23.8.21

Si no ponemos los límites ahora, los que vienen detrás, lo tendrán mucho más difícil

CORTAFUEGOS AL TRANCE MUNDIAL                    

Los estafadores hicieron como que le ayudaban a ponerse la inexistente prenda, y el emperador salió con ella en un desfile, sin admitir que era demasiado inepto o estúpido como para poder verla. Toda la gente del pueblo alabó enfáticamente el traje, temerosa de que sus vecinos se dieran cuenta de que no podían verlo, hasta que un niño dijo: «¡Pero si va desnudo!» La gente empezó a cuchichear, hasta que toda la multitud gritó que el emperador iba desnudo. El emperador lo oyó y supo que tenían razón ― Christian Andersen, El traje nuevo del emperador

Imagínate que llevaras 2 años sin ver la televisión y sin conectarte a Internet. Que no tuvieras acceso a YouTube, ni a Facebook, ni Twitter, que vivieras en una zona rural apartada y que fueras autosuficiente en cuanto a suministros y alimentación. ¿Cómo crees que te sentirías si de golpe y porrazo tuvieras que bajar a la ciudad?

Ya te lo digo yo: te daría la sensación de que todo el mundo se ha vuelto loco y que están sumidos en un extraño trance inexplicable, y que tú por más qué tratas de ser socialmente correcto, educado y cívico, muy probablemente vayas a acabar en alguna comisaría, o bien siendo increpado por una masa de zombies, que te increpan y te insultan sin que hayas hecho absolutamente nada.

¿Un temporal de frío en agosto?

Si una mañana de agosto en plena ola de calor, sales a la calle en pantalones cortos y de pronto empiezas a ver a todo el mundo abrigado como si fuera enero ¿No te cuestionarías que hay algo que no funciona? Tú estás sudando, el sol pega fuerte y estás deseando llegar al bar, para pedirte un café con hielo, en tu primera mañana libre en vacaciones.

Mientras llegas, la gente te mira como si fueras de Marte, se apartan a tu paso conforme avanzas y gesticulan como si tuvieran frío. En cambio, tú intentas ir por la sombra, porque el sol pega tanto que quema. Te empiezas a rayar, porque ves que no son ni uno ni dos, sino que todo el mundo va abrigado como si estuviésemos a -10ºC.

Cuando entras en el bar, ves que tienen la calefacción a toda pastilla, todo el mundo va abrigado y están pidiendo chocolate con churros. Vuelves a mirar tu reloj y el calendario del móvil, por si te has vuelto loco, pero no... es pleno puente de agosto y la temperatura qué marca son 38ºC. Todo el mundo está sentado, pendiente de lo que dicen en TV.

La cosa no mejora cuando ves al camarero de toda la vida, qué en lugar de saludarte como siempre, te hace gestos como si estuvieras loco, al verte entrar. Tú le preguntas ¿Qué es lo que pasa? y él te responde ¿Es que no ves las noticias?  Lo que han dicho en las noticias, es que tu pueblo está bloqueado por un temporal de nieve, y que no se puede entrar ni salir.

Pero… ¡si lo dicen en todas partes!

Y no solamente eso, sino que dicen que se han cortado los suministros porque no pueden acceder los camiones, que las tuberías se han congelado, y que el hospital está colapsado por personas con hipotermia, que después de la última noche en la que el frío arreciaba más duro, no pudieron calentarse al haber cortes electricidad y de combustible.

Coges el periódico que está en la barra, y dice que el temporal de frío afecta a toda la península. Abres el navegador de tu móvil y vas a la sección de noticias, donde dicen que se ha declarado estado de emergencia en todo el país, y que además uno de los lugares más afectados es exactamente tu pueblo, donde el ejército está tratando de acceder para restablecer los servicios.

A pesar de todo, insistes en tomar tu café con hielo, y el camarero te lo termina poniendo pero como si se sintiera insultado cuando se lo pides. La gente te mira muy mal y murmura, y te das cuenta que un par de paisanos, te están grabando por el móvil. Lo terminas, pagas y te largas. Sales a la calle y vuelven a aparecer los goterones de sudor en tu frente,

Sigue haciendo calor, porque estamos en agosto y en la calle no se puede estar, a menos que vayas por la sombra. De haber una ola, la hay de calor y no te explicas cómo la gente puede ir tan abrigada sin que les dé un chungo. No tarda en suceder, de camino a casa, ves a una señora mayor abrigada hasta las orejas, que inspira tan alto, que te fijas en ella.

La señora desfallece y cae al suelo, está colorada, chorreando de sudor y le falta el aire. La socorres para abrirle la ropa y que pueda respirar, y hacerle aire con las manos. Enseguida tres o cuatro paisanos te quitan de en medio a empujones, diciéndole que la vas a matar, que le ha dado una hipotermia, como a tantos mayores en el pueblo la noche anterior.

