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22.4.24

Es verlo todo desde arriba, siendo consciente de todo lo que se está dando a la vez

LOS RENEGADOS DE LA LUZ               

Desestabilizadores de sistemas

Representas al grupo de luz renegado y has aceptado regresar al planeta. Estás en una misión como miembro de la Familia de la Luz. Has encarnado en este planeta como entrenamiento para hacer tu trabajo: llevar tu frecuencia a sistemas que tienen una frecuencia de luz limitada. Si tuvieran que imprimir una tarjeta de presentación para ti, cuando tengas plena consciencia de tu identidad, ésta diría algo así: 

Miembro Renegado de la Familia de la Luz. Desestabilizador de sistemas. Disponible para alterar sistemas de conciencia dentro del universo de libre albedrío.— Mensajeros del Alba, Barbara Marciniak 

Empezaremos a revisar este contenido haciendo uso del discernimiento para evitar posibles contaminaciones por interferencia. A estas alturas del juego, ya somos conscientes de que todo material canalizado o filtrado por entidades exógenas, de las cuales no tenemos conocimiento previo, es susceptible de interferencia y, como tal, fuente de falsa información mezclada con información auténtica.

De forma que nos veamos obligados a hacer uso de nuestra capacidad de discernimiento, enfocándonos siempre en el origen primordial.

Lo peligroso del material canalizado, es que siempre cumple el patrón de satisfacción del ego de aquel que recibe la información. Y si bien "Mensajeros del Alba" puede ser considerado, como una obra maestra dentro del mundo de la consciencia, no está exento de cumplir con este patrón de satisfacción del ego. Al publicar esta información, de forma que pueda ser viralizada, debe adecuarse al contexto correcto o al menos revisado, para que seamos capaces de tomar la información verdaderamente útil.

El uso de la palabra "renegado" marca dentro del propio lenguaje, unas barreras y restricciones que someten a la dualidad de la tercera dimensión el propio concepto, de forma que nos limita en el entendimiento. Sabiendo esto, lo importante es que podamos entendernos en el contexto adecuado, y siendo conscientes de la interferencia, podamos trascenderla para hacer uso de la verdadera información.

Cuando te quedas en la misión de vida

Si bien ya hemos tratado con anterioridad el tema de la misión de vida, el libre albedrío y la focalización necesaria de nuestros actos, voluntad y pensamiento desde el origen primordial, nunca está de más mantener un estado de guardia. Ante la tentación de la reactividad que sigue ubicándonos en un marco de dualidad, debemos superar en nuestro pensamiento una guerra entre dos facciones. Podemos entenderlo como tal, pero ya sabemos que en un infinito dimensional, más allá del espacio y del tiempo, no solamente se trata de una pelea entre buenos y malos.

Nuestra percepción ordinaria así nos condiciona, así como el implante de la mente, al que consideramos como una herramienta vehicular de supervivencia y desarrollo, que conjuntamente con el instinto nos permite desenvolvernos por esta tercera dimensión. Más allá de una misión con un sentido polarizado, hemos de verlo como la mera experiencia de la que hemos elegido participar, no para salvarlos a todos, ya que esto supondría la incapacitación del resto y de su libre albedrío en contraste a nuestros actos, sino para asimilar nosotros mismos esta experiencia e incorporarla o saber cómo enmarcarla dentro de nuestra naturaleza primordial.

No se trata de descubrir quién fuiste en una vida anterior, a qué familia de luz original perteneces o a qué dimensiones fuiste capaz de trascender. Si estás aquí y ahora, esa fue la opción que tomaste, asumiendo el velo y la interferencia que debías superar, para manifestar el total de tus capacidades dentro de este entorno de tercera dimensión. No le des más vueltas, porque aquí ninguno parecemos superhéroes.

La grandiosidad del heroísmo y la épica, no dejan de ser expresiones del ego mal entendidas, cuando de la propia manifestación se trata. Queremos estar seguros, o mejor dicho: somos capaces de justificar prácticamente cualquier cosa, en función de que nos cuadre el dibujo. El tema es que, según nuestra propia evolución dentro de este periodo, somos mutables en conciencia. No pensamos lo mismo que pensábamos, por ejemplo, cuando teníamos 16 años. ¿Acaso nuestra manifestación dentro de esta experiencia, es errática solamente por el mero hecho de que nos convertimos en adultos?

¿Vidas pasadas? Estás aquí y ahora

La mente se queda pequeña, la madurez aquí no es tal, y como ya hemos confirmado alguna vez: aquí no venimos a aprender, venimos por la experiencia, porque lo que entendemos por aprender, es recordar lo que ya sabe el alma. La experiencia consiste, en manifestar ese saber del alma en cualquier tipo de paradigma, ecosistema, densidad, situación, allá donde exista esa necesidad o ese llamado, o ese desequilibrio, o esa vocación. Los motivos son tan numerosos como las almas.

