17.7.23

El advenimiento de una deidad o hiperpotencia que superará y dominará a los humanos

INSPIRADOR DE LA GLOBALIZACIÓN

TEILHARD DE CHARDIN y la colectivización del pensamiento humano. 

Pierre Teilhard de Chardin profetizó la noosfera, que allanaría el camino para el advenimiento de un Cristo cósmico. La singularidad tecnológica de Ray Kurzweil (Director de Ingeniería de Google) es una presentación detallada de estp.

Pierre Teilhard de Chardin, un padre jesuita como ningún otro

El padre Teilhard  tiene su propia decodificación es única. Es cercano al famoso eugenista Julian Huxley, cuyo tío abuelo era un agresivo promotor de la Teoría de la Evolución de Darwin. Teilhard se adhirió a la teoría del Big Bang de otro sacerdote católico, Georges Lemaître, contemporáneo y teórico del átomo primitivo. Al final de su conferencia en el Instituto Católico de París, Lemaître declaró:

"Espero haberte mostrado que el universo no está fuera del alcance del hombre. Es el Edén, éste es el jardín que ha sido puesto a disposición del hombre para que lo cultive, para que lo contemple. El universo no es demasiado grande para el hombre; no supera las posibilidades de la ciencia ni la capacidad de la mente humana".

La noosfera de Chardin

Antes de continuar, conviene preguntarse qué es la noosfera de Chardin. Esta consiste en una película de pensamiento que envuelve la Tierra. Está formada por la totalidad de las comunicaciones humanas.

Este concepto de noosfera está en línea con lo que anunciábamos en Coup d'Etat planétaire con el concepto de máquina de la información, que englobaría todas las interacciones vivas, con la diferencia de que incluiría también los soportes técnicos que permiten la circulación de la información y la comunicación (TIC).

De ahí el indispensable proceso de planetización humana en el marco de la construcción de la casa común (fenómeno que hemos identificado en el contexto de la globalización), en la que estamos obligados a participar. Según Chardin, "nada en el universo puede resistir a un número suficientemente grande de inteligencias agrupadas y organizadas".

Tomada en su sentido contemporáneo, la noosfera engloba toda la actividad intelectual de la Tierra: es una especie de "conciencia colectiva de la humanidad" que reúne todas las actividades cerebrales y mecánicas de memorización y el tratamiento de la información

La noosfera de Teilhard es el fruto de la progresión y luego de la convergencia de la Teoría de la Evolución de Darwin y el concepto de biosfera de Vernadsky.

Para Teilhard, la humanidad se reúne para unirse a su Dios a través del punto Omega, sabiendo que para todo cristiano, Jesús es el Alfa y el Omega, dos puntos repensados por Teilhard y representados en su diagrama de convergencia. El punto Omega sería, pues, el punto de llegada de la unión de las conciencias de todos los seres del planeta que esperan al Mesías.

Según ciertos pensamientos expresados desde hace más de un siglo, las conciencias individuales de los participantes en la noosfera se atraerán cada vez más en torno al punto Omega. La multiplicación de los centros "como imágenes relativas de todos los centros armonizados participa en la resurrección espiritual o teofanía del Cristo cósmico".

La noosfera es, pues, una etapa importante de la evolución que puede converger hacia el punto Omega. Una vez alcanzado, la humanidad puede esperar el advenimiento del Cristo cósmico. La visión de Téilhard es holística.

Don DeLillo presenta el Punto Omega de Teilhard de la siguiente manera: Extrapoló el concepto de galaxia espiral para incluir todo el universo y forjó a partir de él un punto de vista filosófico único. Su universo estaba comprometido por 2 fuerzas fundamentales: la tangencial o rotacional (que también llamó materia) y la radial o centrípeta (también llamada  amor). Las fuerzas centrípetas conducen a la involución, es decir, a la transformación de un estado de complejidad desorganizada en un estado más organizado. El resultado final de esta involución es el Punto Omega, o el fin del mundo tal y como lo conocemos. En este punto, el universo se encuentra en un estado de complejidad organizada.

En su descripción del fenómeno, Jaime Rodríguez Ramos escribe: "El punto final era Cristo y Dios, la parusía divina, la segunda venida que había sido profetizada en la Biblia. Teilhard lo planteó todo combinando los credos dominantes de su tiempo. La religión elevando a los humanos hacia la espiritualidad y la gracia. El marxismo y el capitalismo hacen avanzar a los humanos hacia el progreso material. Teilhard decía que era necesaria una nueva religión para nuestra época, que surge y avanza al mismo tiempo. Avanzar hacia la prosperidad material para elevarse espiritualmente y hacia Dios".

Las ideas que había desarrollado Teilhard le valieron la ira de la Iglesia. Entonces, el Papa Juan XXIII lo restituyó. Otros papas posteriores al Vaticano II fueron más allá e incluso se refirieron a su visión. Es lo que ocurrió con la encíclica de 2015 del papa Francisco, que hace al menos una referencia moral a la Agenda 2030.

