© ¿QUÉ MUNDO QUEREMOS?
… ¡Y qué hacemos para
conseguirlo!
Estamos inmersos en un desbarajuste monumental y general.
Hay muchas cosas con las que no estamos de acuerdo, que no nos gustan, que
querríamos cambiar... pero no sabemos o no nos atrevemos a hacerlo.
Lo primero es identificar lo que queremos y hacerlo con
claridad y concreción, centrándonos bien en el objetivo que queremos alcanzar,
sin dispersarnos ni divagar.
Una vez definido y concretado lo que queremos, necesitamos conseguir el apoyo de cuantos más mejor, por eso tendremos que divulgar en todas direcciones nuestra propuesta para ir consolidándola, paso a paso hasta su implantación.
Entre tanto tendremos que irnos desvinculando del “orden
establecido” rehuyendo la narrativa oficial y aplicando si es necesaria la
desobediencia civil.
Quien no esté dispuesto a correr riesgos y sufrir
incomodidades que no se ponga, porque como todo el mundo debe saber, los
cambios no son fáciles... pero son posibles si se tienen las ideas claras y el
coraje necesario
Una inercia tan grande y bien instalada pide una gran convicción
y una perseverancia a prueba de decepciones: Hay muchos que quieren que las
cosas cambien pero muy pocos que quieran implicarse.
En la novela Nuestros
inesperados hermanos aparecen unos desconocidos benefactores de
la humanidad que logran unir a la gente de todo el planeta... pero sólo es una
novela.
En la realidad no está previsto la aparición de ningún
"salvador" y somos nosotros -la gente corriente- quien debe
plantearse el reto del cambio y poner la voluntad de alcanzarlo.
El estado actual de inacción nos aboca a seguir empeorando a
pesar de resultar evidente los perjuicios que irán cayendo sobre nosotros.
¿Cuál debería ser el detonante que nos pusiera en movimiento?
Hay un montón de trabajo: Tenemos que derribar toda la
estructura económica, social y política y sentar las bases de una buena
convivencia.
El despliegue de los dones particulares de cada uno puede ir
creando un mundo en el que todos tengamos cabida y nos resulte grato vivir en
él.
Lo que sí tengo muy claro es que no se puede “mejorar” nada
de lo que hay sino que hay que crear de cero un nuevo esquema vital, sensato y
compartido, que tome como punto de partida el respeto y la buena armonía entre
todos.
A la dinámica actual sólo se le podrá dar la vuelta,
saliendo de ella y porfiando por una nueva manera de vivir que tenga en cuenta
que todos somos la misma cosa y tenemos las mismas necesidades.
O así me lo parece.
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Joan Martí - elcamidelavida@gmail.com - 27
febrero 2025
OTROS ESCRITOS DEL MISMO AUTOR
https://masacriticaconsciente.blogspot.com/p/escritos-propios.html
¿EL FIN DEL SUEÑO NEOCON? https://anunnakibot.blogspot.com/2025/02/10-50-anunnakibot-el-fin-del-sueno.html
ResponderEliminarHola Joan. Siempre de acuerdo contigo.
ResponderEliminarSólo, a veces, en mis pensamientos revueltos, dudo si toda esta inacción de la sociedad que observamos y, aunque nos pese y nos lleve a consecuencias muy hostiles y desagradables para la gran mayoría, debe ser así y debemos aceptarla para llegar al fin previsto, ya que de otro modo es incomprensible que sea favorable para nuestra transcendencia y evolución. ¿Debemos seguir aceptando e intentando que no nos influya y perjudique, como quien no ve, no siente y no escucha, o debemos revelarnos y actuar? ¿Cuál es nuestro propósito en esto? ¡Muchos tendríamos ganar de actuar pero nuestras dudas sobre bien y mal nos amarran, mientras que los chicos malos siguen, sin vacilar, en conseguir su gran obra maligna! Grácies. Miguel