Si me preguntas, qué es lo que pienso realmente acerca de las misiones de vida, te responderé que eso es un contrato kármico, que has decidido asumir en algún momento. No es lo mismo actuar según una deuda, que encarnar o mejor dicho, manifestarse allí donde es necesaria tu intervención, porque previamente has evaluado que tu intervención, puede ser necesaria para equilibrar la situación, o bien garantizar el libre albedrío.

La idea romántica de salvar el mundo que tenía cuando estaba en la universidad, llevada al extremo y con poder, puede llegar a confundirse con un régimen dictatorial. Y si te das cuenta, si tu motivación es salvar a alguien que no tiene los medios para salvarse a sí mismo, le estás impidiendo la oportunidad de evolucionar, y por ende, de ejercer su libre albedrío.

Si caes en la cuenta, de que cada uno somos responsables de nuestra situación, y que la idea autoimpuesta de víctima, no es más que un engaño de la mente, de asumir voluntariamente una intervención, esta debe ser sutil. Una intervención, siempre encaminada a que sea el propio individuo, el que tome sus propias decisiones. No puedes salvar a nadie, somos nosotros los que nos salvamos a nosotros mismos. No es lo mismo una capacitación, que hacerle el trabajo a otro, que debería hacer por sí mismo.

Saber el camino vs. Andar el camino

La palabra "renegado" siempre me ha llamado bastante la atención, empezando porque es algo que me llamaban los profesores, ya que siempre les discutía. Ahora lo recuerdo como algo anecdótico, pero si me doy cuenta, muy pocas veces yo me daba por satisfecho con las explicaciones, los castigos, las consecuencias que me aplicaban a mí, en contraste con el resto. Era como si siempre lo tuviera todo en contra: en el colegio, en el instituto, en la familia, en el trabajo…

Esto es muy personal. Obviamente, hay muchas personas mucho más inteligentes que yo, que son más dúctiles, que tienen más mano izquierda, que tienen mejores habilidades sociales o capacidad de negociación. A muchas de estas personas les va mejor que a mí económicamente, profesionalmente, en la familia o en la pareja. Pero, ¿a mí eso qué me quiere decir? Que están pagando un precio de adaptación, renunciando a una parte de sí mismos, para poder manejarse dentro de un escenario.

Y es ahí, justo donde me viene a la mente una de mis citas preferidas, que ya me has oído alguna vez por aquí: "No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma" (Jiddu Krishnamurti). Para mí, el mero hecho de haber aceptado todos los filtros de entrada para poder acceder a este entorno, a venir a hacer, o a manifestar, lo que sea que yo haya venido a manifestar, es un precio al que no quiero añadir más renuncias, deudas o contratos.

Asumo que en una parte puedo estar equivocado y yo mismo puedo estar cayendo en los anzuelos de la trampa del ego. Lo asumo y lo acepto, de igual forma que asumo la interferencia implícita por condición, que supone el estar navegando por aquí en lo que conocemos como la tercera dimensión.

Lo que has venido a manifestar

Pero no por ello, voy a renunciar a aquello, que forma parte de mí, y que me funciona… y que por más que veo, que abrasa y fricciona contra el entorno que me rodea, en la mayoría de las ocasiones, es precisamente la parte que hace que se salve la situación, se recupere el equilibrio, y se pueda volver a avanzar. Quizás esa sea mi intervención necesaria. Quizás esa sea mi parte.

Tendemos a mirar las cosas con ojos demasiado pequeños, basados en el materialismo que nos rodea. No somos realmente conscientes de las implicaciones de nuestras decisiones en lo pequeño y en lo grande, porque para el alma no existe diferencia entre pequeño y grande. Esto es así porque el alma, en su totalidad como fractal primordial, goza de la visión en conjunto.

Mientras que nuestra manifestación aquí se encuentra sesgada por la perspectiva y las circunstancias, y nos vemos obligados a desarrollar, a aprender y por ende, a recordar esa visión en conjunto que es otra de las que yo llamaría manifestaciones del alma, con la creatividad o la empatía, esa capacidad de visión en conjunto, solamente se puede tener cuando se conocen todos los elementos que forman parte del tablero de juego.

Es verlo todo desde arriba, siendo consciente de todo lo que se está dando a la vez, de forma simultánea. En lugar de estar centrado en el movimiento de una sola pieza, abordas tus decisiones de una manera más estratégica, más sutil y menos directa, porque sabes evaluar situaciones y escenarios, y conoces las consecuencias de las acciones a pequeña y gran escala, y por ende, dejas que el libre albedrío haga su función.

Las acciones solo tienen valor si salen de uno mismo.

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Artículo inspirado en el video-programa: La Familia de Luz, Wanderers o Errantes: Misión, Origen, Propósito, y Número de ellos en la Tierra, por Fran Parejo, de Un Salto Quántico.

https://www.desesperadostv.com/2024/04/los-renegados-de-la-luz.html

1 comentario:

  1. CARTA A LOS MUERTOS "DE MÁS" https://anunnakibot.blogspot.com/2024/03/anunnakibot-carta-abierta-los-muertos.html

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