27.10.20

Llegar al consenso que toda la vida está conectada y es vano luchar unos contra otros

CUANDO LA MAÑANA SE HACE ELÉCTRICA                

La luz al final del túnel es la chispa que enciende el futuro 

Justo cuando las cosas parecen más oscuras, cuando el mundo entero parece a punto de ser desgarrado por la Tercera Guerra Mundial, o por alguna catástrofe de metano, o alguna otra locura de alta tecnología engendrada por el orgullo humano, una tenue luz de esperanza ha aparecido.

Todavía poco notada entre la chusma charlatana, atrae a los brillantes y concienzudos, y repele a burócratas superficiales y creyentes fieles por igual, que permanecen encerrados en sus triviales disputas, sus dogmas mal concebidos, y su postura en favor de la ganancia.

Una tenue luz de esperanza, un nuevo modo de ver las cosas, en base a hechos, no a fenómenos mal percibidos o supersticiones coercitivas.

     No debería ser ninguna sorpresa que esta esperanza de última hora para la confusa especie humana venga no de profetas o políticos sino de científicos humildes, no de la ciencia falsa conducida por los banqueros sino de hombres diligentes que creen en cosas como la observación empírica y la revisión por parte de sus pares, que desafían las presunciones tradicionales y la propaganda atrincherada, que realizan experimentos metódicos para validar sus sospechas, y amplían el conocimiento humano con pruebas concluyentes, no con mitos subjetivamente fabricados con groseras segundas intenciones.

     Los científicos no coaccionados por contratos gubernamentales o por la corrección política  muy probablemente han descubierto la fórmula para un futuro pacífico y saludable, o al menos el camino para descubrirla.

     Lo esencial de esta esperanza reside en alguna parte cerca de la idea de que entender exactamente nuestro propio pasado nos conducirá por un curso más sano hacia nuestro futuro, y hacia una salida de esta espiral descendente donde los titulares de cada día nos convencen cada vez más deprimentemente de que como especie nos estamos precipitando irreversiblemente hacia nuestra perdición.

     Cuando todas las razones para la esperanza han sido distorsionadas como fraudes rentables, y las declaraciones de vuestros líderes elegidos son sólo las fantasías de las sádicas compulsiones de alguna persona que trabaja en relaciones públicas, colocar vuestra apuesta en conclusiones científicas que no son distorsionadas en alguna pesadilla de falsa bandera ya sea por la influencia o por la convención, parece un camino sensato de recorrer. Quiero decir, ¿qué otra posibilidad tenemos para intentar entender por qué estamos aquí?

     No hay cómo arreglar este gobierno; es corrupto de arriba abajo. Usted podría seguir rezando hasta que sea asesinado, pero ¿qué bien haría eso para los niños que esperamos que vengan después de nosotros, la gente que amamos, la gente para la cual se supone que nosotros vivimos? 

Ethunderbolts project investiga una historia más auténtica y un futuro más prometedor

La ciencia del plasma vuelve a escribir el libro de texto acerca de la evolución planetaria

"El que controla el pasado, controla el futuro"
(George Orwell, "1984").


"No cesaremos la exploración.
será llegar donde comenzamos y conocer el lugar por primera vez"
Y el final de toda nuestra exploración

(T. S. Eliot, Little Gidding, 1942, V).

"Desde la partícula más pequeña hasta la más grande formación galáctica, una red de circuitos eléctricos conecta y unifica toda la Naturaleza, organizando galaxias, activando estrellas, dando a luz a planetas, y en nuestro propio planeta, controlando el clima y animando a los organismos biológicos" (David Talbott y Wallace Thornhill). 

     Una frase común que usted escucha de muchas voces hoy es "Todo lo que usted sabe es una mentira". La mayoría de las personas no entiende su pasado, no tiene idea de lo que está ocurriendo en el presente, y como consecuencia, no tiene ninguna pista sobre su futuro.

     No obstante, cada uno siente que algo ha cambiado. Draconianas nuevas leyes dominan los titulares. Los poderes establecidos no tienen conciencia de aquellos que están en necesidad. Y nadie puede conseguir ninguna respuesta de burócratas insensibles que imponen políticas de dudosa legalidad.

     Bien, créame, algo ha cambiado. Usted sabía que estaba a punto de suceder, porque el mundo en el que vive no tiene sentido, y nunca ha tenido sentido, dependiente, como ha estado, de una fuerza que nadie nunca entendió completamente, con una realidad creada por decreto y mediante propaganda que era blasfemia cuestionar.

     Ahora las noticias le llegan a usted tarde, no demasiado tarde, pero otra gente ya las sabe, algunos sabiéndolo durante décadas, pero ninguno mucho más que eso.

