26.9.13

Negar los indudables peligros que nos acechan no los hace desaparecer. Por el contrario, solo conociéndolos por anticipado podemos prepararnos para lograr nuestro equilibrio entre ambos.

UNIENDO LOS OPUESTOS PARA CREAR LA NUEVA REALIDAD

Esta vez no se trata de buscar a Wally… A quien hay que buscar es a Wallenda. Pero no a cualquier Wallenda de los Flyers Wallenda, no… Hay que buscar, en las fotos, al funambulista Nik Wallenda. Apenas un pequeño punto cruzando, sobre un cable, las cataratas del Niágara… Una vez hayas conseguido localizar a Nik Wallenda, entonces, y solo entonces, puedes seguir adelante con el post

El ser humano que ha despertado y está en la vanguardia hoy tiene la profunda responsabilidad de ser un pionero evolutivo, de ser alguien que está viviendo literalmente en este lugar entre el presente y el futuro.

Andrew Cohen

LA MEJOR FORMA DE PREDECIR EL FUTURO ES CREARLO

Un objetivo CASI imposible

Desde su nacimiento, este blog tuvo un objetivo. Se proponía tratar de descubrir qué es Lo Que Podemos Hacer. O sea, qué es lo que podemos hacer en una circunstancia tan extrema como la que estamos afrontando como humanidad. Ese era el punto del que el blog partía. La asunción básica que lo propulsaba era la certeza de estar viviendo un momento especialmente crítico… en el que grandes oportunidades y grandes peligros se cernían a nuestro alrededor.


Definir un objetivo es lo primero que se ha de establecer, para conseguir que cada uno de los movimientos que han de perfilarse a continuación, sean definidos con exactitud, a partir de un primer corte: los movimientos que nos aproximan a la meta y los que nos alejan de ella.


Con cada paso que el blog ha ido dando hacia delante, el objetivo se ha ido volviendo más nítido. Y la vista panorámica de la situación se ha ido ampliando, permitiéndonos ver hacia dónde nos estamos dirigiendo. Ese caminar y ese avance es posible, gracias a que, desde la perspectiva global que la visión panorámica permite, sabemos que muchos estamos trabajando conjuntamente en el Plan Global.


Nuestro objetivo se llama Evolución. Como se puede apreciar, no es un objetivo modesto, precisamente… Pero no vemos más posibilidades. Se trata de una cuestión de TODO O NADA.


A la vista de que no hay retroceso posible (el puente hacia el pasado se desmorona conforme avanzamos) la elección es simple: evolucionar o desaparecer. De ahí nuestra necesidad de impulsar la evolución de la consciencia y de la cultura. Nos sentimos responsables de conducir a la humanidad hacia el futuro… 


Los que lo perseguimos y promovemos nos podemos llamar de varias maneras. En un sentido más amplio, nos identificamos, por ejemplo como, Héroes, y en un sentido más específico, nos llamaremos, por ejemplo, Evolucionarios.


Es bueno poner un nombre a las cosas porque, como muy bien dice el poeta  Czeslaw Milosz:  Lo que se nombra adquiere fuerza, lo que no se nombra deja de existir… Sí, tenemos que dar nombre a lo que queremos traer a manifestación.

Si nos fijamos solo en las apariencias, diremos que es en un objetivo CASI IMPOSIBLE. Pero la apariencia de las cosas solo es una parte de la totalidad. Además, la diferencia entre algo IMPOSIBLE y algo CASI IMPOSIBLE es abismal.

Fundamentalmente supone que tenemos que crear un cambio extraordinario en nuestras mentes, que nos permita una metamorfosis radical.

Conseguir el objetivo implica contagiar, a un número suficiente de personas, la pasión que nos mueve…

  

20.9.13

Soltar todas las referencias preestablecidas y todos los sistema de creencias

VIVIR PARA VIVIR:  EL PODER DE SOLTAR

El proceso consciencial del ser humano alcanza un punto culminante cuando se comprende, asume e interioriza el “Poder de Soltar”.

“Soltar” es algo desconcertante para la mente e inaceptable para el ego. Por eso, muchas personas que sienten hoy la necesidad de soltar, lo experimentan y contemplan como un reto casi imposible. Pero no es así. Lo cierto es que soltar es lo natural y lo que emana espontáneamente del interior en un determinado momento de la evolución espiritual. Y nuestro “verdadero ser” lo exige con claridad cuando se llega a ese estadio concreto del devenir consciencial.

