¿QUIERE
USTED UNA DESCRIPCIÓN DEL FUTURO?
"Si
usted quiere una descripción del futuro, imagine una bota
estampándose en una cara humana, para siempre" (George
Orwell, "1984").
"La Internet nos
está mirando ahora. Si ellos quieren. Ellos pueden ver qué sitios
visita usted. En el futuro, la televisión nos mirará, y se
personalizará de acuerdo a lo que ella sabe sobre nosotros. Lo
escalofriante es que nos hará sentir que somos parte de dicho medio.
Lo espeluznante es que perderemos nuestro derecho a la privacidad. Un
anuncio publicitario aparecerá en el aire alrededor de nosotros,
hablándonos directamente" (Director
Steven Spielberg, Minority
Report).
Hemos
llegado, mucho antes de lo previsto, al futuro distópico inventado
por escritores de ciencia-ficción como George Orwell, Aldous Huxley,
Margaret Atwood y Philip K. Dick.
Muy
similarmente al Gran Hermano de Orwell en su novela "1984",
el gobierno y sus espías corporativos ahora observan cada movimiento
nuestro.
Muy
similarmente al Estupendo
Nuevo Mundo (Brave
New World)
de Huxley, estamos produciendo crecientemente una sociedad de
observadores a quienes "les
han sido arrebatadas sus libertades, pero... más bien disfrutan de
ello, porque ellos [son] distraídos de cualquier deseo de rebelarse
por medio de la propaganda o del lavado de cerebro".
Muy
similarmente al Cuento
de la Criada (The
Handmaid’s Tale)
de Atwood, al pueblo se le enseña ahora a "conocer
su lugar y sus deberes, entender que ellos no tienen verdaderos
derechos, pero serán protegidos hasta un punto en que si ellos se
conforman y piensan muy pobremente de sí mismos, aceptarán su
destino asignado y no se rebelarán ni escaparán".
Y
de acuerdo con la visión oscuramente profética de un distópico
Estado policial de Philip K. Dick, visión que se convirtió en la
base de la película de suspenso futurista Minority
Report de
Steven Spielberg que fue estrenada hace 15 años, estamos atrapados
ahora en un mundo en el cual el gobierno todo lo ve, es omnisciente y
todopoderoso, y si usted se atreve a salirse de la línea, equipos
policiales SWAT con trajes oscuros y unidades de pre-crimen
fracturarán
unos cuantos cráneos para mantener al pueblo bajo control.
Minority
Report está
ambientado en el año 2054, pero podría haber ocurrido perfectamente
en 2017.
Aparentemente
tomando su incentivo de la ciencia-ficción, la tecnología se ha
movido tan rápido en el breve tiempo desde que Minority
Report fue
exhibida por primera vez en 2002, que lo que una vez pareció
futurista ya no pertenece al reino de la ciencia-ficción.
Increíblemente,
a medida que las diversas tecnologías nacientes empleadas y
compartidas por el gobierno y las corporaciones por igual
—reconocimiento facial, exploradores del iris, masivas bases de
datos, software de
predicción del comportamiento, etcétera— son incorporadas en una
compleja y entretejida ciber-red destinada a rastrear nuestros
movimientos, predecir nuestros pensamientos y controlar nuestra
conducta, la atemorizante visión del futuro de Spielberg está
rápidamente convirtiéndose en nuestra realidad.
Ambos
mundos —nuestra realidad actual y la visión del futuro del
celuloide de Spielberg— se caracterizan por una vigilancia
generalizada, tecnologías de predicción de la conducta, minería de
datos (data
mining), fusion
centers [centros
de Inteligencia e información], automóviles sin conductor, casas
controladas por la voz, sistemas de reconocimiento
facial, cybugs [insectos
cibernéticos] y drones,
y vigilancia predictiva (pre-crimen) todo orientado a la captura de
potenciales criminales antes de que ellos puedan hacer algún daño.
Las
cámaras de vigilancia están por todas partes. Los agentes del
gobierno escuchan nuestras llamadas telefónicas y leen nuestros
correos electrónicos. La "corrección política", una
filosofía que desalienta la diversidad, se ha convertido en un
principio director de la sociedad moderna.
Los
tribunales han triturado las protecciones de la Cuarta Enmienda
contra allanamientos y confiscaciones irrazonables. De hecho, equipos
SWAT que derriban puertas a golpes sin una orden de registro y
agentes de la Brigada
de Investigación Criminal (FBI)
que actúan como una policía secreta que investiga a ciudadanos
discrepantes, son acontecimientos comunes en el Estados Unidos
contemporáneo.