     Como dos olas gigantescas en un océano de tiempo, las persistentes disciplinas de la ciencia moderna han chocado con enigmáticas reliquias de nuestro pasado más antiguo y han traído una comprensión más profunda de nosotros y de nuestro pasado que promete un mayor entendimiento de nuestra aproblemada historia y nuestro precario futuro. 

Petroglifos y física de plasma

     La gente moderna más sofisticada se mofa de la idea de que los aborígenes "poco civilizados" poseen una versión mucho más completa de la historia humana, pero esos "instruidos" tecnófilos no pueden explicar los miles de años antes de que la religión romana definiera la corrección política para los milenios a seguir, aparte de decir sin convicción que "Dios creó el mundo en siete días".

     Uno de los grandes rompecabezas de la Prehistoria es cómo el realismo directo de artistas prehistóricos en las cuevas paleolíticas de Lascaux evolucionó en épocas posteriores hasta imágenes fantásticas de dragones y girasoles que no tienen sentido para nosotros hoy.

     Una larga línea de investigadores poco conocidos que desarrollan una ciencia que llegaría a ser conocida como la Física del Plasma finalmente notó que las formaciones eléctricas producidas en sus experimentos de laboratorio se parecían misteriosamente a los modelos vistos en el arte rupestre más antiguo del mundo.

     Sorprendido por el trabajo de cosmólogos, un físico llamado Anthony Peratt hizo la conexión de que todos esos petroglifos minuciosamente inscritos en rocas por todas partes del mundo prehistórico eran interpretaciones exactas de lo que la gente realmente vio en los cielos en tiempos antiguos, dibujos que coincidían de manera precisa con los patrones eléctricos experimentales de sus laboratorios de física de plasma.

     Esa epifanía que cambia la Historia destrabó el pasado escondido del viaje humano sobre el Planeta Tierra, una historia titánica de una inimaginable catástrofe celeste que se imprimió en la mente humana a perpetuidad. A lo largo del siglo XX, los descubrimientos de diversos científicos claves, y un autor particularmente importante, reunieron las piezas de ese gigantesco rompecabezas, y cientos de eruditos más hoy se esfuerzan con una solemne determinación por ampliar las implicaciones de ello.

     Fue mi gran fortuna haber asistido a la conferencia Electric Universe Tipping Point en Albuquerque, New Mexico, en Enero de 2013. Esa reunión de científicos no pertenecientes al establishment alumbró con un poderoso rayo sobre el pasado que no puede menos de iluminar el futuro camino de la especie humana. Si aquello debiera ser caracterizado en una sola frase, lo sería en las palabras del cosmólogo australiano Wallace Thornhill acerca del cambiante curso de la historia humana: "Los traumatizados sobrevivientes de esas catástrofes celestiales precipitaron la aparición de nuestras primeras civilizaciones". 

Pasado ampliado, un futuro más claro

     El catalizador más importante en este prolongado proceso de descubrimiento fue un psicoanalista que se convirtió en teórico astronómico llamado Immanuel Velikovsky, quien en 1950 remeció al mundo científico con su libro éxito de ventas "Mundos en Colisión". Ridiculizado por la ciencia predominante, Velikovsky sin embargo afirmó que el cielo del mundo en antiguos tiempos era muy diferente de lo que es hoy, y que los planetas Venus, Marte y Saturno desempeñaron todos papeles fundamentales en el desarrollo de la civilización humana, después de primero casi destruir toda la vida en la Tierra.

     Enormes descargas de relámpagos pasaron entre esos planetas y la Tierra a medida que la configuración de nuestro Sistema Solar era cambiada de manera considerable. Desde el cielo llovieron piedrecillas mezcladas con fuego, destruyendo muchas partes de nuestro planeta, un hecho que la arqueología moderna confirma. Velikovsky ganó poco terreno con sus teorías radicales durante su vida, excepto por unos pocos intrépidos seguidores intrigados por sus sorprendentes conjeturas apocalípticas.

     Ese desafío a la cosmología dominante fue reasumido por David Talbott, primero como un joven estudiante, y más tarde como el autor de "El Mito de Saturno" (1980), y a finales de los años '90, con Wallace Thornhill, como la fuerza impulsora de un movimiento científico conocido como el Thunderbolts Project y como el Universo Eléctrico, un esfuerzo que consiste en generaciones de doctores académicos que ya han vuelto a escribir el pasado de la Humanidad en un escenario tan claro y sin embargo tan asombroso que el establishment de la ciencia predominante tiembla de miedo ante esas ideas, y sabe que sus días como figuras confiables de autoridad están contados.

