LOS AVISOS DEL ALMA
He pasado años buscando la manera de que esta energía pudiera influir en la gente. La belleza y el aroma de las rosas pueden ser utilizados como una medicina y los rayos del sol como alimento. La vida tiene un número infinito de formas y el deber de los científicos es encontrarlas en todas las formas de la materia. Tres cosas son esenciales en este sentido. Todo lo que hago es buscarlas. ― Nikola Tesla, entrevista realizada en 1899
Como buenos antihéroes, hace ya tiempo que dejamos de apelar
a la épica y a la espectacularidad de nuestras acciones. Muchos dirían que esto
es sentido común, y que solo se llega hasta dónde se puede llegar. Pero de lo
que me doy cuenta cuando pienso esto, es que he dejado de ser niño hace tiempo.
Cuando digo niño, no me refiero a la edad.
Me refiero al alma, porque el alma de un niño no concibe limitaciones, hasta que el mundo que le rodea le adiestra y le condiciona, a estar encajonado según unas normas de conducta y unas creencias, que se apoyan en unos valores que le van a servir para cualquier cosa, menos para pensar out of the box. Más bien para todo lo contrario.
No sé dónde se encuentra la frontera entre ser realista, y
la misma esencia infinita del alma, la cual no tiene limitaciones, prejuicios o
condicionantes, más allá de los de su propia naturaleza. Los estados y la
Corporación lo saben, por eso desde el minuto cero, tratan de conducirnos por
un sistema de educación, que trata de desvincularnos del alma y su potencial,
para todo lo que implica vivir dentro de esta placa de Petri, llamada 3D.
De nada sirve regodearnos en estos detalles que ya
conocemos, haciendo descripción del mal que nos rodea. Pero como no dedicamos
el tiempo suficiente a mirar hacia dentro, así nos va. Lo digo por mí el
primero, maestro de nada no se trata de un reproche, porque es una realidad. La
cuestión es que cada vez siento más próximo el punto de ruptura.
EL MOMENTO DE RUPTURA ES INMINENTE
Nunca me he considerado una persona con intuición, pero si
se me da bien deducir en base a detalles, a pesar de no tener la foto completa.
Cada uno tenemos un carisma y una vocación, que no tiene que ser igual a los de
los demás, y ese carisma correspondiente a nuestro fractal dentro de la
totalidad, es el que hemos de explotar como nuestra fortaleza.
Por ello cuando tratan de conducirnos de forma ajena y
extraña a nuestra vocación, el alma se rebela y no quiere pasar por el aro. Y
nuestra alma no lo hará, porque no se pliega jamás. Pero si desde nuestro
avatar, en este plano consciente, nos dejamos conducir y actuamos en contra de
nuestra vocación, estaremos viviendo en contradicción.
Y este sentimiento de contradicción que tantas veces hemos
podido experimentar, no es otra cosa que un aviso del alma para que seamos fieles
a nosotros mismos, y no al camino por el que nos quieren condicionar, para
desvincularnos de ella. De hecho este es el objetivo de esta guerra de
desgaste: desvincularnos del alma para convertirnos en ganado.
Muchos pensaréis, que de hecho ya somos ganado por el mero
hecho de existir dentro de esta granja prisión, pero yo no me aventuraría a
jugar con esta idea en mi mente, porque esa es precisamente la puerta de
entrada, de aquellas entidades que nos parasitan en multinivel. Nuestras
palabras y pensamientos, tienen mucho más poder de lo que creemos.
EL PODER CREADOR DE LA PALABRA Y EL PENSAMIENTO
Tienen mucho más poder, y por eso tratan de condicionar,
tanto manipulando el lenguaje, como conduciendo nuestros pensamientos en un
entorno limitado. Porque son conscientes de nuestra capacidad creadora, mucho
más conscientes que nosotros mismos: es un hecho. Y si son capaces de acceder a
nuestros pensamientos y a manipular el lenguaje, eso les podría dar la llave para
desvincularnos del alma.
