¿QUÉ ES REALMENTE EL DOMO?
Interferencia: 1.
Acción y efecto de interferir. Estorbo, interrupción, intromisión, injerencia,
entorpecimiento, obstrucción. 2 Cruzar, interponer algo en el camino de una
cosa o una acción. Interceptar, obstaculizar, impedir, estorbar, entorpecer,
cruzarse. ― Diccionario RAE.
Una realidad interferida, es aquella cuyas fronteras están
cerradas. Esta es una forma material de expresarlo. La realidad es una sucesión
infinitesimal y continua de frecuencias, en la que según las condiciones del
entorno albergadas dentro de una banda concreta, se da la oportunidad para la
manifestación, viable en esas condiciones. Podemos entenderlo, como una
oportunidad de existencia, según unas condiciones que reproducen el medio que
es capaz de albergarla.
Manifestación e interferencia
Se trata de un continuo, en el que la manifestación se encuadra dentro de los tramos en los que puede darse la existencia. En un continuo, no existen fronteras o límites inducidos o creados externamente, más allá de las propiedades del entorno, que se dan en ese rango de frecuencias. Podemos entenderlo como un continuo natural, en el que no se dan fronteras artificiales.
Si en un determinado rango, se da una oportunidad de
manifestación, cuyas condiciones pueden ser aprovechadas o explotadas, más allá
del propio sentido de la existencia, es cuando se puede dar la
interferencia. Esta interferencia es la creada para aislar el entorno,
incomunicarlo del continuo de frecuencias, de forma que quede encerrado para un
fin diferenciado, más allá de la propia manifestación de la existencia.
La interferencia, es esa frontera frecuencial inducida, que
es generada artificialmente para aislar un entorno de manifestación, que se da
en un determinado rango. No se trata solamente de una barrera física, aunque
esa sea la forma más fácil para entenderlo. Al estar dentro de un continuo
espacio-tiempo, es como decodificaríamos esa interferencia: una barrera física
más allá de la cual no podemos atravesar, porque interrumpe de forma abrupta
nuestras condiciones de manifestación.
Esta barrera aislante, es una densificación artificial de
las frecuencias que de forma natural, harían de límites del rango de
manifestación. Al estar provocada de forma artificial, necesita ser mantenida
con un aporte de energía continuo para no debilitarse, y mantener las
condiciones de aislamiento estanco, evitando el natural intercambio de energía
con los paradigmas frecuenciales adyacentes.
El “famoso” domo y los paradigmas frecuenciales
Lo que conocemos como el domo, de facto, es la forma más
intuitiva que tenemos para definir el aislamiento de la realidad frecuencial,
de lo que conocemos como tercera dimensión respecto a un hipotético espacio
exterior, y que debido a su forma, justificaría la concepción esferoidal del
planeta como mero contenedor.
El mejor ejemplo de esta concepción esferoidal del domo, lo
encontramos en el Jardín de las delicias de El Bosco, cuando
el retablo se encuentra cerrado. Sin embargo, observamos que a pesar de este
domo esférico aislante, la realidad en su interior, se desarrolla sobre una
planicie.
Pero más allá de este domo aislante, que contiene encerrado
el continuo espacio-tiempo que concebimos como realidad, en un concepto
puramente material, los paradigmas frecuenciales adyacentes, siguen siendo
accesibles desde su interior. De igual forma, el paradigma frecuencial aislado
que experimentamos dentro del domo, también es accesible de fuera hacia dentro,
por parte de las entidades que se manifiestan desde otros paradigmas
frecuenciales, que no participan de las limitaciones y las barreras del avatar
vehicular del que disponemos aquí.
La no intervención, por parte de las entidades manifestadas
en realidades adyacentes, más que un respeto al libre albedrío, podría verse
como una incapacidad de intervención en el plano material, al no disponer
de un avatar que asuma el coste energético, que
requiere la manifestación en el plano que conocemos. Podemos decir que “no
estamos solos”, pero esta convivencia de percepción asimétrica y no mutualista,
por lo que sabemos hasta ahora, no nos beneficia.