     Expandiendo el nacimiento de la nueva ciencia de la Física de Plasma, los científicos de  Thunderbolts, entre otras cosas, han logrado transformar percepciones de la historia humana, y en el proceso, relegaron a la mayor parte de los conceptos de la física cuántica —como el Big Bang, la materia oscura y los agujeros negros— al mismo basurero de la obsolescencia ocupado por la teoría de la Tierra Plana.

     «El Sol es eléctrico, no nuclear. Hay una revolución que recién comienza en la astronomía / cosmología que rivalizará con la provocada por Copérnico y Galileo. Esta revolución está basada en la creciente comprensión de que el cosmos es altamente eléctrico en su naturaleza. Se hace claro que el 99% del universo está compuesto no de "materia invisible" sino más bien de materia en estado de plasma. Las fuerzas electrodinámicas en los plasmas eléctricos son mucho más fuertes que la fuerza gravitacional» (Donald Scott, The Electric Sky, 2006).

     El Sol no es una bola de gas abastecida por un horno nuclear; es una bola de plasma que cosecha la energía mediante colosales filamentos trenzados que se extienden a través de todo el universo y que conectan todo en ello.

     La parte más caliente del Sol está a 1.200 millas [1.930 kms.] por encima de su superficie. El interior del Sol es comparativamente frío. La fusión nuclear dentro del Sol es sólo una teoría que permanece no comprobada. Cada observación científica alguna vez hecha sobre el Sol refuta la teoría nuclear; sin embargo, la ciencia dominante se aferra a su fabricada historia como al evangelio, aun cuando ningún laboratorio haya reproducido alguna vez una reacción de fusión estable.

     Lo mismo con todas las estrellas, que los científicos tradicionales ven como sofocadas bombas termonucleares que explotan lentamente. La sublime paz del cielo de la noche hace ridículo ese argumento.

     La superficie del Sol arde a 4.400 grados Kelvin [7.460ºC]. A 1.200 millas por encima de la superficie salta a 20.000ºK [35.540ºC], y a una distancia de 1 ó 2 diámetros solares, las temperaturas alcanzan 200 millones de grados. Esto claramente refuta la suposición termonuclear y apoya la teoría de que el Sol está siendo impulsado de manera externa, como un motor eléctrico.

     La mayor parte de la ciencia del establishment sigue rechazando reconocer que los misterios solares están vinculados a campos magnéticos. El magnetismo requiere una corriente eléctrica. Estas dos observaciones básicas están listas para dejar obsoleta a la física cuántica, y dejar caduco el modo en que todos hemos mirado el mundo y el cielo. 

Plasma, el cuarto estado de la materia

     Los muchos exponentes de la teoría del universo eléctrico declaran que el elemento ausente en las explicaciones de Newton y Einstein acerca de cómo funciona el universo es la electricidad Sus efectos son entre 10 y 39 veces más potentes que la gravedad. Sin embargo, el actual consenso de la ciencia sostiene que la gravedad es la fuerza que forma las estrellas.

     A finales del siglo XIX, dicen ellos, la ciencia dio un giro equivocado, basándose en elegantes teorías matemáticas en vez de en la evidencia experimental. Excepto por unos pioneros ignorados, las pruebas del universo eléctrico fueron rechazadas por los expertos establecidos.

     Las expediciones árticas del genio noruego Kristian Birkeland en la década de 1890 condujeron a los descubrimientos de la magnetósfera de la Tierra, el viento solar y finalmente a la colosal epifanía de que la aurora polar [boreal] consistía en partículas cargadas desde el Sol guiadas por el campo magnético de la Tierra, una aseveración polémica que no fue finalmente verificada hasta que los satélites la confirmaron en 1968.

     A medida que la ciencia predominante ignoraba los descubrimientos de Birkeland, Irving Langmuir y Hannes Alfvén, sus sucesores, continuaron expandiendo la creciente conciencia de que el universo era eléctrico.

     Hoy, las Corrientes de Birkeland son las gigantescas bandas de energía que viajan entre las estrellas y alimentan al Sol, las Capas de Langmuir encierran dobles capas de carga opuesta dentro de la corriente eléctrica, y Alfvén, quien una vez recibió un Premio Nóbel y dijo al momento de recibirlo que su trabajo estaba equivocado, instó al mundo científico a recordar que los campos magnéticos sólo pueden ser producidos por la corriente eléctrica.

     Durante los últimos 40 años, la ciencia predominante no ha hecho caso de las conclusiones de Alfvén, Velikovsky y numerosos otros dedicados pioneros. La academia predominante elaboró toda clase de ficciones cuánticas erróneas, como el universo en expansión y, más prominentemente, el Big Bang, que simplemente no resisten el escrutinio empírico riguroso.