Los transhumanistas de Silicon Valley se inspiran en Teilhard de Chardin

La singularidad tecnológica se basa en un concepto y una metafísica inspirados en Teilhard. Es su concepto lo que debemos entender para comprender la búsqueda de la inmortalidad por parte de los transhumanistas, con Kurzweil que quería resucitar a su padre, ¡que murió justo frente a él!

https://www.dailymotion.com/video/x2xjdio

La inteligencia artificial está cada vez más evolucionada, ¿podemos imaginar que algún día podría superar las capacidades humanas? Según algunos, esta singularidad tecnológica es inminente. Futura-Sciences entrevistó a Jean-Claude Heudin, Director del laboratorio de investigación Institut de l'Internet de du Multimédia, para saber más sobre el tema.

https://www.youtube.com/watch?v=AOpg39lWvV4

¡Vídeo muy interesante que explica hasta qué punto los "expertos" están realmente incapacitados y que sus proyectos son más una cuestión de creencias que de datos reales, lógicos y científicos!

Esta singularidad, que el padre jesuita Teilhard describió a principios del siglo XX con la ocurrencia del Punto Omega, correspondería al momento en que la conciencia humana antes mutualizada, se comprimiría significativamente en el marco de la evolución convergente hacia este punto.

Para Teilhard, la "cefalización", o aumento de la conciencia de los seres vivos, era la tendencia más importante de la evolución. Al final del proceso, la conciencia colectiva: "El advenimiento del hombre marca una etapa enteramente nueva, de una importancia igual a la de la aparición de la vida, y que puede definirse como el establecimiento en el planeta de una esfera pensante, superpuesta a la biosfera, la noosfera"

La visión teilhardiana fue compartida por Julian Huxley, el primer jefe de UNICEF, que tradujo al menos uno de sus libros, y que prologó Human Phenomenon  (El fenómeno humano), publicado por primera vez 1959. Teilhard fue y sigue siendo enseñado en todas partes, incluso a nivel universitario. Se dice que fue él quien inspiró a Julian Huxley para acuñar el término transhumanismo.

Tanto si hablamos del Punto Omega del padre jesuita, de la Singularidad Tecnológica de Ray Kurzweil o de la visión de Elon Musk de una IA potencialmente incontrolable, en los tres casos se esperaría el advenimiento de una deidad o hiperpotencia (no definida) que superará y dominará a los humanos.

Conectar los cerebros a la máquina

Musk predice que esto ocurrirá en 2025, y Kurzweil confirma que para entonces la superpotencia de un ordenador permitirá descargar la simulación neuronal de un cerebro humano. Cuando lea esto, lo primero que querrá hacer es echarse a reír. Sin embargo, hay que tomarse en serio a Elon Musk por la sencilla razón de que él y sus empresas poseen una parte de la riqueza mundial. Es el hombre más rico del mundo, con 178.900 millones de dólares. Además, controla SpaceX, con una capitalización de 140.000 millones, Tesla, con casi 515.000 millones, Paypal, con 85.000 millones, etcétera.

En cuanto a Neuralink, cuya ambición sería proporcionar implantes para conectar el cerebro humano a la máquina, está más allá de cualquier estimación financiera, porque en teoría astillaría a gran parte de la humanidad, sino a toda. Pero su producto tendría que funcionar sin matar a los conejillos de indias, lo que no es el caso hoy en día.

La cifra, desvelada el 5 de diciembre de 2022, es escalofriante: se cree que 1.500 animales han muerto en experimentos realizados desde 2018. Entre ellos hay ovejas, monos y cerdos, además de ratas y ratones.

Musk prevé que tanto discapacitados como personas sanas reciban rápidamente implantes quirúrgicos en centros locales.

El objetivo de los dispositivos es curar enfermedades como la obesidad, el autismo, la depresión y la esquizofrenia, además de permitir la navegación por la web y la telepatía.

La Singularidad Tecnológica o Singularity, que Kurzweil prevé que se produzca hacia 2045, consiste en un crecimiento tecnológico desbocado, impulsado por la Inteligencia Artificial, que provocaría cambios impredecibles en la sociedad humana. Más allá de ese punto, el progreso sólo lo harían las inteligencias artificiales, o "suprainteligencias", que se mejorarían a sí mismas, apareciendo más rápidamente nuevas generaciones cada vez más inteligentes, creando una "explosión de inteligencia" que acabaría creando una poderosa superinteligencia que superaría con creces la inteligencia humana. La guinda del pastel es que entonces los humanos se volverían inmortales. Sí, pero ¿qué tipo de humanos, ya que el modelo requiere la mutación en transhumanos, puesto que tendríamos que descargar nuestros cerebros en la nube (cefalosfera)?

