EL TODO NO ES
MENTE, ES CONCIENCIA
Una
de las pocas cosas que he aprendido en este tiempo, es a no dar nada por
sentado. Es poco útil y engañoso dar a cualquier cosa el termino de “seguro”
cuando todo lo que manejamos son teorías, por eso es sano de vez en cuando
replantearse todo aquello que tengamos asentado. Remover nuestros posos,
nuestras creencias, es lo que nos hace abrir la mente y avanzar un pasito mas,
tener algo seguro a lo que agarrarse puede hundirnos, si ese asidero llegado el
momento de la verdad, se hunde sin remedio. Es complicado ver la verdad, si
necesitamos agarrarnos desesperadamente a las múltiples y cómodas mentiras que
nos rodean, no hay que olvidar que la mentira es dulce y jugosa, el engaño es
apetitoso y es fácil que mordamos esa manzana envenenada, ya que la verdad
siempre, siempre, nos pondrá a prueba y no siempre superaremos dicho examen.
Creo
que dentro del auto conocimiento es sano tratar de ejercitar la autocritica,
comprobar donde están nuestros limites, hasta donde estamos programados y hasta
donde nuestro pensamiento es realmente nuestro. Es un ejercicio poco habitual y
muy pocos realmente lo practican o saben como realizarlo, es fácil entrar en
introspección y dejarse llevar en el silencio y la profundidad, pero no lo es tanto
auto juzgarte, porque sencillamente eres el juez mas severo que existe. Es ahí
cuando te das cuenta como has sido utilizado, es ahí cuando realmente puedes
ver hasta que punto fuiste un títere, es ahí cuando todos los programas
aparecen y se exponen, levantan la mano y piden permiso para seguir vivos.
Apelar
a la condición humana para justificar nuestros fallos no sirve de mucho,
“errare humanum est” solo sirve si entendemos que el error humano se inicia
desde el momento en el que no sabemos qué somos, el humano hierra, pero no
hierra su condición sino su nula capacidad para comprender su condición. El
vacío mental es aprovechado por el listo de la clase para, a modo de falsa
bandera, señalar un culpable (¡presunto culpable señoría!). Ese inocente culpable,
ese santo inocente evangélico, es el humano que constantemente es sacrificado,
por culpa de su propia ignorancia, por su incapacidad para conocer su
condición, por su vacío existencial.
Esa dichosa y perenne culpa, es la que nos hace aceptar
creencias que se acercan dulcemente a una idealización de esa condición, todo
lo dulce al final enferma, y ese dulce es sinónimo de mentira. Creer en lo que
eres, no te acerca a saber realmente que eres, es por eso que se pone a tu
disposición una amplia variedad de dulces mentiras, creencias varias, teorías
de todo tipo, argumentos de toda clase, apetitosos y dispuestos, ante tu
hambrienta mirada, para que sacies tu hambre y no pares de tragar.
Tus
ojos abiertos de par en par, consumes como un niño en una tienda de chuches,
todo te gusta, todo te apetece, todo lo crees, y al final todo lo ignoras. Es
ese “Todo” al que llegas, esa Fuente, ese conocimiento, pero siento decirte que
no llegaste a ninguna Fuente y por supuesto no tienes conocimiento, solo tienes
en tu haber una amplia e ingente variedad de dulces, dulces creencias llenas de
mentiras. Piénsalo, para y reflexiona, qué sabes realmente de nada en concreto,
qué información hay en tu haber que ponga en serio peligro al sistema, qué
sabes que no pueda saber cualquiera entrando en Internet. Eso que crees que
sabes... ¿cambió tu condición? ¿si? ¿de verdad?
Eres
alguien que sabe o eres alguien que cree, ese es el resumen de todo, hasta que
no aceptes que lo que crees y lo que sabes no esta bien compensado, no podrás
empezar a comprender la condición humana que vive en ti. De momento, solo
crees. Eres lo que dicen otros, que dicen que saben, e investigan y lo divulgan
sabiendo que son fiables, honestos y honorables (¡presunto, siempre presunto
señoría!). Finalmente solo tenemos la imagen que proyectan esas fuentes y
debemos fiarnos de nuestro propio criterio para creer o no creer, pero ya está,
o crees o no, pero ni conoces, ni sabes nada mas de lo que deberías saber. Con
esto no trato de presionarte, solo deseo que tomes conciencia de lo real que es
tu despertar, un despertar del cual siempre he dudado, ya que por lo general,
nadie se plantea nada, solo nos limitamos a creer.