     El trabajo de toda la vida de Alfvén mostró que la elegancia matemática de la teoría cuántica fue refutada por la cosmología del plasma, y que las corrientes eléctricas formaron invisibles líneas de transmisión cósmica, bombeando energía a través de las galaxias.

     Hoy, mediante asombrosas fotografías reunidas por los telescopios de rayos X Hubble y Chandra, esos enroscados filamentos de plasma —las corrientes de Birkeland— son increíblemente visibles a través de todo el universo. Tristemente, la mayor parte de los astrofísicos predominantes no tienen nada para decir sobre aquello. 

El Proyecto Thunderbolts

     David Talbott y Wallace Thornhill abrazaron el trabajo de Velikovsky en los años '70. En el Portland State College, Talbott era el coordinador de una revista llamada Pensées que publicó el material de Velikovsky y organizó numerosos simposios sobre su trabajo. Thornhill, un cosmólogo de toda la vida, realmente conoció a Velikovsky antes de la muerte de éste en Princeton en 1979.

     Talbott y Thornhill realmente comenzaron a unirse en el Proyecto Thunderbolts en los años '90, pero para entonces ellos tenían una colección de doctorados en varias ciencias, todas reunidas su alrededor y centradas en la misma pregunta: ¿Podría probablemente ser verdadero lo que Velikovsky había esbozado: planetas que vuelan hacia acá y allá con gigantescos relámpagos destellando entre ellos e influyendo en la historia reciente de la Tierra?

     ¿Fue Venus realmente un cometa que fue interceptado por Marte, causando una catástrofe indecible en la Tierra? Y estas epifanías ¿expanden hacia atrás la historia conocida de la Tierra en miles de años?

     Después de cientos de informes, artículos y conferencias, una adición clave para ese grupo de científicos impacientes a finales de los años '90 fue Anthony Peratt, el principal físico de plasma del mundo, que quedó sorprendido cuando se le mostraron fotografías de los petroglifos más antiguos del mundo —fantásticos diseños dibujados, minuciosamente inscritos en rocas hace muchos miles de años— porque describían exactamente las configuraciones de secuencias de plasma que él había observado en sus experimentos.

     En la conferencia Electric Universe Tipping Point de Enero 2013, en medio de un grupo de científicos de muchas disciplinas no hubo ninguna conversación sobre política o dogmas sino sólo una verdadera reunión de las mentes que intentan expandir una idea, el universo eléctrico, y su comprensión de que la verdadera prehistoria de la Tierra está recién comenzando a ser descubierta.

     Además de dar la bienvenida a las evaluaciones de Talbott y Thornhill, hubo interesantísimas presentaciones tales como "Nuestro Universo es Eléctrico" de Michael Claradge, "La Inexistencia del Agujero Negro y el Fracaso de la Relatividad General" de Stephen Crothers, "Una Crisis de Creencia en la Cosmología Moderna" de Tom Wilson, y "Ciencia Puesta en Libertad" de Rupert Sheldrake, el famoso inventor del concepto de campos morfogenéticos.

     Esparcida entre docenas de otras estimulantes visiones, la presentación más popular pareció ser "Exciting Students with Unsettled Science" de Evan Camp, un joven profesor de ciencia de enseñanza secundaria que enfatiza descubrimientos del Universo Eléctrico en sus clases. Camp también llevó a varios de sus alumnos con él, tal como el Proyecto Thunderbolts llevó a otros alumnos brillantes de todo el mundo para que participaran de esa información de vanguardia. 

La Tierra fue una vez una luna de Saturno

     Junto con Homero, Hesíodo es el más antiguo de los poetas griegos cuyas obras han logrado sobrevivir aproximadamente 2.700 años hasta nuestro tiempo. Hesíodo escribió acerca de "una raza de oro de hombres mortales que vivieron en el tiempo de Kronos cuando él reinaba en el cielo" y que vivían en holgura y paz. El posterior poeta romano Ovidio repitió la leyenda: "Al principio fue la Edad de Oro, cuando los hombres, por su propio acuerdo, sin la amenaza del castigo y sin leyes, mantenían la buena fe y hacían lo que era correcto".

     Hoy, Talbott, Thornhill y muchos otros académicos muy informados han calculado que entre 7.000 y 10.000 años atrás, la Tierra estaba iluminada sólo por el brillo del crepúsculo de Saturno. Durante un período de tiempo imposible de saber, ella estuvo enganchada eléctricamente y conectada (mediante un filamento de plasma colosal) con Saturno, con nuestro actual Sol en ninguna parte a la vista.