He aquí una descripción más antigua de la singularidad tecnológica. En 1965, Irving John Good  hablaba de una explosión de inteligencia:

"Digamos que una máquina suprainteligente una máquina capaz, en todos los campos de la actividad intelectual, de superar ampliamente a un ser humano, por brillante que sea. Puesto que el diseño de tales máquinas es una de esas actividades intelectuales, una máquina suprainteligente podría diseñar máquinas aún mejores; entonces se produciría incuestionablemente una "explosión de inteligencia", y la inteligencia humana sería superada muy rápidamente. Así pues, la invención de la primera máquina suprainteligente es el último invento que el Hombre necesita hacer".

Vernor Vinge popularizó el concepto de singularidad tecnológica. En él, postulaba que en 2023 la humanidad crearía una IA sobrehumana que pondría fin a la humanidad. Y aquí está la frase clave de Wikipedia: "las inteligencias sobrehumanas, creadas por humanos con capacidades mejoradas cibernéticamente o por otras inteligencias artificiales menos desarrolladas, serían capaces de mejorar sus propias capacidades. De esta forma, una espiral de progreso cada vez más rápida daría lugar a avances tecnológicos muy significativos en un corto periodo de tiempo."

Por consiguiente, para hacer realidad la superinteligencia o el Punto Omega, los genios de Silicon Valley necesitan seres humanos aumentados y necesariamente conectados para que el planeta pueda beneficiarse de sus ventajas. Pero si esto ocurriera sin el conocimiento ni el consentimiento informado de la humanidad, estaríamos ante el mayor genocidio imaginable. Sería nada menos que la erradicación voluntaria de poblaciones biológicas con la esperanza de crear una nueva raza de humanos robóticos.

Esta solución extrema de "aumentar" las capacidades humanas es la solución alternativa ante el fracaso de la creación de robots beneficiando la inteligencia general del humano

Países totalitarios transformados en laboratorios BigTech

Esto es lo que ha sucedido gracias al capitalismo exacerbado, que ha ofrecido sumas astronómicas a los científicos para desarrollar el hardware adecuado que se utiliza actualmente para la IA. Es curioso constatar que el periodo de crisis monetaria y financiera negra para Occidente se corresponde con el periodo en el que la IA ha hecho más "progresos"... Además, en nuestras numerosas publicaciones hemos constatado un desplazamiento de la riqueza de las empresas habituales hacia BigTech. ¿Esto lo explica?

Por el momento, el sistema bancario está de capa caída y estas entidades toman protagonismo para apoderarse de lo que queda de los países e imponer un fascismo tecnológico que, en teoría, debería conducir al astillado de la humanidad por el cerebro.

Al mismo tiempo que la desposesión a todos los niveles y en todo momento en favor del BigTech, que está a su vez en manos del Planète Finance, hemos visto que a los países que han salido del marxismo duro les ha resultado más fácil introducir las nuevas tecnologías, cuya finalidad no siempre es compatible con la concepción occidental del ser humano.

De manera más general, los países pobres se han convertido en una especie de laboratorio, con poblaciones empobrecidas más o menos de acuerdo, más o menos forzadas a jugar como cobayas…

En lo que a nosotros respecta, Teilhard es el padre espiritual del concepto de Singularidad de Silicon Valley; la única diferencia es que Teilhard esperaba el advenimiento de un Cristo cósmico (una variante del Cristo del Nuevo Testamento), mientras que los seguidores de la Singularidad Tecnológica esperan una toma de poder por parte de las máquinas con la esperanza de que sean benevolentes con ellos.

Teilhard de Chardin es actualmente elogiado en todos los rincones del planeta. Es una referencia para los seguidores del ciberespacio, pero también para Planète Finance.

En sus últimos años, Teilhard recibió una beca de la Fundación Wenner-Gren, que lleva el nombre del creador de la marca Electrolux.

Este mecenas pronazi, apodado el Rockfeller de Suecia, figuraba en la lista negra estadounidense. Se le acusaba de ser una de las principales figuras entre bastidores que financiaron la Segunda Guerra Mundial...

También se le atribuye haber financiado a los nazis entre 1932 y 1942 desde un banco de las Bahamas y haber escondido oro nazi en Sudamérica. Su fundación sigue activa en el campo de la investigación antropológica.

Teilhard parece ser muy apreciado por Planète Finance, la organización que ha globalizado el mundo. Las celebraciones del 50 aniversario de su muerte reflejaron el interés que suscita su obra entre los dirigentes actuales. He aquí un resumen muy instructivo del coloquio celebrado en Nueva York para conmemorar la muerte del padre de la noosfera.

Solo gente hermosa, tanto del ámbito académico, financiero y religioso. El desarrollo del encuentro también fue sumamente interesante, demuestra que nos encontramos en un campo que va más allá de la simple ideología de un sacerdote aislado.

http://www.verdadypaciencia.com/2023/07/teilhard-de-chardin-el-padre-jesuita-que-inspiro-la-globalizacion-y.la-colectivizacion-del-pensamiento-humano.apocalipsis-4.0-dossier-lhk.html

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