INSPIRADOR DE LA GLOBALIZACIÓN
TEILHARD DE CHARDIN y
la colectivización del pensamiento humano.
Pierre Teilhard de Chardin profetizó la noosfera, que
allanaría el camino para el advenimiento de un Cristo cósmico. La singularidad
tecnológica de Ray Kurzweil (Director de Ingeniería de Google) es una
presentación detallada de estp.
Pierre Teilhard de Chardin, un padre jesuita como ningún
otro
El padre Teilhard tiene su propia decodificación es única. Es cercano al famoso eugenista Julian Huxley, cuyo tío abuelo era un agresivo promotor de la Teoría de la Evolución de Darwin. Teilhard se adhirió a la teoría del Big Bang de otro sacerdote católico, Georges Lemaître, contemporáneo y teórico del átomo primitivo. Al final de su conferencia en el Instituto Católico de París, Lemaître declaró:
"Espero
haberte mostrado que el universo no está fuera del alcance del hombre. Es el
Edén, éste es el jardín que ha sido puesto a disposición del hombre para que lo
cultive, para que lo contemple. El universo no es demasiado grande para el
hombre; no supera las posibilidades de la ciencia ni la capacidad de la mente
humana".
La noosfera de Chardin
Antes de
continuar, conviene preguntarse qué es la noosfera de Chardin. Esta consiste en
una película de pensamiento que envuelve la Tierra. Está formada por la
totalidad de las comunicaciones humanas.
Este concepto de noosfera está en línea con lo que
anunciábamos en Coup d'Etat planétaire con el concepto de máquina de la
información, que englobaría todas las interacciones vivas, con la diferencia de
que incluiría también los soportes técnicos que permiten la circulación de la
información y la comunicación (TIC).
De ahí el indispensable proceso de planetización humana
en el marco de la construcción de la casa común (fenómeno
que hemos identificado en el contexto de la globalización), en la que
estamos obligados a participar. Según Chardin, "nada en el universo puede
resistir a un número suficientemente grande de inteligencias agrupadas y
organizadas".
Tomada en su sentido contemporáneo, la noosfera engloba toda la actividad intelectual de la Tierra: es una especie de "conciencia colectiva de la humanidad" que reúne todas las actividades cerebrales y mecánicas de memorización y el tratamiento de la información
La noosfera de Teilhard
es el fruto de la progresión y luego de la convergencia de la Teoría de la
Evolución de Darwin y el concepto de biosfera de Vernadsky.
Para Teilhard, la humanidad se reúne para unirse a su Dios a
través del punto Omega, sabiendo que para todo cristiano, Jesús es el Alfa y el
Omega, dos puntos repensados por Teilhard y representados en su diagrama de
convergencia. El punto Omega sería, pues, el punto de llegada de la unión de
las conciencias de todos los seres del planeta que esperan al Mesías.
Según ciertos pensamientos expresados desde hace más de un
siglo, las conciencias individuales de los participantes en la noosfera se
atraerán cada vez más en torno al punto Omega. La multiplicación de los centros
"como imágenes relativas de todos los centros armonizados participa en la
resurrección espiritual o teofanía del Cristo cósmico".
La noosfera es, pues, una etapa importante de la evolución
que puede converger hacia el punto Omega. Una vez alcanzado, la humanidad puede
esperar el advenimiento del Cristo cósmico. La visión de Téilhard es holística.
Don DeLillo presenta el Punto Omega de Teilhard de la
siguiente manera: Extrapoló el concepto de galaxia espiral para incluir todo el
universo y forjó a partir de él un punto de vista filosófico único. Su universo
estaba comprometido por 2 fuerzas fundamentales: la tangencial o rotacional
(que también llamó materia) y la radial o centrípeta (también
llamada amor). Las
fuerzas centrípetas conducen a la involución, es decir, a la transformación de
un estado de complejidad desorganizada en un estado más organizado. El
resultado final de esta involución es el Punto Omega, o el fin del mundo tal y
como lo conocemos. En este punto, el universo se encuentra en un estado
de complejidad organizada.
En su descripción del fenómeno, Jaime Rodríguez Ramos
escribe: "El punto final era Cristo y Dios, la parusía divina, la segunda
venida que había sido profetizada en la Biblia. Teilhard lo planteó todo
combinando los credos dominantes de su tiempo. La religión elevando a los humanos
hacia la espiritualidad y la gracia. El marxismo y el capitalismo hacen avanzar
a los humanos hacia el progreso material. Teilhard decía que era necesaria una
nueva religión para nuestra época, que surge y avanza al mismo tiempo. Avanzar hacia la prosperidad material para
elevarse espiritualmente y hacia Dios".
Las ideas que había desarrollado Teilhard le valieron la
ira de la Iglesia. Entonces, el Papa Juan XXIII lo restituyó. Otros papas
posteriores al Vaticano II fueron más allá e incluso se refirieron a su visión.