     Principal entre los muchos académicos de Thunderbolts que han estado profundizando en este cuerpo de conocimiento durante décadas, dos colaboradores de la revista Aeon de Talbott han hecho una crónica de la evidencia de las civilizaciones antiguas del mundo en cuanto a la certeza de una catástrofe descomunal que no sólo reordenó la alineación de los planetas en nuestro Sistema Solar sino que simultáneamente devastó la Tierra cuando otros planetas pasaron demasiado cerca de ella durante esa convulsión, y se chamuscaron entre sí con extraordinarios relámpagos más grandes y más ruidosos que nadie de cualquiera que viva hoy haya presenciado alguna vez.

     Para Dwardu Cardona, en su extensa serie God Star, la verdadera prehistoria humana se encuentra en leyendas aborígenes de todo el mundo, que cuentan la catástrofe en términos metafóricos de aves y bestias. Y para su colega de mucho tiempo Ev Cochrane, las conexiones que él explica son acerca del cometa Venus y su "barba" que devasta la Tierra, y los relámpagos de Marte que salvan de desastres a la Humanidad. (El segundo video introductorio de Thunderbolts hecho por Talbott se refiere, de hecho, a las enormes cicatrices en Marte que fueron hechas por esos gigantescos rayos).

     En sincronía con Talbott y Thornhill, tanto Cardona como Cochrane expresan cómo, dado que todo eso sucedió en el tiempo anterior a la escritura en una etapa muy temprana del desarrollo humano, el registro de esos acontecimientos se limitó a mitos oralmente transmitidos, donde a los alucinantes acontecimientos en el cielo necesariamente se les dieron personalidades humanas (porque ésa es la única manera en que la gente de ese entonces sabía describirlos). Esos eventos fueron transmitidos a través de las generaciones en los cuentos de Faetón conduciendo los caballos de su padre demasiado cerca del Sol e incinerando el mundo, además de muchas otras desconcertantes leyendas mitológicas que repentinamente entran en el foco con la perspectiva del universo eléctrico.

     Conforme pasaron los siglos y las sociedades surgieron y cayeron, los nombres de esos antropomorfizados personajes planetarios mal percibidos como dioses cambiaron con regularidad. Pero cuando la Humanidad evolucionó hacia el futuro, las personalidades y hechos heroicos que se pensó que ellos habían llevado a cabo siguieron siendo los mismos, de modo que Zeus, Apolo, Marduk y hasta Yahvé se convirtieron en los valientes héroes, todo lo cual significa Marte, que salvó de la destrucción al mundo. De ahí, a medida que pasó el tiempo, ellos se convirtieron en sus héroes y sus objetos de adoración.

     Hace unos seis mil años, cuando la civilización se formó en Sumeria alrededor de uno de los primeros clones metafóricos de Marte, llamado Nergal, Ev Cochrane enfatiza que el foco dominante de la religión sumeria era Venus, en ese entonces conocido como la diosa Inanna (más tarde Ishtar), la cual, con su llameante rostro, en forma de cometa devastó la Tierra y es recordada en la Historia con toda clase de siniestras estatuas. En la terrible simetría de la estupefacción de la Humanidad en cuanto a esos acontecimientos, Venus también se hizo conocido como la diosa de la reproducción, ya que el tiempo curó las heridas de ese Apocalipsis celestial.

     Cuando los siglos pasaron y el cielo se volvió calmo, el recuerdo actual de esos acontecimientos fue olvidado, pero los rituales básicos permanecieron, y evolucionaron lentamente hacia las deidades familiares que conocemos hoy.

     Presentando un caso claro de que los aborígenes prehistóricos nos han dejado el relato más válido de la más antigua historia del mundo, el trabajo de Cardona está basado en su análisis enciclopédico de leyendas antiguas, que incluye el arte rupestre todavía visible que describe el Armagedón cósmico que dio nacimiento a nuestra civilización presente. 

El cielo antiguo no es el mismo que vemos hoy

     En la conferencia de Albuquerque, el profesor del Bard College Bill Mullen reveló los detalles de la conversación que podría resultar ser el descubrimiento más importante del siglo XX.

     Talbott envió a Anthony Peratt fotografías de petroglifos antiguos que él llamó una Cadena de Flechas. Peratt poseía fotos de sus inestabilidades de plasma que él llamaba un Árbol de Navidad. Puestas lado a lado, eran imágenes de espejo, y confirmaron el descubrimiento trascendental de que los dibujos prehistóricos en rocas antiguas reflejaban exactamente las formaciones de plasma eléctrico que Peratt había producido en sus laboratorios.

