23.7.18

Nuestra esencia interior anhela la verdadera condición del universo HUMANO

LA HISTORIA NO OFICIAL                                                       

La realidad material, lo que llamamos creación, está formada por multitud de universos, cada uno con su proceso de génesis y sus civilizaciones. Los agujeros negros son puertas entre universos, puertas que no debieran ser traspasadas, detrás de esas puertas, nuevos universos surgen y desaparecen, la energía es siempre la misma y es infinita, pero se transforma y transmuta.

Nuestro cosmos, al que llamaremos “humano” surgió en el pasado sin comienzo y fue habitado por espíritus increados, eternos y unificados en un gran Ser. La razón de su “descenso” a la materia no la conocemos. ¿Un juego?¿La consecuencia de verse a si-mismo? ¿Un engaño? No lo sabemos desde esta existencia dual.

Nuestro hogar universal no era un caos, como nos han hecho creer, nosotros no nos organizábamos, vivíamos en absoluta anarquía, porque no necesitamos nunca gobernantes, ni jerarquías, ni reglas. Nos movíamos según el flujo universal, el dharma. Estábamos hermanados, solidarios, todo era como un verdadero Eden, sin serpientes, ni dioses juzgadores.

En un espacio así, todo prosperaba en una eternidad de colores y vidas perpetuas sin enfermedades, vejez, ni muerte.

Hasta que, una vez, llegaron unas naves provenientes de otro orbe, que ingresaron a través de un agujero negro. A ellos los llamaremos “draconianos“.

Eran muy numerosos, poseedores de gran tecnología, fuertes, guerreros y sumamente agresivos, una raza sumamente antigua. Rápida y fácilmente conquistaron esta parte del cosmos, sometiendo a la humanidad, a la que reglamentaron según sus normas, pues ellos son, fundamentalmente,  reglamentadores.


Aquellos que se opusieron, fueron exterminados. Muchos mundos fueron destruidos en su totalidad por esta especie foránea.

En todas partes impusieron sus normas, su régimen de castas, sus límites a la vida, sus jerarquías y familias monárquicas. Al principio no se mezclaban con humanos, pero algunos de ellos comenzaron, poco a poco, a crear híbridos a través de la manipulación genética, de la que eran hábiles artífices.

En realidad, entre ellos, había varias “razas” o especies diferentes. Los más fuertes y violentos eran los que gobernaban, los menos fuertes eran más inteligentes, científicos y poseían el poder de la femineidad. Aunque entre ellos no existían los sexos, pero sí esta diferencia, que los hacía atraerse mutuamente.

Se impusieron como dioses y es por eso que en todas partes vemos bajo-relieves, estatuas y monumentos de apariencia no-humana (claro que tampoco nosotros teníamos la misma apariencia que hoy tenemos).

Casi todas las mitologías describen a sus dioses como “provenientes del cielo” o que “dejaron sus carros en el cielo”.

No se refieren a seres superiores o más espirituales, su superioridad fue y es tecnológica y nuestra angustia existencial se produce porque vivimos bajo sus leyes.

Su dominación fue progresiva, aun cuando controlaron todo. Aprendieron formas sutiles de sometimiento y control. Descubrieron que su ganado prosperaba mejor si creía que era libre. Manipularon y transformaron según SUS necesidades y expectativas. Con el pasar del tiempo, nos fueron convirtiendo en híbridos, con genes de diferentes especies.

Pero siempre, siempre, nuestra esencia interior corresponde y anhela la verdadera condición del universo HUMANO.

Entre ellos también hay diferencias, esto está reflejado en las guerras relatadas en el Mahabaratha. Unos son más sensoriales, los otros tienden a la pureza. Pero no son “espirituales”, no son superiores, no son mejores. Por eso han trabajado tan duro en hacérnoslo creer,

En el pasado, los hombres sabían todo esto y es por eso que muchos de estos “dioses”  murieron, algunos en manos de sus propios congéneres, otros en manos de humanos. De todas maneras “ellos” al igual que nosotros, saben cómo “volver”. Sólo que, en nuestro caso, por ahora, volvemos según sus reglas.

Entre ellos hay enfrentamientos, grupos rivales y traiciones, debido a su naturaleza competitiva e instintiva. Eso es lo que vemos a diario en las altas esferas de nuestros gobiernos y empresas poderosas.

Su genética en nuestra estructura es lo que nos hace parecernos a ellos, pero en la medida en que tomamos más contacto con nuestra esencia, nos humanizamos y esto es lo que ellos tratan de evitar y es por esa razón que crearon esta rueda de nacimientos y muertes con pérdida de memoria.

Mientras estamos “vivos” nos bombardean con sus juguetes: distracción (objetos, éxito, placeres sensuales), medios de difusión, guerras, ideas separatistas (sexualidad, raza, nacionalidad, nivel social, nivel cultural, etc), miedos, enfermedades, delincuencia, vejez… y todo lo que puedan para que nos consideremos una mierda que no merece ni la vida.

Al pasar el tiempo de vida que nos dieron, pasamos a un área de “hospital” donde barren nuestros recuerdos de la vida anterior.  Nos califican según la genética del alma, (sellos que llevamos por siempre) y de allí nos destinan a la familia que corresponde según dicha genética.

Establecieron gobiernos que controlan para asegurarse de nuestra obediencia e iglesias que nos inculcan ideas absurdas sobre la existencia de un ser, o seres, superiores que nos juzgan y a quienes debemos obedecer ciegamente. Incluso para los más despiertos hay subterfugios como la ciencia o la filosofía para sellar su curiosidad.

Posiblemente algunos de ellos hayan aprendido a valorar y hasta a sentir afecto por algunos humanos y es por eso que, en parte, hay fracciones draconianas que, en apariencia, quieren nuestro bienestar. Pero es siempre bajo sus reglas…

Todo esto que os relato, es algo que surge de estudios e investigaciones, algo que resuena en mi interior, ideas que comparto con otros como nosotros, no puedo asegurar que sea la verdad… pero parece coincidir con la realidad…


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