa de estar como estamos. La mayor parte de las personas de este planeta no son sino víctimas de una economía podrida y corrupta de la que se lucran las élites.
Ahora quieren también que entremos en pánico, filtrando constantemente noticias pavorosas de lo que va a suceder, de lo que están preparando, de la hecatombe final, la traca final, y ¿luego qué? ¿Van a montarse en un ovni e ir a colonizar Marte? ¿No va a ser que muchos de los ovnis que se ven sean también terrícolas? ¿No va a ser que son ellos los primeros que ya están cayendo? ¿No será que se avecina una gran tormenta, pero una tormenta que limpiará todo este error fundamental en la conciencia de la humanidad?

El error de creer que unos podían vivir sin los otros, a costa de los otros. El error de dejar que unos pocos manejen el patrimonio de todos a su antojo. El error de los gobernantes de creerse que son los dueños. Y resulta que no, que los dueños de nuestro poder somos nosotros, las personas, y podemos decidir, elegir, estar sanos, acorde a la naturaleza, ser felices, y no carecer de nada de lo necesario. Sólo se necesita querer. Sólo se necesita ponerse en marcha. Sólo se necesita abrir los ojos y ver.
http://derribandoelmuro.com/2015/10/01/el-revoltijo-mundial/  

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