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2.6.25

Elegimos la continuidad. Elegimos asegurarnos que la humanidad continúe

LA FILOSOFÍA QUE FALTABA...         

... Por qué la supervivencia de la humanidad siempre estuvo en riesgo, hasta ahora  

Si nada de nosotros perdura, no es nuestro futuro. Esta simple verdad debería haber guiado cada plan, cada sistema, cada visión para la humanidad.

Sin embargo, en un mundo obsesionado con la continuidad (de los datos, la infraestructura, los gobiernos y las cadenas de suministro), nadie planificó nuestra continuidad.

No en la política. No en el discurso público. No como una prioridad global.

El término "continuidad humana" ni siquiera entró en nuestro léxico. Esto no es solo un descuido. Es una revelación.

Cada momento transformador de la historia, cada movimiento, bueno o malo, tenía una filosofía que lo guiaba.

¿Humanidad? No hemos tenido ninguno. Hasta ahora.

Las advertencias que ignoramos

No estábamos del todo despistados. El siglo XX nos dio vislumbres de lo que estaba en juego.

George Orwell advirtió sobre un mundo en el que la verdad y el lenguaje podían ser utilizados como armas. Aldous Huxley previó un futuro en el que la comodidad y la distracción nos harían cómplices de nuestro propio borrado. Ambos vieron sistemas, no cataclismos, que podrían despojar a los seres humanos de lo que significa ser humano.

Más allá de la ficción, las culturas indígenas de todo el mundo vivían según filosofías de memoria intergeneracional. Veneraban a los antepasados, planeaban a los descendientes y trataban la continuidad como algo sagrado.

Pero estas advertencias y sabidurías nunca se unieron.

Los filósofos se alojaban en torres de marfil. Los conocimientos indígenas seguían estando marginados. Las historias distópicas se quedaron en las estanterías.

Los fragmentos nunca se convirtieron en un todo.

Lo que necesitábamos, lo que todavía necesitamos, es una filosofía que nos uniera en una sola tarea urgente: proteger la continuidad humana.

Eso es lo que ofrece el continuismo.

Cada movimiento tenía una filosofía. ¿Por qué no lo hicimos?

Echa un vistazo a la historia:

La Ilustración tenía un humanismo liberal. El comunismo tenía el marxismo. Los derechos civiles tenían justicia y no violencia. La tecnocracia tiene transhumanismo, largoplacismo y aceleracionismo.

Pero para aquellos de nosotros que simplemente queremos seguir siendo humanos, vivir libremente, preservar lo que importa, no hemos tenido nada.

Sin marco. Sin pancarta. Solo instintos, consignas y protestas fugaces que estallan y se desvanecen.

Hemos estado luchando sin un mapa, sintiendo la amenaza pero sin las palabras para nombrarla.

El continuismo cambia eso. No es una ideología rígida ni un decreto de arriba hacia abajo. Es una visión del mundo, una lente para ver el patrón, para entender lo que está en juego, para unir a las personas más allá de las divisiones.

Ni a la izquierda ni a la derecha. Ni urbanos ni rurales. Ni jóvenes ni viejos.

Simplemente humano.

Los sistemas tenían planes. La humanidad no lo hizo.

La continuidad es una práctica estándar para los sistemas.

Los militares tienen protocolos. Las empresas tienen planes de riesgo. Los ingenieros tienen redundancias.

Pero, ¿dónde estaba el plan para nosotros, para la memoria, el significado, la cultura, la familia, el idioma, el espíritu?

¿Por qué había copias de seguridad para los datos y las redes eléctricas, pero ninguna para la esencia de la humanidad?

La respuesta es tajante: nuestra continuidad no solo se descuidó, sino que se socavó.

Aquellos que se atrevieron a defenderla, ya sea por instinto o intelecto, se enfrentaron a las consecuencias. Fueron silenciados, desacreditados o etiquetados como atrasados, peligrosos o extremos.