     Cuando Mullen comparó a Peratt con Galileo —en que ambos descubrieron un modo profundamente nuevo de mirar el universo— él destacó que "nuestro Sistema Solar estuvo configurado una vez muy diferentemente de lo que lo está hoy. El cielo antiguo no era el mismo que vemos hoy".

     Entre docenas de expertos en sus campos en la conferencia, Michael Clarage bosquejó la conexión eléctrica que existe entre los individuos y el Sol, y explicó que las plantas y los animales son transformadores de electricidad que viene del Sol. Stephen Crothers demolió "la jerigonza matemática de Einstein", y Tom Wilson advirtió que "las creencias se interponen en el camino e imponen un filtro a lo que vemos".

     Varios expertos hablaron del concepto de la mitología de creación de un eje polar que conecta a Saturno —una vez la única estrella en el cielo del mundo— con la Tierra. Ésa es una observación que hoy ha sido bastante olvidada excepto por las leyendas aborígenes y por la historia bíblica de la Escala de Jacob, y hoy por toda clase de físicos de plasma así como por cientos de cosmólogos que se suscriben a las conclusiones tan minuciosamente construidas por Talbott, Thornhill y los investigadores de Thunderbolts

La fuerza que nos conecta a todos

     Todos los profetas en la Historia y en todas las religiones del mundo siempre han enfatizado la interconectividad de todo lo que vive, y sin embargo incontables vidas han sido perdidas e impensables tesoros han resultado destruidos por diferencias subjetivas acerca de la manera en la cual ese mensaje ha sido entregado.

     Antes de que yo hubiera escuchado hablar alguna vez del Proyecto Thunderbolts o de que siquiera hubiera leído algo sobre adoradores del Sol, había comprendido que toda la vida en nuestro planeta estaba animada por el Sol. Entonces fui muy feliz al enterarme de que mis propios incipientes instintos habían sido confirmados mucho antes de que yo naciera.

     El telescopio Hubble ha contemplado detenidamente el espacio hasta una distancia de 60 millones de años-luz, revelando más galaxias que las que el súper-computador más grande podría esperar contar alguna vez. Los descubrimientos del Proyecto Thunderbolts ahora confirman que estamos conectados con cada una de ellas, así como con todo lo que vive en este pequeño planeta en un modesto sistema solar en una galaxia menor cuidada por una estrella enana amarilla. 

Mucho antes de que la biblia fuera escrita

     Preguntas que la Humanidad realmente necesita contestar: ¿Por qué fueron interpretados esos acontecimientos celestiales como dioses? ¿Cómo llegaron ellos a ser personificados? ¿Qué es el proceso de antropomorfismo?

     Todos esos trascendentales acontecimientos cósmicos ocurrieron antes de la invención de la escritura. Los pueblos antiguos no conocían ningún otro modo de interpretar las cosas excepto por medio de historias sobre gente, que fueron comunicadas oralmente a través de los siglos analfabetos.

     La gente personificaba todo, hizo del mar un dios llamado Poseidón, dio personalidades a las fuentes y a las montañas, y sobre todo, a las tormentas, de donde vinieron Zeus y todas las deidades antiguas que personifican esa imponente fuerza celeste que había defendido a la Tierra contra el temible dragón cósmico y había salvado las vidas de todos.

     En la antigua Babilonia el héroe acreditado con haber finalizado la gran catástrofe llegó a ser Ninurta o Atrahasis o Marduk; en Egipto Horus derrotó a Set; en Grecia, Zeus venció a los Titanes y más tarde a Tifón, que se come al cielo, usando sus rayos cósmicos (una variación es Apolo matando a la monstruosa serpiente Pitón). La Humanidad había triunfado, había sobrevivido a la madre de todos los desastres, y a un héroe, en ciertos tiempos y lugares llamado Heracles (alias Hércules), se le dio el crédito de ello. Todos esos dioses eran recuerdos brumosos de la misma fuerza, el planeta Marte.

     Muchísimo más tarde ese héroe mitológico que derrotó al dragón cósmico fue llamado Yahvé, y desde entonces la trágica historia de la Humanidad es escrita con la sangre derramada de la gente que lucha por el nombre propio para dar al gran héroe de la Antigüedad que "salvó" de la aniquilación al mundo. 

Liberación desde ilusiones dogmáticas

     Los principales objetivos del Proyecto Thunderbolts, como lo han expresado Talbott y Thornhill en sus monografías, son:

• Nada es más importante para el futuro y para la credibilidad de la ciencia que la liberación desde el universo regido por la gravedad, que sostenía la teoría previa.

