El alma es nuestro propio Conductor: Con ella hacemos nuestra labor conscientemente

MÚSICO-INSTRUMENTO                                

“La diferencia entre lo que hacemos y lo que somos capaces de hacer resolvería los problemas más grandes que hay en el mundo” dicen que dijo Gandhi.

Y quiero compartir que esto es posible, desde lo que se ES como Ser Consciente, claro está. Ya que desde lo que somos, Somos… Somos maestros reales (en cualquier sentido)  y ostentamos todo el poder esencial del Ser Consciente.

En apariencia o, desde lo que nos han contado (muchas mentiras y medias verdades) dicen que somos algo insignificante, que todo lo recibimos desde afuera: amor, paz, comida, seguridad, felicidad, salud sentido de vida…

Y en referencia a esa supuesta insignificancia, vino a mi mente “algo consciente” (un poquito al menos) el recuerdo en el que el Nazareno, nos dijo que somos como semillas de mostaza. La semilla de mostaza, sabemos que es algo pequeñito. También sabemos, que una semilla de mostaza si se aplasta, es hueca (como algo vacío) pero sin embargo, de ese algo pequeño y vacío, puede germinar un grandioso árbol.

A lo largo de mis tiempos y experiencias, he ido comprendiendo y viendo que estamos inmersos en una falsa realidad, llena de cuentos, leyendas e historia falsa y muchas veces ante ello me decía que tenía que estar muy alucinada, que no podía ser, que no podíamos estar todos tan ciegos y no ver la gran mentira de este mundo en el que estamos tantas almas encarnadas…

Pero claro también estamos rodeados de cuentos y leyendas con señales, y miguitas que nos llevan a mirar afuera a plena luz. Como pasa en esa historia de “La Caverna” de Platón.

O, como en el cuento de “La bella Durmiente”… esa amada que duerme y es despertada por el amado.

Realmente, el ser humano, en sus distintos cuerpos complementarios, es un templo para el Ser o Alma, que una vez va despertando a lo largo de vida y experiencia, de encarnación en encarnación, toma la guía y custodia de su Vida con la real Maestría, transformándola y sublimándola, elevándola a la consciencia de expresar Lo Que Es…

Cuando el ser va despertando, los peligros le rodean más de cerca (el oscuro no quiere que merme su ejército de seres “encantados” sin voluntad). La atención y observación son una práctica esencial, a la cual la meditación y el cultivo de tiempo en calma ayudan mucho… todo vendrá a distraer, enfadar y complicar,

¡Cuidado! Estamos en un gran momento en los que podríamos tener que elegir o decidir entre Ser o no ser… hoy, como ayer es el presente a tomar y mirar.

Os comparto estas pocas palabras dichas por alguien con motivo del centenario de Goethe en Frankfurt (1932), que no han perdido su validez. Al contrario, parecen terriblemente proféticas:

“Nuestra situación se desarrolla de tal manera que el hombre cada día pertenece menos a sí mismo y a la naturaleza, y cada vez más es dominado por la sociedad. La humanidad ha renunciado a su relación natural con la realidad y busca su salvación en las fórmulas esotéricas de magias Económicas y Sociales que alejan cada vez más la posibilidad de salir de la miseria económica y social. Estas fórmulas mágicas se caracterizan todas porque el individuo debe renunciar a sus características materiales y espirituales propias, para pertenecer a una muchedumbre que lo domina material y espiritualmente del todo. ¡No abandonéis el ideal del Individuo Humano. Permaneced personas con espíritu propio. No os convirtáis en Cosas Humanas cuya voluntad es la de la masa y cuyo espíritu les es implantado por ella!.” - Albert Schweitzer.

Y en estas, me vino el recuerdo de un cuento, que también leí hace tiempo en un poema. El cuento más o menos dice así:

“Se estaba realizando una pequeña subasta popular en la que figuraban una gran cantidad de objetos. Entre ellos se encontraba un viejo violín que el que presidía la subasta apenas pensaba que valiese la pena ofrecerle, pero, de todos modos, lo levantó, y sacudiendo el polvo que tenía encima, anunció con una sonrisa:  Aquí tienen, señores su oportunidad, ¿quién comienza la puja?, ¿cuánto me ofrecen por el violín?

Una voz respondió: "Un dólar". ¿Solamente un dólar?, ¿nadie ofrece más?, ¿quién me ofrece dos? Fue tras una pausa que alguien ofreció dos dólares; y finalmente un tercero ofreció tres, pero era evidente que no había más interés.

Estaba a punto de finalizarse la subasta del viejo violín, el martillo estaba a punto de dar un golpe sentenciando su venta por tres dólares, cuando de repente, un anciano, pidió permiso para tocar el instrumento; ante las risas de algunos, sorprendidos de que alguien pudiera pretender tocar alguna melodía con aquel golpeado y ajado instrumento...

La gente miraba escéptica mientras el viejo ajustaba las cuerdas y colocaba el violín en la posición correcta para tocarlo. Después, tomando el arco, el viejo violinista comenzó a tocar la más maravillosa melodía que jamás ninguno de los asistentes hubiera escuchado. Con singular maestría continuó tocando mientras su audiencia contenía el aliento, fascinada y extasiada.

El viejo violinista finalizó su extraordinaria interpretación. Entonces, en medio del silencio y expectación de todos, el presidente de la subasta, con voz suave y casi reverente, volvió a hablar: Señores, ¿qué me dicen ahora?, ¿qué me ofrecen ahora por el viejo violín?

Para espanto de unos y admiración de otros, resonó una voz que dijo: "¡Mil dólares!", otro postor ofreció dos mil, un tercero tres mil, y en ese precio fue finalmente subastado.

Entre muchas voces, una preguntaba impresionada por lo que acababa de suceder: ¿Cómo es posible que este instrumento cambiara de valor tan extraordinariamente en tan poco tiempo?
Alguien que se encontraba a su lado le respondió muy acertadamente: "Fue el toque de la mano del maestro"

Como decía más arriba, cuando el alma despierta, es ella, nuestro propio Maestro, Conductor o Músico: Conscientemente, hacemos nuestra labor, conducimos nuestro vehículo o tocamos como virtuosos nuestro instrumento. 

En el estado de ánimo para el amor

Tema de Song Yumeji

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