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2.9.16

El Bien absoluto, que todos sabemos cuál es, se diluye en nuestro miedo

RELATIVISMO MORAL DE LA NUEVA ERA

Una de las marcas más siniestras del Satanismo es el relativismo moral. Según esta perspectiva, como todo es relativo, no hay Bien ni Mal, porque la moral es una cuestión de opinión y no de verdades absolutas. Esta es exactamente la moralidad de nuestra sociedad podrida y enferma de materialismo. Todo vale porque todo es opinable y todo es relativo. Amparándose hipócritamente en la Teoría de la Relatividad la que, por cierto, no dice eso.
 
El Mal absoluto existe

Pues no es cierto que todo sea relativo,  y es la peor de las manipulaciones New Age que mucha gente ha comprado pensando que ese mantra gnóstico de "todo es relativo" es un pensamiento moderno, cuántico, libertario, iluminado, guay o novedoso.

Decir no existe el Bien Absoluto porque todo es relativo es una gran falacia y una trampa peligrosa puesto que sodomizar a un niño mientras le cortan un pie con un cuchillo eléctrico para que muera a poco fuego en medio de grandes sufrimientos, es el Mal absoluto.



Bombardear un colegio lleno de niños palestinos es el Mal absoluto.
Tirar dos bombas nucleares en dos pequeñas ciudades llenas de civiles que no suponían ningún riesgo militar, es el Mal absoluto.
Imponer campañas de vacunas peligrosas a todos los niños porque así lo ordena la Farmafia, es el Mal absoluto.
Torturar y violar a una joven, a una monja o a un sindicalista, y luego tirarlos al mar con los pies en un cubo de cemento, es el Mal absoluto.

La lista de acciones que son EL MAL ABSOLUTO y NO RELATIVO es infinita.
Pero bastaría con un sólo ejemplo para que la tautología  TODO ES RELATIVO deje de ser cierta.  Puesto que Todo es TODO, y no acepta excepciones.
Basta con una sola excepción para que esa afirmación sea falsa.
Además cuando se afirma: todo es relativo, se está imponiendo esa idea como una verdad absoluta. Y si todo es relativo, también la misma afirmación debe serla.

No, todo no es relativo. Hay cosas que sí lo son, por supuesto. Esa torre es relativamente alta en comparación con otras. O, mi té está relativamente frío en relación al tuyo. Pero hay demasiadas cosas que son acciones del Mal absoluto como para perder el tiempo hablando del bien relativo de las cosas cotidianas, y nuestro deber es luchar por el Bien y denunciar el Mal.
El MAL ABSOLUTO no es opinable. Es el Mal. Punto. No hay discusión.
La mentira de “como es arriba es abajo”
Para mí, el principal problema en la disquisición sobre la dualidad y el relativismo moral es la falta de claridad sobre el significado de los conceptos: dualidad y unidad.

La dualidad es intrínseca a este mundo. Otra cosa es que nos mantengamos en la  dualidad enfrentada y, ahí quietos parados, no resolvamos nada, incapaces de actuar porque nos hemos creído que no hay Bien absoluto, que como todo es relativo, no puedo opinar ni actuar.

Este mundo de la tercera dimensión es dual por naturaleza, por supuesto: luz/oscuridad o bien/mal.

Esa dualidad está ahí, al margen de nuestras opiniones. Pero ojo, otra argucia de los gnósticos, es hacernos creer, que ambos polos son equivalentes, como el Polo Norte y el Polo Sur, o la corriente negativa y positiva de la electricidad.

En base al Kybalion (una falsificación que se presenta como texto milenario de gran sabiduria antquíiiisima, y no lo es. Fue creado en el siglo II DC, para que los paganos aceptaran el cristianismo), este texto tan admirado por los gnósticos y por  la New Age afirma que “como es arriba es abajo”. Esta frase ¡les encanta a los satanistas!  Imaginaros ¡qué chollo de frase!: porque así puedo afirmar que lo divino es equivalente a lo terrenal… y de ahí puedo afirmar que Dios, arriba, es equivalente a Satanás, abajo. El Kybalion es otra herramienta de la satánica Nueva Era. Y es peligroso, porque dice cosas muy ciertas, pero otras son grandes tergiversaciones. Y nuestro trabajo consiste en ejercer nuestro análisis, nuestro criterio. Pero no sé por qué  se espera que estemos o totalmente a favor o totalmente en contra del Kybalion.  ¿No quedamos en que “todo es relativo”?
Entonces ¿por qué se afirma el relativismo como algo absoluto?

