¿Qué sentido tiene sufrir hoy, por lo que dicen que podría suceder mañana?

ELEVAR EL ESPÍRITU EN ESTE TIEMPO DE «COÑAVIRUS»

SINOPSIS: En vista de que con el cuento de la “coñapandemia” las emociones NEGATIVAS se están enseñoreando de la Tierra, me da la sensación de que el único ANTÍDOTO que tenemos a mano TODOS es conjurar de manera voluntaria la ENERGÍA de Quienes Somos Realmente.

Imagino que no hace falta ser un lince para percatarse de que el planeta ha caído preso de una red de oscuras emociones, todas destructivas. De este modo, la represión forzada al inicio de la «coñapandemia» derivó en accesos de ansiedad y en principios de cuadros de depresión en  muchos más casos de los que la gente estaría dispuesta ya no solo a admitir, sino a identificar.

Añádele a esta ecuación el miedo a caer enfermos (o incluso a palmar), la  incertidumbre de saber si vas a volver a cobrar un sueldo o no, la culpa  generada por tratar de esquivar la represión de tus vecinos y de las fuerzas armadas, etc. Y del pesimismo y la frustración generalizadas mejor ni mencionar.

Sea como fuere, el caso es que la Vida huele a pura MIERDA desde hace meses, metas donde metas la nariz. De lo cual se desprende que tenemos que aprender en tiempo récord a  EVADIRNOS del influjo de esa basura de energía donde el gobierno del gobierno quiere que nos instalemos, mascarilla en cara y cerebro en el armario, hasta más ver.

A mi entender, toda esta arquitectura de mentiras, de despiste («las medidas hoy sí, mañana puede que no»), de represión gratuita y de puro terror está siendo orquestada con un único objetivo en la retina de esa pandilla de psicoterroristas de salón. Y no es otra que la de intentar...

SEPARAR a cada uno todo lo posible de su ESPÍRITU…

y de su MISIÓN en la Tierra

Y es que solamente bajo el ala de Quienes Somos Realmente se puede comprender de verdad que este golpe de estado planetario secuencial (o alguno muy parecido) estaba de hecho preprogramado desde el principio del Juego como parte del arsenal “contra” el jugador Simultáneo a fin de convertir el desafío de la Tierra en un escenario realmente a la altura de los espíritus involucrados.  GRACIAS por tanto.

De lo cual lógicamente se desprende que nuestros Yoes Superiores nos habrían CAPACITADO a todos y cada uno de nosotros de ANTEMANO para superar con BUENA NOTA la presente situación (como de hecho llevamos haciendo con otras parecidas desde los albores de la experiencia terrestre).

Y para conseguir levantar el vuelo, en mi opinión, lo primero que necesitamos es ALEJARNOS de la murga de los medios de comunicación, por tratarse de la principal fuente de  propaganda, de basura informativa… o de emociones y energías puramente limitantes y  destructivas.

Pero ojito, que en dicha categoría también incluyo a los medios alternativos o “conspiranoicos”, toda vez que la inmensa mayoría de ellos (de los que yo consulto al menos) se pasan el puto día echando igualmente MIERDA y CULPA sobre las vidas de sus seguidores: “Ay, que te van a obligar a ponerte una vacuna”, “ay, que nos matan con el flúor y los chemtrails”, “ay, que te van a meter un microchip en el ojete”… si no salimos a liarla.

(Más sobre el asunto en una próxima entrada).

Por si no había ya bastante mierda, miedo y confusión en el ambiente los medios alternativos se unen, con su PESIMISMO recalcitrante, a la estrategia del Sistema de DESTRUCCIÓN del ÁNIMO de los espíritus simultáneos, toda vez que se limitan a anticipar estrategias o amenazas secuenciales potenciales que  podrán llevarse a cabo en un futuro nadie sabe cómo de lejano… o puede que no.

Sea como fuere ¿qué sentido tiene sufrir hoy, por lo que dicen que podría suceder mañana? Como si nuestros Yoes Superiores fueran gilipollas y acabasen de llegar.

De ahí que mi primera recomendación para sobreponerse a este ataque multibanda -vuelvo a insistir- sea desconectar de (o conectar equilibradamente si acaso con) los medios habituales de “información”. Entre otras cosas porque la propaganda hace mella en tu inconsciente por simple  repetición, lo quieras o no.

Otro ejercicio que a mí personalmente me funciona para apartarme de toda esta mierda es cerrar los ojos sin más. El que quiera llamarlo “meditar” pues que lo haga. Pero si por un casual te durmieras en el intento no te fustigues y queda tranquilo, te lo dice un experto. 

Porque dormir no es perder el tiempo en realidad. Dormir es dejar el cuerpo atrás para realizar OTRAS tareas en el astral. (A ver si os vais a pensar que la Vida se acaba aquí).

Otra forma de elevar uno su espíritu es leyendo materiales tan avanzados como encuentres (en el área de la espiritualidad, lógicamente) y con independencia del nivel real de consciencia del que disfrutes. Pero no sufras si te llega un contenido que no es para ti, porque a tu Yo Superior seguro que se le ocurre más de una manera creativa de decirte “anda y manda a tomar por culo todo esa basura secuencial”.

Y olvidaos de “verdades” o de “mentiras”. Olvidaos de etiquetas porque lo que buscáis es información que os resulte PERSONALMENTE de UTILIDAD (con independencia de lo mucho –o de lo poco- que le encaje a vuestros familiares y amigos). 

Una propuesta alegre 

Aprovechando que el otoño se nos echa encima (para mí la ALEGRÍA viste siempre de AMARILLO y además dicha emoción es la más poderosa de la Creación) no está de más salir al parque o al campo a rodearse de naturaleza y a poner tierra de por medio de tanto subnormal.  Ni comparación la energía del bosque a la de los “minions” y el cristal o el hormigón de la ciudad. Puto hormigón.

Recordad que lo que necesitamos en la presente coyuntura de depresión  generalizada, son  actividades que nos PONGAN las pilas, no que nos las consuman. Así me viene a la cabeza un refranillo de uno de los escasos amigos que me restan:

“En este mundo hay dos tipos de personas, 

los que te DAN la vida y los que te la QUITAN”.

¿Vosotros a qué tipo preferís? Pues si no eres masoca (que se cuentan por millones) te recomiendo que hagas todo lo posible por alejarte de aquellas compañías que te quitan  literalmente la vida. Como norma general adicional, pues, cuantos MENOS compromisos AJENOS indeseados tanto mejor.

Y ni se te ocurra volver a intentar evangelizar a nadie ni a entrar en debates públicos sobre la naturaleza de la “coñapandemia”, negacionista de las pelotas, porque seguro que ya te has pegado más de una vez con esa pared. Y, lo que se dice, “agradable” es bien seguro que no  fue.

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