LA FACHADA DE LA MEDICINA MODERNA
La verdad sobre la
quimioterapia y la radiación
Las grandes farmacéuticas al descubierto: descubra las
aleccionadoras verdades expuestas por el Dr. Peter Glidden sobre el engaño de
la industria farmacéutica y los peligros de la medicina convencional. Este
revelador artículo muestra cómo las grandes farmacéuticas priorizan las
ganancias sobre la atención al paciente y destaca los beneficios de las
prácticas de salud holísticas. Desvela la verdadera historia de la quimioterapia,
la crisis de los medicamentos recetados y el camino hacia un futuro más
saludable.
Cómo las grandes farmacéuticas y la medicina convencional
te estafan hasta la muerte
En un mundo donde la búsqueda de ganancias a menudo eclipsa la santidad de la vida humana, la industria farmacéutica y la medicina convencional han operado, durante demasiado tiempo, bajo un manto de engaño.
Prometen curas, sanación y esperanza, pero lo que ofrecen es a menudo una combinación mortal de efectos secundarios, promesas vacías y devastación financiera. El Dr. Peter Glidden, una rara voz de la razón en el desierto médico, descorre el telón sobre estas peligrosas decepciones.Sus revelaciones
exponen una realidad desgarradora: las grandes farmacéuticas y
muchos médicos no son los salvadores que dicen ser, sino que se benefician de
un sistema que prioriza la riqueza sobre la salud.
La fachada de la medicina moderna: una inmersión profunda
en los fracasos
El Dr. Peter Glidden es uno de los pocos que se han atrevido
a decir la cruda verdad: la medicina moderna dirigida por médicos fracasa
sistemáticamente en curar las enfermedades y, en el proceso, causa un daño
inmenso. La persona promedio confía en su médico y cree que el consejo médico
que recibe se basa en sus mejores intereses. Sin embargo, la realidad es mucho
más siniestra.
La industria médica está impulsada por los márgenes de
ganancia, no por el bienestar de los pacientes. Los tratamientos prescritos no
son necesariamente los más eficaces, pero sí suelen ser los más rentables.
La quimioterapia, por ejemplo, es un ejemplo clásico. Es uno
de los tratamientos más comúnmente recetados para el cáncer, pero su eficacia
es sorprendentemente baja. El Dr. Glidden ha afirmado que la quimioterapia sólo
funciona el 3% de las veces. A pesar de esta pésima tasa de éxito, sigue siendo
una piedra angular del tratamiento del cáncer, en gran parte porque es muy
rentable.
La cruda verdad es que los medicamentos quimioterapéuticos
son la única categoría de medicamentos cuya receta los médicos reciben un
beneficio financiero directo. Este conflicto de intereses socava la integridad
del asesoramiento médico y pone en peligro la salud del paciente.
La estafa de la quimioterapia: un fraude financiero
disfrazado de tratamiento
Analicemos con más detalle la estafa de la quimioterapia.
Cuando un médico prescribe quimioterapia, a menudo compra los medicamentos a
las compañías farmacéuticas a una fracción del precio al que se los venden a
los pacientes.
Por ejemplo, un médico podría comprar un medicamento de quimioterapia por 5.000
dólares y luego facturar al paciente o a su seguro 12.000 dólares. La compañía
de seguros podría cubrir $8,000, dejando
al médico con una ganancia considerable de $4,000. Esta práctica anima a los médicos a recetar quimioterapia,
incluso cuando no es lo mejor para el paciente. La eficacia real del
tratamiento es irrelevante; lo que importa es el margen de beneficio.
Este escenario no es una rara excepción sino un
procedimiento operativo estándar. El sistema está diseñado para fomentar la
prescripción excesiva, no para maximizar la salud del paciente. Centrarse en
las ganancias por encima de la atención genuina es una crítica devastadora a la
industria de la salud. Revela un sistema que explota a los enfermos y
vulnerables para obtener ganancias financieras, sin tener en cuenta los
resultados reales.