Por eso, para soltar, basta con fluir y dejarse llevar por lo que brota de nuestro interior más hondo y sagrado. Se comprende entonces desde el Corazón que ya no queda otra opción que desapegarse. Desapegarse y vaciarse de todo. Incluso de uno mismo y del enorme peso que nos mantiene atados a una realidad que no es más que un sueño aplastaste, una colosal Matrix, que nos vuelve cadáveres vivientes –muertos que entierran a sus muertos- que se sueñan viviendo y se sepultan a sí mismos en el “tener que”, el “deber de”, el “yo quiero”…

Soltar… Soltar todas las referencias preestablecidas y todos los sistema de creencias; soltar conceptos y esquemas mentales; soltar imágenes y formas; soltar la ilusión de que somos espirituales por aferramos a la idea de la espiritualidad; soltar la cruz y la vela, el incienso y el padre nuestro; soltar las palabras que nos atan al rezo a un Dios exterior y ficticiamente separado de nosotros mismos; soltar guías, canalizadores y maestros, sobre todo maestros; soltar templos costosos que albergan la salvación; y soltar prácticas y cultos farragosos que nos muestran un “camino” predefinido por otros para acercarnos a ese Dios pretendidamente distante.

Soltarnos… Soltarnos de la gran mentira de que precisamos de un trabajo y unos ingresos para poder “vivir” (con cuánta frecuencia se confunde “vivir” con “sobrevivir”, que es lo que se hace en la Matrix); soltarnos de la ilusión de que necesitamos una pareja, una familia o unos amigos para ser felices; soltarnos de las inercias, comodidades y protecciones con las que nos hemos apresado a nosotros mismos en la “cárcel de máxima seguridad” de nuestros miedos; soltarnos de toda la película que nos han pintado desde el comienzo de nuestros tiempos, convirtiéndonos en marionetas de un titiritero; soltarnos de todos los cuentos que nos contaron y nos siguen contando .

Soltar… Soltar todo lo que provoca resistencia: mientras haya resistencia, no podrás fluir; soltar cualquier tipo de lucha: si sigues empeñado en luchar contra algo, contra lo que sea, no podrás crear; soltar cualquier clase de miedo: en tanto haya miedo en tu vida, de cualquier especie, no gozarás de Libertad; soltar deseos y anhelos; soltar también rechazos y renuncias; soltar la necesidad de soltar.

18.9.13

Conquistar la serenidad no es estar libres de tormentas, sino permanecer en paz en medio de ellas.

EL ARTE DE VIVIR EN CRISIS

En los últimos tiempos, la palabra “crisis” está en boca de todos. No hay casi un día en que no aparezca en los titulares de algún diario, en el discurso de algún político, en la explicación de algún analista, hasta en la intimidad de una conversación entre amigos. ¿Está todo en crisis? ¿Se acabaron los paraísos personales? ¿Cómo es posible que la crisis afecte en forma implacable desde la capa de ozono hasta las profundidades del alma humana, pasando por los sistemas políticos, el dinero, la salud, la motivación de los chicos en las escuelas y tantas otras cosas tan dispares y, a la vez, tan comunes?

Parecería que la respuesta es inevitablemente afirmativa. No hay baches en la continuidad de la crisis contemporánea. Sin embargo, cuando una palabra se usa mucho y para describir situaciones muy diversas, mejor prestarle atención. Probablemente esté nombrando, en forma rápida y sintética, algo más difícil de comprender, de contornos aún imprecisos, pero cuyo impacto sobre la realidad es de todas maneras muy intenso.

Tal vez haya algo en común detrás de las múltiples manifestaciones de la crisis global y eso sea una clave para entender mejor lo que está sucediendo. No nos dejemos confundir por la aparente disparidad de las cosas que pasan; en cambio, tratemos de mirar un poco más allá para captar -como diría Gregory Bateson, el gran pensador sistémico- la “pauta que conecta” tanta diversidad.