¿Por qué? Porque la continuidad humana amenaza el orden emergente. No porque esté mal, sino porque es incontrolable.

¿Por qué nunca se nombró?

¿Por qué ningún pensador importante articuló esta brecha? ¿Por qué no se debatió en las universidades, no fue amplificado por los editores o se defendió en TED?

Porque nombrar la continuidad humana como una prioridad plantea preguntas peligrosas:

  • ¿Qué nos están haciendo?
  • ¿Quién está dando forma a nuestro futuro?
  • ¿Con qué autoridad?

Una vez que se preguntan esto, la maquinaria de control (identificaciones digitales, ciudades inteligentes, gobernanza de IA, "empujones" conductuales, Net Zero) se revela como lo que es: Un sistema coordinado para borrar la agencia humana, encubierto en el progreso, vendido como seguridad y reforzado a través del miedo.

Continuismo: Un camino hacia la claridad

El continuismo no tiene que ver con el control. Se trata de la libertad.

No queremos gobernarte, actualizarte ni administrarte.

Queremos que prosperes. Queremos que tus hijos hereden algo significativo. Queremos que la historia de la humanidad perdure.

El continuismo no es anti-progreso. Abarca la tecnología, la innovación y el descubrimiento, pero en nuestros términos, no en los de los tecnócratas que ven a los humanos como problemas a resolver.

Es una filosofía de:

  • Memoria, significado y agencia.
  • Claridad sobre lo que está en juego.
  • Un marco para que la gente se organice, sin guardianes.
  • Un estandarte para que todo ser humano lo lleve.

Esto no es rebelión. No es rabia. Es el acto tranquilo y urgente de continuar.

Sin una filosofía, perderemos

El instinto por sí solo no ganará esta pelea.

El otro lado está organizado. Están ideológicamente unificados, coordinados globalmente e implacables.

Sin nuestra propia claridad, perderemos, no porque estemos equivocados, sino porque no estamos preparados.

El continuismo es nuestro primer paso. No es toda la respuesta, pero es la base.

Nombra lo que importa y podrás protegerlo. Ve el patrón, y no puedes dejar de verlo. Date cuenta de que no estás solo y comienzas a ganar.

El Movimiento para Asegurar la Humanidad Continúa

Para proteger la continuidad humana, primero debemos redefinir la lucha en la que estamos.

Necesitamos un cambio masivo en la forma en que pensamos sobre esta lucha. El continuismo no es solo un movimiento de libertad, un movimiento por la verdad o un movimiento de derechos humanos, es más grande que eso. Es el movimiento para asegurar que la humanidad continúe.

Este es el corazón de nuestra misión. Todo esfuerzo por preservar la cultura, defender la agencia o resistir a los sistemas deshumanizantes es parte de un propósito singular y profundo: llevar adelante la historia de la humanidad, nuestros recuerdos, nuestros valores, nuestra esencia. Es una visión audaz, y puede parecer desalentadora para algunos. Puedes centrarte en un tema (la libertad de expresión, la privacidad o el patrimonio cultural) y eso es crucial. Pero llamémoslo por lo que es: cada acción que tomes, sin importar cuán específica sea, está ayudando a garantizar la supervivencia de la humanidad. Al nombrar esta verdad, unimos nuestros esfuerzos bajo un propósito compartido, dando fuerza y claridad a cada voz en este movimiento.

El futuro es nuestro para moldearlo

El continuismo es un comienzo. Esta filosofía, este movimiento, nuestro sitio web, es un trabajo en progreso. Evolucionará a medida que otros se unan.

Pero el silencio se rompe. Se nombra la idea que falta.

Elegimos la comprensión. Nosotros elegimos la continuidad. Elegimos asegurarnos de que la humanidad continúe.

Esto es el continuismo. La lucha por el futuro de la humanidad comienza aquí.

David Fleming

Únete a nosotros.

Visite www.continuism.org para ayudar a garantizar que la historia de la humanidad perdure.

https://dfleming.substack.com/p/the-philosophy-that-was-missing

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