Tu
mente, es creadora/creativa, este mantra llegó a ti y es como darle un
encendedor a un niño, sabes que tarde o temprano se quemará, pues esto es poco
mas o menos lo que le ha sucedido al despierto, estamos atrapados en esta
condición creadora, creemos que creamos por que alguien nos dice que lo
hacemos, pero ni siquiera nos imaginamos como es ese mecanismo que activa en
nosotros esa capacidad. Pero esto es solo una mínima parte del daño hecho al
hombre de hoy, que es despierto y consciente, o eso cree.
Un
día un señor llamado Prometeo robó el fuego a los dioses y se lo regaló al
hombre, algunos aun hoy ensalzan esta proeza y adoran esta figura como a un
dios, y se clasifican y etiquetan por grados, para alcanzar el honorable
derecho de acceder a calentarse las manos en esas venerables brasas, que
finalmente los quemara y los condenara eternamente. Ese fuego robado, es el
fuego que quemó nuestra mente, que hizo quemar nuestra memoria y quemó
inevitablemente nuestra condición. Ese fuego nos hizo caminar cegados y en la
ignorancia, son las ascuas que aun hoy arden las que hacen que el hombre siga
viviendo en la eterna negritud, buscando una luz que otros portan, una luz
lejana, inalcanzable y ridícula, que apenas nos deja vernos y reconocernos
entre nosotros. Un legado de conocimiento que no aporta nada y nada alumbra,
mas que la sombra de una mentira.
Ese
mismo mito, llegó transformado por Hermes, aquel que legó un conocimiento,
etiquetado desde entonces como “hermético” y que nos dibujó en su Kybalion la
estructura del universo, sus principios, fueron azúcar en nuestros labios, una
dulce forma de iniciarse en el conocimiento otrora prohibido y ahora al alcance
en Internet. Hermes nos legó su fuego, su luz, su conocimiento, pero Hermes no
era tan altruista, nos dio un fuego que sabia que nos quemaría, sabia que
nuestra condición jugaría en nuestra contra y que siglos mas tarde, quemaría la
mente del hombre y lo dejaría ciego y en tinieblas. Si sabes ver, sabes que
Prometeo, Hermes y otros nombres le fueron dados a este infame personaje que
nada bueno ha hecho por nosotros.
Hermes
centró nuestra atención y nos dijo que el “Universo es Mente” todo es mente y
todo nace de ahí, por lo tanto esto una vez creído y aceptado, nos
encierra en nuestra propia celda mental y te vuelve prisionero de tu
propia mente para siempre. Decir y aceptar que todo es mente es negar el
espíritu, es negar la conciencia, es negarnos a llegar a conocer, nuestra
condición. EL fuego robado a los dioses, esta ligado a esta afirmación mal
llamada “Principio” en el que “Todo es Mente” y esa mente crea, y ese vehículo
creador/mental, da juego para fabular y añadir a esa máxima, todo lo que se
desee.
Si
todo es Mente, Dios es Mente, el Universo es Mente, nuestro planeta es Mente,
nuestra realidad es Mente, nuestro sufrimiento es Mente, nuestra enfermedad es
Mente, el bien y el mal es Mente, la perversión, la iniquidad, la mentira y por
supuesto la Verdad es solo fruto de nuestra Mente, todo queda aparcado a lo
relativo y lo absoluto y certero se diluye y se pierde, pero no queda ahí la
cosa, si todo lo absoluto es Mente, nosotros aceptamos que solo somos fruto de
nuestra Mente, e inevitablemente quedamos atrapados eternamente en esta
condición vacía de nuestra Mente.
Se
forma un bucle en el que él Yo existe mientras su mente existe, por lo tanto no
soy real y solo soy mi propio pensamiento, por lo tanto mi existencia no es
real, No Existo, lo que da pie a todo tipo de disociaciones y traumas. El miedo
y la ansiedad de saberse solo fruto de una imagen mental creada de nosotros, es
lo que infunde el miedo a morir, ya que una vez eliminado el cuerpo y eliminada
la mente como vehículos, estos desaparecen y la individualidad se ve en serio
peligro. Todo esto son las perogrulladas que se puede llegar a concebir si solo
concebimos la realidad desde la mente, desde su prisma y eliminamos la
Conciencia de esta ecuación.
