EL ARQUETIPO DEL HÉROE
Vivimos en un mundo en el que la tecnología se entiende como
sinónimo de progreso. Algunos seres humanos parecen confiar más en las máquinas
que en sus semejantes. No obstante, las civilizaciones jamás se han salvado con
el poder de la tecnología, sino despertando el poder interno del hombre.
¿Qué es un héroe?
Un ser humano capaz de vencer, con sus propios recursos, a sus miedos, dudas y reticencias, desarrollando valores que le motivan a actuar con sabiduría, bondad y poder.
El héroe simboliza la unión de las fuerzas celestes y
terrenas. Se sabe mortal, aunque tenga ascendencia lejana vinculada a
los dioses. El prototipo del héroe es aquel que, aun desconociendo su origen,
destaca por sus acciones. Crece por su valor personal, individual, y por su
pureza y fuerza moral y coraje a toda prueba.
Un héroe no lucha en un ejército, porque jamás obedece
órdenes. Está en constante conexión con el saber mágico y divino de la vida. Se
construye a sí mismo y no aspira a realeza ni a cargos de poder; su aspiración
está en el plano espiritual, en su propia evolución creadora. Por todo ello, es
respetado y temido por amigos y enemigos.
La gente cree que ya no necesitamos héroes. Se acepta la
distopía, las injusticias, la maldad y el discurso de una inevitable
destrucción apocalíptica con crisis generalizadas, que no solo intentan
justificarse, también normalizarse.
¡Cuidado con el derrotismo! Que sean sus planes no
significa que vaya a ocurrir.
La guerra se genera en la mente de las personas, es una
guerra de dominio psicológico. El objetivo es ese: hacerte creer que no puedes
hacer nada para evitarlo y, menos aún, para cambiarlo. Te han repetido tantas
veces que el mundo es así, que te lo has creído. No obstante, ¿es verdad? No.
En absoluto.
Dar por hecho que no vale la pena ni intentarlo, que ellos
ganarán, es negar el propio poder (nuestro héroe); es resignarnos a aceptar la
propia debilidad y derrota pensando, tonta e ingenuamente, que no hacer nada
nos exime de responsabilidades. Y esto es falso. El no hacer es una forma
pasiva o inconsciente de consentimiento. Así que cuidado.
Hay que afirmar el NO CONSENTIMIENTO desde el
reconocimiento de quién soy, desde el poder de mi corazón de héroe libre e
indómito.
No podemos pretender cambiar lo colectivo sin construir primero nuestra individualidad. El individuo tiene que fortalecerse porque es lo que empodera lo colectivo. El colectivo como masa es débil y vulnerable, porque es manipulable. Por eso reivindico el arquetipo del héroe: hemos de tomar las riendas de nuestra certeza interior, reconquistar nuestro espacio y tomar acción para forjar nuestro propio destino, guiados por la responsabilidad y la conciencia.
Y hacerlo desde la paz interior y el autocontrol. Si actuamos con
impecabilidad y contundencia a nivel individual, por resonancia, se origina una
expansión anímica positiva colectiva.
Si observamos la naturaleza a nuestro alrededor, veremos un patrón de armonía. Este conocimiento es muy antiguo. Nuestros ancestros lo sabían. Hubo un tiempo en el que vivíamos de otra manera. Existe en nosotros, ¡todavía!, la añoranza de un saber que nos hacía poderosos.
Sigue ahí, con la fuerza de una certeza que solo es posible
cuando existe un profundo sentimiento intuitivo de identidad con el Ser, esa
energía infinita que nos impregna cuando permitimos que la bondad gobierne
nuestras vidas.
Carmen Jiménez
Filóloga. Escritora. Autora de No venimos del latín y de Estamos hechos de lenguaje.
Formidable ensayo, gracias Carmen. Yo jamás me he creído un héroe o más que los demás, soy consciente de ni Don, pero sencillo como el membrillo SIEMPRE jaja. Una de las razones de vivir como así vivo, es mantener esa sencillez, siempre me dije: No dejes de crecer aguila, pero no te crezcas jamás, ya que aquel que se crece tarde o temprano DECRECE, por el contrario aquel que mantiene su sencillez y humildad nunca deja de crecer. Por lo demás me identifico plenamente con lo dicho por Carmen y me ha encantado eso de que los "héroes" no forman parte de ningun ejército YA QUE NI OBEDECEMOS ORDENES jaja no necesito que me impongan una orden ya que soy lo suficientemente responsable para saber cuando debo cumplir un DEBER, y soy yo mismo quien me lo ordeno, o me lo encomiendo, YO SOY MI CAPITAN, INCLUSO MI GENERAL pero también soy grumete, y un guerrero más, sin más.
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