Estamos
gobernados cada vez más por multi-corporaciones casadas con el
Estado policial. Gran parte de la población está enganchada a
drogas ilegales o prescritas por médicos. Y la privacidad y la
integridad corporal han sido completamente dejadas de lado por una
opinión prevaleciente de que los estadounidenses no tienen derechos
sobre lo que le sucede a sus cuerpos durante un encuentro con
funcionarios del gobierno, a los que se les permite buscar, agarrar,
desnudar, palpar, explorar, curiosear, examinar, electrocutar y
detener a cualquier individuo en cualquier momento y por la
provocación más leve.
Todo
esto ha ocurrido con sólo algunos gimoteos de un despistado pueblo
estadounidense en gran parte compuesto por gente que no lee nada
y zombies
de
Internet y
de la televisión. Pero hemos sido advertidos acerca de un futuro tan
siniestro en novelas y películas durante años.
Las
siguientes 15 películas pueden ser la mejor representación de lo
que ahora enfrentamos como sociedad:
• Fahrenheit
451 (1966).
Adaptada de la novela de Ray Bradbury y dirigida por François
Truffaut, esta película describe una sociedad futurista en la cual
los libros están prohibidos, e irónicamente se llama a los bomberos
para quemar libros de contrabando, siendo 451º Fahrenheit [232º
Celsius] la temperatura a la cual los libros se queman. Montag es un
bombero que desarrolla una conciencia y comienza a cuestionar su
trabajo de quemar libros. Esta película es una metáfora adecuada
para nuestra sociedad políticamente
correcta de
manera obsesiva donde prácticamente cada uno ahora censura de
antemano el discurso. Aquí, un pueblo lavado de cerebro adicto a la
televisión y las drogas hacen poco para resistir a los opresores
gubernamentales.
• 2001:
Una Odisea Espacial (2001:
A Space Odyssey,
1968). El argumento de la obra maestra de Stanley Kubrick, basado en
un cuento de Arthur C. Clarke, gira alrededor de un viaje espacial a
Júpiter. Los astronautas pronto se dan cuenta, sin embargo, de que
la nave totalmente automatizada es orquestada por un sistema
computacional conocido como HAL
9000,
que se ha convertido en un ser de pensamiento autónomo que incluso
asesinará para retener el control. La idea es que, en algún punto
en la evolución humana, la tecnología en la forma de una
inteligencia artificial llegará a ser autónoma y que los seres
humanos se convertirán en meros anexos de la tecnología. De hecho,
actualmente estamos viendo este desarrollo con bases de datos masivas
generadas y controladas por el gobierno que son administradas por
agencias sigilosas tales como la Agencia
de Seguridad Nacional(NSA)
que barre todos los sitios web y
otros dispositivos de datos recolectando información de ciudadanos
promedio. Estamos siendo vigilados desde la cuna a la sepultura.
• El
Planeta de los Simios (Planet
of the Apes,
1968). Basada en la novela de Pierre Boulle, los astronautas se
estrellan en un planeta donde los monos son los amos y los humanos
son tratados como bestias y esclavos. Huyendo de gorilas a caballo,
el astronauta Taylor es baleado en la garganta, capturado y alojado
en una jaula. Desde allí, Taylor comienza un viaje donde la verdad
revelada es que el planeta fue controlado una vez por humanos
tecnológicamente avanzados que destruyeron la civilización. El
difícil y largo viaje de Taylor a la siniestra Zona Prohibida revela
el hecho sorprendente de que él había estado en el planeta Tierra
desde el principio. Experimentando un ataque de rabia por lo que él
ve en la escena final, Taylor grita: "Finalmente
nosotros realmente lo hicimos. ¡Ustedes, maníacos! ¡Ustedes lo
hicieron volar en pedazos! Malditos sean". La
lección es obvia aquí, pero ¿escucharemos? El guión, aunque
vuelto a escribir, fue originalmente redactado por Rod Serling y
tiene un final como los de la serie La
Dimensión Desconocida (The
Twilight Zone)
de Serling.
• THX
1138 (1970).
El debut de George Lucas como director, se trata de una sombría
visión de una sociedad deshumanizada y totalmente controlada por un
Estado policial. A la gente se le administran drogas a la fuerza para
mantenerlos pasivos, y ellos ya no tienen nombres sino sólo
combinaciones de letras y números, como THX 1138. Cualquier
ciudadano que se sale de la línea es rápidamente llevado a la
docilidad por una policía robótica equipada con "aguijones de
dolor", bastones de electrochoque. ¿Se parece a los tasers?
[inmovilizadores eléctricos de personas].
• La
Naranja Mecánica (A
Clockwork Orange,
1971). El director Stanley Kubrick presenta un futuro gobernado por
sádicas pandillas punk y
un gobierno caótico que reprime a sus ciudadanos esporádicamente.
