El
presente es uno de los textos más compartidos en la red en los
últimos años. Se trata de un texto falsamente fechado (1931) y
atribuido al mismo tiempo a Aldous Huxley y a Günther Anders,
pero que en realidad fue escrito por Serge Carfantan.
El
texto es parte de un curso sobre cinismo político, que se
inspira manifiestamente en la novela “El mejor de los
mundos” y el ensayo “Vuelta al mejor de los mundos” de
Aldous Huxley, así como en “La obsolescencia del hombre”
de Gunther Anders.
Describiendo
una nueva forma de totalitarismo, explica cómo el modelo de
sociedad consumista esclaviza al hombre moderno exaltando sus
bajos instintos. Éste, cuyos impulsos son estimulados
constantemente, no es consciente de su estado de esclavo.
Creyendo ser libre al satisfacer sus necesidades básicas, la
idea de rebelión le es desconocida.
«Para
reprimir cualquier revuelta por adelantado, no es necesario
hacerlo de una manera violenta. Métodos como los de Hitler son
anticuados. Basta con crear un condicionamiento tan
poderoso que la idea misma de rebelión no aparezca más en la
mente de los hombres. Lo ideal sería formatear
a los individuos desde
el nacimiento con el fin de limitar sus aptitudes biológicas
innatas.
Luego, se
perseguiría el condicionamiento reduciendo de manera drástica
la educación, limitándola a una forma de inserción
profesional. Un individuo inculto no tiene más que un horizonte
de pensamiento limitado, y cuanto más limitado a preocupaciones
mediocres sea su pensamiento, menos puede rebelarse.
Es
preciso asegurarse que el acceso al conocimiento se haga cada vez
más difícil y elitista. Que crezca la brecha entre la gente y
la ciencia, que la información destinada al público en general
sea anestesiada de todo contenido de carácter subversivo. Sobre
todo, nada
de filosofía.
Aquí otra vez tenemos que utilizar la persuasión y no la
violencia directa: se difundirán masivamente, vía televisión,
entretenimientos que deleiten siempre lo emocional y lo
instintivo. Ocuparemos las mentes con lo que es frívolo o
lúdico. Es bueno, con un parloteo y una música
incesante, impedir
pensar al espíritu.
Se
pondrá la sexualidad en primera línea de los intereses humanos.
Como tranquilizante social no hay nada mejor. En general, se
hará desterrar
la seriedad de
la existencia, burlándose de todo lo que tiene un alto valor,
mantener una constante apología de la ligereza, de manera que la
euforia de la publicidad se convierta en el estándar de la
felicidad humana y el modelo de la libertad.
El
condicionamiento producirá por sí mismo tal integración que el
único miedo –que será necesario mantener- será el de ser
excluido del sistema y por tanto, no ser capaz de acceder a las
condiciones necesarias para la felicidad. El hombre masa así
producido debe ser tratado como lo que es: un becerro, y debe ser
vigilado como debe serlo un rebaño. Todo lo que
permite adormecer
la lucidez es
bueno socialmente, y lo que amenazase con despertarla debe ser
ridiculizado, asfixiado, combatido.
Cualquier
doctrina que cuestione el sistema debe primero ser señalada como
subversiva y terrorista, y quienes la apoyan deberán a
continuación ser tratados como tal. Se observa, sin embargo, que
es muy fácil corromper a un individuo subversivo: basta con
ofrecerle dinero y poder.”
Serge
Carfantan
Traducción : Loquepodemoshacer.wordpress.com
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