Solo nosotros sabemos cuándo estamos realmente alineados con
nuestro interior, eso no nos lo puede decir nadie. No existe una confirmación
de libro, que te diga que estás siguiendo el camino correcto, porque hay tantos
caminos como almas. Y tu camino solamente te pertenece a ti. Tengas más o menos
conocimiento, lo que sí sabes seguro, es si estás yendo por el camino de tu
vocación, o si por el contrario, lo estás aplazando por estar mentalmente atrapado en esta 3D.
Y digo mentalmente atrapado, porque por muchas distracciones
que nos pongan delante, somos nosotros en última instancia los que elegimos
seguirlas o no. Vivir en esta realidad, o haber llegado aquí de forma
voluntaria o engañado, no tiene que implicar estar mentalmente atrapado por lo
que te rodea. Nos condiciona, porque lo hace, pero no determina.
Es por ello que te hablaba del punto de ruptura, aquel que
veo acercarse de forma inminente, sin estar 100% seguro del formato, o la
situación en la que me encuentre, pero que de llegar, llegará con total
seguridad. Eso es lo único que tengo claro: mis normas no serán las mismas por
las cuales he sido conducido.
EL VÍNCULO CON EL ALMA
La cuestión es que cada vez tengo menos miedo, y lo sé
porque hace tiempo elegí un contrato social de mínimos. Si estás en sociedad y
vives en sociedad, no puedes desentenderte de tu día a día. Todos tenemos una
vida aquí. Pero si este contrato, te fuerza de sobremanera a desvincularte del
alma, llega un momento en el que tienes que elegir.
Y si no fuera consciente de lo que hay, me costaría
muchísimo menos dejarme llevar, bien por ignorancia, miedo, o por ponerme
excusas. Pero cuando sabes que gran parte de lo que te rodea es cartón piedra,
y que hay mucho más allá de lo que se ve y de lo que se oye, caes en la cuenta
de que todo lo que hagas aquí, acepta a tu vínculo con el alma.
Te hablo de consciencia sin tener la foto completa,
porque... ¿Quién tiene la foto completa? Pregunto porque me gustaría conocerle.
No la tengo, pero lo justo para saber con certeza, que las trampas para
desviarnos de nuestra verdadera vocación y carisma, están por todas partes. La analogía de un campo de
minas, sería más que acertada.
La distracción y los cebos, están constantemente presentes y
el miedo a no tener las necesidades mínimas cubiertas. Por eso nos paramos los
pies, porque para qué vamos a negarlo: si nos han educado en la escasez y en la
dependencia, es el patrón que con mayor probabilidad iremos repitiendo en
nuestro comportamiento, a modo de freno de mano.
¿ALGO QUE PERDER?
Y esto ocurre precisamente, porque todavía sentimos que
tenemos algo que perder. Si en cambio fuésemos conscientes de lo que realmente
nos estamos jugando, no solo en nuestro nombre, sino por todos aquellos que
vienen detrás, nos daríamos cuenta que ese pan para hoy y hambre para mañana,
no es más que otro cebo para mantenernos quietos y parados.
Desaprender la escasez, para abrazar los recursos que están
dentro de nosotros mismos, para salir adelante sin miedo, no es algo para lo
que todo el mundo está preparado, por mucho nivel de consciencia que se crea
disfrutar. Con bienes y servicios que nos cubren el mínimo, jamás nos
sentiremos al límite. Ese límite bajo el cual nos sentimos obligados a
reaccionar por pura necesidad.
¿Acaso tenemos que llegar a ese límite, en el que no solo
sintamos, sino que veamos de forma real, sin dudas ni ambigüedades que no
tenemos nada que perder? ¿Tenemos que llegar ahí para reaccionar? A mí me da la
sensación que sí. Y es por eso que no contemplo, ni visualizo en un futuro
inmediato, una transición blanda.
Veo que el momento de ruptura, puede llegar en el momento más inesperado. Y por mucho que creamos estar preparados, mucho me temo
que el único recurso que nos va a servir realmente, es nuestro vínculo con el alma. De no ser así, no
invertirían tanto en pretender cortarlo. Más allá de cualquier conocimiento o
disciplina, que creamos dominar. Porque si no fuese al límite ¿Cuál sería el
cambio?
No hay comentarios:
Publicar un comentario