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29.5.25

Hemos de conectar con esa intuición que rechaza la enfermedad de nuestra sociedad

ESTA DISTOPÍA NUNCA SERÍA ACEPTADA

… SIN UN ADOCTRINAMIENTO EXHAUSTIVO

No soy una persona políticamente compleja. Creo que el genocidio es malo. Creo que la paz es buena. No creo que nadie deba luchar por sobrevivir en una civilización capaz de proveer para todos. Creo que deberíamos intentar preservar la biosfera de la que todos dependemos para sobrevivir.

Para mí, estas son posturas obvias y de sentido común, tan poco destacables ni profundas como creer que debería abstenerme de golpearme el pezón con la puerta de un coche. No creo que estas opiniones deban marginarme políticamente. No creo que deban hacer que se me considere una especie de radical. No es descabellado que yo tenga estas opiniones, lo que sí es descabellado es que los demás no las tengan.

Pero ese es el tipo de sociedad en la que nos encontramos hoy. Lo obvio se presenta como algo extraño, mientras que lo extraño se presenta como algo obvio. La salud se presenta como una enfermedad, mientras que la enfermedad se presenta como una salud. Lo moderado se presenta como un extremismo, mientras que el extremismo se presenta como moderado.

Vivimos en una distopía retorcida y retrógrada donde todo es lo contrario de lo que debería ser, y estamos condicionados a pensar que es normal y aceptable. Solo cuando comprendes algo, miras a tu alrededor y te das cuenta de que vives en la pesadilla de un loco. Hasta entonces, pasas el tiempo aquí pensando, hablando, votando y comportándote como si el demencial statu quo en el que vivimos fuera la realidad moderada y esperada

Durante toda nuestra vida nos han enseñado a creer que este infierno es la situación saludable y esperada para nuestra especie. Nuestros padres y maestros nos dicen que es normal que las cosas sean así. Nuestros expertos y políticos nos aseguran que no hay otra manera de ser y que vivimos bajo el mejor sistema posible. 

Gran parte de ello se debe a crecer en una sociedad enferma desde mucho antes de nacer, a ser criado y educado por personas que también crecieron en una sociedad enferma desde mucho antes de nacer. Llegamos aquí, sin saber nada, y luego los mayores nos enseñan sobre guerra, dinero, trabajos y política, y nos aseguran que nuestra reacción inicial de horror ante lo que aprendemos es simplemente ingenuidad inmadura ante algo bueno y normal.

Si alguna vez has tenido la desgracia de tener que explicarle la guerra a un niño, sabes lo desquiciada que parece esta civilización desde una perspectiva nueva. Nunca he tenido que explicarle el genocidio de Gaza a un niño pequeño, pero estoy seguro de que le causaría aún más conmoción y dolor. Los niños tienen una repulsión natural y sana hacia estas cosas, y solo mediante un adoctrinamiento constante podemos manipular sus mentes para que las vean como algo normal.

Se necesita mucha educación para volvernos tan estúpidos. Nuestras mentes requieren un entrenamiento intenso para aceptar esta horrible distopía como la norma básica. Por eso el imperio bajo el que vivimos tiene la maquinaria de propaganda doméstica más sofisticada que jamás haya existido.

Para tener claridad, necesitamos aprender a mirar con nuevos ojos. Ojos nuevos. Ojos que no han sido educados para superar su sano impulso inicial de llorar por lo que hacemos y cómo vivimos aquí. Necesitamos conectar con esa intuición interior que rechaza la enfermedad de nuestra sociedad como si la conociera por primera vez.

Aprender a afrontar la vida con nuevos ojos a cada instante es, en cualquier caso, una buena práctica; hace que vivir sea mucho más placentero y hermoso, y nos ayuda a actuar con mucha más sabiduría, ya que no reaccionamos constantemente a viejos patrones y expectativas en un mundo en constante cambio.

Pero, como ventaja adicional, también reduce la tolerancia que hemos desarrollado ante la locura retrógrada de este imperio bajo el que vivimos.

Cuanto menos saludable te parezca esta civilización, más saludable te estás volviendo. Todo en esta pesadilla parece espantoso a simple vista.

caitlinjohnstone

https://www.verdadypaciencia.com/2025/05/esta-distopia-nunca-seria-aceptada-sin-un-adoctrinamiento-exhaustivo.html  

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