UN PLAN PARA TI, HERMANO!
¿Ha reconocido usted lo que realmente está sucediendo?
El plan mundial de la Gran Industria Farmacéutica para
reducir la población
Es fácil distinguir las falsificaciones y los fraudes de lo genuinamente desconcertante. El primer grupo tiene todo el dinero en el mundo y un plan infalible para el futuro, mientras el resto de nosotros sigue el paso y se pelea por las exiguas migajas de sus suculentos convites mientras trata de evitar sus despiadados proyectos.
Las falsificaciones y los fraudes pretenden saber lo que realmente está
sucediendo. Si tenemos suerte, finalmente aprendemos a saber que las historias
que ellos cuentan nunca pueden resistir ser reexaminadas.
Y cuando vemos lo que está ocurriendo quedamos asombrados de que prácticamente cada uno podría ser tan estúpido como para creer en la maniobra de negligencia médica más malvada en la historia de nuestra especie.
Peor que la lobotomía, peor
que la circuncisión, los confinamientos COVID no sólo han contaminado las
personalidades de las futuras generaciones con un miedo inexplicable, sino que
han destruido la economía del mundo sobre la base de los caprichos de hombres
ricos que han decidido de una vez para siempre reducir el rebaño y poner bajo
control a individuos artificialmente creados y tecnológicamente ampliados que
persiguen exclusivamente patrones de actividad instalados antes del nacimiento
y elegidos por sus diseñadores.
Todos los demás han
virtualmente desaparecido. No se moleste en hacer sus maletas porque no hay
ninguna parte donde usted pueda ir donde ellos no puedan encontrarlo.
Tenemos sólo la penosa
evidencia del mal manejo de nuestro mundo para guiar nuestras respuestas a este
asalto sobre nuestra libertad y nuestras vidas, lo cual debemos hacer si
nuestra intención es sobrevivir.
O detenemos las mascarillas y
los confinamientos, o ellos nos paralizarán permanentemente.
Éstas son sus opciones: usted
puede rendirse y morir, o puede resistir con fuerza.
Esto es lo que pienso que está
ocurriendo...
Lo que hay que recordar es
esto: La gente más poderosa en el mundo se ha embarcado en una empresa para
eliminar grandes números de personas del mundo, lo cual ahora están haciendo
por medio de muchos métodos, pero sobre todo mediante su vacuna Frankenstein,
que convierte a la gente sana en cadáveres más pronto que lo que el médico
puede decir: "¿Ve ahora?, no era tan mala...".
Nuestras mejores naturalezas
han sido victimizadas por aquellos que no tienen una mejor naturaleza pero que
comprenden que la apelación a la mejor naturaleza de otros es un modo seguro de
conseguir que revelen las cosas que les pueden ser robadas. Eso ha arruinado el
futuro porque ahora, desde su participación casi universal en el mayor fraude
médico de todos los tiempos, ya no se puede confiar en los médicos en que "Lo
primero es no hacer daño".
La nueva clave para la salud
individual es permanecer lejos de los médicos institucionales para que ellos no
puedan encontrar un modo de matarlo a usted.
Desalmados financieros han
borrado todos los rastros del poder espiritual en el mundo, sobre todo
comprando a líderes religiosos y políticos influyentes con el fruto prohibido
disponible sólo para los muy ricos.
Están deformando vuestra mente
obligándolo a creer las mentiras que le dicen, tales como que los gérmenes
causan enfermedades, que todas las elecciones son honestas, y que hay fuerza en
la diversidad.
Las religiones no son instrumentos
para vuestra liberación sino que lo condicionan a usted para que llegue a ser
un ciudadano obediente. Hoy cuando usted se hace un ciudadano obediente está
renunciando a su vida, porque nuestros líderes siempre han sido hombres que
dirán todo lo que sus amos les dicen que digan. Son también hombres que matarán
a aquellos que se les diga sin ningún asomo de duda.
Ésta es la raza humana. Esto
es lo que antes llamábamos nuestro país. Ahora buscamos en vano una descripción
racional de la locura deliberadamente creada en que nuestro país se ha
convertido. Al hacer eso debemos encarar primero nuestra propia complicidad en
nuestro creciente desastre.
Cualquiera que tenga
conciencia debe preguntarse cómo dejamos que esto sucediera.
Es demasiado fácil decir que
fuimos engañados, que fuimos mal guiados por astutos medios judíos de
comunicación para aceptar los premios que ofrecieron por encubrir la carnicería
que hemos permitido en el mundo bajo el pretexto de liberación y libertad,
cuando el programa era realmente explotación económica y control psicológico
total
No Podemos Irnos a Casa de Nuevo
Hemos estado tan lejos de la
realidad concreta que podríamos no reconocerla si somos lo bastante afortunados
para volver allí.
Encerrados en nuestras celdas
domésticas con mascarillas en nuestras caras, nos instan a recibir una
inoculación que dicen que nos hará seguros para salir al mundo, aunque no nos
proteja de ninguna enfermedad sino sólo del gobierno.
La vacuna pone a vuestro sistema
inmunológico en contra de vuestras propias células de modo que usted perezca en
agonía, como tantos lo han hecho, todos regalos de nuestros planificadores del
mundo de la Gran Industria Farmacéutica.
Ellos tienen un plan para ti, hermano. ¡Pero tú no estás
en él!
Hemos dado al gobierno el
poder de hacer de la gente sana, gente enferma.
Hoy ya no hay ninguna
aplicación de la ley, si alguna vez la hubo. Los policías son empleados para
proteger la propiedad de los bancos, nada más. Cualquiera que se interponga en
el camino estará en el lugar equivocado en el momento incorrecto y no se
necesita decir nada más.
Todos estos acontecimientos
han dejado la libertad como algo inactivo, como una proposición hipotética,
como una causa perdida. Usted tiene la libertad de ser completamente inocente y
todavía ser asesinado por un policía.
Usted no puede ganar en el
tribunal a menos que tenga la aprobación de los poderes establecidos. Aquellos
millonarios judíos que recolectaron todo el dinero de seguros por el crimen
del 11-S tienen en su bolsillo a cada juez de la justicia
federal.
Que Dios lo
ayude si usted necesita a un médico. Es la ironía suprema de esta
perversa plandemia el que médicos desocupados en clínicas
vacías rechazaran ver a la gente realmente enferma porque esperaban ser
inundados con pacientes de COVID los que, por supuesto, nunca llegaron. El
gobernador Cuomo estaba matando ancianos tan rápido como podía, pero aun así no
pudo —y todavía no pueden— producir las cantidades o las muertes que necesitan
para convencer a cada uno de que ésta es una epidemia. La única epidemia es la
gente que muere de las vacunas experimentales y no probadas.
¿Cómo podría usted confiar en
un médico que ha consentido, total y completamente, en la repugnante
fabricación de la vacuna COVID, que no es una vacuna en absoluto sino un
dispositivo para cambiar realmente su ADN? Y en el caso improbable de que usted
sobreviva, nunca puede ser cambiado de vuelta al humano auténtico que usted
solía ser.
John Kaminski
https://editorial-streicher.blogspot.com/2021/02/john-kaminski-de-charlatanes-encierros.html
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