Es lo que ocurrió con la encíclica de 2015 del papa Francisco, que hace al
menos una referencia moral a la Agenda 2030.
Los transhumanistas de Silicon Valley se inspiran en
Teilhard de Chardin
La singularidad tecnológica se basa en un concepto y una
metafísica inspirados en Teilhard. Es su concepto lo que debemos entender para
comprender la búsqueda de la inmortalidad por parte de los transhumanistas, con
Kurzweil que quería resucitar a su padre, ¡que murió justo frente a él!
https://www.dailymotion.com/video/x2xjdio
La inteligencia artificial está cada vez más evolucionada,
¿podemos imaginar que algún día podría superar las capacidades humanas? Según
algunos, esta singularidad tecnológica es inminente. Futura-Sciences entrevistó
a Jean-Claude Heudin, Director del laboratorio de investigación Institut de
l'Internet de du Multimédia, para saber más sobre el tema.
https://www.youtube.com/watch?v=AOpg39lWvV4
¡Vídeo muy interesante que explica hasta qué punto los
"expertos" están realmente incapacitados y que sus proyectos son más
una cuestión de creencias que de datos reales, lógicos y científicos!
Esta singularidad, que el padre jesuita Teilhard describió a
principios del siglo XX con la ocurrencia del Punto Omega, correspondería al
momento en que la conciencia
humana antes mutualizada,
se comprimiría significativamente en el marco de la evolución convergente hacia
este punto.
Para Teilhard, la "cefalización", o aumento de
la conciencia de los seres vivos, era la tendencia más importante de la
evolución. Al final del proceso, la conciencia colectiva: "El advenimiento
del hombre marca una etapa enteramente nueva, de una importancia igual a la de la
aparición de la vida, y que puede definirse como el establecimiento en el
planeta de una esfera pensante, superpuesta a la biosfera, la noosfera"
La visión teilhardiana fue compartida por Julian Huxley, el
primer jefe de UNICEF, que tradujo al menos uno de sus libros, y que
prologó Human Phenomenon
(El fenómeno humano), publicado por primera vez 1959. Teilhard fue y sigue
siendo enseñado en todas partes, incluso a nivel universitario. Se dice que fue
él quien inspiró a Julian Huxley para acuñar el término transhumanismo.
Tanto si hablamos del Punto Omega del padre jesuita, de la
Singularidad Tecnológica de Ray Kurzweil o de la visión de Elon Musk de una IA
potencialmente incontrolable, en los tres casos se esperaría el advenimiento de
una deidad o hiperpotencia (no definida) que superará y dominará a los humanos.
Conectar los cerebros a la máquina
Musk predice que esto ocurrirá en 2025, y Kurzweil confirma
que para entonces la superpotencia de un ordenador permitirá descargar la
simulación neuronal de un cerebro humano. Cuando lea esto, lo primero que
querrá hacer es echarse a reír. Sin embargo, hay que tomarse en serio a Elon
Musk por la sencilla razón de que él y sus empresas poseen una parte de la
riqueza mundial. Es el hombre más rico del mundo, con 178.900 millones de
dólares. Además, controla SpaceX, con una capitalización de 140.000 millones,
Tesla, con casi 515.000 millones, Paypal, con 85.000 millones, etcétera.
En cuanto a Neuralink, cuya ambición sería proporcionar
implantes para conectar el cerebro humano a la máquina, está más allá de
cualquier estimación financiera, porque en teoría astillaría a gran parte de la
humanidad, sino a toda. Pero su producto tendría que funcionar sin matar a los
conejillos de indias, lo que no es el caso hoy en día.
La cifra, desvelada
el 5 de diciembre de 2022, es escalofriante: se cree que 1.500 animales han
muerto en experimentos realizados desde 2018. Entre ellos hay ovejas, monos y
cerdos, además de ratas y ratones.
Musk prevé que tanto discapacitados como personas sanas reciban rápidamente implantes
quirúrgicos en centros locales.
El objetivo de los dispositivos es curar enfermedades como
la obesidad, el autismo, la depresión y la esquizofrenia, además de permitir la navegación por la web y la
telepatía.
La Singularidad Tecnológica o Singularity, que Kurzweil
prevé que se produzca hacia 2045, consiste en un crecimiento
tecnológico desbocado, impulsado por la Inteligencia Artificial, que
provocaría cambios impredecibles en
la sociedad humana. Más allá de ese punto, el progreso sólo lo harían las
inteligencias artificiales, o "suprainteligencias", que se mejorarían
a sí mismas, apareciendo más rápidamente nuevas generaciones cada vez más
inteligentes, creando una "explosión de inteligencia" que acabaría creando
una poderosa superinteligencia que superaría con creces la inteligencia humana.
La guinda del pastel es que entonces los humanos se volverían inmortales. Sí,
pero ¿qué tipo de humanos, ya que el modelo requiere la mutación en
transhumanos, puesto que tendríamos que descargar nuestros cerebros en la nube
(cefalosfera)?