Nadamos en el absurdo y la incongruencia.

Muy típico de la Nueva Era es sacar un libro antiguo, que parece decir cosas interesantes y verdaderas,  y repetir las afirmaciones como mantras, sin pensar las cosas hasta el final. De hecho, muy poca gente está entrenada en  “pensar hasta el final”, para eso sirve estudiar filosofía,  por eso han eliminado la filosofía de las escuelas.

Sin embargo, la luz no es equivalente a la oscuridad, puesto que la luz existe por sí misma, y la oscuridad es ausencia de luz. Y, por supuesto, el Bien no es equivalente al Mal. El Bien es previo, es anterior al Mal, puesto que  el Mal, o Satanás, se define por estar en contra del Bien. Mientras que el Bien existe por sí mismo, como la luz. El Bien no necesita a Satanás para existir.

De ninguna manera el Bien (arriba) es como el Mal (abajo). Faltaría más.

Ahora, vayamos a la dualidad de este mundo que nos rodea.

Resolver la  dualidad enfrentada

Con la afirmación  de que:  existe una dualidad ineludible entre el mundo terrenal "dual" y el mundo del espíritu donde reina la Unidad, ya empezamos mal. La veracidad de toda teoría se pone de manifiesto cuando se pasa a la práctica. Y como lo que nos ocupa es el Bien, y el Bien es pura acción...
La dualidad enfrentada,  se "resuelve"  en esta dimensión, con nuestro criterio, nuestro discernimiento, nuestra ética plasmada en nuestra acción. Pues la ética no es teoría, es acción.
Ejemplo:
Dos boxeadores luchan, ¿cuál es el Bueno?
Postura 1. Basándose en la moral social. Planteamiento menos elevado.
El boxeo tiene sus reglas, sobre la base de ellas puedo juzgar cuál lo hace mejor.

Postura 2. Basándose en la ética, planteamiento más elevado.
No tomo partido por ningún boxeador porque la violencia está mal.

Esto es lo que todo ser humano adulto debe hacer todo el santo día. Discernir. Y actuar en consecuencia, basándose en el Bien. Hay personas más elevadas, otras más elementales. Pero todas saben diferenciar entre el Bien y el Mal.

El mito de la expulsión del Paraíso representa nuestra entrada en la edad de razón: Adán y Eva, que vivían en el mundo de la inocencia,  tomaron la fruta del Discernimiento del Bien y del Mal. Y al descubrir la existencia de esa dualidad, se vieron expulsados del mundo de la inocencia, exactamente igual que todos nosotros seres humanos cuando pasamos de la edad de inocencia a la edad de razón, hacia los 6 años. El “castigo divino” es una interpretación culpógena que debemos descartar. El mito bíblico  trata simplemente de describir la gran responsabilidad que tiene el ser humano maduro al alcanzar la capacidad de discernir entre el Bien y el Mal. Es nuestra obligación de adultos discernir y hacer el Bien. Y esa obligación puede ser calificada como castigo divino puesto que es nuestra obligación diaria, y es realmente una ardua tarea.

No se trata de declarar la realidad dual y punto. Se trata de ver la dualidad y tomar decisiones de acuerdo a nuestros valores morales. 

Por ejemplo: soy antisistema, y me paso la vida denunciando la mierda del sistema etc... pero trabajo para la Universidad estatal, o me dedico a poner multas injustas o trabajo en Hacienda... Vivo del Estado al que critico… Eso es no haber resuelto la dualidad. Esa contradicción o incongruencia es muy típica de nuestra sociedad. Y es, en mi opinión, el gran reto de esta vida. Porque es muy difícil vivir congruentemente. Para mí las frases "Todo es relativo" o "Todo es opinable" son peligrosas trampas de la satánica Nueva Era  porque confunden. Y confunden porque no son ciertas. Ni siquiera podemos decir “todo es dualidad” porque existe la Unidad.

