Todos tenemos derecho a saberlo: las claves de la eternidad están en el aquí y ahora

TENEMOS DERECHO A CONOCER LAS REGLAS DEL JUEGO

Hay un derecho básico que tenemos como humanos y es el derecho a saber que después de esta vida hay otra, y que esta otra vida será de una forma u otra en función de lo que hacemos en ésta.

Saber esto es básico, porque se trata de una de las principales reglas del juego, y es evidente que saber cuáles son las reglas del juego es imprescindible si de lo que se trata es de jugar.

De la misma manera que para poder jugar a un juego necesitamos saber cuáles son las reglas, para poder vivir debidamente debemos saber cuál es el sentido de esta vida que vivimos

, y el sentido de nuestras vidas actuales no es otro que el de encaminarnos hacia la siguiente: nuestra vida de ahora determina el rumbo de nuestra vida siguiente. Esto es lo más importante. Nada es tan relevante en esta vida como el hecho de que marca las condiciones de la siguiente.

Lo importante de esta vida, pues, no es lo que nos pasa, sino cómo reaccionamos ante lo que nos pasa, porque será esta reacción, esta manera de hacer, lo que hará que lleguemos a la siguiente fase de una u otra manera. La actitud que mantengamos ante la vida es más importante que la vida misma, porque es la clave de la otra vida, pues la determina.

Cómo nos tomamos la vida. Cómo nos relacionamos. Cómo aceptamos lo que nos da y lo que nos toma. Cómo evitamos esquivarla y nos entregamos a ella plenamente. He aquí todo lo que hace que, cuando esta vida se acabe y nos encontremos a las puertas de la siguiente, hará que la aceptemos también tal y como se nos presente, porque se nos presentará tal y como habremos hecho que se nos presente.

Lo que nosotros construimos es lo que nos construimos para nosotros. Lo que nosotros le damos al mundo es lo que nos damos a nosotros mismos. Lo que damos a los demás es lo que, a la larga, acabaremos recibiendo. Lo que le hacemos al prójimo es lo que le hacemos al mundo que nos encontraremos en nuestra siguiente vida.

Tenemos la responsabilidad de forjarnos una vida digna, agradable, sincera, verdadera… y ésta es una responsabilidad que no podemos rehuir. Por eso es tan preeminente decirlo claramente, y es que es necesario que todo el mundo lo sepa: nuestra próxima vida será de una u otra manera en función de lo que hacemos en esta. La otra vida se determina aquí y ahora. En el aquí y ahora es donde se esconden las claves del más allá.

Todo el mundo tiene derecho a saberlo: las claves de la eternidad están en el aquí y ahora.

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