(Al
menos en otro
siglo más)
Se
especula sobre el triunfo de la humanidad sobre illuminatis y
reptilianos. Sobre esa sangre de linajes que gobierna la humanidad
junto a otros entes.
Y
esto no sucederá facilmente. La operación malthusiana liderada en
su día por el Príncipe Felipe de Edimburgo y continuada ahora por
el Príncipe William -heredero de todas las casas y linajes reales-,
no ha hecho más que empezar con fuerza y violencia.
Los
motivos de irrecuperabilidad son sencillos:
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La contaminación de los chemtrails de nano polvo de aluminio y otras sustancias que acidifican la tierra cada año en un aumento del 5.000% según el propio Departamento de Agricultura de los EEUU, que analiza periódicamente la acidez del suelo y el agua en bosques, ríos, lagos y mares. Esta es una herencia que no podemos ya cambiar, y tendremos problema para cultivar, comer, y beber cualquier cosa natural -que ya de hecho hemos pasado a una comida transgénica que origina problemas graves de salud asociadas al azúcar, aspartame, clembuterol, y estructuras moleculares como las nuevas harinas del pan y pastelería que nuestros órganos no sintetizan del todo-. El gran negocio que esperan hacer -más que si se tratara de pepitas de oro-, y solo para los privilegiados con las semillas seleccionadas y guardadas en la bóveda del fin del mundo en Noruega, Svalvard.
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El éxito que ya van comenzando a tener con la alteración del adn -algo que venden como solución para enfermedades y ventajas-, que sí lo son parcialmente, el descontrol y separación de nuestra naturaleza con efectos secundarios desconocidos que necesitarán parches sobre parches. La robotización del ser humano ya está en proceso, y el chipeado del cerebro. 10.000 millones de dólares durante diez años firmados por la administración Obama, no pueden no tener resultados en la destrucción de nuestra identidad.
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La incomunicación directa propiciado con las nuevas tecnologías, ha dado un salto tan grande que la sensibilidad y empatía con nuestros amigos, familia y compañeros se ha perdido, se ha sacrificado por una relación con ondas electromagnéticas de móviles, ordenadores, y el trato con formas de pago electrónico, control biométrico, grabación de la totalidad de llamadas y comunicaciones. Esta incomunicación que pueda parecer lo más suave, se convertirá en lo más importante con la pérdida de la comunicación que garantiza LA DESCONFIANZA entre nosotros, y las actitudes violentas y agresivas en quienes no confiamos que somos todos. Sin embargo esta confianza, sí ha sido sustituida por la reverencia a los medios de comunicación y a la desinformación -una sustitución del culto religioso por la fe en los medios, películas (casi exclusivamente de violencia y programas demoledores del respeto y la destrucción de los vínculos familiares)-, y esto provoca una inseguridad permanente, falta de esperanza y autodestrucción progresiva.
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La eugenesia mundial ya está cumpliendo sus objetivos, no solo por la alimentación, el agua y las ondas electromagnéticas, sino por una receta instalada de vivir lo justo y bien, sin pensar en el futuro y el desprecio por la vejez y la enfermedad. Los suicidios, y autodestrucción serán voluntarios inducidos como una cosa normal más en el modus vivendi de la sociedad.
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El fin de la familia propulsado por la falta de confianza en los demás, el individualismo fruto del miedo y la desconfianza, y el egoísmo material. La LGTB que garantiza la falta de familia y descendencia.
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Las placas tectónicas de todo el planeta han sido ya movidas y removidas, su estabilidad consolidada durante millones de años ha sido tocada y alterada. Y los terremotos ya han sido preparados a la espera de ser activados o que tengan un movimiento inevitable y desconocido.
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El fin de las nubes, vientos, mareas, y los polos magnéticos que han sido tan tocados y destruidos, que ya no podemos tener nubes, ni lluvias ni sol que no sea provocado con chemtrails en combinación con las ondas VLF de los HAARP.
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Una economía de esclavos, con monedas fiduciarias que pasarán a electrónicas y finalmente a los microchips implantados inicialmente en manos y nariz, y posteriormente en el cerebro nada más nacer. Unos mercados y Deuda que nos harán sufrir aún más de lo conocido y cuya deuda nos sumirá en un nivel de vida africano.
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Un sistema de salud que seleccionará que enfermedades tratar y cuáles no, y a quienes salvar y a quienes no. Si aún no se ve, se verá, la deuda justificará muchos procedimientos y nadie podrá manifestarse contra las decisiones globalistas de la élite, ni ahora, y menos luego.
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Los dos tercios de la humanidad que esperan aniquilar propiciarán una sociedad enferma, psicópata, interesada, egoísta y llena de miedos.
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Ellos cuentan con bunkers y DUMBS, nosotros no. Nosotros moriremos y ellos vivirán el ciclo natural de sus vidas reforzando su poder y estructuras.
Si
después de esto piensas que la humanidad manejada por tantos
satanistas -y cada vez más y más-, pueda tener un futuro próximo y
medio que no sea después de dos siglos de regeneración de la
tierra, el agua, el comportamiento social de confianza, respeto y
amor; es que eres muy creyente y optimista.
Todos
hemos soñado y querido pensar que todo esto pasará pero no será
así. Eso sí, gracias a todas las nuevas técnicas de control e
implementación de leyes antihumanidad no nos daremos ni cuenta,
parecerá como un sueño que avanza. Y cuando se quieran dar cuenta
los que nada ven, ya estarán a los pies del crematorio y la
desposesión de sus bienes. Algo en lo que quizás tengamos
responsabilidad por no haber querido saber nada, mirar para otro
lado, y aumentar nuestra dosis de egoísmo de destrucción. Será y
ya va siendo, un purgatorio en vida y en la tierra por nuestro
comportamiento.
Los
illuminati y otros entes superiores desconocidos, han triunfado, y lo
que vamos a ver solo es destrucción, mucha muerte y carencia
absoluta de esperanza. Solo los más despiertos, conociendo cómo
funcionan las cosas tendrán un apartado de confianza y paz, pero no
se podrá ver más que lo que ya está en marcha.
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