El engañoso atractivo de las grandes farmacéuticas
Las grandes farmacéuticas, el conglomerado de empresas
farmacéuticas, son un actor clave en este juego engañoso. Ejercen un poder e
influencia inmensos y dan forma a las prácticas y políticas médicas para
garantizar que sus ganancias sigan aumentando. Lo logran financiando facultades
de medicina, instituciones de investigación e incluso organismos reguladores.
Esta influencia financiera compromete la objetividad de la
investigación y la educación médicas, asegurando que las nuevas generaciones de
médicos estén formadas para priorizar las soluciones farmacéuticas sobre
enfoques más naturales u holísticos.
Las compañías farmacéuticas son conocidas por promover
medicamentos que no sólo son caros sino que a menudo son innecesarios. Gastan
miles de millones en marketing para convencer tanto a los médicos como al
público de que sus productos son la mejor opción disponible, si no la única.
Este bombardeo de marketing a menudo incluye la financiación
de estudios “científicos” que, como era de esperar, siempre muestran sus
productos de la mejor manera. El resultado es una población sobremedicada y mal
informada sobre los riesgos y beneficios reales de los medicamentos que toma.
La paradoja de la longevidad: remedios caseros culturales
vs. medicina moderna
El Dr. Glidden también destaca una tendencia fascinante pero
inquietante: las personas que siguen remedios caseros tradicionales y
culturales a menudo viven vidas más largas y saludables que aquellas que
adoptan plenamente los métodos médicos modernos.
Por ejemplo, en Estados Unidos, los hispanos viven 2,5 años más que los blancos
y 8 años más que los
negros. Esta longevidad no tiene nada que ver con la genética, sino que es un
testimonio de la eficacia de los tratamientos no farmacológicos y las prácticas
de salud naturales.
Estas comunidades a menudo dependen de remedios naturales
probados en el tiempo que se han transmitido de generación en generación,
evitando los medicamentos costosos y de alto riesgo impulsados por las grandes farmacéuticas.
La superioridad de estos métodos tradicionales no es
ampliamente reconocida en la medicina convencional, en gran parte porque no
pueden patentarse ni monetizarse de la misma manera que los medicamentos
farmacéuticos. No se obtendrá ningún beneficio recomendando una dieta
equilibrada, ejercicio regular o remedios a base de hierbas.
Por lo tanto, estos tratamientos eficaces y asequibles
quedan marginados, mientras la industria médica continúa promoviendo soluciones
farmacéuticas costosas y a menudo dañinas.
El emperador está desnudo: la necesidad de una medicina
holística
En su libro, The MD Emperor Has No Clothes, el
Dr. Glidden aboga por una reconciliación entre los antiguos métodos de medicina
holística y las urgentes necesidades de salud de nuestro mundo moderno.
Este enfoque holístico hace hincapié en la capacidad natural
del cuerpo para curarse a sí mismo, utilizando tratamientos no farmacológicos
que son menos invasivos y tienen menos efectos secundarios. A diferencia de la
medicina convencional, que a menudo trata los síntomas en lugar de la causa
fundamental de la enfermedad, la medicina holística busca abordar los problemas
subyacentes que contribuyen al estado del paciente.
Este enfoque no es sólo una alternativa marginal; Ofrece una
solución viable a la crisis sanitaria que enfrentan muchos países,
particularmente Estados Unidos. Con unos costos sanitarios fuera de control y
las enfermedades crónicas cada vez más prevalentes, existe una necesidad
urgente de un cambio de paradigma.
La medicina holística ofrece un camino a seguir, ofreciendo
tratamientos que son a la vez eficaces y asequibles. Prioriza el bienestar del
paciente sobre las ganancias corporativas, con el objetivo de restaurar la
salud en lugar de limitarse a tratar la enfermedad.
El lado oscuro de los medicamentos recetados: una
epidemia moderna
Los medicamentos recetados, aunque a menudo son necesarios,
se han convertido en una epidemia moderna. La prescripción excesiva de estos
medicamentos ha provocado una adicción generalizada, siendo los opioides un
ejemplo particularmente trágico. La crisis de los opioides en Estados Unidos se
ha cobrado miles de vidas y muchas personas se han vuelto adictas a los
analgésicos recetados por sus médicos.