• Los vínculos entre la ciencia del plasma y las cosas que los humanos una vez vieron en el cielo, y las semejanzas del antiguo arte rupestre con las formaciones de descarga de plasma, son visibles en grabados en todo el mundo, y en cualquier laboratorio de ciencia.

• Los recurrentes patrones de los petroglifos eran reproducciones hechas por artistas prehistóricos de formaciones de plasma en el espacio que devastaron la Tierra alrededor de hace 10.000 años.

• El arte rupestre de 7000 a.C. a 3000 a.C., directamente de acuerdo con la fase formativa de las primeras civilizaciones, suscita preguntas profundas sobre nuestras culturas más tempranas.

• La concordancia entre imágenes antiguas y configuraciones de plasma es demasiado detallado y demasiado específico para ser casual.

• Todas las historias de héroes de la Historia antigua —desde Gilgamesh a Heracles— son sólo variaciones del tema original olvidado por el tiempo. Apolo matando a Pitón, Marduk derrotando a Tiamat, e incluso Aquiles matando a la serpiente de la fuente troyana, todos se derivan de la memoria perdida en el tiempo de cómo la Humanidad sobrevivió a la catastrófica lluvia de fuego y grava desde los cielos.

• Todos los modelos del comportamiento humano provienen desde el principio del tiempo. Cada acto de adoración es una tentativa de descubrir de dónde vinimos, y cómo nos originamos. 

Los puntos principales

    Cientos de científicos y otros investigadores que comprenden la asamblea de devotos de  Thunderbolts parecen estar de acuerdo en tres principios básicos, como elocuentemente los han expresado Talbott, Thornhill y cientos de otros investigadores con su trabajo de toda la vida:

1. La Tierra fue una vez una luna de Saturno. Cardona explica en "God Star", el primer libro de su continuada serie de investigaciones enciclopédicas acerca de la prehistoria de la Tierra, que nuestro planeta fue encerrado una vez en una capa de plasma que mantuvo al mundo en un crepúsculo perpetuo y no permitió que ninguna otra estrella fuera vista. Él especula que nuestro actual Sol era una vez sólo una pequeña estrella en la distancia, que gradualmente se fue acercando y causó la agitación que devastó al planeta, puso a los planetas a girar como bolas de billar, y reordenó la configuración de nuestro Sistema Solar.

2. Los dioses eran los planetas. Al analizar los mitos antiguos de la Humanidad, Talbott, Cochrane y otros muestran concluyentemente que todas las culturas antiguas —en particular las culturas aborígenes— registran historias de un impresionante espectáculo celestial, y la destrucción de una gran parte de la superficie de la Tierra. Venus era originalmente un cometa que bombardeó la Tierra, y Marte de alguna manera se interpuso en ese escenario apocalíptico, lo que le hizo ganar el apodo eterno del Planeta de la Guerra en una lluvia de rayos cósmicos mucho más grandes que cualquier cosa que podamos imaginar hoy.

Por cuanto esos acontecimientos ocurrieron antes de la invención de la escritura por los humanos, las descripciones de ellos fueron contadas sólo a través de mitos orales transmitidos durante los milenios y antropomorfizados en cuentos de dioses y héroes que salvaron a la Tierra, de modo que ahora el mundo entero mira hacia esas mitologizadas deidades para que los salven de la inevitabilidad de la muerte.

3. Un nuevo mundo depende de ver un nuevo universo a través de nuevos ojos. No sólo los gastados paradigmas especulativos de Newton y Einstein tienen que ser superados a la luz de los descubrimientos de la física de plasma y de la comprensión de la primacía de la electricidad en la formación del universo, sino que el propósito de todas las disciplinas religiosas, que tienen todas el foco en trascender la muerte, tiene que ser reconsiderado. Esa ilusión de colocar nuestra fe en las manos de una deidad incomprensible y todopoderosa tiene que ser analizada desde el punto de vista de que el modelo original para la noción misma de Dios permanece basado en las acciones de tres planetas —Saturno, Venus y Marte— hace muchísimo tiempo, de hecho, en el tiempo antes de que los humanos fueran capaces de escribir. 

El sentido de la electricidad

     No hay ninguna materia oscura. Hay plasma, conectando a todos los billones de estrellas en el universo unas con otras y todo en ello, alimentando al Sol, el que a su vez alimenta a la Tierra por medio de las auroras polares, que da vida a los planetas, y a cada criatura en ellos, incluyéndonos a nosotros.

     Lo que esto significa para la religión es que, con esta historia, la magia puede ser finalmente eliminada de la ecuación divina. La influencia de la física de plasma como un modo de explicar los misterios más antiguos de la Tierra no deja ningún espacio para que personalidades fantásticas declaren su omnipotencia y sean manejadas por sacerdotes para controlar a otros. El análisis de las propiedades, las conexiones y las implicaciones de que todo lo que vive está conectado eléctricamente, podría unir finalmente a la Humanidad en guerra, engañada por intereses locales, hacia un entendimiento más amplio de la solidaridad que todos los hombres comparten unos con otros y con todas las criaturas.

