LA
MUERTE DE UNO
¿Qué nos
hemos dejado durante la vida que solo vemos a la hora de morir?
Testimonios no faltan. Aunque
resultan incómodos, a veces terroríficos para los que no asumimos la
inevitabilidad de la muerte. Todo se acabó y sobre todas las
cosas,inmediatamente antes, nos acordamos de lo que nos hemos dejado en el
tintero.
Los 5
remordimientos más habituales antes de morir
Bronnie Ware ha acompañado a cientos
de personas durante las últimas semanas de sus vidas. Esta enfermera australiana,
especialista en cuidados paliativos, confiesa que “casi todas las personas expresan los mismos
remordimientos antes de morir”:
1.-
Ojalá hubiese tenido el coraje de vivir la vida que yo quería y no la que los
demás esperaban de mí.
Este es el remordimiento más común. Cuando somos conscientes de
que nuestra vida se está terminando, miramos hacia atrás y vemos todos los
sueños que no hemos realizado. Mucha gente no se atreve a perseguir sus sueños
y muere sabiendo que ellos son los responsables de las decisiones que los
impidieron.
No somos conscientes de la libertad que tenemos por el mero
hecho de estar sanos. Cuando llega la enfermedad, ya es demasiado tarde.
2.-
Ojalá no hubiese trabajado tanto.
Este comentario me lo repitieron la mayoría de los hombres a los
que asistí. Se arrepentían de no haber dedicado más tiempo a su pareja y a sus
hijos cuando eran pequeños.
3.-
Ojalá hubiese tenido el coraje de expresar mis sentimientos.
Muchas personas esconden sus sentimientos para evitar conflictos
con los demás. El resultado es que se conforman con una existencia mediocre.
No podemos controlar las reacciones de los demás. Y, aunque al
principio otra persona se moleste cuando somos honestos, eso hace que una
relación crezca. O que se acabe una relación que no era saludable. En ambos
casos, todo el mundo sale ganando.
4.-
Ojalá hubiese mantenido el contacto con mis amigos.
Muchas personas no se dan cuenta de la importancia de los amigos
hasta que la muerte se acerca. Nos absorbemos tanto en nuestras rutinas que
dejamos marchitarse las amistades. Olvidamos ofrecer a nuestros amigos el
tiempo y el esfuerzo que merecen.
En las últimas semanas de vida, lo único que importa es el amor
y las relaciones. Todo lo demás -el dinero, el éxito profesional- es
absolutamente irrelevante.
5.-
Ojalá me hubiese permitido ser más feliz.
Desgraciadamente, este remordimiento también es muy común.
Muchas personas no se dan cuenta de que la felicidad es una
opción hasta que la muerte se acerca. Muchos se han dejado arrastrar por el
confort de la vida cotidiana, el miedo al cambio o a la reacción de los demás.
La vida está hecha de decisiones. Y es tuya. Decide.
FUENTE: PRINCIPIA MARSUPIA
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