UNIENDO LOS OPUESTOS PARA CREAR LA NUEVA REALIDAD
Esta vez no se trata de buscar a Wally… A quien hay que buscar
es a Wallenda. Pero no a cualquier Wallenda de los Flyers Wallenda,
no… Hay que buscar, en las fotos, al funambulista Nik Wallenda. Apenas un
pequeño punto cruzando, sobre un cable, las cataratas del Niágara… Una vez
hayas conseguido localizar a Nik Wallenda, entonces, y solo entonces, puedes
seguir adelante con el post
El ser humano que ha
despertado y está en la vanguardia hoy tiene la profunda responsabilidad de ser
un pionero evolutivo, de ser alguien que está viviendo literalmente en este
lugar entre el presente y el futuro.
Andrew Cohen
LA MEJOR FORMA
DE PREDECIR EL FUTURO ES CREARLO
Un objetivo CASI imposible
Desde su nacimiento, este blog tuvo un objetivo.
Se proponía tratar de descubrir qué es Lo
Que Podemos Hacer. O sea, qué es lo que podemos hacer en una
circunstancia tan extrema como la que estamos afrontando como humanidad. Ese
era el punto del que el blog partía. La asunción básica que lo propulsaba era
la certeza de estar viviendo un momento especialmente crítico… en el que
grandes oportunidades y grandes peligros se cernían a nuestro alrededor.
Definir un objetivo es lo primero que se ha de
establecer, para conseguir que cada uno de los movimientos que han de
perfilarse a continuación, sean definidos con exactitud, a partir de un primer
corte: los movimientos que nos aproximan a la meta y los que nos alejan de
ella.
Con cada paso que el blog ha ido dando hacia
delante, el objetivo se ha ido volviendo más nítido. Y la vista panorámica de
la situación se ha ido ampliando, permitiéndonos ver hacia dónde nos estamos
dirigiendo. Ese caminar y ese avance es posible, gracias a que, desde la
perspectiva global que la visión panorámica permite, sabemos que muchos estamos
trabajando conjuntamente en el Plan Global.
Nuestro objetivo se llama Evolución.
Como se puede apreciar, no es un objetivo modesto, precisamente… Pero no vemos
más posibilidades. Se trata de una cuestión de TODO O NADA.
A la vista de que no hay retroceso posible (el puente hacia el pasado se desmorona conforme avanzamos) la elección es simple: evolucionar o desaparecer. De ahí nuestra necesidad de impulsar la evolución de la consciencia y de la cultura. Nos sentimos responsables de conducir a la humanidad hacia el futuro…
Los que lo perseguimos y promovemos nos podemos
llamar de varias maneras. En un sentido más amplio, nos identificamos, por
ejemplo como, Héroes, y en
un sentido más específico, nos llamaremos, por
ejemplo, Evolucionarios.
Es bueno poner un nombre a las cosas porque,
como muy bien dice el poeta Czeslaw Milosz: Lo que se nombra adquiere fuerza, lo que
no se nombra deja de existir… Sí,
tenemos que dar nombre a lo que queremos traer a manifestación.
Si nos fijamos solo en las apariencias, diremos
que es en un objetivo CASI IMPOSIBLE. Pero la apariencia de las cosas solo es
una parte de la totalidad. Además, la diferencia entre algo IMPOSIBLE y algo
CASI IMPOSIBLE es abismal.
Fundamentalmente supone que tenemos que crear un
cambio extraordinario en nuestras mentes, que nos permita una metamorfosis
radical.
Conseguir el objetivo implica contagiar, a un
número suficiente de personas, la pasión que nos mueve…
Héroes evolucionarios
Ser Evolucionario es apasionante, pero es lo
contrario de fácil. Para serlo no hay fórmulas. No hay manuales. Nadie sabe qué
es eso ni qué hay que hacer…
El único que tiene claro el Gran Plan es el Poder de Vida que anida en cada uno de
nuestros corazones.
Lo que uno, desde su perspectiva, ya ha
aprendido es que las soluciones anteriores han dejado de servir… Y lo único que
sabes con certeza es que te mueve el impulso de lo potencial, de lo
posible invisible, que te enrabieta, que te pone de pie ante El Avance imparable de la
NADA. Una NADA que nos vuelve sordos,
ciegos y mudos ante lo que está pasando…
Una NADA que nos atrapa, y nos
envuelve, nos enferma, nos individualiza, nos separa, nos estresa, nos vuelve
pasivos y dependientes, nos incapacita para encontrar soluciones… Una NADA que nos hipnotiza desde la
Televisión, nos vuelve drogodependientes desde la Psiquiatría y la Medicina,
nos normopatiza desde la Educación, una NADA que nos insulta y nos agrede
desde la Política.
