CÓMO LIBERAR NUESTRO CÓDIGO FUENTE
Una cosa es jugar a ganar y otra jugar a no perder, no son lo mismo. Tampoco es casualidad que nuestra actitud sea más reactiva que activa. Parece que les gusta hacernos saltar, para ver qué hacemos y para comprobar el efecto; siguen teniendo la voz cantante por marcarnos la tendencia, qué debemos pensar y en función de qué lo hacemos.
La granja prisión se nos queda pequeña
A pesar de que la población está muy aborregada y
condicionada socialmente, el coste de mantenernos ocupados y
despistados, en cuanto a lo que realmente nos afecta, es cada vez
mayor. La frecuencia con la que se ven obligados a bombardearnos con eventos,
noticias y catástrofes, es ya prácticamente constante.
En este sentido, el ciudadano medio ya está curado de espanto y podemos decir, que cada vez le sorprende menos, cualquier globo sonda que nos suelten en los medios de comunicación, con la intención de generar un impacto predecible. Cada vez somos menos sensibles y no reaccionamos contundentemente, si es que llegamos a hacerlo. Opinamos, protestamos, nos quejamos y ya podemos ser “contenidos” dentro de una respuesta predecible.
Por un lado, van aumentando la intensidad gradualmente, para
ensanchar nuestra tolerancia hacia políticas y leyes cada vez más propias de un
régimen dictatorial. Y por otro, cada vez hay más población saturada de
anestesia, que está dejando de comprar el discurso hegemónico, buscando otras fuentes
alternativas de información. Es similar al efecto de los narcóticos, el cuerpo
termina por acostumbrarse si el consumo es frecuente.
El régimen, la corporación, o como los quieras llamar, según
la escala que estemos tratando, pretende contenernos con medidas que apuntan
directamente a la libertad de expresión y de pensamiento, cuando criminalizan
todo aquello que se desmarca del pensamiento único. Y si no lo han hecho ya en
su totalidad, sino parcialmente, es porque no han podido. Si hubieran podido,
ya estaría hecho.
Nuestro código fuente
Pensamiento y expresión: precisamente lo que podríamos
llamar el código fuente de nuestro comportamiento, la letra de nuestra canción,
la narrativa de nuestra historia individual, o el guion de nuestra película. Si
son capaces de minimizar o actuar sobre el código, será más difícil que
ejecutemos nuestro programa y lo reproduzcamos en nuestro entorno.
Ahora este mensaje tampoco vale para todo el mundo. Lo que
quiero decir, es que no le puedes exigir a nadie que se libre de la anestesia
del sistema, si ya se encuentra cómodo dentro y no quiere salir de esa
percepción. No todo el mundo desea ser responsable de sí mismo. No todos
quieren asumir el definir su propio código de programación, porque bajo ningún
concepto quieren salirse de los límites marcados.
Prefieren funcionar “en demo” y ejecutar la programación
oficial para seguir funcionando sin riesgo. Quiénes prefieren delegar su
libertad de acción, de palabra y de voluntad, en una dictadura disfrazada de
falsa democracia, cuyas leyes pueden retorcerse de forma evidente tal y como
estamos viendo a día de hoy, prefieren quedarse bajo el velo.
Han optado renunciar a su libertad, y los demás no somos
nadie para abrirles la puerta de la jaula si no quieren salir. Podemos
ayudarles hasta cierto punto, pero si hay algo que todos debemos entender, es
que la libertad y el libre albedrío de cada uno, es tan sagrada como la
nuestra. Esto es un camino individual.
Estamos ocupados sobreviviendo
Mucha gente prefiere esa renuncia, con tal de tener la
promesa del mínimo garantizado de bienes y servicios de supervivencia. El
planteamiento es el siguiente: mientras tengamos gran parte de las necesidades
básicas cubiertas, aunque sea bajo mínimos, será más fácil que adoptemos un
marco mental de escasez.
Atareados bajo ese marco de escasez y cumpliendo con esas
condiciones marcadas por el régimen, solo buscaremos esos servicios mínimos,
porque no nos estaremos preocupando por lo que realmente nos están haciendo:
control de la población puro y duro.