Alex es un punk violento
que se encuentra entre las ruedas aplastantes y moledoras de la
injusticia. Esta película puede retratar exactamente el futuro de la
sociedad occidental que detiene su funcionamiento cuando disminuyen
los suministros de petróleo, se incrementa la crisis medioambiental,
gobierna el caos, y la única cosa que queda es la fuerza bruta.
• Soylent
Green (1973).
Ambientada en una futurista y sobrepoblada ciudad de Nueva York, la
gente depende de alimentos sintéticos fabricados por la Corporación
Soylent.
Un policía que investiga un asesinato descubre la espantosa verdad
acerca de qué está hecho realmente el soylent verde
[un nuevo alimento producido por Soylent].
El tema es el caos donde el mundo es gobernado por despiadadas
corporaciones cuyo único objetivo es la avaricia y la ganancia. ¿Le
suena familiar?.
• Blade
Runner (1982).
En Los Ángeles del siglo XXI, un policía cansado de la vida rastrea
a un puñado de "replicantes" renegados (esclavos humanos
producidos sintéticamente). La vida es dominada entonces por
mega-corporaciones, y la gente camina como sonámbula a lo largo de
calles empapadas por la lluvia. Éste es un mundo donde la vida
humana es barata, y donde cualquiera puede ser exterminado a voluntad
por los policías (o blade
runners).
Basada en una novela de Philip K. Dick, esta intensa película de
Ridley Scott cuestiona lo que se piensa que es humano en un mundo
inhumano.
• 1984 (Nineteen
Eighty-Four,
1984). La mejor adaptación del oscuro cuento de Orwell, esta
película visualiza la pérdida total de la libertad en un mundo
dominado por la tecnología y su mal uso, y la aplastante inhumanidad
de un Estado omnisciente. El gobierno controla a las masas
controlando sus pensamientos, alterando la Historia y cambiando el
sentido de las palabras. Winston Smith es un escéptico que se vuelca
a la auto-expresión por medio de su diario y luego comienza a
cuestionar el comportamiento y los métodos del Gran Hermano antes de
ser reeducado de la manera más brutal.
• Brasil (Brazil,
1985). Compartiendo una visión similar del futuro próximo
con "1984" y
la novela El
Proceso de
Franz Kafka, éste es posiblemente el mejor trabajo del director
Terry Gilliam, repleto de una combinación de la realidad fantástica
y la lúgubre. Aquí, un desdichado oficinista dominado por su madre,
se refugia en sus vuelos de la fantasía para escapar de la monotonía
ordinaria de la vida. Atrapado dentro de los caóticos tentáculos de
un Estado policial, la añoranza de tiempos más inocentes y libres
está detrás de la brutal superficie de esta película.
• Viven (They
Live,
1988). La extraña película de ciencia-ficción de acción y sátira
social supone un futuro que ya ha llegado. John Nada es una persona
sin hogar que tropieza con un movimiento de resistencia y encuentra
un par de lentes de Sol que le permiten ver el verdadero mundo que
está en torno suyo. Lo que él descubre es un mundo controlado por
seres siniestros que bombardean a los ciudadanos con mensajes
subconscientes, como "obedece" y "confórmate".
El director John Carpenter logra establecer un punto político
efectivo sobre la clase baja, es decir, todos excepto aquellos que
están en el poder. El punto: nosotros, los prisioneros de nuestros
dispositivos, estamos demasiado ocupados tragando las trivialidades
del entretenimiento emitidas en nuestros cerebros y atacándonos unos
a otros hasta que comienza un movimiento de resistencia eficaz.
• La
Matriz (The
Matrix,
1999). La historia se centra en un programador de computación,
Thomas A. Anderson, en secreto un hacker conocido
por el alias de "Neo", que comienza una búsqueda
implacable para aprender el sentido de "La Matriz",
referencias crípticas que aparecen en su computador. La búsqueda de
Neo lo conduce a Morfeo, el cual revela la verdad de que la realidad
presente no es lo que parece y de que Anderson realmente está
viviendo en el futuro, en 2199. La Humanidad está en guerra contra
la tecnología que ha tomado la forma de seres inteligentes, y Neo
realmente está viviendo en la Matriz, un mundo ilusorio, que parece
estar ambientado en el presente, destinado a mantener dócil a la
gente y bajo control. Neo pronto se une a Morfeo y sus cohortes en
una rebelión contra las máquinas que usan las tácticas de los
equipos SWAT para mantener las cosas bajo control.
• El
Informe de Minoría (Minority
Report,
2002). Basada en un cuento de Philip K. Dick y dirigida por Steven
Spielberg, la ambientación es en el año 2054 donde Pre-Crimen, una
unidad especializada de la policía, detiene a criminales antes de
que ellos puedan cometer un delito. El capitán Anderton es el jefe
del Departamento de Pre-Crimen de Washington DC que usa visiones del
futuro generadas por "pre-cogs" (humanos mutados con
capacidades precognitivas) para detener los asesinatos. Pronto
Anderton se convierte en el foco de una investigación cuando
los precogs predicen
que él cometerá un asesinato. Pero el sistema puede ser manipulado.
