15.12.14

Cuando uno quiere hacer algo, lo único que tiene que hacer es empezar

CRECER EN CONSCIENCIA: La importancia del primer paso


Cómo poner en funcionamiento tu conocimiento

Algunos hombres y otros seres humanos se pierden cuando les indico que han de poner en funcionamiento su conocimiento. “Posiblemente no me explique, o no me entienden”, no saben cómo hacerlo, se pierden.

Hay muchos, muchísimos, que creen que con su buen hacer, con asistir a la iglesia -“la que sea”-, con cantar, con rezar, con poner velita a algún Cristo, alguna Virgen o a algún santo y después hacer lo que les venga en gana “ya están asegurándose la salvación” -PARA NADA, ESO NO TE SIRVE A TI-. Claro que si no tienes otra cosa y estás absolutamente “convencido”, no hace falta que leas, sigue con lo tuyo, así de simple.

Cuando yo me encontraba en esa situación, cuando estaba “pillado, bloqueado y en un callejón sin salida” quería, deseaba, anhelaba hacer más, tenía la intención de ir a más, pues creía que ya lo había hecho todo lo que se me ocurría para seguir en un camino de elevación espiritual que, por otro lado, es lo que vas a hacer tú y todos, sin tiempo y sin espacio, tardes las vidas que tardes.

Nótese que las palabras “quería, deseaba, anhelaba hacer más, tenía la intención de ir a más”, son básicas para recibir nuevas informaciones tendentes a revelarte otros “caminos de evolución”, cuando las interiorizas, y de forma necesitada, las manifiestas ante ti y ante el Cosmos, “usándolas, poniéndolas en funcionamiento”; recuerda que todo lo que dices y manifiestas con la vehemencia necesaria y suficiente “se concreta”.

Cuando uno quiere hacer algo, lo único que tiene que hacer es empezar y no importa de qué manera ni cómo ni cuándo, sólo empezar, ponerse en movimiento con la intención de llegar. ¿Dónde? Donde sea, pero Siempre a ti, a Ti Mismo, así de forma lineal y evolutiva, vas dando un paso y otro, pasito a pasito, y con tus consecuciones vas afirmando y confirmando que el Camino que has iniciado es el correcto, el que tú necesitas; no importa que luego gires, cambies o afines el rumbo, no; lo que importa es moverse, pues ya sabes que el agua estancada se pudre, “no quieras ser agua estancada”


Cuando rezas, entonas una letanía que ni siquiera has creado tú mismo, por tanto “a ti, no te sirve”; es posible que a otros sí que les dé un servicio, pero aquí entraríamos en “la manipulación de tu acción e intención con otros fines”.

Poner en funcionamiento tu Conocimiento, es AGRADECER.

Si te encuentras en la cama, agradece el soporte que te sustenta, las sabanas que te cubren, el colchón que te acomoda, la almohada que te posiciona, la habitación que te contiene, la casa que te alberga, el planeta que te nutre, el cielo que te cobija y así sucesivamente todo lo que quieras, puedas y seas capaz. Eso sí es natural, eso sí es una creación tuya, propia, eso sí te conecta con tu propia realidad, te da conocimiento y convencimiento, por tanto FÉ en ti y no en nadie ajeno, pues eres Tú.

Que te duchas… (lo mismo) agradece al agua que te corre por el cuerpo, que te limpia, que te nutre, que te da vida, que se lleva tus impurezas corporales; agradece a las cañerías que contienen el agua y la llevan allí donde tú te encuentras, agradece a la presión que eleva hasta tu casa ese caño vivificante; al flexo que permite que dirijas allí donde necesites el agua. Al jabón que la microniza, al plato de ducha o a la tinaja de baño, a las tuberías de desagüe, a todo lo que te acuerdes, así de esta manera haces lo que los dominicos recomendaban, ese es el “ORA ET LABORA”.

Que comes… Lo mismo, agradecimiento al plato, a los cubiertos, a la mesa, a la silla, al mantel, al vaso y a la bebida y a sus continentes, al fuego que ha cocinado el alimento, al alimento y a sus orígenes y así sucesivamente.

Cuando trabajas… eleva un agradecimiento por tener trabajo y agradece y bendice todos los útiles y artilugios que te permiten desarrolla tu labor.

Cuando te transportas, sea en tu vehículo o en transporte colectivo… “lo mismo”.

Se trata como dije antes, de “iniciar” un acto único e irrepetible que se debe prolongar en tanto tú seas presente contigo mismo.

Así se comienza si es que no tienes otra cosa mejor, pero has de evitar los actos de mimetismo y las letanías aprendidas, las repeticiones y los gestos que no te llevan a ninguna conclusión. Deja que los monos sean monos en sus árboles y que realicen sus funciones sin meterte en sus aullidos, tú eres un Ser Humano y como tal puedes y debes evolucionar, nadie te ha dicho cómo, pero esta forma es un inicio y, si lo haces, no dudes de que en breve vas a tener nuevas y mejores posibilidades.

No importa que lo dejes, ahora ya lo sabes, ahora ya lo tienes, ahora ya lo puedes poner en funcionamiento, pues así eres tú.

Un abrazo en fusión.
Ramón Bello Cuadros (Ra.)



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