EL
ESPIRITU Y EL CAMINO SON SIMPLES
A medida que fluimos
con las energías, deteniendo la acción por momentos y nos hacemos conscientes
cada vez más del momento presente...la vida se simplifica y podemos volver a
sentir el aroma, la música y la dulzura de cada cosa que llega.
Y es que nos abrimos
día a día...y cada cosa se percibe en mayor profundidad...¿lo han notado así?
Prueben disfrutar de
ese efluvio que nos está haciendo sentir cada cosa como inédita.
Por ejemplo...pasear
entre las rosas...algo habitual en mi vida, pero que se presenta cada día de
modo diferente...los pájaros llegan a la ventana por su alimento dejando su
canto y su vuelo en ese intercambio de amor que cotidianamente acordamos...el
viento golpea los postigos y hace crujir las ventanas...y hasta ese sonido se
percibe como un maravilloso recordatorio de la vida única que todo lo abarca.
Y es que es la
consciencia la que se refleja en lo que consideramos "externo"...y
cuánto más corazón abrimos...más se abren ante nosotros las perspectivas del
alma.
Intenten sentirse
cada momento...se asombrarán...y sientan detenidamente el momento en que
desayunan, el momento en que les hablan o hablan, el momento en que preparan
cada alimento, el momento en que viajan a su trabajo o están ya en él,
relacionándose de manera diferente con cada uno. Eso es la vida
espiritual...estar presente desde el centro, no reaccionando automáticamente
desde la periferia...en cada cosa cotidiana.
Puede cambiar
absolutamente su día el estar DESPIERTOS en el ahora, abriendo su visión
interior a la realidad como un campo de experimentación en el que vamos creando
el momento que sigue, y al que cambiamos solo con sonreír, aceptar, comprender,
dejar pasar...permanecer en el centro.
En momentos en que
las energías pueden desencadenar, no solo en los más dormidos, sino en nosotros
también... pues estamos en la misma sopa energética, mayor sensibilidad, propensión
al llanto, confusión, dudas, desánimo, agresión, desconcierto... con solo
apartar la mente de esa corriente y centrarnos en la simplicidad de una flor,
de un pájaro, de un árbol, de un niño, de una melodía, de nuestra
respiración... hace una gran diferencia... y cambia también la energía de
quienes nos rodean.
Mucha vigilancia,
tacto y calma están exigiendo éstos tiempos... comprendámonos y comprendamos el
desasosiego en cualquier forma que se presente.
Lo siento. Perdona. Te
amo. Gracias...
¿Recuerdan que
escogimos estar aquí y ahora?
¿Recuerdan que
asumimos la responsabilidad al 100% sobre todo?
¿Recuerdan que es un
juego de experimentación en el que creamos y creamos energía para que el
universo la utilice?
Entonces...en calma
tratando de estar fuera de la vorágine de lo que se intensifica... mantengamos
la simplicidad de un niño... y tratemos de simplificar absolutamente todo. Nada
de compromisos innecesarios, estrés, demandas festivas, reuniones, si es
posible eviten lugares atestados de gente, y cuiden a los niños de esas
energías... Dense unas vacaciones, aunque no físicas, si no pueden...y
DISFRUTEN EL VIAJE!!!!
Para algunos está
siendo particularmente duro... pues. LO ACORDARON. LO NECESITAN PARA EL CAMBIO.
Cesen la lucha y el
conflicto...y el camino se hace más suave... No se opongan, un solo acto de
entrega de esa realidad de aprendizaje, la cambia en minutos o días.
No tenemos un mapa
de ruta, ni de acontecimientos, por más que lean aquí o allá que va a ser de
tal o cual manera o que van a pasar tales o cuales eventos... ESPEJISMO.
Lo que creamos para
aferrarnos a algo, por miedo.
Solo es FALTA DE
FÉ...si la tenemos...no importa lo que haya por delante...ES LO QUE ES...LO
PERFECTO.
EL ESPIRITU Y EL
CAMINO SON SIMPLES...
LA MENTE PONE PIEDRAS...EL
CORAZÓN FLORECE Y PERFUMA.
MI CORAZÓN LES
ABRAZA!!!
Tahíta.
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