He aquí una descripción más antigua de la singularidad
tecnológica. En 1965, Irving John Good
hablaba de una explosión de inteligencia:
"Digamos que una máquina suprainteligente una máquina
capaz, en todos los campos de la actividad intelectual, de superar ampliamente
a un ser humano, por brillante que sea. Puesto que el diseño de tales máquinas
es una de esas actividades intelectuales, una máquina suprainteligente podría
diseñar máquinas aún mejores; entonces se produciría incuestionablemente una
"explosión de inteligencia", y la inteligencia humana sería superada
muy rápidamente. Así pues, la
invención de la primera máquina suprainteligente es el último invento que el
Hombre necesita hacer".
Vernor Vinge popularizó el concepto de singularidad
tecnológica. En él, postulaba que en 2023 la humanidad crearía una IA
sobrehumana que pondría fin a la humanidad. Y aquí está la frase clave de
Wikipedia: "las inteligencias sobrehumanas, creadas por humanos
con capacidades mejoradas cibernéticamente o por otras inteligencias
artificiales menos desarrolladas, serían capaces de mejorar sus propias
capacidades. De esta forma, una espiral de progreso cada vez más rápida daría
lugar a avances tecnológicos muy significativos en un corto periodo de
tiempo."
Por consiguiente,
para hacer realidad la superinteligencia o el Punto Omega, los genios de
Silicon Valley necesitan seres humanos aumentados y necesariamente conectados
para que el planeta pueda beneficiarse de sus ventajas. Pero si esto ocurriera
sin el conocimiento ni el consentimiento informado de la humanidad, estaríamos
ante el mayor genocidio imaginable. Sería nada menos que la erradicación
voluntaria de poblaciones biológicas con la esperanza de crear una nueva raza
de humanos robóticos.
Esta solución extrema de "aumentar" las
capacidades humanas es la solución alternativa ante el fracaso de la
creación de robots beneficiando la inteligencia general del humano
Países totalitarios transformados en laboratorios BigTech
Esto es lo que ha sucedido gracias al capitalismo
exacerbado, que ha ofrecido sumas astronómicas a los científicos para
desarrollar el hardware adecuado que se utiliza actualmente para la IA. Es
curioso constatar que el periodo de crisis monetaria y financiera negra para
Occidente se corresponde con el periodo en el que la IA ha hecho más
"progresos"... Además, en nuestras numerosas publicaciones hemos
constatado un desplazamiento de la riqueza de las empresas habituales hacia
BigTech. ¿Esto lo explica?
Por el momento,
el sistema bancario está de capa caída y estas entidades toman protagonismo
para apoderarse de lo que queda de los países e imponer un fascismo tecnológico
que, en teoría, debería conducir al astillado de la humanidad por el cerebro.
Al mismo tiempo que la desposesión a todos los niveles y en
todo momento en favor del BigTech, que está a su vez en manos del Planète
Finance, hemos visto que a los países que han salido del marxismo duro les ha
resultado más fácil introducir las nuevas tecnologías, cuya finalidad no
siempre es compatible con la concepción occidental del ser humano.
De manera más general, los países pobres se han
convertido en una especie de laboratorio, con poblaciones empobrecidas más o
menos de acuerdo, más o menos forzadas a jugar como cobayas…
En lo que a nosotros respecta, Teilhard es el padre
espiritual del concepto de Singularidad de Silicon Valley; la única
diferencia es que Teilhard esperaba el advenimiento de un Cristo cósmico (una
variante del Cristo del Nuevo Testamento), mientras que los seguidores de la
Singularidad Tecnológica esperan una toma de poder por parte de las máquinas
con la esperanza de que sean benevolentes con ellos.
Teilhard de
Chardin es actualmente elogiado en todos los rincones del planeta. Es una
referencia para los seguidores del ciberespacio, pero también para Planète Finance.
En sus últimos
años, Teilhard recibió una beca de la Fundación Wenner-Gren, que lleva el
nombre del creador de la marca Electrolux.
Este mecenas pronazi, apodado el Rockfeller de Suecia,
figuraba en la lista negra estadounidense. Se le acusaba de ser una de las
principales figuras entre bastidores que financiaron la Segunda Guerra
Mundial...
También se le atribuye haber financiado a los nazis entre
1932 y 1942 desde un banco de las Bahamas y haber escondido oro nazi en
Sudamérica. Su fundación sigue activa en el campo de la investigación
antropológica.
Teilhard parece ser muy apreciado por Planète Finance, la
organización que ha globalizado el mundo. Las celebraciones del 50 aniversario
de su muerte reflejaron el interés que suscita su obra entre los dirigentes
actuales. He aquí un resumen muy instructivo del coloquio celebrado en
Nueva York para conmemorar la muerte del padre de la noosfera.
Solo gente hermosa, tanto del ámbito académico, financiero y
religioso. El desarrollo del encuentro también fue sumamente interesante,
demuestra que nos encontramos en un campo que va más allá de la simple
ideología de un sacerdote aislado.
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