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10.10.25

La pregunta es: ¿estamos preparados para la caída de lo viejo y el auge de lo nuevo?

LOS TIEMPOS ESTÁN CAMBIANDO

Los tiempos están cambiando. Y no todos están preparados para el otoño.

Así como las hojas liberan las ramas que una vez las nutrían, también nosotros estamos presenciando la liberación de viejos sistemas y de aquellos que se aferraron demasiado a ellos.

La naturaleza no se disculpa por sus ciclos. Cuando algo ya no sirve al conjunto, debe regresar a la tierra para alimentar lo que viene después.

Observamos cómo líderes, una vez en lo alto del dosel, comienzan a caer: jefes de policía, políticos, senadores, congresistas…  renuncian, enfrentan escrutinio o son juzgados por decisiones que estuvieron enterradas durante mucho tiempo bajo el mantillo del tiempo.

Y no son solo los pasillos del gobierno los que tiemblan. La atención se centra ahora en el mundo de la riqueza y la fama, donde celebridades, directores ejecutivos y quienes una vez moldearon la cultura desde detrás de sus cortinas de terciopelo también están dimitiendo, siendo llamados a declarar o destituidos discretamente de sus tronos. Sus salidas resuenan en las salas de juntas y los estudios por igual, como si el gran árbol de la sociedad se desprendiera de sus ramas más altas, incapaz ya de soportar el peso del exceso y la ilusión.

Para algunos, es exposición. Para otros, quizás, redención: la oportunidad de alejarse antes de que el viento arrecie. Sea como sea, la limpieza está en marcha.

Una luz se proyecta en la oscuridad creciente de la temporada, iluminando la podredumbre que ha persistido demasiado tiempo entre las raíces. Sin embargo, en esa misma luz, pequeños brotes verdes ya se agitan bajo las hojas caídas. Este es el ritmo de la renovación, en el mundo de abajo y en los cielos de arriba.

Un nuevo objeto en los cielos

Sobre nosotros, un nuevo visitante celestial se desplaza por el firmamento. Algunos lo llaman 3I Atlas, un misterioso viajero que refleja la luz solar, pero no revela mucho más. Con todos nuestros telescopios avanzados y ojos en órbita, ¿por qué se mantiene oculta su imagen?

Quizás sea coincidencia, que a partir de septiembre de 2025, la NASA se haya envuelto aún más en el manto de la seguridad nacional. Inteligencia, contrainteligencia, investigaciones: palabras que ahora definen lo que una vez fue la ventana pública de la humanidad hacia las estrellas.

Por orden ejecutiva, la NASA ha desplazado su atención hacia la defensa nacional, eliminando a sus empleados de la representación sindical y sometiendo los descubrimientos a un control más estricto. ¿Qué nuevas verdades podrían considerarse ahora "demasiado sensibles" para la mirada colectiva? ¿Y qué no se nos podría mostrar, no solo sobre el cosmos, sino sobre nosotros mismos?

Más allá del silencio, historias y visiones recorren la conciencia humana. Los videntes remotos han descrito a 3I Atlas como "arrastrado", guiado, no a la deriva en el espacio. Algunos lo ven como una nave vacía, pero con vida, una nave imbuida de consciencia, aquí para ayudar al despertar de la humanidad a través de frecuencias más elevadas. Otros advierten que podría ser un elemento de una gran ilusión, la pieza central de una invasión de "bandera falsa" pronosticada desde hace tiempo.

Pero a medida que transcurren las semanas, cada vez más almas sienten su presencia, no como una amenaza, sino como un heraldo. Una señal de renovación. Un mensajero consciente que se mueve en armonía con el cambio que se avecina, animándonos a superar el miedo y abrir nuestros corazones a la transformación.

Porque al final, lo que más importa no es qué es el objeto, sino lo que creemos que es.   ¿Estamos alimentando la frecuencia del miedo o nutriendo la vibración de la oportunidad, la misma energía que alimenta esos nuevos brotes tras la caída?

La temporada de muda

El cambio, al parecer, desciende desde todas las direcciones: política, planetaria, personal. Nuestro clima, nuestras guerras, nuestra forma de pensar, todo tiembla al borde de la transformación.

La pregunta sigue siendo: ¿estamos preparados para la caída de lo viejo y el auge de lo nuevo?
Porque la caída no es un fracaso. Es un cambio inevitable, una rendición. Es el desapego y la limpieza sagrados lo que posibilita el renacimiento y el nuevo crecimiento.

Reflexión de cierre 

El cambio rara vez pide permiso. Llega como el otoño: inesperado, impresionante y necesario.
Cada hoja que cae es un susurro del universo que nos recuerda: nada muere realmente, solo se transforma.

Los árboles no lloran sus hojas. Confían en la renovación que les sigue.

Así que, mientras los viejos sistemas se derrumban y los velos se levantan, recordemos que el otoño no es el final. Es la limpieza que da paso a la primavera.

Y aquí hay un recordatorio de Bette Midler...

Sólo recuerda que en el invierno,
muy por debajo de las amargas nieves,
yace la semilla que con el amor del sol,
en la primavera se convierte en la rosa.

Reverenda Kat Carroll

https://prepareforchange.net/2025/10/09/the-times-they-are-achanging/

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