DEPENDER DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL…
.. PARA PERDER LA INTELIGENCIA NATURAL
La IA generativa no es más que un lavado de cerebro de alta
tecnología. Es el siguiente nivel de adoctrinamiento propagandístico. Su
objetivo es convertir nuestros cerebros en una masa inútil que no puede
funcionar sin las muletas tecnológicas controladas por los plutócratas
imperiales.
Tus gobernantes quieren que dependas de las máquinas
para que piensen por ti.
Quieren que dependas de la IA para razonar, investigar, analizar y escribir. Quieren que necesites un software fácilmente controlable para comprender el mundo y para expresar esa comprensión a los demás.
Pueden controlar las máquinas, pero no pueden controlar la
mente humana. Por eso quieren que abandones tu mente en favor de las máquinas.
Quieren que dependas de la inteligencia artificial para que
dejes de usar tu inteligencia orgánica.
Quieren que tus habilidades de pensamiento crítico se
atrofien.
Quieren que tu capacidad para localizar y analizar
información inconveniente se deteriore.
Quieren que tu inspiración e intuición se apaguen.
Quieren que tu sentido de la moralidad se desvanezca y
desaparezca.
Quieren que percibas la realidad a través de lentes
interpretativos controlados por empresas tecnológicas plutocráticas que están
inextricablemente entrelazadas con la estructura de poder del imperio
occidental.
La IA generativa no es más que un lavado de cerebro de alta
tecnología. Es el siguiente nivel de adoctrinamiento propagandístico. Su
objetivo es convertir nuestros cerebros en una masa inútil que no puede
funcionar sin las muletas tecnológicas controladas por los plutócratas
imperiales.
Quieren que abandonemos nuestra humanidad por la tecnología.
No quieren que hagamos nuestro propio arte.
No quieren que hagamos nuestra propia música.
No quieren que escribamos nuestra propia poesía.
No quieren que reflexionemos sobre filosofía por nuestra
cuenta.
No quieren que nos volvamos hacia nuestro interior y
conectemos con una espiritualidad auténtica.
Quieren sustituir el espíritu humano dinámico por líneas de
código predecibles.
Nuestros cerebros están condicionados a priorizar la
facilidad cognitiva, y eso es precisamente lo que nos venden los
desarrolladores de IA. Su argumento de venta es: «¡No tienes que hacer todo ese
esfuerzo mental pensando en cosas nuevas, aprendiendo cosas nuevas y
expresándote creativamente! ¡Este producto lo hará por ti!».
Pero tiene un precio. Tenemos que renunciar a nuestra
capacidad de hacer esas cosas por nosotros mismos.
Históricamente, cuando ha surgido una nueva tecnología, ese
tipo de sacrificio ha valido la pena. Ya casi nadie sabe encender fuego con un
taladro de arco, pero rara vez importa porque la tecnología moderna nos ha
brindado formas mucho más eficientes de encender fuego y mantenernos calientes.
No tenía sentido invertir tanto tiempo y esfuerzo en mantener nuestras
habilidades con el taladro de arco una vez que apareció esa tecnología.
Pero no es así. No hablamos de una habilidad obsoleta que ya
no necesitaremos gracias al desarrollo tecnológico moderno, se trata de nuestra
mente. De nuestra expresión creativa. De nuestra inspiración. De nuestra propia
humanidad.
Incluso si la IA funcionara bien (cosa que no hace) e
incluso si pudiéramos confiar en que nuestros amos plutocráticos interpretaran
la realidad en nuestro nombre (cosa que no pueden), esos seguirían sin ser
aspectos de nosotros mismos a los que debiéramos renunciar.
En esta distopía oligárquica, insistir en mantener las
propias facultades cognitivas es un acto de rebeldía. Ejercitar regularmente la
creatividad, el ingenio y el esfuerzo mental es una pequeña pero significativa
forma de rebeldía.
Así que, ¡practiquen!
No le pidas a una IA que piense por ti. Resuélvelo lo mejor
que puedas por tu cuenta. Aunque el resultado sea imperfecto, es mejor que
perder la capacidad de razonar.
No le pidas a la IA que cree arte o poesía por ti. Hazlo tú
mismo. Incluso si es un fracaso, seguirá siendo mejor que delegar tu capacidad
artística a una máquina.
Ni siquiera recurras a un chatbot cada vez que necesites
información. Intenta usar los métodos de búsqueda online tradicionales y
encontrarla por ti mismo. Nuestros gobernantes son cada vez más hábiles para
ocultarnos información incómoda, así que tenemos que mejorar nuestra capacidad
para encontrarla.
Conéctate con la experiencia corporal y táctil del cuerpo
humano, porque están intentando que la abandones.
Siente de verdad tus pies en la tierra. El aire en tus
pulmones. El viento en tu cabello. Aprende a calmar tu mente inquieta y a
apreciar la belleza que te rodea en cada instante.
Recupera la capacidad de atención que se ha visto mermada
por los teléfonos inteligentes y las redes sociales. Aprende a meditar y a
concentrarte en una sola cosa durante un tiempo prolongado. No mires tanto el
teléfono.
Lee un libro. Uno de papel, que puedas tocar, oler y oír
crujir las páginas al pasarlas. Si es un libro antiguo de la biblioteca o de
una librería de segunda mano, mejor aún.
No tiene por qué ser un libro difícil si tu capacidad de atención
es muy reducida. Empieza con algo sencillo. Un libro infantil. Un cómic. Lo que
puedas manejar. Te estás sometiendo a una terapia de recuperación cognitiva.
Tus primeros pasos no tienen que impresionar a nadie.
Conecta con tus sentimientos. Esos que has estado
reprimiendo durante años. Déjalos salir y expresarse, escúchalos como un padre
amoroso a un niño tembloroso.
Aprende a valorar esos momentos entre los mejores momentos
del día. El tiempo que pasas en los semáforos o esperando a que se prepare el
café. Hay una belleza asombrosa en cada instante de esta vida; solo necesitas
aprender a percibirla.
Acepta tu humanidad. Acepta tus sentimientos. Acepta tus
defectos. Acepta tu ineficiencia. Acepta todo aquello de lo que intentan
alejarte.
Lo que te ofrecen es muy inferior al inmenso tesoro en el
que nadas simplemente por existir como ser humano en este planeta.
Eres un milagro. Esta vida es un milagro.
No permitas que te lo oculten.
Caitlin Johnstone

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