Esta crisis fue alimentada por las compañías farmacéuticas
que comercializan agresivamente estos medicamentos como seguros y no adictivos,
a pesar de saber lo contrario. El resultado ha sido un desastre de salud
pública, con comunidades enteras devastadas por la adicción y las sobredosis.
El problema va más allá de los opioides. Muchos medicamentos
recetados vienen con una larga lista de posibles efectos secundarios, algunos
de los cuales pueden poner en peligro la vida. A pesar de esto, los médicos
suelen recetar estos medicamentos sin informar completamente a los pacientes de
los riesgos que implican.
Esta falta de transparencia es otra forma en que la
industria médica prioriza las ganancias sobre la seguridad del paciente. A los
pacientes se les mantiene ignorantes sobre los peligros potenciales de los
medicamentos que están tomando, confiando en que sus médicos velan por sus
intereses
La falsa promesa de una solución rápida: por qué
necesitamos un cambio de paradigma
Uno de los aspectos más insidiosos de la medicina moderna es
la falsa promesa de una solución rápida. La industria farmacéutica y la
medicina convencional promueven la idea de que los problemas de salud se pueden
resolver rápida y fácilmente con una pastilla o un procedimiento. Esta
mentalidad no sólo es engañosa sino también peligrosa. Alienta a las personas a
descuidar su salud en general, confiando en medicamentos para controlar los
síntomas en lugar de realizar cambios en el estilo de vida que podrían abordar
la causa raíz de sus problemas.
El Dr. Glidden aboga por un enfoque de la salud más
reflexivo e integral. Esto incluye considerar tratamientos no farmacológicos y
cambios en el estilo de vida como primera línea de defensa contra la enfermedad.
Por ejemplo, muchas enfermedades crónicas pueden controlarse eficazmente o
incluso revertirse mediante la dieta, el ejercicio y otras modificaciones en el
estilo de vida. Estos cambios requieren tiempo y esfuerzo, pero ofrecen una
solución más sostenible y saludable a largo plazo.
Abrazar un futuro más saludable: el papel de la educación
y la sensibilización
Para combatir el dominio que las grandes farmacéuticas y la
medicina convencional tienen sobre nuestro sistema de salud, la educación y la
concientización son cruciales. El público necesita estar informado sobre los
riesgos y limitaciones de los fármacos y los beneficios potenciales de los
tratamientos alternativos. Esto requiere un esfuerzo concertado por parte de
investigadores independientes, proveedores de atención médica y los medios de
comunicación para brindar información precisa e imparcial.
El trabajo del Dr. Glidden es una parte vital de este
esfuerzo educativo. Al exponer los defectos y peligros del sistema médico
actual, empodera a las personas para que tomen el control de su salud. Su
énfasis en la medicina holística ofrece una alternativa esperanzadora, que
prioriza el bienestar del paciente y promueve un enfoque más sostenible y
humano de la atención médica.
Ha llegado el momento de una revisión radical de nuestro
sistema sanitario. El modelo actual, dominado por las grandes farmacéuticas y
la medicina convencional, nos está fallando. Prioriza las ganancias sobre la
atención al paciente, promueve tratamientos peligrosos y a menudo ineficaces y
descuida el potencial de los remedios holísticos y naturales. Las ideas y la
defensa del Dr. Peter Glidden proporcionan una hoja de ruta para el cambio,
destacando la necesidad de un enfoque más humano y eficaz de la atención
sanitaria.
Este artículo es una llamada a la acción. Es un
llamamiento a las personas para que se informen sobre su salud, cuestionen los
motivos detrás del consejo médico y exploren tratamientos alternativos. Es un
llamamiento a los profesionales sanitarios para que den prioridad al bienestar
de los pacientes por encima de las ganancias financieras y a los responsables
políticos para que reformen un sistema que está roto y corrupto. Por encima de
todo, es un llamamiento a adoptar un nuevo paradigma de atención médica, basado
en la compasión, la integridad y un auténtico compromiso con la curación.
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