Las miradas apuntan a los paradigmas imperantes, otra palabrita que abandonó el estricto ámbito de la jerga epistemológica -o del filosofar acerca de la ciencia- para convertirse casi en un comodín mediático. El destino común de estos dos términos
-crisis y paradigmas- no parece ser una casualidad, sino el indicio de una relación más profunda. Si los combinamos encontraremos la “crisis de paradigmas” (la caída de los viejos sistemas filosóficos, científicos, éticos y religiosos) como una raíz común del frondoso árbol de la crisis global contemporánea. Al mismo tiempo, aparece con claridad que nos acercamos al final de un gran ciclo histórico, un cambio de tiempo, algo que también se expresa con el advenimiento del profético año 2012.

Mi mirada -junto con la de otros autores- apunta en particular a comprender este momento de crisis como el agotamiento del paradigma predominante de la modernidad, construido en Occidente bajo la visión materialista y el modelo de la ciencia mecanicista. Aunque aún muy vigente, el ya “viejo” paradigma moderno está llegando a su fin, y no sólo por la culminación de sus efectos más negativos -la crisis ecológica, por ejemplo- sino por el impulso renovador de nuevos paradigmas científicos y culturales que, silenciosamente, están dando lugar a una visión del mundo que aspira a ser más equilibrada y sostenible.

La metáfora del reloj resulta útil para comprender los efectos del paradigma moderno. A mediados del siglo XIV, el reloj nace casi como una atracción que desde los campanarios o las torres de las plazas permitía ordenar la vida de la comunidad. Terminó adherido a nuestros cuerpos, internalizando el rigor del tiempo métrico como el más incisivo artefacto de control social y personal. Tal vez a raíz de un miedo básico y ancestral, que al mismo tiempo nos llevó a aferrarnos a la ilusión de un mundo real, sólido y estable, nos convencimos de que todo puede y debe medirse y controlarse.

17.9.13

Solo devolviendo el corazón a su lugar central, delegando en él la tarea de guiarnos, pondremos de nuevo a punto el motor renovador de nuestra vida

REGRESAR A LA SABIDURÍA DEL CORAZÓN

Nací en los años 50 y, por lo tanto, pertenezco a esa última generación que ha crecido ajena al obsesivo y omnipresente runrún de los medios de comunicación. 
Cuando era niña, el carbón para la estufa llegaba en un carro tirado por un caballo; las tardes y los domingos eran interminablemente largos y desocupados, plenos de aburrimiento fecundo. Un aburrimiento que los niños de hoy desconocen, acostumbrados como están a andar siempre atareados con todo tipo de bocados electrónicos o digitales.

De pequeña, solo contaba con mis pensamientos, pero ahora un niño crece bombardeado por una cantidad ingente de estímulos, que son los mismos para él y para el resto y que, como en una corriente única, lo empujarán en un solo sentido: el de la homologación
. Homologación significa que aquello que pensamos (mejor dicho, aquello que creemos que pensamos) es en realidad lo que otros piensan por nosotros.

Como es natural, toda la cultura ha bebido en fuentes ajenas, pero aquélla es el resultado del arduo trabajo de personas notables, de largos años de estudio por su cuenta, de una maduración solitaria y, sobre todo, de ejercitar el pensamiento crítico. Por el contrario, hoy nos obligan a comportarnos como el perro de Pavlov: suena una campana y todos ladramos. Y la campana puede ser el titular de ese día: los pederastas, un atentado terrorista, un homicidio especialmente sangriento o la enésima agresión a la naturaleza. 

Todos nos irritamos entonces, condenamos, tomamos partido por una parte o por otra, sin darnos cuenta de que tras este chaparrón de acontecimientos que nos brindan los medios se esconde una clara voluntad de distracción.
La noche, la oscuridad y el silencio han sido desterrados de nuestras vidas.

Tenemos que estar siempre conectados, en guardia, despiertos; siempre aturdidos por el rumor, la música, las luces, los focos; dispuestos siempre a comprar lo que sea. Todo lo que nos rodea nos invita a vivir teniendo en cuenta solamente dos entidades de nuestro organismo: el cerebro y el sexo. Lo fundamental, el corazón, ha sucumbido a la marea del blablablá mediático.

16.9.13

A partir de nuestro propio bienestar generamos el de los otros sin necesidad de que nadie de afuera venga a traérnoslo

LA ESPIRITUALIDAD: UNA ABSOLUTA Y TOTAL ATENCIÓN A CADA UNO DE LOS ASPECTOS DE LA VIDA


Muchas veces confundidos creemos que la vida espiritual pasa por permanecer meditando horas y horas, o leer libros o por recibir mensajes de seres extraterrestres. Sin embargo, la verdadera espiritualidad es aquella que surge fundamentalmente a partir de un profundo y perseverante trabajo en el conocimiento de uno mismo.

