La causa de las enfermedades NO son los gérmenes
Robert Young y Andy Kaufman discuten sus hallazgos de la revolucionaria teoría de campo de Antoine Bechamp después de que examinó las células a nivel molecular y descubrió que las enfermedades y la mala salud surgen de ambientes internos ácidos y poco saludables, descubriendo fragmentos de vida granular más allá de las estructuras celulares, nucleares y de ADN que él llamó "microzimas" y que científicos como Gunther Enderlein y Marie Bleker han descubierto que tienen la capacidad de dar vida a células sanas o bacterias y levaduras de distintos tipos en ambientes ácidos, que se forman principalmente en un intento de limpiar ácidos y toxinas, y que pueden volver a la forma de células sanas después de limpiar residuos tóxicos en un ambiente alcalino adecuado, en un proceso extraordinario y fascinante hasta ahora oculto a la conciencia de la mayoría por los “germólogos” de la ciencia moderna modelada por la farmacia: el pleomorfismo.
Esto sugiere que los gérmenes son endógenos y se originan
dentro de nosotros, y no son microorganismos solitarios que existen afuera,
esperando invadir y explotar de manera oportunista nuestro bienestar en oleadas
de infección, contagio, pandemia o endemia, como les gustaría a los virólogos y
germólogos.
Al contrario, la salud y la enfermedad están determinadas
por nuestras propias acciones, pensamientos y actitudes: nuestra falta de
nutrición, ejercicio, descanso y restauración, relajación, etc., y el estrés
tóxico que recae sobre nosotros (químicos, radiación/CEM, ambiental, físico),
cada uno de los cuales produce sustancias específicas, bioefectos, lo que da
lugar, según el Dr. Young, a ambientes ácidos insalubres en nuestro interior,
hundiendo el pH de nuestros fluidos intersticial (líquido entre las células),
vascular (líquido dentro de los vasos sanguíneos) y celular (líquido dentro de
las células) a niveles peligrosos y tóxicos. Niveles muy por debajo de los
básicos óptimos que ellos y nosotros necesitamos para estar sanos y prosperar.
Un concepto verdaderamente revolucionario, capaz de revertir
todos los conceptos convencionales y militarizados de que nuestros cuerpos son
campos de batalla y semillas de guerreros hostiles, el pleomorfismo ofrece una
lente mágica a través de la cual observar la transformación de los fluidos y la
totalidad de la vida. Según Antoine Béchamp, “Nada de lo que se crea se pierde.
Nada se convierte en presa de la muerte, todo se convierte en presa de la
vida”.
Además, el Dr. Kaufman se centra en el concepto erróneo de aislamiento de virus en el que se basan los germólogos para predecir la replicación del virus. No existen pruebas de ninguno de los dos conceptos, ya que lo que empiezan llamando "aislamiento" en realidad no lo es: son incapaces de producir una forma finita específica a partir de restos de esputo o muestras de pacientes que en realidad mezclan con células Vero (células de riñón) de monos africanos enfermos), así como células fetales, suero de ternera bovina, formaldehído, antibióticos y otras sustancias químicas y toxinas.
Se
adhieren arbitrariamente a restos que contienen material genético inmiscible
(trozos de ARN o ADN encerrados en trozos de membrana celular) extraídos de las
células, y los llaman "virus" que luego secuencian genéticamente
utilizando procesos de amplificación como la PCR defectuosa. De ninguna manera,
científica, lógica, razonable o de otra manera, pueden decir que extrajeron un
virus específico del esputo de un paciente después de someterlo a este proceso
de creación de miasmas, como explica el Dr. Kaufman, y que sólo resulta, según
el Dr. Young, en un “brebaje de Frankenstein lleno de elementos anatómicos
aleatorios”.
Gracias a la presentación detallada y variada de los dos médicos, este panel de campo ofrece un punto de inflexión en la comprensión pública de la salud y la enfermedad, que hasta ahora ha sido secuestrada por virólogos y fabricantes de vacunas que apoyan un paradigma enfermizo impulsado por las ganancias de las grandes empresas.
Pharma, que, bajo la égida de los
depredadores y abusadores de poder en la OMS y el FEM, y los gobiernos del
mundo que se doblegan ante ellos, se ha estancado aferrándose para siempre a su
inaceptable y absurda maleta de pandemia.
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