     Éste es el futuro, cuando la integridad y el empirismo demostrable finalmente sobrepasan a los cultos mágicos del engaño místico. 

La electricidad vincula a toda la vida

     Estamos seguramente en la cúspide de la nueva Era de la saga humana, una en la cual seres artificiales —esencialmente seres humanos eléctricamente mejorados o sus clones— parecen dispuestos a realizar logros más allá de las capacidades de los hombres mortales, principalmente viajando hacia el espacio exterior radiactivo y consiguiendo quizá duraciones de vida infinitamente más largas.

     Sin ponerse demasiado nostálgico por la historia humana pasada, que está llena de derramamiento de sangre, avaricia y traición, uno se pregunta qué lugar ocupará la moralidad —hacer lo correcto de un modo amable— en un futuro dependiente de robots, y quizá incluso exclusivamente poblado por robots. Las reglas naturales de la electricidad, que no pueden ser evitadas como las subjetivas reglas de la transitoria moralidad, ¿eliminarán lo que consideramos como las mejores leyes de la especie humana, como el amor y la compasión? ¿O las inflexibles reglas de la prueba científica nos conducirán a un mundo no contaminado por fuerzas místicas secretas y crearán un realismo directo y examinado por los pares para que reemplace a las fuerzas escondidas que han distorsionado el esfuerzo humano a través del tiempo?

     Aunque yo no pueda decirlo con certeza, ningún aspecto de los proyectos de Thunderbolts que conozco ha abordado las ramificaciones filosóficas de la conectividad eléctrica universal. El mensaje que me parece que está implícito en toda esta investigación sobre Saturno, los petroglifos y la vacilante transmisión de mitos a través del tiempo, es que los dioses que adoramos hoy son interpretaciones mal etiquetadas de las acciones de planetas observadas por la gente sin la capacidad de describirlas, lo que condujo a imperfectas Eras de confusión religiosa y engaño.

     Los descubrimientos del Proyecto Thunderbolts por lo tanto contienen un esperanzador camino futuro a partir de la comprensión de que nuestras vidas siempre han sido gobernadas por la electricidad, pero que en nuestro miedo e ignorancia de las cosas científicas hemos convertido el mundo en un terrible matadero, matando a todo lo que vive como un modo de inmunizarnos ante nuestras propias muertes. Es como si estuviéramos todavía en la Época Oscura, tratando de demostrar algo que no puede ser demostrado con historias falsas destinadas a convencernos de que somos inmortales.

     Estos descubrimientos de los científicos de Thunderbolts son legítimamente la chispa que alumbrará el futuro, presagiando un modo verificable de separar la información que es legítimamente valiosa de lo que es frivolidad patológica, eliminando los mal percibidos y manipulados mitos que, como un Sol nuclear, nadie ha sido capaz alguna vez de demostrar.

     Lo que yo intentaba hacer antes de la conferencia de Thunderbolts era investigar si era posible evolucionar hacia una nueva realidad humana en base al conocimiento de que la electricidad forma el fundamento sobre el cual podemos construir un entendimiento para borrar nuestras tontas disputas doctrinales y formar una percepción de consenso de que toda la vida está conectada, y de que es por lo tanto vano luchar unos contra otros por causa de diferencias imaginarias que hemos creado en nuestras mentes en base a acontecimientos que nunca hemos comprendido totalmente.

     Por lo que ahora sé, claramente es posible, si no críticamente esencial, terminar con ese comportamiento ilusorio que ahora amenaza toda la vida en la Tierra, y finalmente reconocer que nuestros dioses son las antropomorfizadas percepciones erróneas de acontecimientos geofísicos impresionantemente espantosos.

 por John Kaminski

13 Junio 2013

https://editorial-streicher.blogspot.com/2020/10/john-kaminski-cuando-la-manala-se-hace.html  

 

1 comentario:

  1. Interesante lectura más cercana a mi manera de entender el mundo y el universo que todos los cuentos contados para dominar al borrego hasta ahora, voy a investigad todo lo que pueda sobre este tema que se acerca mucho a mis lecturas, Erich Von Daniken, entro otros ya opinaban que nada de lo contado del pasado es como nos dicen que fue y que vivimos bajo una mentira cósmica, ¿ es posible que el universo sea un holograma ? sigamos investigando, muchos científicos rusos meten el dedo en la yaga.

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