De nada sirve poner la mente en que de aquí a poco, aparecerá el “Salvador”, si nosotros no somos capaces de salvarnos, de vernos, de comprendernos, de saber el porqué de nuestros pensamientos y actos.

Suele ocurrir que muchas personas aludiendo a una supuesta espiritualidad, viven esperando la aparición de algún redentor o de algún ser que ha de iluminar al planeta, en lugar de fijar la atención en el aspecto fundamental de “uno mismo”.

A veces nos sentimos que somos “elegidos”, porque llenos de creencias y conceptos, nos da seguridad creer que algún plato volador nos lleve a otro mundo, sin ser capaces a enfrenarnos con nuestra propia realidad: la de saber que somos todos iguales, que adolecemos de los mismos conflictos, que el dolor del hombre es el mismo, pertenezcamos a la clase social que sea, que la falta de libertad es la misma en todos, tal vez existiendo diferentes gradaciones, pero en definitiva es la misma.

Tan grande es el sufrimiento del hombre, tan profundo su pesar y tan fuerte la inseguridad, que dependemos de los demás intentando reafirmarnos en ellos. Necesitamos sentir que somos más que algún otro, por eso buscamos ser “diferentes”, desvalorizamos a los que nos rodean desde la supuesta crítica constructiva o simplemente desautorizando, para justamente creer, que tenemos más autoridad. Y todo esto nos cuesta mucho asumirlo y comprenderlo.

Vivimos la ilusión de que podemos ayudar con nuestras palabras, cuando, en realidad no hay mejor manera de ayudar que tomando conciencia de todo aquello que no está en orden en nuestra vida. Es a partir de esa profunda toma de conciencia de lo que no va, como ha de quedar lo que sirve, lo que hace crecer.

Si somos conciente de nuestros miedos, de lo dependiente que somos unos de otros, de la necesidad de ser reconocidos, aceptados, y respetados, será posible tal vez, eliminar tanta necesidad de reafirmación.

Lo que sucede es que negamos la realidad y ponemos la mayor parte de nuestra energía, no en nosotros mismos, sino en lo externo, llámese dinero, trabajo, comida, seres extraterrestres, gurús, sectas, etc., elementos que sirven para evadirnos y sacarnos del único e importante camino: ” el conocimiento de uno mismo”.

12.9.13

Todo lo que tenemos que hacer es cambiar nuestros patrones de pensamiento y no ser dictados por nuestros entornos

NOSOTROS SOMOS EL CAMBIO


Primero tenemos que entender el poder de la conciencia y la forma en que ésta moldea nuestra realidad. Esta es la primera lección de la comprensión de cómo podemos cambiar el presente ciclo que estamos viviendo. La mayoría de la gente está empezando a darse cuenta del poder de la mente y lo fácil que es controlar las situaciones de nuestro entorno y en última instancia, el resultado de la vida misma. Hoy día los científicos están empezando a aprender que nuestra conciencia crea la materia.

Así pues, en efecto, creamos nuestra propia realidad. Todos estamos mucho más controlados de lo que pensamos, y si sólo conociéramos las reglas de nuestra conciencia y de cómo hemos llegado a la vida que llevamos, estaríamos más en el control del mundo y éste sería un lugar más feliz para vivir. Tendríamos mucha más abundancia, no habría hambre, ni guerras y las religiones se unirían.

Hemos de entender que no estamos solos y nunca lo hemos estado. Usted ve que sólo nos tenemos a nosotros mismos para echarnos la culpa de la forma de nuestras vidas y en lo que se ha convertido el planeta. Hemos comprado todo lo que nos fue ofrecido. Todos hemos contribuido a lo que nos rodea. Me refiero a las guerras; al hambre de millones; al sufrimiento de las naciones. Incluso los desastres naturales. Todo lo malo en este planeta ha sido creado por nuestros procesos de pensamiento.

En otras palabras, podemos decir que nuestra conciencia colectiva ha creado la realidad en la que  vivimos. El hecho de que existan grupos de poder con la comprensión y el conocimiento de cómo controlar a las masas de gente, o si todo lo que ha sucedido en este planeta es el resultado directo de nuestra conciencia colectiva, en realidad no importa. Lo que sí importa es la manera en que entendemos cómo esto funciona y cómo podemos hacer frente al desafío del cambio.