Pero es muy común decir “todo es…” La simplificación de la complejidad de este mundo también es característica de la Nueva Era.

Como ya he dicho, violar a un niño es el Mal absoluto y basta con una excepción para que la tautología de todo es relativo se desmorone.

Otro punto peligroso en la discusión sobre el relativismo y la dualidad es poner ejemplos inadecuados para demostrar un punto de vista. Son esas argucias sofistas, jesuíticas del arte de la polémica.

Si estamos hablando del Satanismo, es decir de rituales de sangre y de violaciones, que representan el Mal Absoluto, y no relativo, no ha lugar de argumentar sobre la valoración ética de hechos históricos, relativos a la antropología.  Puesto que cada cultura tiene sus valores morales y cada persona actúa en función de las reglas morales de su comunidad y de su momento histórico. En nuestra cultura occidental, por ejemplo, no es ningún crimen la falta de hospitalidad, entre los beduinos y muchas otras culturas nómadas, la hospitalidad es una regla de oro que jamás se puede violar.

En algunas culturas se comían el cuerpo de sus ancestros (por escasez de proteína, todo sea dicho) y en la mayoría de las sociedades humanas, los difuntos se entierran o creman, por cuestiones de seguridad e higiene.

Este no es un ejemplo de relativismo moral, sino de que, de acuerdo a las tradiciones vernáculas, y el contexto climático, geográfico, histórico, las reglas morales sociales son diferentes. Sin embargo, por encima de esas normas morales tradicionales, en TODAS LAS CULTURAS sodomizar  a un niño mientras se le corta un pie ESTÁ MAL. 

La falacia del NO JUICIO

Hay otro peligroso mantra de la Nueva Era que es el no -juicio. Muchos repiten como loros: no hay que juzgar, juzgar es "malo". Esto es otra falacia, otro absurdo. Nuestra mente juzga, y la simple idea de afirmar que  "juzgar es malo", ya es un juicio en sí mismo, un juicio negativo sobre el juicio,  luego, como el mantra de "todo es relativo," se  desmonta por su propia afirmación. El ser humano, a menos de tener sus aptitudes mentales mermadas, juzga TODO EL TIEMPO. ¡Y menos mal! 

Es necesario juzgar, empezando  para  nuestra supervivencia: puedo cruzar la calle ahora porque no es peligroso, voy a tirar este pescado que no está fresco, me llevo el paraguas porque parece que va a llover, voy a ayudar a esa señora que parece tener problemas para ubicarse... Y así todo el santo día. 
Pero ¿cómo va a ser malo juzgar? ¡Bendito juicio!

Pero el relativismo, el no juicio es la base de la vaina Nueva Era que nos lleva a una sociedad sin juicio ni criterio, que es lo que quieren, un baboseo constante, una blandura moral, una permisividad de vómito y una ausencia de límites que permite el abuso del Estado sobre todos nosotros y se refuerza en casa cada día:

-        Mi padre ha muerto por error médico pero no me atrevo a denunciarlo, total para qué, si ya  murió.
-        He perdido todos mis ahorros por las preferentes pero no denuncio porque menudo engorro
-        El  libro de texto dice mentiras pero no lo denuncio al director, qué pereza, haremos la vista gorda
-        El policía se salta las normas de tráfico y nadie le dice nada, no vaya a ser…
-        Esta carne está para tirar pero la voy a disfrazar con colorantes y pimentón y así me la quito del medio, y yo que lo sé me callo y no digo nada
-        Los niños interrumpen a los mayores, exigen regalos, no aceptan el menú de la familia y se les debe cocinar aparte, se levantan de la mesa sin permiso
-        Los perros mean y cagan por donde les place, se suben por los sillones y duermen en las camas de sus dueños

Conclusión

Ejerzamos, pues,  nuestro libre albedrío, es decir, nuestro discernimiento, y resolvamos la dualidad enfrentada tomando nuestras decisiones sobre la base del Bien. Ese Bien absoluto que todos sabemos cuál es, pero que se diluye en nuestra pereza, nuestra desidia, nuestra búsqueda de seguridad,  nuestro miedo.

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