Esto ya pasa de castaño oscuro, y tú te das cuenta, de que o a la gente le han dado algo que les ha afectado, para creer ese escenario ficticio de temporal de frío, o a ti te pasa algo en cuanto a salud mental. Objetivamente todo señala que por alguna extraña razón, a ti no te ha afectado esa histeria colectiva, y que cuanto menos te muestres, mejor.

Si tu entorno ha caído en histeria colectiva ¿qué haces?

Seguro estás viviendo algo similar. Y ojalá fuese una broma o una simple fábula, pero el hecho de que no todos percibimos la realidad de la misma forma, deja al descubierto que todos somos iguales hasta un cierto punto, dónde nuestra percepción y voluntad, no dejan pasar determinadas narrativas, las cuales la inmensa mayoría ha aceptado como verdaderas, a pesar de ser destructivas e ir en contra de nosotros mismos.

Si todos hemos tenido nuestra oportunidad, ¿Por qué unos han dejado pasarlo todo contra sí mismos, a pesar de que ya hemos visto claramente que iban a por nosotros? Y no solo a por nosotros, sino precisamente, a por aquellos que todavía no se pueden defender, por edad o por tener un estado dependiente de salud, o falta de voluntad o madurez.

Te das cuenta, que esto no es cuestión de listos y tontos. Solo hay personas que lo han dejado pasar, y otras que da igual cómo se lo pinten, que lo tienen claro. Y dentro de este escenario de ficción, han tomado sus opciones independientemente de las consecuencias que ello les acarree. Saben que hay otras cosas por encima de lo que se ve y lo que se oye. No todos tenemos el mismo cortafuegos.

Me pregunto si no será demasiado tarde, para todos aquellos que no hayan tomado sus propias decisiones y se hayan dejado llevar por algo que va mucho más allá del mainstream. Si te dijera que no me importa, te estaría mintiendo porque sí me importa, pero ellos no van a ser barrera, para que ni yo ni nadie, nos quedemos mirando a ver qué pasa.

Te das cuenta que llega un momento, en el que todos y cada uno de nosotros, ha tenido su oportunidad de tomar esas decisiones y actuar en base a ellas. Para bien o para mal dentro de esta dualidad en la que nos encontramos, nuestras decisiones acarrean consecuencias. En nuestras manos está, el saber lidiar con estas consecuencias. Porque haberlas, haylas.

¿Que más tiene que pasar para que lo vean?

La cuestión es que por no querer asumir consecuencias, gran parte de la masa, renuncia a tomar esas decisiones, y se deja llevar en un camino que hasta hoy, ha demostrado de forma abierta, una intención clara de ir en contra todo lo humano, ya no solo a nivel económico o social, sino hasta traspasar la barrera de la salud y los derechos individuales.

Y esto solo como una escasa punta del iceberg, de toda la operación multinivel que hay detrás. Porque si cada uno de nosotros somos conscientes, que nuestra participación voluntaria es necesaria, cada vez serán menos las voluntades que se plieguen ante un plan que tiene de todo, menos una promesa de bienestar para el ser humano.

Muchos no lo verán hasta que les echen la puerta abajo, y ya con la puerta tirada, traten de salvar su situación, que ellos mismos han consentido, mostrando algún tipo de green pass, que hasta el momento creían, les exoneraba de cualquier peligro o exclusión. Si aceptas las normas del lobo y le dejas entrar en tu casa, no esperes que no mate a las ovejas.

Y si bien muchos han creído, que seguir la narrativa marcada, les iba a liberar al final del camino, lo único que están haciendo es permitir que el lobo campe a sus anchas, dejándole vía libre no solamente de cara a ellos, sino a todas las personas que dependen de ellos y que o bien, no pueden defenderse por sí mismos, o bien no saben defenderse.

Es por ello que si no hemos puesto los límites ahora, los que vienen detrás de nosotros, lo tendrán mucho más difícil, porque ni siquiera serán conscientes de que quienes les tenían que haber protegido, tomando decisiones en pro de sí mismos y de sus seres queridos, lo único que han hecho ha sido abrirle la puerta al lobo.

Al final se verá que todos hemos sido responsables de nuestra parte, pero mucho me temo, que precisamente por no haber asumido esa responsabilidad en un primer momento, muchos querrán dar un paso atrás y no podrán, quizás ni siquiera sean conscientes de sí mismos, o perderán la poca voluntad que les quedaba.

Inspirado en el videoprograma de Mundo Desconocido: La formación del Trance Mundial

https://www.desesperadostv.com/2021/08/cortafuegos-al-trance-mundial.html?utm_source=feedburner&utm_medium=feed&utm_campaign=Feed:+DesesperadosTv+(desesperados+TV+%F0%9F%8E%AC)

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