Todo lo que tenemos que hacer es cambiar nuestros patrones de pensamiento y no ser dictados por nuestros entornos e ignorar lo que nos resumen diariamente los principales periódicos, artículos y revistas, noticias y todo lo que pudiéramos leer. No me malinterprete, está bien que lea, pero recuerde no permita que la imagen de lo que ha leído controle su conciencia, y si esta información  le deja deprimido o bajo de energía, aléjese de ella.

Cualquier proceso de pensamiento que adopte, y mantenga dentro de su forma de pensar, usted convertirá ese pensamiento, esa idea en realidad. Como especie, todos necesitamos crecer y darnos cuenta de que hemos hecho este lío y que solo nosotros podemos arreglarlo. Así que tenemos que elevar nuestra forma de pensar a una frecuencia más alta y no ser dirigidos por “elemento externos”.

El PENSAMIENTO CREA LA MATERIA. Recuerde esto. Integre esas palabras en su mente y piense en esto antes de irse a dormir. Recuerde que lo que está en su mente, la posibilidad es que su conciencia creará la materia y la convertirá en realidad.
Este es un momento único. Vinimos  a optar a la posibilidad de empoderarnos rompiendo las cadenas de la ilusión recuperando nuestro lugar en el cosmos y romper el paradigma existente

10.9.13

¿Qué pasaría si os dijeran que ese Dios era en realidad un extraterrestre?

YAHVÉ, UN DIOS QUE NO PODRÍA SER DIOS


A través de los siglos, la gente ha creído que el Dios que guió a Moisés y a los israelitas era el mismo Dios del que habló Jesucristo. Pero… ¿qué pasaría si os dijeran que ese Dios era en realidad un extraterrestre? Quizá os indignéis, pero antes tenéis que ver todas las evidencias que los ufólogos han planteado; y es que, a lo mejor, el tal Yahvé no era sino un alienígena impostor… Porque era demasiado imperfecto (colérico, cruel, etc) para ser Dios, y la forma en que se manifestaba tenía demasiado de nave extraterrestre…

Sí, comprendemos que al lector le puede resultar chocante, y aclaramos que aquí no estamos ni negando ni afirmando la teoría: simplemente la exponemos. Hecha esta aclaración, debemos decir que la teoría no tiene carácter científico, aunque tampoco pertenece al esoterismo. Es más bien una especulación pseudocientífica por estar vinculada a la Ufología. Conozcámosla.

Durante el largo tiempo que Moisés guió a los israelitas, vemos que éste prácticamente no tomaba decisiones importantes sin consultarle. Hasta aquí no parecería haber nada extraño; pero, si tenemos en cuenta que “Yahvé” no quería intermediarios entre él y Moisés y si consideramos cómo empezó todo, veremos que sí da qué pensar la historia.

Yahve-extraterrestre-la-zarza-ardiendo.
Así, el primer encuentro de Moisés con Yahvé, en la época en que Moisés era pastor y aún no asumía el liderazgo de los hebreos, fue cuando Moisés vio una zarza que ardía sin consumirse. Dice así el Éxodo: «El ángel de Yahvé se le apareció en forma de llama de fuego, en medio de una zarza. Vio que la zarza estaba ardiendo, pero que la zarza no se consumía. Dijo pues Moisés: “Voy para ver este extraño caso: por qué no se consume la zarza”. Cuando vio Yahvé que Moisés se acercaba para mirar, le llamó desde la zarza, diciendo: “Moisés, Moisés”. El respondió: “Aquí me tienes”. Le dijo: “No te acerques más; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar en el que estás es tierra sagrada”. Y añadió: “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”».

