FUNAMBULISTAS DE LA LUZ
Si hay algo que tuve claro hace tiempo, cuando empezó a
llover información de todo tipo a través de las webs, es que podía ver un
patrón claro, un argumento común en todas las canalizaciones, y en muchas
experiencias de contacto, todas venían o bien de otra dimensión/densidad o de
una constelación a cual más genérica. Siempre vi estos orígenes como una
máscara por la cual no dejar claro su verdadero origen, y no evidenciar sus
verdaderas intenciones, lo cual para mí era digno de sospecha, en cambio a la
mayoría le era algo aceptable y lógico.
Tras la globalización y los movimientos migratorios, todos
nos hemos ido acostumbrando a tratar con personas que llegan de los puntos más
remotos del planeta, unos rechazan o temen esta integración y otros como en mi
caso, saciamos nuestra curiosidad por saber más y conocer un punto de vista
distinto. Esas personas de lo primero que te hablan es de su pueblo, de su
tierra y de sus costumbres, para finalmente comprobar que no hay tanta diferencia
en la mayoría de los casos y que estés donde estés, te acaban pasando las
mismas cosas y acabas viviendo las mismas experiencias.
Pero en el caso de estas informaciones canalizadas o
compartidas a través de relatos de contacto, siempre hay un aire de superioridad
que lo rige todo, relatos condescendientes llenos de argumentos confusos,
relatos de un futuro idealizado y tamizado con los mismos mecanismos por los
cuales mordimos los anzuelos de la religión. Poco a poco se fue fraguando en mí
la absurda idea de que quizás no estaban tan lejos como suponíamos o que quizás
no venían de donde decían.
Si tomamos la ciencia como referencia, la
cual nos dice que nuestro sentido de la vista solo capta el 4% de la luz y que
todo lo que escape a esa frecuencia es literalmente invisible. Solo con este
dato, nos podemos hacer una idea de lo sencillo que es engañar a cualquier
humano medio, que por sus propios medios es incapaz de atisbar nada más allá de
ese ridículo 4% de luz.
Lo que me da que pensar que todas las logias y religiones
que adoran al portador de la luz, no lo hacen porque ese ente porte algún tipo
de conocimiento esencial o un significado iluminador. Sino que esa luz que
porta es ese rango de frecuencia ridículo de luz por el cual nos movemos como
funambulistas en la cuerda floja. Hechos a imagen y semejanza de un dios, pero
incapaces de ver más allá de sus narices.
Vivimos a tientas, creyendo lo que nos dicen unos y otros,
porque no podemos comprobar por nosotros mismos nada, al estar castrados
sensitivamente. Físicamente no vemos más allá de lo que se ideó que deberíamos
ver, por lo tanto podemos estar rodeados y literalmente invadidos a nuestro
alrededor y no percatarnos de nada durante miles de años. Después te pueden
decir que vienen de otra dimensión, de la constelación X, que aunque en
realidad estén junto a ti, no podrás desmentirlo por que tus sentidos no te lo
permiten y ellos lo saben.
No es casual que no tengamos acceso a herramientas que
puedan captar esos rangos de luz que escapan a nuestros ojos, no es casual que
los medios que existen para ello sean prohibitivos o directamente inaccesibles,
no es casual que aquellos que tienen este conocimiento lo atesoran y lo usan en
beneficio propio, y por supuesto no es casual que ese estúpido portador de la
luz no sea más que un símbolo para decirte lo que puedes o no puedes ver.
Muchos deberían replantearse seriamente los argumentos que
les llegan por ciertos medios, en los cuales no se respeta el protocolo mínimo,
que debería existir entre dos seres de distinto origen que se comunican. Decir
quién eres y de dónde vienes es algo que todo ser vivo en este planeta tiene
por costumbre, independientemente de las diferencias culturales que existan, es
lo mínimo que ambas partes comparten antes de entablar una relación amistosa.
¿Por qué deberíamos tener en cuenta, o siquiera creer en alguien que ni
siquiera se identifica o te dice que en su lugar de origen no existen los
nombres? Si quieres engañarme diciéndome que no tiene relevancia tu origen, tu
identidad, pero sin embargo tengo que creer todo lo que me digas ciegamente,
vete a otro perro con ese hueso.
Está claro y queda evidente que sus intenciones no son de lo
más puro, cuando desvían la atención hacia nuestras esperanzas y nuestros
anhelos, para ganarse nuestra confianza y ceder nuestra voluntad de forma
sosegada y tranquila. Se parece mucho a lo que hace el sistema con sus
ciudadanos, te lubrica y te da por…
Identificamos la luz como algo positivo, pero cuando se nos
merma y se nos impide percibirla en su totalidad, estamos abiertos al engaño,
la creencia ciega, la estupidez y la ignorancia. Nos abrimos a la
interpretación y al enfrentamiento por esa misma interpretación de los medios
por los cuales nos legan la “palabra” y se nos impone una jerarquía que lo
mires por donde lo mires, al final no somos más que cucarachas culpables de
todo para ellos.
Está en la condición de cada uno el soltar esa necesidad de
aferrarse a la esperanza, al salvamento y a un futuro de cuento que nunca
llega, o madurar y dar forma por tus medios y acciones a esa utopía que todo
ser vivo en este planeta debería tener en mente, para crear en serio y no en
serie.
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