Esta película plantea la cuestión del peligro de la tecnología que
funciona de manera autónoma, lo que sucederá finalmente si es que
no ha ocurrido ya. Para un martillo, todo el mundo le parece un
clavo. Del mismo modo, para un computador del Estado policial, todos
nosotros parecemos sospechosos. De hecho, dentro de poco, podemos ser
meras extensiones o anexos del Estado policial, todos sospechosos en
un mundo usurpado por máquinas.
• V
de Venganza (V
for Vendetta.
2006). Esta película describe una sociedad gobernada por un gobierno
corrupto y totalitario donde todo es manejado por una abusiva policía
secreta. Un vigilante llamado V se pone una máscara y conduce una
rebelión contra el Estado. El subtexto aquí es que los regímenes
autoritarios por medio de la represión crean a sus propios enemigos
—es decir, terroristas— forzando a agentes gubernamentales y a
terroristas a un repetido ciclo de violencia. ¿Y quién está
atrapado en el medio? Los ciudadanos, por supuesto. Esta película
tiene seguidores que la consideran como un culto entre diversos
grupos políticos subterráneos, como Anonymus,
cuyos miembros llevan puesta la misma máscara de Guy Fawkes que es
usada por V.
• Hijos
de los Hombres (Children
of Men,
2006). Esta película retrata un mundo futurista sin esperanza, ya
que la especie humana ha perdido su capacidad de procrear. La
civilización ha descendido al caos y es mantenida unida por un
Estado militar y un gobierno que intenta mantener su control
totalitario sobre la población. La mayor parte de los gobiernos han
colapsado, quedando Gran Bretaña como una de las pocas sociedades
intactas restantes. Por consiguiente, millones de refugiados buscan
asilo sólo para ser acorralados y detenidos por la policía. El
suicidio es una opción viable, ya que una droga para suicidarse
llamada Quietus es
promovida en vallas publicitarias y por la televisión y los
periódicos. Pero la esperanza por un nuevo día llega cuando una
mujer queda inexplicablemente embarazada.
• La
Tierra de los Ciegos (Land
of the Blind,
2006). Esta oscura sátira política está basada en varios
incidentes históricos en los cuales gobernantes tiránicos fueron
derrocados por nuevos líderes que demostraron ser tan malos como sus
predecesores. Maximilian II es un gobernante fascista demente de una
aproblemada tierra llamada Everycountry que tiene dos intereses
principales: atormentar a sus subalternos y manejar la industria
cinematográfica de su país. Los ciudadanos que son percibidos como
cuestionadores del Estado son enviados a "campos de reeducación"
donde el concepto de la realidad que promueve el Estado es machacado
en sus cabezas. Joe, un carcelero, es emocionalmente conmovido por el
prisionero y famoso escritor Thorne, y finalmente se une a un golpe
para remover al sádico Maximilian, sustituyéndolo por Thorne. Pero
pronto Joe se encuentra puesto en la mira por el nuevo gobierno.
Todas
estas películas —y los escritores que las inspiraron—
entendieron que muchos estadounidenses, atrapados en sus Estados
partidistas, patrioteros y zombificados,
están todavía luchando para aceptar que no hay tal cosa como un
gobierno organizado para el bien de la gente. Incluso las mejores
intenciones entre aquellos que están en el gobierno inevitablemente
ceden el paso al deseo de mantener el poder y el control a toda
costa.
Finalmente,
como señalo en mi libro Battlefield
America: The War on the American People,
incluso las sonámbulas masas (que están convencidas de que todas
las cosas malas que suceden en el Estado policial —las balaceras
policiales, las palizas policiales, los allanamientos, los registros
en las carreteras que incluyen el desnudamiento— le pasan a otra
gente) tendrán que despertarse.
Tarde o
temprano, las cosas que le suceden a otras personas comenzarán a
pasarnos a nosotros y a nuestros seres queridos.
Cuando
aquella dolorosa realidad haga su ingreso, golpeará con la fuerza de
un equipo SWAT irrumpiendo por vuestra puerta, con una pistola taser
dirigida
a vuestro estómago, y un arma apuntando a vuestra cabeza. Y no habrá
ningún canal para cambiar, ninguna realidad para alterar, y ninguna
farsa fabricada tras la cual esconderse.
Como
advirtió George Orwell, "Si
usted quiere una descripción del futuro, imagine una bota
estampándose en una cara humana, para siempre".–
por
John W. Whitehead
3 de Julio de 2017
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