Una NADA que nos impide tener tiempo
para pensar, para saber qué es lo que podemos hacer para cambiar de rumbo, una NADA densa
y espesa, que nos impide ser capaces de imaginar un futuro con claridad.
Una NADA de cuyas raíces no se habla,
y que, por eso nos vuelve débiles, sumisos, dependientes, incapaces de defender
la Verdad por encima de todo. Una NADA que se transmite de
generación en generación, desde la violencia oculta en los hogares, desde la
mentira que impregna las instituciones, desde la ambición que hace llegar a la
cima de los Gobiernos a los más corruptos. Una NADA que Avanza, siempre igual a
sí misma mientras
alguien no toma la valiente decisión de mirarla de frente, de señalarla y de
gritar a los cuatro vientos que NUNCA HAY NADA DE LO QUE AVERGONZARSE… NUNCA!…
¡Pero sí hay mucho que oxigenar y sanar!
Nada
de lo que avergonzarse. Mucho que desaprender, aprender, cambiar y sanar: RESET
Somos frágiles, vulnerables y sometibles
mientras nos avergonzamos. Somos fuertes desde el mismo momento en que miramos
de frente lo que hay, y sabemos que no tenemos nada que ocultar. Y con la
fuerza inconmensurable resultante de no rechazar nada de lo que somos,
decidimos apostar todo nuestro impulso para Crear
una Nueva Realidad.
A eso se le llama integrar los opuestos, y su
símbolo es el símbolo elegido para representar la serie El Avance de la NADA.
Como un rio de pus, la descomposición social
oculta en las entrañas de nuestras sociedades está ahora aflorando. Aunque sea
ahora más visible, es, en realidad, menos peligrosa. De hecho, es una buena
señal anunciadora de que el comienzo de la sanación puede estar a punto de
llegar.
Como
árboles en un bosque…
Nos
relacionamos con el subconsciente a base de imágenes y símbolos, y también por
medio de la repetición. Ese es el motivo de utilizar siempre los mismos
símbolos en esta serie doble.
Ahora voy a proponer también otros dos que, a mi
entender, muestran muy bien el tipo de cambio que debemos ser capaces de llevar
a cabo para hacer evolucionar nuestra cultura y a nuestras sociedades hacia el
futuro, y que tiene que ver con un cambio individual, persona a persona.
La imagen de la forma en que las personas se están
relacionando entre sí en la sociedad que ahora se están viniendo abajo es algo
parecido a esto.
Apoyándose unas en otras, y
formando una pirámide, en la que las que están
abajo sustentan a las que están arriba.
Pero esta disposición hace del conjunto algo muy
endeble. Sin el menor esfuerzo, cualquier pequeña brisa es capaz de abatir la
construcción… De ahí la expresión: “frágil como castillo de naipes”
Una imagen que me parece muy indicada para
representar el papel del Ser Humano que está creando la Nueva Realidad es la de un árbol.
Cada uno firmemente arraigado en la tierra, y creciendo hacia el cielo.
Y el conjunto de seres que se necesitan para
llevar a cabo la tarea, como un
bosque.
Esta forma de organización sugiere una cohesión,
un acompañamiento y un apoyo. Es una sociedad, pero de otro tipo.
Un vendaval puede sacudir, romper ramas e incluso
arrancar un árbol viejo o enfermo, pero nunca podrá terminar con todo el bosque
Una voz interior que solo se escucha en el
silencio
Cada cual va descubriendo cuál puede ser su
cometido en el Gran Plan, en la medida en que se decide a dar un paso
al frente en la dirección que le parece correcta y acorde con aquello que le
motiva y le moviliza. Digamos que escribe al dictado de una voz interior que
solo se escucha en el silencio…
¡Atrévete! ¡Cambia!
Desde el principio he dicho que ser Evolucionario es chulo pero no es fácil.
La pasión y la facilidad están reñidas. Son incompatibles, de hecho. Crear una Nueva Realidad,
inventar un futuro alternativo, pasa por atrevernos a ver lo que no vemos, a
hablar de lo que no hablamos, y hacer lo que no hacemos.