Cómo acceden las entidades al interior del domo
Si bien, estas entidades a través de una canalización, que
implica una inversión energética grande en proporción a la que están
acostumbradas, pueden acceder a este compartimento estanco, este acceso es
siempre temporal y puntual, acorde a la energía que hayan sido capaces de
instrumentalizar siempre desde dentro, sirviéndose del conocimiento más o menos
sesgado del que disponemos aquí para provocar su manifestación.
Piensa en por qué a lo largo de la evolución tecnológica,
mecánica e industrial, se ha conseguido prácticamente electrificar el planeta,
y no se permite ninguna otra alternativa energética. Piensa no solo en electricidad doméstica,
sino en la verticalidad del rayo y en la ionización artificial de la atmósfera.
Piensa en por qué se fuerza una conductividad antinatural en todo el medio,
allí donde hay poblaciones humanas. Piensa en la electricidad, como un canal de
transporte para entidades desde las realidades adyacentes a esta. ¿Entiendes
por qué no nos permiten usar otro tipo de energía que no termine derivando en
consumo eléctrico?
Podemos hablar del domo, pero quedarnos sólo en el domo, es acortar nuestra
concepción interdimensional, reduciéndola a un simple plano material.
El tejido de la realidad, o código Matrix, por muy interferido que esté, nos
demuestra que incluso dentro de un espacio vectorial n-dimensional interferido,
a modo de capas de cebolla superpuestas, nos encontramos con una banda de
realidades adyacentes, sin un final aparente.
No disponemos de forma inmediata, del conocimiento necesario
para ver el código que hay detrás de nuestra realidad. Si curioseamos el código fuente de cualquier página web al
aterrizar en ella, podríamos hacer lo mismo con lo que nos rodea. Es algo que
puede decretarse desde un estado consciente, para discernir qué es lo que hay
realmente y no percibimos con nuestros cinco sentidos. Aunque nuestra
percepción sea sesgada, si somos conscientes y sabemos renunciar a lo
aprendido, podemos ver más allá del código interferido. No se trata de ver con
los ojos, se trata de saber o mejor dicho, intuir dónde estamos.
Una trampa para la mente
Por nuestra esencia primordial, participamos de más
paradigmas frecuenciales, aunque el filtro mental y perceptual de esta 3D, no
nos da un acceso directo. Es como si estuviéramos atrapados en un bucle de
limitaciones, que nos hemos puesto nosotros mismos, como condición de acceso a
este paradigma cerrado, sin poder descifrar el código fundamental que sostiene
nuestra existencia dentro de esta capa de Matrix.
Aunque existe la oportunidad de entender y manipular este
código, si no sabemos silenciar a la mente, que está especialmente diseñada
como un implante vehicular, para andar por aquí, es difícil que tengamos acceso
a esa consciencia que nos abre la puerta de la información álmica, que no es otra cosa que
la suma de todas nuestras manifestaciones, que se dan de forma simultánea, en
más paradigmas frecuenciales más allá del continuo espacio-tiempo.
Es por todo esto, que quedarnos solamente en el domo como
limitación, es una trampa calculada para seguir permaneciendo en la Matrix
n-dimensional, una vez hayamos superado esa barrera artificial, que se nos
impone como frontera.
Hasta que no
aceptemos a un nivel esencial, que estamos, o nos manifestamos en varios planos
de forma simultánea dentro y fuera de esta burbuja estanca, la percepción de
realidad cerrada, granja-prisión o cárcel planetaria, seguirá siendo el ancla
que impida que una parte de nosotros mismos, supere la experiencia que nosotros
mismos hemos elegido antes de acceder de aquí.
Lo que somos aquí, o mejor dicho, lo que manifestamos aquí y
ahora, es solo una parte de lo que somos totalmente, pero que como parte del
todo, tiene también la capacidad de restringir o expandir nuestra voluntad de
manifestación y percepción en otros paradigmas.
Recordemos: somos de dónde venimos, y lo somos
todo a la vez en todas partes.
https://www.desesperadostv.com/2024/02/que-es-realmente-el-domo.html
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