Ahora bien, aquí se plantea que lo que en realidad Moisés vio era un tipo de luz artificial; pero, como en ese entonces la Humanidad aún no descubría la luz artificial, él la interpretó como “fuego”, al igual que hizo después con la luz que emitía el ovni que supuestamente guió al “pueblo elegido” en el desierto. Surgen sin embargo estas preguntas: ¿por qué él o los extraterrestres se hacían pasar por Dios?, ¿de qué fuente provenía esa luz artificial? Según los partidarios de la intervención extraterrestre; el caso del “pueblo elegido”, al igual que otros más, responde a un propósito de experimentación social por parte de los extraterrestres, de modo que en este marco, al menos en cierta medida, la actual situación histórica de la Humanidad expresa pasadas intervenciones extraterrestres, como las que supuestamente se habrían dado entre mayas, egipcios, aztecas y babilonios, además de entre los hebreos, que son el caso que nos atañe. En cuanto a la fuente de la luz artificial, bien pudo haberse tratado de algún artefacto pequeño que emitía luminosidad, y del cual salía una voz. Se decanta aquí la posibilidad de que ese fuego haya sido el producto de un cierto aceite dentro de la planta, en virtud del cual ésta, al contacto con ciertos elementos químicos, ardería de forma tan fugaz que no se consumiría. Porque en efecto eso pasa con la Dictamnus albus (presente en la zona donde Moisés vio arder la zarza), pero el tiempo en que suele arder sin consumirse es demasiado breve como para dar lugar al diálogo mencionado en el Éxodo… Por último, si se rechaza la teoría del artefacto que emitía luz, queda la posibilidad de una alucinación visual-auditiva inducida por algún extraterrestre, pues comúnmente se les ha adjudicado a estos la posesión de poderes psíquicos.

6.9.13

Algunos proyectos conciernen nuestro futuro inmediato. Otros ya se han convertido en realidad


LOS PROYECTOS DE LOS AMOS 

DEL MUNDO

Estrategias para un control global de la sociedad


Los proyectos y los objetivos de los “Amos del Mundo” para el control de los individuos y de la sociedad… 


Algunos proyectos conciernen nuestro futuro inmediato. Otros ya se han convertido en una realidad…


5.9.13

Ahora podemos estar tranquilos y contentos, porque el futuro existe y ya pasó, y sólo tenemos que seguir avanzando como hasta ahora para alcanzarlo.



LA AGENDA

Todo el movimiento hacia el NOM (Nuevo Orden Mundial) forma parte de la agenda de los supuestos amos para llevar a cabo la paga y la promesa. Los Reptilianos la promueven, los Grises la usan, y los oscuros la aprovechan. Dentro de este rompecabezas entra en escena algo que está por encima de todos, y es la mecánica del “Do”. Saben que se acerca de forma inevitable un cambio o salto de octava cósmica, la creación se manifiesta nuevamente ante ellos, y sus planes tienen que estar listos para entonces porque nosotros somos los proyectores holocuánticos de esta realidad planetaria, y tendremos el mundo que proyectemos por mayoría. 
Dentro de este contexto fatídico, hay en escena otros extraterrestres que intentan inclinar la balanza para el lado del hombre, pero eso será otra historia en otro momento, ellos respetan algo que los Grises y Reptilianos no lo hacen, y es el Ser, su participación es acorde a nuestro permiso, permiso que tiene que darles nuestra consciencia del ser, no nuestra consciencia artificial manejada por los oscuros. Espero que cada día sean más y más los que dejen de alimentar a los demiurgos y alimenten al Demiurgo para alcanzar la masa crítica que genere la retroalimentación a través del Demiurgo con la energía del “Do”, liberándonos de los oscuros, de los Grises y Reptilianos, de las luces y de las sombras, y poder finalmente ser dioses de nosotros mismos, de nuestra vida y de nuestra tierra, en una nueva realidad holocuántica creada acorde a la octava directa del “Do” y ser nuevamente los responsables de la vida en el planeta, sea nuestra o sea ajena.” De grises y reptilianos
Los planes orquestados por entidades oscuras, y ejecutados ahora por los Maestros Illuminati, abarcaban una extensa agenda de dominio y manipulación mundial (Nuevo Orden Mundial) elaborada bajo los términos que figuraban en “El Pacto”… El plan elaborado en 1779, para cumplir la agenda de “El Pacto” y que es conocido como NWO (New World Order), incluía entre otras cosas, un gobierno mundial con una sola religión. El Plan del New Age debía ocuparse de preparar el terreno en las creencias espirituales para cumplir la parte religiosa de la agenda, y debía permanecer oculto hasta 1975, año en que sería sacado a la luz pública como movimiento espiritual, social y cultural que comenzaría a socavar los cimientos religiosos para su posterior suplantación. ”Destruyendo mentiras (II)