Mientras estemos mirando hacia abajo recogiendo migajas, no
miraremos hacia arriba porque estaremos demasiado ocupados compitiendo entre
nosotros. No son tontos los cabezas visibles de este sistema, y menos aun los
que están detrás: verdaderos beneficiarios de lo que quieren llegar a convertir
en el Nuevo Orden Mundial.
Por todo lo anterior, tenemos que dejar de jugar a no
perder, porque ese marco de partida nos debilita. Y soy bien consciente de que
no nos podemos permitir el lujo de ser meros individuos positivos conformistas,
porque esto equivaldría estar anestesiado a la realidad. Con decir que todo va
a ir bien, no vamos a arreglar nada si no ponemos los medios primero, para ser
conscientes de la Matrix y segundo, para despertar.
Despertar la masa crítica
Para generar la masa crítica suficiente que sea capaz de
generar el cambio real, no basta con ser conscientes de la Matrix. Muchos son
conscientes de esta jaula y aun así se han acomodado a ella. Recuerda que solo
puede liberarse aquel que desea ser liberado.
Tarde o temprano, las leyes actuales se les quedan cortas
por no poder contener ese nivel de masa crítica, que tratan de invisibilizar y
hacer desaparecer a toda costa, con la complicidad de los políticos, las
corporaciones y los medios de comunicación.
Ya hay gran parte de la población que busca canales
alternativos para informarse, y la única forma en la que podrían intervenir de
esa manera, sería eliminando la libertad de expresión, cosa que ya están
haciendo. Si se percatan que hay un volumen suficiente de gente, levantando la
cabeza por encima del umbral permitido, el sistema devolverá el golpe.
Pero no hablo de protestas en la calle, no quiero que te
equivoques. No hablo de respuestas previsibles, predecibles, controladas y
ponderadas, con las que ya cuentan y con las que les basta emplear los medios
de siempre: más opresión y más censura... y de vez en cuando alguna concesión,
para que tengamos la sensación de que se nos escucha.
Me refiero a la fuente original, al origen de la entrada de
datos, dónde comienza la ilusión por la que intoxican nuestra percepción, para
obligarnos a ver como normal el trato subhumano que nos están dando. Y te digo
la fuente original, por la que podemos estar seguros, de nuestro contenido
original, el que llevamos por dentro, no se corresponde con la realidad que nos
están fijando.
Conocer la fuente desde el origen
Debes hacer caso a ese sentimiento que te hace saltar desde
dentro, cuando tratan de imponerte algo que sabes que no es para bien. Tanto
con la política, como la alimentación, la religión, la historia, las ideologías
y todo lo que forma parte de nuestro día a día, que damos por hecho como
válido.
Debemos cuestionar cada uno de los pilares sobre los que nos
están forzando vivir. No hay otra manera de cambiar nuestra programación, más
que rehaciéndola desde el principio y orientándola a nuestro interior. No
necesitamos deshumanizarnos con más tecnología de estar más conectados a más
dispositivos. La única conexión verdadera y necesaria, es la de nosotros mismos con
la fuente original de conocimiento en cada una de nuestras facetas de la vida.
El conocimiento es la verdadera puerta de entrada a la
experiencia. Es el primer paso, pero no el único. Y para poder aprovechar el
conocimiento, tenemos que cambiar nuestra programación, y para ello hemos de
estar dispuestos a renunciar aquello que no funciona, y que quizás a día de hoy
nos supone una falsa seguridad.
Debemos mirar dentro de nosotros mismos y no vivir tan de
puertas para fuera. Todo para comprobar si es coherente o no, quedándonos con
lo que nos sirve y desechando lo que no. Si damos por bueno todo lo que nos va
llegando, jamás saldremos de la jaula y jamás podremos distinguir, qué es lo
que vibra en nuestra misma frecuencia, y qué nos quieren implantar, para
sustituir poco a poco, partes de nosotros mismos por relleno tóxico y antinatural.
https://www.desesperadostv.com/2019/12/como-liberar-nuestro-codigo-fuente.html
¿POR QUÉ LA MATEMÁTICA ES TAN PELIGROSA? https://anunnakibot.blogspot.com/2021/06/07-04-anunnakibot-por-que-la-matematica.html
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