A eso, mucha gente en nuestra cultura decadente,
le llama “ser
negativo”. Hablar de lo que se opone a nuestro avance hacia el
futuro, tanto desde nuestro propio interior, como desde el exterior, hablar de
las fuerzas que van a hacer todo lo posible por que abandonemos el esfuerzo,
que nos invitan a quedarnos como estamos, aguantando lo que nos echen… A eso le
llaman “ser
negativo”.
Pero se equivocan… Aunque sean muchos se
equivocan
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Somos fuertes cuando somos enteros: Integrando los opuestos
Y esta doble serie, cuya presentación se
hace en este post, y que nació hace meses, lo hizo, precisamente, para
combatir la idea de que hablar de las dificultades que vamos a tener que
afrontar antes de ser capaces de Crear
una Nueva Realidad no
es ser negativo. Esta serie doble nació de una profunda convicción personal,
que se había convertido en una necesidad. La necesidad de decir que solo
podemos empezar a construir un futuro diferente, rescatando la Verdad de las
garras de la hipocresía, de la mentira y de la falsedad que caracterizan
nuestras sociedades que se derrumban por ello.
Que
para poder seguir avanzando, necesitamos ser cada vez más conscientes, de cada uno dos polos entre los que se teje la
Manifestación.
Negar los indudables peligros que nos acechan no
los hace desaparecer. Por el contrario, solo conociéndolos por anticipado
podemos prepararnos para lograr nuestro equilibrio entre ambos.
Es por eso que he elegido como símbolo viviente
de esta aventura a Nik Wallenda.
No es negando los riesgos que sus hazañas implican como Nik Wallenda consigue alcanzar sus objetivos CASI IMPOSIBLES. Por el contrario, conocer los vientos que pueden soplar, el agua que le puede caer encima, y todos los demás condicionantes externos e internos que pueden actuar sobre él, y preparándose, durante años, para ello, es como consigue cruzar las Cataratas del Niágara o atravesar el Gran Cañón del Colorado.
Por todo lo que llevo dicho, Nik Wallenda es
ahora mi héroe, y por eso ocupa la portada de este post. Los funambulistas han
aparecido, como símbolo de cabecera varias veces, a lo largo de la serie Creando la Nueva Realidad, porque su imagen ilustra,
para mí, de una manera muy precisa, la dificultad de la tarea que nos proponemos
y los riesgos que la acompañan.
Buscando una imagen de un funambulista fue como conocí a Nik Wallenda,
cuyas hazañas me han fascinado y me han inspirado. Tengo la impresión de que
encarna como nadie al Loco
del Tarot. Yo me imagino que el tío salió ganador de unas
oposiciones convocadas por El
Poder de Vida, que
estaba buscando alguien con un
perfil tal que pudiera mostrar a todos los demás que lo que es CASI IMPOSIBLE
se hace posible si uno se pone a ello sin excusas. Y que, mientras él -El Poder de Vida- no dijera lo contrario, lo
CASI IMPOSIBLE era POSIBLE.
Por eso, propongo a NIK WALLENDA como símbolo viviente de
cómo cruzar todos los obstáculos y riesgos que conlleva Crear Una Nueva Realidad.
Resulta que Nik pertenece a la séptima
generación de los Flyers Wallenda, que llevan 200 años, generación tras
generación, dedicándose a andar sobre la cuerda floja, sobre la que Nik empezó
a caminar a los cuatro años de edad.
La última de sus hazañas la realizó a finales de
junio de 2013. A 455 metros de altura, sobre la garganta del río Little
Colorado, Nik
Wallenda caminó
sobre un cable de apenas cinco centímetros de espesor, en una travesía de 426
metros, en las que tuvo que enfrentar ráfagas de viento de más de 32 kilómetros
por hora sin ninguna cuerda de seguridad.
¿Qué es lo que se esconde detrás de una hazaña
como esta? ¿Qué es lo que mueve al ser humano a ir cada vez más lejos, a
proponerse lo imposible? ¿Que lleva a Nik
Wallenda a
volver a intentar algo que costó la vida a su abuelo y, antes, a otras personas
de su familia?
Nik Wallenda:
Un símbolo vivo de cómo conseguir un objetivo CASI imposible
Ganador de unas oposiciones convocadas por el Poder de Vida
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