Por
supuesto la nueva ciencia patrocinada por esos locos de grado 33, dice que nada
existe si no es observado. La necesidad de un observador como tejido de la
realidad es otra forma de decir que todo es fruto de tu mente y que la materia
que construye la realidad no existe hasta que tu mente la crea y la forma “al
vuelo”. Se esfuerzan y mucho desde todos los medios en convencernos de que no
tenemos espíritu, no tenemos conciencia, no somos mas que una correa
de transmisión, una hormiga mas que construye este nuestro hormiguero,
y todos estos argumentos es lo que son, mentiras.
Esta
es la celda que te mantiene preso, esta es tu cárcel mental, esto una vez lo
aceptas, es como si aceptaras voluntariamente todo lo que te ocurre (jamas
olvides el peso y la importancia de tu voluntad en todo esto). Solo viven
libres en este mundo aquellos que saben que ese fuego robado a los dioses no es
mas que un ascua y que la Mente, no es mas que el vehículo por el que se
expresa y se comunica la conciencia que es realmente ese Todo que Hermes -
Prometeo negaron al hombre, ellos nos dieron el fuego, el conocimiento, pero
nos robaron la conciencia, la condición humana, nos dejaron un juguete y
dejaron que nos quemáramos las manos con el.
Yo
y muchos como yo, hemos jugado con este fuego, estos principios que maquillan
la Ley Natural, que eluden deliberadamente el espíritu humano, que niegan la
conciencia como el verdadero germen desde el cual el Todo se expresa y el
Universo existe, negar la conciencia atraído por este fuego es negarse a uno
mismo, es negar tu condición, es negar tu propio Ser. El Universo No es Mente,
es Conciencia, la mente es solo un vehículo mas, como lo es tu cuerpo, son los
medios para expresarse, para comunicarse, que utiliza tu conciencia. La Mente
se puede controlar, se puede manipular, igual que se puede controlar tu cuerpo
y manipular tu ADN, pero la conciencia no se puede manipular, ni controlar, ese
fuego jamas sera robado y jamas sera apagado, por ningún mequetrefe iluminado.
Hasta
que no entiendas esto, no comprenderás que fuiste engañado, con toda esa
cantidad de teorías (mentiras) holográfícas, La Matrix es otra Psi-Op para
tenerte aborregado dentro de un redil mental, no hay mas, no somos un holograma
y no vivimos en un holograma, debemos empezar a purgar todo esto y a
deshacernos de una muy inteligente operación para controlar disidencias. Hay
muchas de estas operaciones de infiltración deliberada de conocimiento
fraudulento, para que llegue por los canales, por los divulgadores del Misterio
o por las distintas webs copia/pega que existen.
Como
todo, los principios no son malos, si estos te hacen mover de una posición en
la que vives constante-mente retroalimentado en un sistema de creencias en el
que estas sumido en la dormidera de la religión, ideología, nacionalismo e
identidad, una vez sales de aquí y sigues el fuego de Prometeo y su
conocimiento, es momento de hacer un análisis y tener la capacidad para salir
de este programa, de este error, el cual te ayudo a salir del fango, pero no te
limpio el barro de ti. Debes no tener pudor de mostrarte, una vez te hayas
limpiado de todo ello y sepas que los errores solo sirven si se aprende de ellos
y no se repiten, esto tiene un gran valor. Este difícil y practico ejercicio
sirve para continuar avanzando, es ineludible e inevitable, purgar para poder
liberar el Ser que aun esta preso, por barrotes aun muy difíciles de ver.
Mientras
creas que todo es fruto de Tu Mente, estarás preso, y cualquier Trampa estará
ahí lista para atraparte, sea en esta u en la otras múltiples formas de vida
que te esperan. Practica tu propio pensamiento, tu propio análisis, las
conclusiones a las que llegas, los restos que dejas y lo que al final tomas.
Pensamiento cartesiano, pensamiento platónico, pensamiento abstracto,
pensamiento libre... formas tienes de analizar con tu mente, tu propia mente.
Negarse a ver lo que otros han hecho contigo, es negarse a avanzar, tu familia,
tus gobiernos, sus medios de comunicación, sus medios de educación, su ética,
sus valores, sus, sus, sus... ¿y tuyo? Qué tienes realmente tuyo, piénsalo,
llega a tu conciencia, porque eso es lo que eres y es lo que lo construye y
crea todo, la conciencia, no la mente.
No
creas en lo que otros dicen que forma parte de tú condición, el error no es
humano, el error nace de un sistema no humano. No eres solo una Mente y no
creas únicamente a través de ella, eres Conciencia y esta nunca comete errores,
no nace con ese pecado, ni existe ni crea con pecado, el error, el pecado, es
creer lo que no somos y negarnos a Ser lo que somos, Conciencia.
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